El Gobierno aprobará este viernes medidas para ahorrar energía en edificios públicos

Alfredo Pérez Rubalcaba apuntó que el Consejo de Ministros aprobará este viernes un paquete de medidas relacionadas con el ahorro energético, entre las cuales está la limitación horaria de la iluminación en los edificios públicos.

«Escandaliza que a las nueve de la noche hay algunos organismos oficiales enteros encendidos. Yo soy de la cultura de salir y apagar«, añadió.

Asimismo, indicó que también se introducirán medidas para ahorrar en la iluminación de las carreteras, pero sin «hacer nada que comprometa la seguridad», como ya anunció el ministro de Fomento, José Blanco.

Por otro lado, el vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, descartó que el Ejecutivo persiga un afán recaudatorio a través de las multas de tráfico al acordar reducir el límite de velocidad en las autopistas y autovías a 110 kilómetros por hora.

«Es una medida que pretende ahorrar gasolina. Punto y final. No se trata de multas. Sé que hay gente que piensa que sólo estamos pensando en las multas. Lo lamento extraordinariamente, porque nosotros sólo pensamos en las vidas, al menos yo«, afirmó Rubalcaba.

El ministro del Interior aseguró que el Estado recauda «unas cantidades ridículas» por las multas de tráfico, en comparación con los presupuestos del Estado, y subrayó que el departamento que dirige y la Dirección General de Tráfico (DGT) piensan «en vidas, nunca en multas», y, «en este caso, ahorrar gasolina».

«El tema es ahorrar gasolina, porque pagamos la gasolina muy cara y España no se puede permitir tener esa factura», señaló, al tiempo que comentó que España tiene «desgraciadamente» un sistema energético muy dependiente del petróleo y «la crisis de países productores de petróleo en el norte de África está haciendo que el barril aumente extraordinariamente». Y eso puede acabar «comprometiendo la recuperación económica» de España.

«Sé que para muchos ciudadanos es un esfuerzo ir más despacio y van a llegar un poquitito más tarde a los sitios a donde vayan pero sí les quiero asegurar que van a ahorrar dinero, ellos van a ahorrar gasolina y por lo tanto van a ahorrar dinero, pero sobre todo España en su conjunto va a ahorrar dinero», subrayó el vicepresidente que invitó a los conductores a comprobar cuánto consumen sus coches a 120 km/h y cuánto a 110 km/h.

Además, Rubalcaba señaló que países como Suecia, Noruega, Gran Bretaña, Irlanda, Rusia o Estado Unidos tienen de manera permanente limitada la velocidad máxima en autovía a 110 km/h y «no son países insensatos», sino que «alguno de ellos pasa por ser el primer país del mundo».

«En las autopistas de EE.UU. se va como máximo a 110 km/h y yo cuando he ido nunca les he visto conduciendo dormidos, ni a los suecos, ni a los noruegos ni a los rusos ni a los ingleses ni a los irlandeses», opinó Rubalcaba al ser preguntado por las declaraciones del piloto español Fernando Alonso que afirmó que a esa velocidad es «incluso difícil mantenerse despierto».

Como antecedente, en 1974, el entonces presidente de Estados Unidos Richard Nixon, aprobó la Ley Urgente de Conservación de Energía en Autopistas que fijó en 55 millas por hora (mph), es decir, 88,5 km/h, el límite de velocidad en autopistas. Esta medida estuvo precedida por el embargo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) a Estados Unidos en 1973, como respuesta a la decisión del país norteamericano de vender armas al ejército de Israel.

La limitación de la velocidad permitió al Ejecutivo estadounidense reducir en 1974 el consumo de combustible un 1,9%, pasando de 6.496.000 barriles diarios destinados a los motores de gasolina en el año anterior a 6.372.000, según datos de la Administración de Información Energética (EIA).

En este sentido, el ministro consideró «sorprendente» algunos argumentos que se esgrimen contra la medida. Por ello, subrayó medida es «excepcional y transitoria» mientras dure la crisis del petróleo.

