El director de Almaraz afirma que «es más difícil construir una línea de alta tensión que una central nuclear»
Durante la presentación del informe semestral de la CNA, a preguntas de los periodistas, José María Bernaldo de Quirós ha mencionado que cuando «se pide permiso para hacer una línea de 400 es porque el país lo necesita».
«Luego nos quedamos a oscuras porque se caen unas torres» y » se monta un pollo increíble», ha lamentado Bernaldo de Quirós, quien considera que «cuando se cae un sistema de 400 eso no se repone en cuatro días».
Esto es un ejemplo, ha dicho, del «curioso país en el que vivimos» como también lo es que «dos de las compañías eléctricas más importantes se van a construir centrales nucleares a Reino Unido porque aquí no pueden».
Por otro lado, ha denunciado que la energía eólica y las renovables «entran a cero en el mercado para poder cobrar la prima», algo que «les sale rentable» porque es una prima fija, pero que, ha dicho, provoca el incremento final del precio de la energía.
«El déficit sube y sube y será hasta el infinito», ha explicado Bernaldo de Quirós, que entiende que «eso hay que cortarlo de alguna manera» puesto que «es todo ficticio».
Este problema, junto con el descenso en la demanda en un 4 ó 5 por ciento «hace que este año perdamos dinero», aunque ha confiado en la «voluntad» del Gobierno central para «cambiar esta situación».
Almaraz produjo 14.245 millones de kWh en 2009
En cuanto a las dos unidades de la central de Almaraz, Bernaldo de Quirós dijo que generaron en 2009 una producción bruta de 14.245 millones de kilovatios-hora (kWh).
La producción anual se resintió con respecto a otros años debido a que la central afrontó paradas de recarga de combustible en ambos reactores, lo que provocó que la factoría estuviera operativa menos días.
Durante el ejercicio 2009, la Unidad I produjo 7.152 millones de kWh, mientras que la Unidad II alcanzó los 7.092 millones.
El director de la central ha reconocido que «la producción del año 2009 se ha visto muy afectada porque hemos tenido dos recargas y porque han sido recargas muy largas, sobre todo la segunda».
El reactor número 1 operó durante el segundo semestre del año al cien por cien de potencia hasta el 2 de noviembre, momento en el que fue desacoplado de la red para someterse a su vigésima recarga de combustible.
Mientras, el reactor número 2 registró en los últimos seis meses del año tres sucesos que fueron notificados al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) los días 31 de julio, 2 de octubre y 9 de noviembre, fecha ésta en la que la central quedó desacoplada por completo de la red eléctrica al estar inoperativas sus dos unidades.
El hito más importante del segundo semestre de 2009 fue la vigésima recarga de combustible de la Unidad I, que implicó la realización de más de 11.000 órdenes de trabajo y casi 1 millón de horas trabajadas y que supuso la instalación de los elementos necesarios para aumentar la potencia térmica de la unidad.
Una inversión de 87 millones de euros
Por otro lado, Almaraz invertirá en el presente año 87 millones de euros para mejorar sus instalaciones, convencida de que en junio le será renovado el permiso de explotación por 10 años más.
«Esperamos, sin duda ninguna, que la autorización de explotación de ambas unidades será renovada», dijo Bernaldo de Quirós.
El informe final de autorización está a punto de someterse a la evaluación del pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y a mediados o finales de abril será enviado al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, que es el que tiene la última palabra sobre la renovación.
En ese marco de confianza, la central nuclear invertirá 87 millones de euros, de los cuales 30 millones se destinarán a la construcción de las torres de refrigeración en las que se enfriará el agua del embalse de Arrocampo antes de ser devuelta al río Tajo.
Bernaldo de Quirós ha avanzado que las obras deberían empezar antes del verano y que se prolongarán durante 30 meses.
En estos momentos, aún no se cuenta con la autorización administrativa por parte del Ministerio, aunque este procedimiento está ya en el tramo final.
La central tendrá que acometer en noviembre la recarga de combustible de la Unidad II, que será tan complicada como lo fue en 2009 la de la Unidad I, ya que se realizarán en el reactor los mismos cambios que en su unidad gemela con el fin de aumentar su potencia térmica un 8 por ciento, es decir, entre 61 y 65 Mwh eléctricos.
Para ello, se instalará en el reactor número 2 un nuevo generador eléctrico que, como se hizo en el 1, será construido por Siemens; se empezará a montar después de Semana Santa.
El aumento de potencia de ambos reactores, que culminará en noviembre, será «otro hito», según el director de la planta, que ha considerado que a finales del presente año las dos unidades «quedarían en una condición extraordinaria para afrontar los próximos 10 años de vida».
Desde la central se ha asegurado que todas estas operaciones no sólo están encaminadas a la continuidad de la explotación de la planta durante el próximo decenio, sino que también suponen una apuesta por que la instalación funcione más allá de su vida útil de 40 años (2021 la Unidad I y 2023 la II).
El optimismo en este sentido procede, por ejemplo, de le evolución del sector nuclear en Francia, donde la ampliación de la vida útil de las centrales a 60 años es ya un hecho.



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