El alcalde de Vitoria vota a favor del cierre inmediato de Garoña en contra del criterio del Grupo Popular

La petición del Parlamento vasco ha salido adelante con el apoyo de PNV, EH Bildu y PSE, y con la oposición del PP y UPyD. Sin embargo, el alcalde de Vitoria ha votado a favor del texto, en contra del criterio de su grupo parlamentario.

En declaraciones a los medios de comunicación tras la votación, Maroto ha explicado que ha comunicado previamente en su grupo su decisión de votar a favor de la iniciativa con el objetivo de mantener una «posición coherente», ya que cree que «si uno piensa una cosa, debe mantenerla en cualquier foro».

«Mi posición es a favor del cierre de la central Nuclear de Santa María de Garoña y eso lo defenderé aquí, en el ayuntamiento, en la calle, y donde me toque», ha zanjado antes de asegurar que desconoce las consecuencias de este voto en el seno de la formación.

El pleno del Parlamento vasco ha exigido al Gobierno central que no facilite a Nuclenor una nueva fecha para solicitar la renovación de la autorización de explotación de la central nuclear de Santa María de Garoña, y proceda al «cese inmediato» de la actividad y que se inicien los trabajos del desmantelamiento de la infraestructura nuclear para la fecha prevista el próximo 6 de julio.

El texto reitera los pronunciamientos de la Cámara vasca en contra de la continuidad de la central nuclear y pide al Gobierno vasco un pronunciamiento en este mismo sentido. Además, comparte la preocupación expresada por diferentes agentes locales en relación con la prórroga y denuncia el «claro riesgo» que supone para el País Vasco y por proximidad, a los pueblos de Álava, expresando su apoyo a las iniciativas ciudadanas encaminadas al cierre definitivo de la central.

Por otro lado, pide al Gobierno central que haga partícipes a los ayuntamientos vascos afectados por la proximidad de la central, de las ventajas del Plan de Dinamización Económica y Medidas de empleo aprobado por el Consejo de Ministros en 2009 y de cualquier otro plan de ayuda que se aprobara para beneficiar a los municipios cercanos ante un cierre definitivo de la central nuclear.

Por otro lado, el parlamentario del PP Carmelo Barrio ha criticado la «posición injustificable» de PSE y PNV y cree que «el único objetivo de este debate tramposo es arremeter contra el PP». «Garoña les importa muy poco», ha asegurado.

Tras defender que las posiciones tanto del Gobierno central como de Nuclenor están «perfectamente justificadas», ha recordado que Garoña está parada desde el pasado 16 de diciembre del año 2012 y que la central «trabaja por su cierre», asegurando que cualquier decisión que se deba hacer sobre esta cuestión «se hará sobre criterios técnicos, de seguridad y viabilidad que imponga el CSN y las agencias internacionales de energía nuclear».

El parlamentario del PSE Txarli Prieto ha acusado al Gobierno central del PP de intentar «llevarnos al pasado» y de utilizar su mayoría absoluta para ayudar a Nuclenor a seguir con la actividad de la central, tomando decisiones «contradictorias y oscuras». «Volvemos a estar en la amenaza de la prórroga porque el PP urgió al CSN a continuar con su explotación», ha criticado.

Asimismo, ha considerado que se trata de un «escándalo político, con riesgo de gravísimas consecuencias para la ciudadanía por el empecinamiento ideológico nuclear del PP y supuesto botín de beneficios para Nuclenor si se atendieran todas sus exigencias» y ha acusado al Gobierno central de «instrumentalizar» al CSN «a favor de intereses económicos de dos empresas eléctricas y en detrimento de la seguridad nuclear y radiológica».

El parlamentario del PNV Juan Carlos Ramírez-Escudero ha acusado al PP de dar un «balón de oxígeno» a Nuclenor para alargar la vida de Garoña «en contra de lo que pide la sociedad» y ha criticado que en anteriores debates el alcalde de Vitoria se ausentara del pleno de la Cámara. «Había mucha gente en este país que pensábamos que podría haber algún tipo de negociación oscura entre PP y Nuclenor para evitar el cierre del 6 de julio», ha insistido.

Para el PNV, se trata de un debate sobre seguridad de los vecinos que viven en los alrededores de la central y ha rechazado que el tema sea la política nuclear sino que ha enmarcado el asunto en la propia central nuclear de Garoña. «No pedimos al Gobierno que no haya centrales sino que se cierre una central muy cercana, peligrosa y ya amortizada», ha defendido.

