El CSN aprueba el plan de Ascó I para mejorar su seguridad y organización
Según ha informado el CSN, la finalidad de este plan es «corregir las causas raíces identificadas durante la evaluación del suceso de detección de partículas en Ascó I y desarrollar áreas de mejora», en relación a la emisión de partículas ocurrida en 2008.
El CSN incidió en que Ascó I disponía de «suficientes elementos» técnicos y procedimentales para evitar este incidente del pasado año de emisión de partículas al exterior y consideró que no se gestionaron de manera adecuada los residuos radiactivos, según el informe que este organismo remitió al Congreso de los Diputados.
Según ha detallado el CSN, el documento de Ascó I ha sido evaluado por las direcciones técnicas de Protección Radiológica y Seguridad Nuclear de este organismo y, conforme a la decisión del Pleno, éste deberá ser actualizado por el titular en los próximos seis meses conforme avancen las actividades de ANAV para desarrollar el Plan PROCURA.
Este plan ha sido elaborado mediante un conjunto de elementos de diagnóstico y valoración incluidos en el Plan de Actuaciones presentado por el titular tras el incidente de liberación de partículas radiactivas.
El Plan PROCURA se integra dentro de los planes de mejora y refuerzo de la organización puesto en marcha por el titular para el período 2009-2013.
El citado plan establece cinco líneas de actuación: políticas de seguridad; recursos y capacitación; proceso de toma de decisiones; trabajo en equipo y comunicación interdepartamental, y proceso de identificación y resolución de problemas.
El objetivo es reforzar «los aspectos organizativos y de cultura de seguridad, y así mejorar la seguridad de la operación de las centrales de ANAV, su fiabilidad y el desarrollo de todos los trabajadores», según el CSN.
Los ecologistas consideran «decepcionante» el informe del CSN
Por su parte, las asociaciones ecologistas Greenpeace y Tanquem les Nuclears han considerado «decepcionante» el informe del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) sobre la fuga de partículas radiactivas de la central nuclear de Ascó.
Según los ecologistas, el informe «no hace sino incrementar el número de interrogantes que rodean el máximo accidente nuclear del Estado español después del incendio que obligó a desmantelar Vandellòs 1, en 1989″.
La publicación de este informe supone, según los ecologistas, «un nuevo paso en la pérdida de credibilidad» del CSN como «garante de la seguridad nuclear y responsable de la protección de la sociedad ante la voracidad económica de las compañías titulares de las centrales».
En opinión de las organizaciones ecologistas, el informe del CSN no resuelve «satisfactoriamente» ninguna de las cuestiones consideradas «claves»: causas exactas del accidente, emisión total de radiactividad, composición exacta de las partículas, dispersión de dichas partículas en el entorno y efectos potenciales sobre la salud de la población y el medio ambiente.
Tras la prórroga concedida a la central de Garoña, este nuevo documento del CSN es «un paso más en la dimisión de dicho organismo de las funciones que constituyen su razón de ser, y un nuevo ejemplo de su sumisión a los dictados de las empresas que forman el entramado pronuclear», afirman ambas entidades.


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