El cierre de la central de Almaraz aumentaría el paro extremeño un 0,4 por ciento

Estos son algunos de los datos que se recogen en el libro «Realidad Económica del Sector Nuclear Español. Un análisis empírico de la Central Nuclear de Almaraz», que ha presentado su autor, Juan Antonio Vega, y el director de la CNA, José María Bernaldo de Quirós.

Según el estudio, este impacto económico y de generación de empleo se incrementaría en el horizonte temporal de 2020, fecha a la que se extendería su próximo permiso de explotación de ser prorrogado.

Las estimaciones fijan que la central nuclear generará en 2020 alrededor de 90,9 millones de euros y su cierre impediría la concreción de 2.897 puestos de trabajo.

En ambos casos, tanto en el horizonte actual de 2010 y el futuro de 2020, la rama más perjudicada por la desaparición de esa planta nuclear sería la de Servicios Destinados a la Venta.

El libro, financiado por la propia Central Nuclear de Almaraz, resulta «prudente» en sus cifras, según ha reconocido su autor.

Esa prudencia se comprueba al comparar los datos de impacto de la hipotética desaparición de la central extremeña con las de otras centrales como Vandellós o Ascó, sobre las que también se han realizado estudios económicos de este tipo.

Mientras en 2020, la desaparición de CNA supondría dejar de generar casi 91 millones en el PIB extremeño, la de Vandellós supondría un impacto económico de unos 360 millones y la de Ascó de más de 500 millones.

En términos de empleo, sin embargo, las cifras en los tres casos serían muy similares.

En este sentido, Vega ha señalado que «las cifras son gruesas, pero los resultados son prudentes», algo que ha achacado a un ajuste más preciso que en estudios anteriores debido a la utilización de «una metodología más fina».

El libro se ha gestado durante casi un año y ha sido posible gracias al trabajo de investigación realizado por un equipo con experiencia en análisis de impacto económico, que se ha desdoblado en un grupo afincado en la Univesidad Pablo Olavide de Sevilla y otro en la Universidad de Extremadura.

Se trata de un equipo de investigación que ya tenía experiencia en trabajos de este tipo, pues ya había realizado un estudio sobre el impacto del Tren de Alta Velocidad en Extremadura y un macroestudio sobre la deuda histórica regional.

Juan Antonio Vega ha destacado que a pesar de que la central haya financiado el libro presentado «el equipo ha desarrollado su labor de forma totalmente independiente, en ningún momento se ha cuestionado ningún resultado».

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