El CSN analiza la información que existe sobre la fabricación de las vasijas de los reactores de las centrales de Garoña y Cofrentes
El CSN destacó que en Cofrentes la vasija no estaría potencialmente afectada por los defectos detectados en Doel III, puesto que los procesos y materiales de fabricación de su vasija (conformada por chapas semicirculares soldadas verticalmente) son distintos, según señalaron los informes.
En cuanto a la central nuclear Santa María de Garoña, el proceso de fabricación utilizado sí es similar, aunque existirían diferencias como el tamaño, el espesor, las dimensiones, el número de piezas forjadas y el tipo de reactor, que es de agua en ebullición (BWR), según apuntó el órgano de seguridad.
El pasado mes de agosto se informó de la aparición de defectos en la vasija del reactor de la central nuclear Doel III, que podrían provenir del proceso de fabricación, de ahí que la Agencia Federal de Control Nuclear de Bélgica (FANC), convocara a diversos reguladores nucleares a una reunión en Bruselas.
Los reguladores asistentes a la reunión fueron Estados Unidos, Francia, Suiza, Suecia, Holanda, Alemania, Reino Unido y España. En la mayoría de estos países existen centrales nucleares donde la empresa holandesa Rotterdam Droogdok Maatschappij, suministradora de la vasija de Doel III, también fabricó vasijas.
Según explicó el CSN, preliminarmente, el organismo regulador belga, clasificó el hallazgo como de nivel 1 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES) que comprende del 0 al 7.
Varias fisuras en Doel III y Tihange II fueron detectadas a finales de los 70
Por otra parte, y según informó el diario flamenco «De Morgen«, varias de las fisuras en los reactores nucleares de Doel III y Tihange II en Bélgica fueron detectadas ya a finales de los años setenta. Para ello citó un artículo publicado por este mismo rotativo el 5 de enero de 1980 en el que se confirmaba, «con suficiente certidumbre», sobre fugas por fisuras.
Ambos reactores permanecen cerrados para realizar inspecciones técnicas a fin de comprobar su seguridad después de que se detectaran miles de fisuras de varios centímetros en una vasija del reactor de Doel III a principios de junio, construida por el fabricante holandés Rotterdam Droogdok Maatschappij, una empresa que ya no existe.
El mismo fabricante es el responsable de una veintena de reactores repartidos en todo el mundo, entre ellos una decena en Estados Unidos, nueve en Europa –dos en España (Santa María de Garoña y Cofrentes), dos en Países Bajos, dos en Alemania, uno en Suecia, dos en Suiza– y otro en Argentina, según el diario galo «Le Monde«.
La Agencia Federal Nuclear de Bélgica (AFCN) aseguró que las fisuras en Doel III fueron detectadas por primera vez a principios de junio en el marco de una inspección rutinaria en el reactor y las primeras evaluaciones apuntan a un fallo de fabricación en la vasija.
El director general de la agencia, Willy De Roovere, puso en duda la continuidad del reactor Doel III porque en su opinión es «prácticamente imposible» poder sustituir la vasija del reactor –algo que no se ha hecho nunca en ninguna parte del mundo por el riesgo que existe de fuga radioactiva– a partir de finales de septiembre, cuando se conozcan los resultados finales de las inspecciones.
De Roovere también reconoció que cree que existen «más del 50% de probabilidades» de que el segundo reactor de Tihange presente problemas similares que los detectados en Doel III y aseguró que en Bélgica se realizarán controles en todos los reactores del país.
También se mostró partidario de que se lleven a cabo inspecciones en todos los reactores de todos los países afectados, sobre todo si se detectan también problemas en Tihange, cuyos resultados de las inspecciones no se conocerán hasta mediados de septiembre.
El director general aseguró en declaraciones a «De Morgen» que no recuerda que se constataran problemas en ambas centrales hace más de tres décadas, a pesar de que era responsable desde finales de los años setenta de la empresa gestora de los reactores, Electrabel, encargado de supervisar la construcción y la puesta en funcionamiento de ambos reactores.
Greenpeace pide al CSN que emule al regulador belga y pare los reactores de Cofrentes y Garoña para estudiar las vasijas
Greenpeace ha pedido al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que emule al regulador belga, que ha detenido el reactor de Doel 3, y pare los reactores de las centrales nucleares de Confrentes (Valencia) y Garoña (Burgos) para estudiar las vasijas y determinar si tienen las mismas grietas que se han hallado en la de la central belga, que fue fabricada por la misma empresa.
La portavoz de Energía Nuclear de la organización ecologista, Raquel Montón, ha afirmado que si las autoridades belgas han tomado una «medida de precaución», esta debería aplicarse «no solo Garoña y Cofrentes, sino en todos los reactores afectados por este presunto problema porque la seguridad debería ser la misma para todos los ciudadanos».
Además, Montón ha asegurado que «da igual» que el CSN informe de las diferencias entre el proceso de fabricación y materiales con los que están hechas las vasijas de Garoña y Cofrentes y la de Doel3, porque «el regulador belga no ha determinado si las grietas proceden del material o las soldaduras o de los métodos de construcción».
Finalmente, ha denunciado que «las centrales europeas, incluida Doel 3, han pasado las pruebas de resistencia y ahora, después de haberlas pasado presumiblemente, encuentran estos defectos». «Es una prueba del algodón de que estas pruebas no son concluyentes y deberían ser repensadas», ha aseverado.


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