El Gobierno japonés eleva a siete la intensidad del accidente nuclear en Fukushima hasta equipararlo con el de la central de Chernobil

No obstante, la Agencia de Seguridad Nuclear matizó que ambos accidentes son distintos, ya que en Fukushima no se ha producido una fuga masiva de radiación. Así, aclaró que las emisiones de la central japonesa apenas representan un 10 por ciento de las producidas en la ucraniana.

Por su parte, la Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO), encargada de la gestión de la planta nipona, advirtió de que la radiación emanada de sus instalaciones podría llegar a superar a la detectada en Chernobil, aunque todavía no ha sucedido.

Horas antes, fuentes gubernamentales citadas por la agencia Kiodo adelantaron que el nivel podría subir dos puestos en la escala internacional de accidentes nucleares (INES). Esta posibilidad comenzó a barajarse después de que la Comisión de Seguridad Nuclear de Japón desvelara que la planta liberó hasta 10.000 terabecquerelios de radiación por hora en algunas zonas.

La exposición externa a la radiación procedente de las instalaciones nucleares alcanzó el límite de un milisievert en áreas situadas a más de 60 kilómetros al noroeste y a unos 40 kilómetros en dirección sur-suroeste. En este perímetro se encuentran las ciudades de Fukushima, Date, Soma, Minamisoma e Iwaki, además de algunas zonas de la localidad de Hirono.

En los 20 kilómetros comprendidos en el radio de evacuación obligatoria establecido por las autoridades japonesas, la cantidad de radiación varió de uno a 100 milisieverts por hora, mientras que en la zona comprendida entre los 20 y los 30 kilómetros, la cantidad se redujo a niveles inferiores a 50 milisieverts.

De acuerdo con el INES, el nivel siete corresponde a la emisión al exterior de materiales radiactivos que igualen o superen los 10.000 terabecquerelios de yodo radiactivo 131, como ha ocurrido en Fukushima desde el terremoto y el tsunami que el pasado 11 de marzo azotaron la costa noreste del país.

Hasta ahora, el accidente en la central japonesa estaba catalogado como de nivel cinco, el mismo que se atribuyó al de la planta estadounidense de Three Mile Island, ocurrido en 1979. El nivel siete sólo había sido decretado para el desastre de Chernobil.

Foro Nuclear afirma que el material radiactivo liberado en Fukushima es el 10% del de Chernóbil

Por su parte, el Foro de la Industria Nuclear Española destacó las diferencias entre el accidente nuclear ocurrido en Chernóbil (Ucrania, 1986) y el sucedido en marzo en la central japonesa de Fukushima. Ambos son los dos únicos accidentes clasificados con el nivel siete de la escala INES, el más alto.

Según informó el lobby nuclear español, el nivel siete se define como accidente grave que libera al exterior una fracción significativa del contenido de los productos de fisión más volátiles acumulados en el núcleo del reactor. Ocasiona en amplias zonas (incluso afectando a más de un país) efectos nocivos para la salud y el medio ambiente, que pueden persistir a largo plazo.

En este sentido, recordó que el accidente de Chernóbil fue clasificado con este nivel por la destrucción total del reactor y las graves consecuencias de contaminación y dosis de radiación a grandes distancias del emplazamiento. En el tratamiento de la información «predominó el secretismo y la evacuación de la población expuesta tardó varios días».

El accidente de Fukushima ha sido clasificado por la autoridad reguladora japonesa (NISA) con el nivel siete de la escala INES, tras una clasificación provisional de nivel cinco para las unidades una, dos y tres con la información disponible a 18 de marzo. La base para la reclasificación ha sido la emisión de radiactividad al exterior.

«Con la información disponible, se estima sin embargo, que el material radiactivo liberado es aproximadamente el 10% del liberado en el accidente de Chernóbil«, añadió el Foro.

En lo relativo a la tipología de reactor, Chernóbil era del tipo de grafito, refrigerado por agua en ebullición, mientras que los reactores de Fukushima están moderados y refrigerados por agua en ebullición (BWR).

En cuanto al origen del accidente, el accidente del reactor ucraniano fue causado por errores básicos en el diseño y en la operación, dejando fuera de servicio voluntariamente varios sistemas de seguridad, con el fin de realizar un experimento. El reactor estaba en operación en el momento del accidente. Además, estaba dentro de un edificio convencional y carecía de estructuras de contención.

El accidente de Fukushima (seis unidades, de las cuales tres estaban en funcionamiento) ocurrió al producirse un terremoto de intensidad «inusitada» (nueve en la escala de Richter, el mayor en la historia de Japón). Los tres reactores en operación pararon automáticamente. La cuarta unidad estaba parada por mantenimiento y las cinco y seis, también paradas, estaban separadas de las otras.

Además, el reactor de Chernóbil no disponía de edificio de contención, donde habría quedado confinada la radiactividad -al contrario que la planta nipona-, añadió el Foro.

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