El gobierno chino toma las riendas de su sector energético y crea la NEC, su Comisión Nacional de la Energía
Según publicó el periódico oficial «Global Times», el objetivo de la nueva agencia es «hallar maneras de mejorar la toma de decisiones políticas y estratégicas, y manejar el planeamiento global» de la energía en China.
China es actualmente el segundo mayor consumidor mundial de este sector, sólo por detrás de Estados Unidos, aunque se trata de un sector en el que el gigante asiático es muy dependiente del exterior y del carbón, que todavía supone más de dos tercios del consumo total.
«(La NEC) será responsable de estudiar y formular una estrategia nacional de desarrollo de la energía, de revisar los asuntos de seguridad y desarrollo energéticos y de coordinar los principales programas de explotación doméstica y cooperación internacional», aseguró el Consejo de Estado (Ejecutivo chino) mediante un comunicado.
Wen Jiabao liderará el organismo, que contará con 21 ministros y directores de distintas agencias, incluidas la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo (NDRC, máximo órgano de planificación económica del país), el Banco Popular de China (Central), y la Administración Nacional de la Energía.
La nueva comisión tomará el relevo del antiguo Ministerio de Energía, disuelto en 1993 y transformado en simple agencia, dependiente de la NDRC.
Para Guan Qingyou, experto en la materia de la Universidad pequinesa de Tsinghuua, el establecimiento de la Comisión Nacional de la Energía es «crucial», más aún cuando la dependencia exterior de China en este sector supera el 50 por ciento.
Según datos oficiales, China importó 199 millones de toneladas de petróleo el año pasado mientras que sólo fue capaz de producir internamente 189 millones de toneladas.
La NEC permitirá vertebrar el sector energético, dispersado en demasiados departamentos, lo que provoca que «el Gobierno central no sea capaz de implementar una política energética unificada», en palabras de la publicación china especializada «Economic Observer».
La tercera potencia económica mundial empezó a ser consciente de sus problemas energéticos en 2003, en pleno auge económico y de demanda, y desde entonces asegurarse el abastecimiento se ha convertido en una de sus obsesiones.
Durante este período, el régimen chino destacó firmando grandes acuerdos en la materia con Rusia, Kazajistán, Brasil, Venezuela y varios países africanos, entre otros.
Las previsiones de Pekín estiman que el consumo energético de China alcanzará los 3,9 billones de kilovatios hora durante este año, con un incremento del 7 por ciento respecto a 2009.

Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir