El gobierno boliviano recupera el control de Andina y otras petroleras en el aniversario de la nacionalización
El gobierno de Evo Morales y la petrolera hispano-argentina han acordado que el Estado de Bolivia recupere la mayoría accionarial de su filial Andina, cuya administración y gestión será compartida.
Repsol YPF Bolivia se ha hecho con el control de Chaco, hasta ahora en manos de la estadounidense Pan American Energy y British Petroleum, y de la operadora de gasoductos Transredes, de la firma de inversión británica Ashmore.
El director de Exploración y Producción de Repsol YPF en Argentina, Tomás García Blanco, destacó que este acuerdo da inicio a «una nueva etapa» en la que «vamos a conseguir una operación modélica conjunta» que «puede ser ejemplo de sinergia y de trabajo en equipo entre una compañía estatal y una compañía privada».
– Bolivia supone sólo el 1,6% del resultado operativo consolidado de Repsol YPF
El año pasado la petrolera hispano-argentina Repsol YPF obtuvo un resultado operativo de sus actividades en Bolivia de 92 millones de euros, cifra que equivale sólo al 1,6 por ciento de su beneficio operativo consolidado, que ascendió a 5.808 millones.
Desde la compañía recalcan que el impacto de la nacionalización de Andina en sus resultados financieros sería prácticamente nulo y recuerdan que el valor patrimonial de sus activos en el país andino representa el uno por ciento del patrimonio neto del conjunto del grupo empresarial. En el mismo sentido, las ventas de productos petrolíferos e hidrocarburos imputables a la actividad en Bolivia de Repsol YPF suponen el 0,8 por ciento de las del grupo.
En el caso de Andina, filial de la compañía en el país, las cifras todavía son menores y se reducirían a aproximadamente la mitad.
Repsol YPF tiene unos activos en Bolivia valorados en 900 millones de dólares (unos 580 millones de euros al cambio actual), de los que la mitad son propiedad de Andina.
El beneficio después de impuestos de la filial en Bolivia de la petrolera hispano-argentina en 2007 fue de 27 millones de dólares (unos 17 millones de euros).
– Bolivia negocia contrarreloj la nacionalización de cuatro petroleras
El Gobierno de Bolivia negocia contrarreloj las condiciones de la nacionalización de cuatro petroleras a las que ha advertido que, si no hay acuerdo, el traspaso de las acciones será por decreto, informó una fuente del Ejecutivo.
La negociación comenzó hace varios meses pero el plazo definitivo termina, al filo del segundo aniversario de la nacionalización decretada por el presidente Evo Morales el 1 de mayo de 2006.
Según la fuente consultada, el Gobierno tiene listo un borrador de decreto del que habló a las empresas para declarar la obligación del traspaso de las acciones que necesita el Estado con el propósito de asumir el control de las cuatro compañías.
Una fuente del sector empresarial confirmó que, efectivamente, «hay una alta probabilidad» de que el Gobierno decida, si no hay un acuerdo, asumir el control de las acciones que necesita de forma unilateral, aunque precisó que el borrador de decreto no fue mostrado a las compañías.
La negociación afecta a las empresa mixtas Andina, filial de la hispano argentina Repsol YPF; Chaco, de Panamerican Energy (del grupo BP) y la transportadora de hidrocarburos Transredes, participada por la británica Ahsmore y la anglo-holandesa Shell. En todas ellas, el Estado boliviano tiene ya un participación de sus acciones, excepto en la Compañía Logística de Hidrocarburos de Bolivia, encargada del almacenaje de carburantes, que está completamente en manos de inversores peruanos y alemanes.
En Andina, Chaco y Transredes, las trasnacionales controlan el 50 por ciento, frente a la participación de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), que posee en esas firmas el 48,92 por ciento, el 48,96 y el 37,71 por ciento, respectivamente.
En medio de un absoluto secretismo en las negociaciones, aún no se sabe qué empresas han aceptado las condiciones del Estado boliviano para tener la mayoría accionarial y cuáles son las que se resisten a la nacionalización.
No obstante, el director de Repsol YPF, el español Tomás García Blanco, dijo a la prensa que su empresa y el Gobierno negocian «con total espíritu de colaboración» y reveló que se había «avanzado muchísimo» en las conversaciones.
El portavoz del Gobierno, Iván Canelas, comunicó a los medios que el Gabinete no aprobó ningún decreto sobre petroleras porque las negociaciones siguen realizándose. Tampoco está definido si el presidente Morales anunciará el resultado de esas negociaciones, como se especula en algunos medios.
No obstante, el Gobierno prepara un acto público en la Plaza Murillo, sede de los palacios de Gobierno y Legislativo, para la conmemoración del Día del Trabajador que, según otras fuentes, serviría también para anunciar el resultado de la negociación.
Varios medios de comunicación han apuntado estos días que el Gobierno está dispuesto a ceder la gestión de las compañías a cambio de tener el 50 por ciento más una de las acciones. Sin embargo, esa versión fue negada por las fuentes del Ejecutivo. De hecho, el decreto de nacionalización emitido por Morales el 1 de mayo del 2006 establece en el artículo 7 que la sociedad estatal YPFB debe firmar con las empresas nuevos contratos para garantizar «el control y la dirección de las actividades hidrocarburíferas». Según las fuentes consultadas, el Gobierno también prevé el cambio de la razón social de las cuatro compañías en el futuro.
A mediados de 2007, Bolivia completó el primer proceso de nacionalización de una empresa, al comprar a la firma brasileña Petrobras dos refinerías por 112 millones de dólares. La empresa brasileña no aceptó ceder el control de la gestión de esa compañía de refino a YPFB y decidió venderle todas sus acciones.



Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir