El Gobierno de Japón explica a la AIEA las razones de las fugas de agua radiactiva de la central de Fukushima

Durante la Conferencia General de la AIEA, que comenzó en Viena, el ministro de Ciencia y Tecnología de Japón, Ichita Yamamoto, aseguró que el impacto de las fugas de agua radiactiva se limita a un radio de 0,3 kilómetros desde el puerto de Fukushima.

El pasado 8 de agosto, el Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón reveló que diariamente se vierten al subsuelo 1.000 toneladas de agua desde la central nuclear, de las cuales unas 300 contienen sustancias altamente radiactivas que llegan al Pacífico.

Las filtraciones se producen desde los tanques construidos alrededor de los reactores de Fukushima para almacenar el agua usada para enfriar la central nuclear. Se cree que la causa podría ser el deterioro de la resina de las juntas.

La Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO) explicó que no detectó antes los vertidos contaminantes porque los tanques no tienen contadores y el único medio de control eran patrullas rutinarias, por lo que hasta que no se han formado charcos superficiales no han saltado las alarmas.

Desde entonces, las fugas de agua radiactiva no cesaron e hicieron que en las últimas semanas los niveles de radiactividad en Fukushima se hayan disparado hasta picos de 130.000 becquerelios por litro, capaces de matar a una persona.

En este contexto, el primer ministro, Shinzo Abe, anunció que el próximo mes de octubre pondrá en marcha un plan valorado en 160 millones de euros que recupera la vieja idea de congelar el suelo alrededor de los cuatro reactores dañados de Fukushima.

Las pruebas de viabilidad comenzarán en el reactor cuatro, en cuyo subsuelo se construirá un entramado de tuberías a las que se inyectará cloruro de calcio a menos 40 grados celsius para congelarlas, encerrando una superficie subterránea de diez metros cuadrados.

Se espera que el «muro helado» esté operativo hacia el próximo mes de marzo. Si funciona, los operarios de TEPCO construirán otros alrededor de los reactores uno, dos y tres de Fukushima. El proyecto estaría completado hacia 2015.

La Autoridad Reguladora de la Energía Nuclear (NRA), por su parte, decidió elevar del uno –que indica una «anomalía»– al tres –que indica un «grave incidente»– el nivel de alerta por las fugas de agua radiactiva desde Fukushima.

Los problemas en Fukushima se deben al terremoto y el tsunami que el 11 de marzo de 2011 arrasaron la costa de la prefectura japonesa, dando lugar al peor accidente nuclear de la historia, junto al de la central de Chernóbil, en Ucrania.

Fukushima estaba preparada para un terremoto, ya que Japón se asienta sobre una falla, pero no para un tsunami, por lo que el azote del mar provocó varias explosiones de hidrógeno que hicieron que los núcleos de algunos de sus reactores se fundieran parcialmente.

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