El secretario de Estado de Energía, John Hayes, dijo en la Cámara de los Comunes que el proyecto de ley de la energía, que se dará a conocer en noviembre, reformará el mercado y aumentará la competitividad, con el objetivo de asegurar que los ciudadanos tengan acceso a los precios más baratos posibles.

Hayes, convocado de urgencia por la oposición, no confirmó el anuncio hecho la víspera por el primer ministro, David Cameron, quien dijo al Parlamento que se legislaría para obligar a las compañías eléctricas a poner a sus clientes en las tarifas más baratas de forma automática.

Esta medida tomó por sorpresa a las empresas y fue criticada por la oposición laborista, que acusó al jefe del Gobierno de «crear confusión» y tener una política energética «caótica».

Las asociaciones de consumidores también remarcaron que la iniciativa era inviable, ya que reduciría la competencia y crearía dificultades para los consumidores que quisieran optar por energía de fuentes renovables.

Hayes se esforzó por clarificar la política oficial y subrayó que la nueva legislación servirá para «ayudar a los consumidores a obtener la mejor oferta» energética.

Entre las medidas que incluirá el proyecto legislativo, que se someterá a consulta de las empresas, los consumidores y el regulador del sector, está la simplificación de las tarifas y «la mejora de la liquidez y la competencia en el mercado mayorista», apuntó el secretario de Estado.

El sector energético británico, controlado por seis grandes compañías, fue criticado en el Reino Unido por los constantes aumentos de los precios del gas y la electricidad, que las empresas atribuyen al incremento de los costes en el mercado mayorista.