Rubalcaba afirmó que como «cualquier polémica» las reacciones a la medida «tiene inconvenientes y ventajas para el Gobierno», pero insistió en que la reducción se va a adoptar en el Consejo de Ministros del viernes «esencialmente para ahorrar gasolina», aunque reconoció que la reducción tiene como «efectos colaterales» que cuando se conduce más despacio el riesgo de accidente disminuye, y hay menos CO2.

Chaves dice que las medidas se prepararon dos semanas antes

Sobre este tema, el vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, negó que las medidas anunciadas por el Gobierno para ahorrar energía, como la reducción de la velocidad en las carreteras o de la intensidad lumínica en las ciudades, no son improvisadas: «Llevaban ya dos semanas preparándolas».

Chaves aseguró no entender las quejas de algunas comunidades autónomas en relación con este tema y emplazó al conjunto de las administraciones a «asumir sus responsabilidades y las consecuencias de estas medidas». «El Gobierno está haciendo lo que tiene que hacer y ese rasgarse las vestiduras por parte de algunas comunidades no tiene ningún sentido», denunció.

El vicepresidente aseveró que ante la crisis del petróleo en ciernes «el país no puede quedarse quieto», si bien subrayó la provisionalidad de las medidas previstas: «Si se vuelve a normalizar la situación y el precio del petróleo alcanza unos niveles aceptables pues no es necesario mantener ese tipo de medidas».

Alonso niega que se haya improvisado la reducción de la velocidad

También el portavoz parlamentario del PSOE, José Antonio Alonso, negó que la reducción de la velocidad máxima permitida a 110 kilómetros por hora sea fruto de la improvisación, como denuncia el PP. Alonso insistió en que España «no puede ni debe permitirse» pagar la factura anual energética actual y que «debemos ahorrar».

Indicó que esta medida, además de producir un «importante ahorro» energético, contribuirá a reforzar la política de seguridad vial que ha puesto en marcha el Ejecutivo y que «tantas vidas ha salvado».

«Para que le quede claro al PP», explicó Alonso, entre los 110 km/h y los 120 km/h «se impondrá una sanción económica», y cuando el conductor supere los 120 km/h se aplicará la normativa vigente en la actualidad en lo que se refiere a pérdida de puntos.

El que también opinó sobre este asunto fue el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla (PRC), que afirmó que tiene «dudas» de que la decisión de bajar a 110 km/hora el límite de velocidad en las autopistas para ahorrar combustible vaya a ser «tan útil» como pretende el Gobierno de la nación.

«Estaría bien si fuera verdad que se reduce un 20 ó un 15 % el consumo de gasolina, cuya dependencia le supone a España 40.000 millones de euros al año», consideró Revilla, quien, no obstante, apuntó que tiene «dudas» sobre la efectividad de esta medida.

El PP pide las comparecencias de Rubalcaba y Sebastián

Por su parte, el Partido Popular anunció que pedirá la comparecencia parlamentaria del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y del ministro de Industria, Miguel Sebastián, para que expliquen en el Congreso la «improvisación» de reducir el límite de velocidad en carreteras a 110 km/h, que forma parte de un plan de ahorro energético.

La portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, declaró que Rubalcaba y Sebastián deberían dar cuenta en la Cámara Baja del «ahorro que va a suponer» la medida aprobada por el Consejo de Ministros.

La portavoz popular también pidió al Gobierno que aporte en sede parlamentaria los cálculos de ahorro que ha previsto con el Plan aprobado por el Consejo de Ministros, ya que «las contradicciones son evidentes» entre las distintas cifras aportadas por los ministros.

Sáenz de Santamaría opinó que el Gobierno de Zapatero se dedica a «gobernar a golpe de improvisaciones», cosa que cree que «no se puede» hacer. «España no puede gobernarse a golpe de improvisaciones y no puede vivir a golpe de lo que se le vaya a ocurrir al Consejo de Ministros cada viernes», apostilló.

También, el portavoz del BNG en el Congreso de los Diputados, Francisco Jorquera, solicitó las comparecencias de los ministros del Interior, de Industria y de Fomento, Alfredo Pérez Rubalcaba, Miguel Sebastián y José Blanco, respectivamente, para que expliquen las recientes medidas de ahorro energético adoptadas por el Gobierno y que afectan a sus departamentos.

Jorquera consideró que las últimas medidas aprobadas por el Gobierno «denotan improvisación, falta de planificación» y añadió que «incluso en la decisión de rebajar el límite de velocidad se puede esconder un afán recaudatorio».

Además, «otro de los aspectos sobre los que es preciso que informen es si han cuantificado el ahorro que todas estas medidas suponen», según Jorquera, quien quiere saber «si existen informes o evaluaciones sobre el ahorro que va a generar la puesta en marcha de las últimas decisiones en materia energética».

Cataluña ve con «perplejidad» y «desconcierto» las medidas

Asimismo, el portavoz de la Generalitat de Cataluña, Francesc Homs, afirmó asistir con «perplejidad» y «desconcierto» al paquete de medidas de ahorro energético aprobadas por el Gobierno español, como la reducción de la velocidad en autovías y autopistas. Homs reveló que el Estado «nos ha informado sobre la marcha» del plan de ahorro energético, por lo que opinó que ha habido «una cierta improvisación con estas medidas».

«Es la impresión que dan, de improvisación», dijo Homs, quien señaló que «a lo mejor lo tenían muy bien pensado pero sería lógico que lo hubieran compartido con el resto de administraciones», aunque agregó que «intentaremos poner el máximo sentido común posible» en su aplicación.

Equo propone reducir la velocidad máxima a 80 km/h

Por su parte, la Fundación Equo presentó una serie de medidas urgentes entre las que destaca la reducción de velocidad máxima a 80 km/h en los accesos a entornos urbanos y a 30 en vías urbanas, con el fin de reducir a la mitad el consumo de petróleo.

Así, con motivo de la dependencia del petróleo y la crisis energética, Equo consideró que son necesarias unas medidas de respuesta «contundentes» que deben ir mucho más allá del «necesario» límite de velocidad a 110 km/h. En concreto, apostó por un futuro de energías cien por cien renovables y la puesta en marcha de estas medidas para reducir el consumo del petróleo en un 46,5 por ciento en 2030.

En este sentido, instó a que se elabore, por el procedimiento de urgencia, una Ley de Ahorro y Eficiencia Energética con objetivos de reducción del consumo energético neto medibles y verificables que den cobertura legal a todas las medidas de ahorro que se acuerden implantar desde las administraciones públicas estatal, autonómica y municipal.

Igualmente, pidió un Plan de Rehabilitación de viviendas y edificios en clave energética y la promulgación de nuevas normas técnicas sobre edificación que tengan como requerimiento la autosuficiencia energética de todos los nuevos edificios. Además, apuntó que se deben implantar medidas fiscales como un impuesto a los vehículos de mayor consumo cuya recaudación debería cofinanciar la promoción del vehículo eléctrico.

Finalmente, Equo explicó que se deben revisar al alza los objetivos oficiales en la participación de las renovables en el sistema energético, orientado a que alcance el 70 por ciento de la electricidad en 2020 y el cien por cien en 2030, y que derogue todos los obstáculos al desarrollo de las energías renovables, incluida la solar fotovoltaica.

Conducir a 110 Km/h añadirá 16 minutos en un viaje de Madrid a Valencia

Según cálculos de Greenpeace, la decisión del Gobierno español de reducir la velocidad máxima en carretera a 110 kilómetros por hora (km/h) supondrá conducir sólo 16 minutos más en distancias como la que separa a las capitales de Madrid y Valencia.

Ante las críticas que ésta ha suscitado, la organización insiste en que «la verdadera pena es que no sea una decisión permanente».

Según Sara Pizzinato, de la campaña de Transportes, recorrer una distancia de 80 kilómetros a 110 km/h supondrá sólo conducir «cuatro minutos más» respecto al anterior límite, de 120 km/h. En este sentido, cubrir distancias de 100 kilómetros exigirá conducir cinco minutos más; de 200 kilómetros, nueve minutos más y, de 400 kilómetros, 18 minutos más.

En base a estos cálculos, viajar de Madrid a Valencia, que están separadas por 352 kilómetros, exigirá dedicar menos de 16 minutos más al volante. «Si nos paramos a tomar un café, tardamos más. Merece la pena», señala Pizzinato.

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