El día de las tarifas
El resto de componentes de la tarifa son los denominados costes regulados, entre los que se encuentran las primas a las renovables, los pagos por disponibilidad para centrales perjudicadas por el decreto del carbón, el coste de la deuda eléctrica de años anteriores, etc…. Así, hasta el cincuenta por ciento del coste del recibo de la luz.
Según ya se había podido conocer, el Gobierno había decidido congelar los costes regulados en la factura de la luz, lo que lleva indefectiblemente a que el déficit tarifario ex ante (el previsto) para 2011 se eleve a 5.400 millones de euros, cuando lo regulado en el Real Decreto Ley 6/2009 eran 2.000 millones de euros para todo el año, algo que si no se solventa, acabará ineludiblemente en los tribunales.
No obstante, y casi en paralelo a conocerse la subida de la energía en la tarifa y su efecto resultante global sobre la factura (entre un 4% y 8% por la subida de la energía y por el aumento de los costes regulados derivados de las compensaciones por los efectos del derecho del carbón), empezaron a oírse pronunciamientos públicos contrarios a la subida y al montante de la misma. Las críticas iban dirigidas al propio mecanismo de subastas y a que se establecieran mecanismos de compensación por los elementos de compensación derivados de la entrada en vigor del decreto del carbón nacional (y no es una redundancia).
Así, el resultado de la tarifa para 2010, tuvo un incremento sobre la subasta de septiembre del 4,6% y el 1,8%, con un resultado de 49,07 euros/MWh para el producto base y de 53,99 euros/MWh para la puntas. La previsión del precio medio eléctrico para todo el año 2011, según la memoria económica que acompaña las tarifas, es de 45,52 euros por megavatio/hora (Mwh).
De forma paralela, el mismo día, tuvo lugar el Consejo Consultivo de la Electricidad en la CNE para tratar de esta primera revisión tarifaria de 2011. El Consejo tuvo varios elementos episódicos diferenciales, aunque siguió mayormente lo previsto en el ceremonial. El más importante fue la despedida de Agustín Maure, representante de la Generalitat de Catalunya en este Consejo, como consecuencia del cambio en el ejecutivo catalán tras las últimas elecciones en Cataluña y la caída del PSC. Unas palabras y unos aplausos sentidos de la concurrencia a un histórico del sector con más de 30 años a sus espaldas en el sector eléctrico.
Por lo demás, el Consejo Consultivo siguió más o menos el guión establecido. Había muchos elementos de continuidad, incluso en el formato de la reunión. El primero es un argumento recurrente: la defensa de la necesidad de energía barata para el sector industrial, que fue especialmente seria y dura en el caso de la intervención del representante de la Comunidad Autónoma de Galicia, reclamando tarifas que no perjudicasen a la industria. Un punto en el que siempre hay un alineamiento más expreso o tácito con los representantes del País Vasco y Catalunya.
Por otra parte, el representante de los consumidores domésticos, Ignasi Faura, defendió la existencia de un acuerdo tácito tras la liberalización: el de que las tarifas eléctricas no podían subir por encima del IPC. Posición que fue replicada por el representante de UNESA, Pedro Rivero, señalando la ilegalidad, además de la imposibilidad de un acuerdo así.
Otra cuestión habitual es la reclamación que se efectúa desde las Comunidades Autónomas de requerir la resolución del problema de la retribución en la distribución dentro de la tarifa eléctrica. Se trata de otro problema endémico irresoluto y del que las Comunidades Autónomas son las principales acreedoras en el plano político, al ser las primeras afectadas por los posibles efectos del empeoramiento en la calidad de suministro.
A este respecto, uno de los representantes del Ministerio de Industria, Eduardo Ramos, Subdirector de Energía Eléctrica, señaló que trasladaría (nuevamente) esta cuestión a los responsables ministeriales, previendo que «pronto se arreglará este tema».
Por su parte, también hubo lugar a las reivindicaciones de Red Eléctrica de España (REE). Así Alberto Carbajo se quejó de que la retribución del operador de sistema estuviera congelada desde hace dos años.
En lo que volvió a haber consenso entre todos los asistentes es en la queja por la falta de seriedad y premura de tiempo con la que se había presentado el proyecto de tarifas a debate entre los miembros del Consejo Consultivo. Algo que es totalmente inexplicable, si cabe en mayor medida, dado que con las tarifas congeladas y el aumento del déficit tarifario hasta los 5.000 millones por «este dejarlo pasar», habría dado más tiempo a revisar por segunda vez, las mismas tarifas, ¿no?
En todo caso, la maquinaria para amplificar los términos demagógicos de la subida eléctrica, ya está en marcha y las emisoras de radio trataban este tema, de forma opinativa en la noche de ayer. Y eso que no hemos hecho nada, parece más el día de la marmota que el día de la tarifa, como la película «Atrapado en el tiempo«. La vida sigue igual.


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