El gasto de electricidad de las empresas puede reducirse al 50% con eficiencia energética
Según la compañía, el complicado sistema tarifario hace que las compañías no sepan a qué precio están pagando realmente su energía eléctrica. Esto puede suponer que aquellas empresas que no revisen sus contratos de suministro eléctrico estén pagando entre un 5 y un 10 por ciento más.
Gestionar la energía eléctrica implicaría, además de reducir el gasto en energía, una correcta adecuación del suministro y un mayor control sobre el uso de la energía.
Los sistemas de climatización (calefacción, aire acondicionado) son los mayores consumidores de energía y llegan a representar hasta el 50 por ciento de la factura eléctrica. Una mejora de la eficiencia energética de los aparatos de aire condicionado a través de la regulación puede suponer un ahorro de un 20 por ciento. Y si éstos se sustituyen por otros más eficientes el ahorro alcanza la cifra de un 30 por ciento.
En cuanto a la iluminación, con la nueva tecnología existente el ahorro puede ser de hasta un 30%. Así, por ejemplo, sólo con la sustitución de los fluorescentes por la tecnología LED se tiene como resultado una disminución de hasta un 80 por ciento en el coste energético.
Asimismo, los expertos señalan que dos tercios del calor generado en un edificio se pierden a través de las paredes y techos (el tercio restante se va por las puertas, ventanas y sistemas de ventilación). Por lo tanto, una mejora en el aislamiento del edificio puede conllevar una reducción drástica de las pérdidas de calor y de los costes de climatización.
Una de cada cuatro empresas desarrollan estrategias para afrontar el cambio climático
Asimismo, una de cada cuatro empresas, el 79 por ciento, están implementando estrategias para afrontar el cambio climático, según se pone de manifiesto en el informe «The Carbon Disclosure Project 2011 Supply Chain Report« elaborado por la consultora A.T. Kearney.
El estudio revela que más del 50 por ciento de las grandes empresas y del 60 por ciento de sus proveedores ya han comenzado a generar ahorros tras la implantación de prácticas sostenibles en sus cadenas de suministro y, de esta manera, han empezado a obtener retornos de la inversión realizada.
El 86 por ciento de las empresas encuestadas afirman haber obtenido beneficios comerciales tangibles al trabajar junto con sus proveedores en la mejora del rendimiento y en el retorno a la inversión, frente al 46 por ciento que lo alegaba en 2009.
Este salto cuantitativo es prueba del interés creciente en las prácticas de compra sostenibles, dado que para la mayoría de las empresas, los proveedores representan al menos el 50 por ciento de sus emisiones de CO2.
El interés creciente por esta materia ha permitido a las compañías aprovechar mejor las oportunidades para el crecimiento de su negocio, el ahorro de costes y la reducción de emisiones de CO2, según informa la consultora.
Cada vez más empresas forman a su plantilla del departamento de compras en este área (de un 26 por ciento en 2009, a un 41 por ciento en 2010) e incentivan al personal con premios y reconocimiento (de un 11 por ciento en 2009, a un 25 por cientoen 2010).
Por último, la aplicación de estrategias sostenibles de suministro ha incrementado el nivel de motivación de los empleados en más de un 50 por ciento de las empresas encuestadas; además, la diferenciación de productos y del posicionamiento de la marca por el compromiso con la sostenibilidad se ha convertido en un objetivo de alta relevancia para las empresas, según afirman el 60 por ciento de los encuestados.
El informe analiza las actividades relacionadas con el cambio climático llevadas a cabo por 57 de las principales empresas internacionales y por 1.000 compañías proveedoras pertenecientes a diversos sectores.


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