El cierre del estrecho de Ormuz duplicaría el precio del petróleo

Escribano hizo esta advertencia en una mesa redonda organizada por el propio Instituto Elcano en la sede de la Asociación de la Prensa, bajo el título «Entre sanciones y amenazas: Irán en la encrucijada«.

El evento contó también con la participación del investigador principal de Seguridad y Defensa del Instituto, Félix Arteaga; el embajador de Italia en Irán, Roberto Toscano, y el catedrático de Recursos Energéticos de la Universidad de Barcelona Mariano Marzo. Lo moderó el periodista Felipe Sahagún, especialista en relaciones internacionales.

Ante este funesto escenario económico, Escribano recomendó modular las sanciones para que Irán no recurra como última salida al cierre de Ormuz, primar las financieras sobre las comerciales y permitir que el petróleo iraní se siguiera exportando a Asia para que el mantenimiento del volumen total evitara la escalada de precios.

Lo mejor sería liberar las reservas estratégicas que atesoran países como Arabia Saudí, pero consideró difícil encontrar capacidad productora desaprovechada. En tal circunstancia, aconsejó a los estados, la Unión Europea y las empresas que elaboren planes de contingencia para todas las posibilidades.

También desde el Instituto Elcano, Arteaga planteó el horizonte como una partida de ajedrez que está en pleno cambio de estrategia, porque se puso sobre la mesa la posibilidad del uso de la fuerza. Arteaga preveyó que este escenario durará varios años, con episodios calculados de tensión militar, porque no será fácil retroceder en la escalada.

Esto supondrá una subida moderada pero mantenida del precio del petróleo, y a Irán le bastaría con sembrar intranquilidad en los mercados y para ello no tendrá que hacer grandes movimientos para llevar la iniciativa, basta que Occidente piense que puede cerrar el estrecho.

De hecho, Mariano Marzo calibró que ya sólo las sanciones impuestas por la Unión Europea provocarán un aumento del 30% en los precios, y subrayó que aquellas se debieron en gran parte a que Alemania, Reino Unido y Francia dependen mucho menos que los países meridionales del petróleo iraní.

Alertó de que a España le resultará difícil encontrar proveedores alternativos porque se acumularán los demandantes, y apuntó que los grandes beneficiarios serán China y la India, que podrán negociar mejores precios con Teherán. En cambio, si Irán cerrara el estrecho de Ormuz serían los grandes perjudicados, pues la mayoría de los barcos que lo atraviesan se dirigen allí.

Por último, el embajador Toscano atribuyó a la sociedad iraní un carácter muy ideologizado y religioso, que aprovecha el régimen garantizando a la población alimentos y vivienda y enardeciéndole con gestos populistas y haciendo de la hostilidad permanente su razón de ser. Hasta ahora, señaló, los gobernantes iraníes tenían más miedo de acabar como Mijail Gorbachov que como Sadam Husein, pero eso empezó a cambiar con la mención de un posible uso de la fuerza.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *