El Gobierno defiende los intereses de Repsol y espera mejorar los vínculos con el Ejecutivo argentino
El ministro Soria indicó que permanece «en contacto» con Repsol, cuyos intereses «son muy importantes», y añadió que «lo que le ocurra a Repsol preocupa al Gobierno de España».
«Defendemos los intereses de cualquier empresa española que esté en el resto de mundo y por tanto también los intereses de Repsol», añadió el ministro.
Soria aseguró que el Ejecutivo español siempre intenta «tener las mejores relaciones bilaterales posibles con todos los gobiernos» y «desde luego también con el Gobierno de Argentina», después de que las provincias patagónicas de Chubut y Santa Cruz, dos de las más petroleras del país, retiraran las licencias para operar en sus territorios a la petrolera YPF, controlada por Repsol.
Una ofensiva a la que se sumó la provincia argentina de Neuquén retirando la licencia para operar en dos áreas en ese distrito del suroeste del país, que cuenta con la mayor reserva de petróleo del país, y a la que también podría añadirse el gobierno de la de Neuquén.
En cualquier caso, el ministro afirmó que espera que las instancias judiciales argentinas le den la razón a Repsol YPF en los recursos que está presentando por la retirada de licencias en las citadas provincias argentinas.
Soria afirmó que pidió al Gobierno federal argentino que cualquier diferencia que haya «se pueda contrastar con información y datos» y que subrayó al Ejecutivo de Cristina Fernández la importancia de Repsol y de lo que le ocurra.
Las autoridades argentinas responsabilizan a la empresa por los problemas de abastecimiento de combustible, la caída en la producción y la falta de inversiones, pese a que YPF duplicó sus inversiones en Argentina el pasado año en exploración y refino.
En la misma línea, la ministra de Fomento, Ana Pastor, aseguró que «el Gobierno de España trabajará como siempre lo ha hecho por la defensa de los intereses españoles y de nuestros empresarios allá donde estén, en todos los lugares del mundo».
YPF, controlada por Repsol, celebra este miércoles una reunión de su consejo de administración, clave en el conflicto entre la compañía y el Gobierno de Cristina Fernández y a la que está previsto que asista el presidente de la petrolera, Antonio Brufau.
Los problemas de YPF pueden dañar la calificación de Repsol, según Fitch
Por su parte, la agencia de calificación crediticia Fitch afirmó que la calificación que le otorga actualmente a Repsol YPF (BBB+) podría pasar a estar «bajo presión» si YPF se viera obligada a recortar su dividendo en un 20% o más a lo largo de 2012 por la política energética argentina.
La intervención «cada vez más atrevida e impredecible» del Gobierno argentino en la producción de gas y petróleo podría «golpear duro» a Repsol, que se vería obligada a «pagar un gran precio» por su participación en YPF, aseguró Fitch.
La agencia advirtió de que, tras las últimas retiradas de licencias de explotación a YPF en las provincias argentinas de Chubut y Santa Cruz, el riesgo de nacionalización se incrementó «sustancialmente».
La extensión de esta política por otras regiones del país suramericano podría «erosionar seriamente» la generación de flujo de caja de Repsol, que posee el 57% de YPF.
Según Fitch, la compañía española está muy expuesta al mercado argentino, ya que el 35% de su resultado operativo bruto (Ebitda) del año pasado provino de este país. Además, apuntó que el grupo obtuvo de YPF unos dividendos totales de 600 millones de euros durante 2011.
La semana pasada, Moody’s decidió rebajar la calificación de la deuda a largo plazo de Repsol de Baa1 a Baa2, lo que supone mantenerse dentro de la calidad aceptable o media, con perspectiva estable.


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