El crudo de Texas baja un 7,9% y cierra a 37,59 dólares

El precio del barril de crudo de Texas bajó un 7,9 por ciento y cerró a 37,59 dólares, coincidiendo con un avance del dólar ante el euro y otras monedas, y con expectativas de que mermará aún más la demanda en Estados Unidos y otros países.

Al finalizar la sesión en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de Petróleo Intermedio de Texas (WTI) para entrega en febrero restaron 3,24 dólares al precio del viernes y terminaron en el nivel más bajo desde el 24 de diciembre pasado. El petróleo WTI se depreció por quinta sesión consecutiva y después de haber acumulado una pérdida de casi un 12 por ciento la pasada semana.

El descenso del precio del crudo fue también en paralelo al fortalecimiento del dólar ante el euro y otras divisas, lo que tiende a desanimar las compras de petróleo por resultar más caras cuando se emplean divisas debilitadas ante el «billete verde».

Por su parte, el precio del barril de crudo Brent cerró con una caída del 3,4 por ciento en el mercado de futuros de Londres, arrastrado por la inquietud del mercado sobre el impacto de la crisis económica global en la demanda energética.

El barril del petróleo del mar del Norte, el crudo de referencia en Europa, para entrega en febrero acabó la jornada en 42,91 dólares, 1,51 dólares menos que al cierre de la sesión anterior en el International Exchange Futures (ICE).

La difusión de datos relativos a la marcha de la economía y del empleo en EEUU, el mayor consumidor mundial de productos derivados del crudo, agudizan la percepción de que la demanda de petróleo y combustibles bajará más este año, según los expertos.

El precio del crudo ya se abarató notablemente la semana pasada, después de que Estados Unidos informase de un aumento de sus reservas de petróleo, lo que algunos observadores interpretaron como una prueba del efecto de la crisis en la caída de la demanda.

También lastró al crudo la semana pasada el dato de paro de EEUU, que informó de una pérdida el año pasado de 2,6 millones de empleos, la mayor reducción anual desde 1945, mientras que el índice de desempleo subió cinco décimas en diciembre, hasta el 7,2 por ciento.

La divulgación de esas cifras hizo tambalearse tanto a las bolsas de valores como a los mercados de materias primas de todo el mundo, preocupados por la evolución de la economía global y el probable retroceso de la demanda de combustible.

Otros factores que inquietan actualmente a los operadores son la «guerra del gas» entre Rusia y Ucrania, así como el conflicto de Oriente Próximo, donde siguen los ataques entre las fuerzas israelíes y la milicias palestinas de la franja de Gaza.

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