El CSN analizará este miércoles la documentación relativa a Garoña
Asimismo, las mismas fuentes explicaron que se va a proceder a solicitar información al titular de la planta, Nuclenor, sobre los requerimientos impuestos en 2009 y 2013 por el CSN a Garoña.
El consejo de administración de Nuclenor acordó el pasado 27 de mayo pedir la renovación de la autorización de explotación de la central nuclear de Santa María de Garoña hasta 2031, una fecha con la que la planta atómica burgalesa se situaría en los 60 años de edad.
La empresa consideró que un marco temporal de explotación «de estas características es necesario para hacer viable el proyecto y proporcionaría la estabilidad y certidumbre adecuada para acometer las inversiones precisas».
El Pleno del CSN informó favorablemente en mayo de 2013 sobre la posibilidad de que el Ministerio de Industria, Energía y Turismo modificase la orden ministerial de 29 de junio para permitir una prórroga de un año a la central nuclear de Garoña y durante ese tiempo debería mantener, «en cualquier caso», la situación de «parada segura y sin combustible en el reactor».
Además, para reforzar la seguridad de la planta atómica, el regulador impuso la condición de que Nuclenor no pueda introducir combustible en el reactor sin la autorización previa del CSN, en el caso de que se modificara la orden ministerial.
Asimismo, para que Garoña pudiera realizar una hipotética carga del combustible, además de solicitar ese permiso, tendría que realizar las modificaciones de diseño requeridas y establecidas en los anteriores informes del CSN, así como en las instrucciones técnicas complementarias.
Estas instrucciones están relacionadas con los programas de mejora de la seguridad que figuran la vigente Orden Ministerial por la que se autoriza la explotación (relativos al diseño, instalación y puesta en servicio de un nuevo sistema de tratamiento de gases de reserva, las modificaciones sobre el aislamiento de la contención y sus pruebas de fugas, las modificaciones sobre la independencia de los sistemas eléctricos y las modificaciones sobre protección contra incendios).
Igualmente, el titular debería mantener el programa de inversiones y modificaciones de diseño asociadas a las mejoras a implantar, derivadas de las lecciones aprendidas del accidente de la central nuclear Fukushima, recogidas en el informe de las pruebas de resistencia e instrucciones técnicas complementarias del CSN.
Por otro lado, se condicionaba a que se efectuase la inspección de la vasija, para descartar la aplicabilidad del suceso, que se produjo en junio de 2012, cuando se detectaron defectos en la vasija de la central nuclear belga de Döel 3 (similar a Garoña).
Aún más, se debería llevar a cabo un programa de inspección de los manguitos de las penetraciones de los mecanismos de accionamiento de las barras de control, de las soldaduras de la vasija, y en general de todos los componentes internos sometidos a la inspección de servicio.
El PSOE exige que se derogue el decreto de reapertura
Por su parte, el Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados presentó una iniciativa en la que exige al Gobierno que derogue el decreto por el que se permite la renovación de la central de Garoña, que se encuentra en situación de cese definitivo de explotación desde el 6 de julio de 2013, un estado que pide igualmente que no cambie.
Se trata de una proposición no de ley que fue registrada para su debate en el Pleno de la Cámara Baja y en la que vuelven a reclamar, como ya hicieron en alguna ocasión previa, la petición al Gobierno para que desarrolle un plan de incentivación de la actividad económica de la comarca.



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