El Consejo de Repsol ofrece su visto bueno al acuerdo con Argentina sobre YPF y comienza «una nueva etapa»
Según comunicó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), además de esta compensación, se aseguran las garantías para su pago efectivo, así como el desistimiento recíproco de las 31 acciones judiciales y arbitrales interpuestas en diferentes tribunales, incluyendo un reclamo ante el CIADI, y la renuncia a nuevas reclamaciones.
Los apoderados de Repsol suscribirán con representantes del Ministerio de Economía argentino el convenio aprobado el próximo jueves en Buenos Aires, la capital argentina.
La entrada en vigor del acuerdo queda supeditada a determinadas condiciones suspensivas, entre ellas a su aprobación por parte de la Junta General de Accionistas de Repsol, que podría tratarlo a finales de marzo, y a la aprobación posterior por una ley especial sancionada por el Congreso de la Nación Argentina de los bonos soberanos.
De este modo, el Gobierno argentino entregará a Repsol títulos de deuda pública en dólares. En primer lugar mediante un paquete fijo, por un valor nominal de 5.000 millones de dólares, los citados 3.640 millones de euros .
Además, recibirá un paquete complementario por un importe máximo de 1.000 millones de dólares para cubrir la suma de pago establecida en caso de que los títulos entregados coticen en el mercado por debajo de su valor nominal. La entrega de este segundo paquete de bonos se ajustará de manera que el valor de mercado de todos los bonos argentinos entregados a Repsol ascienda, al menos, a 4.670 millones de dólares, con un máximo de 6.000 millones de dólares de valor nominal.
El pago de 5.000 millones de dólares estará compuesto por: 3.250 millones de dólares de un nuevo bono, el Bonar 24, a diez años, con vencimiento a diez años y una tasa de interés del 8,75%; 500 millones de dólares en títulos Bonar 10, con vencimiento en 2017 y una tasa del 7%; y 1.250 millones de dólares en títulos Discount 33, con vencimiento en 2033 y una tasa del 8,28%.
La cartera adicional de 1.000 millones de dólares se compondrá de hasta 400 millones de dólares en Boden 15, con vencimiento en 2015 y una tasa del 7%; hasta 300 millones de dólares en Bonar 10; y hasta 300 millones de dólares en Bonar 24.
El valor de mercado se calculará tomando como referencia las cotizaciones recibidas de entidades financieras internacionales. El orden de entrega de los bonos complementarios será el antes citado, de manera que Repsol recibiría primero los bonos de vencimiento más próximo, hasta los límites indicados para cada uno de ellos.
El cierre de la transacción se producirá con la entrega de los bonos a favor de Repsol con plenas garantías de su depósito en una entidad internacional de compensación y liquidación de valores financieros. Repsol, libremente, puede decidir enajenar dichos bonos. Si de esta enajenación se obtuviera un importe superior a los 5.000 millones de dólares (descontados gastos e intereses), el exceso se devolvería a la República Argentina.
La compañía explicó que los títulos públicos se entregan a Repsol «pro solvendo», es decir, la deuda de la República Argentina frente a Repsol se dará por saldada con el cobro total de la misma, ya sea con la enajenación de los bonos o con el cobro regular de la deuda a sus respectivos vencimientos.
Como garantía adicional, Argentina reconoce que en caso de reestructuración, o de incumplimiento del pago de los títulos, Repsol tiene derecho a acelerar la deuda, y reclamar en arbitraje a la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional las cantidades pendientes de pago hasta alcanzar los 5.000 millones de dólares.
Repsol inicia «una nueva etapa» según Brufau
Por su parte, el presidente de Repsol, Antonio Brufau, subrayó que la compañía inicia «una nueva etapa más potente desde el punto de vista financiero» tras alcanzar un acuerdo con el Gobierno argentino.
En unas declaraciones difundidas por la petrolera, Brufau se mostró satisfecho por el pacto y destacó el apoyo «de todo el Consejo de Administración» y de las autoridades de España para lograr un «acuerdo amistoso» que ponga fin al contencioso que mantenían Argentina y Repsol.
Asimismo, reconoció el «esfuerzo» de todos los empleados y valoró el pacto porque «libera energías desde un punto de vista jurídico y desde un punto de vista gerencial».
En cuanto al futuro, Brufau señaló que a partir de ahora la petrolera española afronta sus retos «con mayor ilusión, con mayor garantía de éxito y, sin lugar a dudas, con mayores posibilidades de crecimiento».
Este acuerdo «amigable» complace a Cristina Fernández
Asimismo, el ministro de Economía argentino, Axel Kicillof, secundado por el secretario de Legal y Técnica de la Presidencia argentina, Carlos Zanini, gobernadores de provincias petroleras y el titular de YPF, Miguel Galuccio, afirmó que la aprobación de este acuerdo «amigable» por parte del consejo de administración de Repsol «complace» al Gobierno de Cristina Fernández.
Kicillof recordó que la ley de expropiación de YPF, aprobada por el Congreso en mayo de 2012, estableció que la indemnización se pagara en dinero en efectivo, «salvo conformidad del expropiado» para que ese pago se haga en otra especie de valor, en este caso, bonos de deuda argentina, con el consentimiento de Repsol.
El ministro de Economía argentino subrayó que Repsol «no podrá nunca recibir» más de 5.000 millones de dólares, sea por la venta en el mercado de los bonos a mayor precio que su valor nominal o porque retenga en su cartera los títulos hasta su vencimiento final. En cualquiera de los casos, si obtuviera más de 5.000 millones de dólares, deberá devolver la diferencia en títulos.
También dijo que se considerará «terminado el pago» cuando Repsol obtenga 5.000 millones de dólares por la venta de los bonos en el mercado o bien al concluir el plazo de emisión de la deuda, esto es, en 2033.
Kicillof, artífice de la expropiación de YPF, sostuvo en abril de 2012 que el Estado argentino no iba a pagar a Repsol lo que la española pretendía, 10.500 millones de dólares, «sino el costo real de la empresa».
«Los tarados son los que piensan que el Estado tiene que ser estúpido y cumplir lo que dice la propia empresa», dijo ante el Senado el entonces viceministro de Economía, que tiempo después reconoció que «hubiera sido ilegal» no pagar compensación alguna.
Repsol mantiene una participación del 12% en YPF, la mayor productora de hidrocarburos de Argentina, cuyas acciones cayeron este martes un 3,03% en la Bolsa de Buenos Aires, en medio de caídas generalizadas en el parqué porteño.
El presidente de YPF celebra el acuerdo
Finalmente, el presidente de YPF, Miguel Galuccio, celebró el acuerdo entre Argentina y la española Repsol y consideró «muy positivo el acuerdo tanto para el país como para YPF, ya que permitirá mejorar la inversión en la producción energética en Argentina».
El titular de la mayor productora de hidrocarburos de Argentina confirmó que continúa en la búsqueda de nuevos socios para acelerar el desarrollo del plan estratégico trazado por la empresa.
«La decisión constituye un paso muy positivo para YPF, ya que resuelve un conflicto entre dos de sus principales accionistas«, destacó YPF.
Según la petrolera argentina, el pacto «permite alcanzar un entendimiento entre YPF y Repsol para iniciar un proceso de desistimiento de las acciones judiciales entre ambas partes y respecto de terceros que se presentaron como consecuencia de la expropiación», aprobada por el Parlamento argentino en mayo de 2012.


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