El parlamentario de EH Bildu Dani Maeztu ha recordado las informaciones que revelan una subida de los beneficios económicos de las empresas eléctricas a pesar de la bajada de la demanda, para criticar a continuación «los oligopolios» formados por las eléctricas en los que enmarca la actual situación de Garoña. «Las empresas dueñas de Garoña son Endesa e Iberdrola, quienes toman las decisiones en torno al sistema eléctrico», ha insistido.

Maeztu ha insistido en que «la única lógica de estas empresas privadas es sacar beneficios», y ha asegurado que la relación entre el ámbito publico y privado es «muy estrecha» rechazando que se trate de un debate técnico. «Si hoy se decide desconectar de la red eléctrica todas las centrales nucleares del Estado no pasaría nada, está asegurada la cobertura eléctrica en el sistema español», ha asegurado.

Desde UPyD, Gorka Maneiro ha calificado la decisión del Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero de cerrar Garoña como un «error estratégico» que «anteponía sus intereses a los de los ciudadanos» y ha considerado que se ha hecho mucha «demagogia» contra la energía nuclear, celebrándose debates políticos y no técnicos. «Este asunto no es ni de derechas ni de izquierdas», ha insistido. Además, cree necesaria la energía nuclear y ha defendido que cumpliendo con todos los «requisitos necesarios», la central burgalesa podría seguir funcionando.

El Parlamento de Navarra insta al Gobierno central al cierre definitivo de la central nuclear de Garoña

La Comisión de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local del Parlamento de Navarra ha aprobado una moción por la que se insta al Gobierno de España al «cierre definitivo de la central nuclear de Garoña el próximo día 6 de julio de 2013».

La resolución, presentada por Izquierda-Ezkerra, ha recabado el apoyo del PSN, Bildu y Aralar-NaBai, mientras que UPN se ha abstenido.

En la exposición de motivos, la moción se remite a los «peligros reales» derivados de una central nuclear, «la más antigua del Estado», que ha sufrido «más de ocho accidentes en los últimos años debido a los problemas de estructura y corrosión localizados en el reactor».

Por todo ello, el grupo proponente pide al Gobierno que «deniegue la solicitud de renovación de la explotación de la planta por un año, solicitud que, además, implica la revocación parcial de la orden ministerial de 3 de julio de 2009».

Ecologistas considera que la vuelta atrás del cierre de la central es cada día más «improbable»

Ecologistas en Acción considera que la interrupción o vuelta atrás en el proceso hacia el cierre de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) parece «improbable» ya que añadiría «aún más desconcierto a los últimos días de historia de la central».

Así, el portavoz nuclear de Ecologistas en Acción, Francisco Castejón, ha señalado que la posible falta de acuerdo entre Iberdrola y Endesa (propietarias al 50 por ciento de Nuclenor, titular de Garoña) con el Gobierno han provocado daños en la imagen de autoridad del Ministerio de Industria, Energía y Turismo y en la independencia del Consejo de Seguridad Nuclear, por lo que ambas están ahora «debilitadas».

«La situación de la central de Garoña se acerca cada día más al cierre definitivo», añade Castejón. Ahora, lo que queda es que el 5 de julio, el Ministerio comunique a la central la orden de cese de explotación.

Castejón considera que «el daño ya está hecho» porque la opinión pública internacional ha seguido una «cronología de despropósitos». Entre ellos, apunta la orden ministerial de 29 de junio que abría la puerta a que Nuclenor pidiera una nueva prórroga de explotación antes del 6 de septiembre, pero la empresa no lo hizo, en su opinión, para presionar al Gobierno contra la Ley de Medidas Fiscales.

Así, cuando ya se daba por cerrada la central, el titular «sorprendió» pidiendo al Gobierno una prórroga para mantenerse en su estado actual durante un año. Cuando el CSN dio luz verde a esta prórroga, «de forma extrañísima el Minetur no la concede».

De este modo, Ecologistas en Acción valora que estos vaivenes han dejado una «muy mala impresión» del Ministerio y del CSN y levantan «todo tipo de sospechas» sobre las expectativas que Nuclenor tenía puestas en la nueva ley del sector eléctrico que se está elaborando».

«En estos momentos, el cierre definitivo de Garoña está mucho más próximo. Si el curso de acontecimientos que conducen al cierre definitivo se paralizara ahora, el escándalo sería aún mayor que todos los citados anteriormente», ha concluido.

CyL tacha de «insensatez» la actuación de Gobierno y Nuclenor y les acusa de no preocuparse por los empleados

El consejero de la Presidencia y portavoz de la Junta de Castilla y León, José Antonio de Santiago-Juárez, ha considerado que tanto el Gobierno como Nuclenor actúan con «insensatez» ante la prórroga de la central nuclear de Santa María de Garoña en Burgos, al tiempo que les ha acusado de no preocuparse por los 1.000 puestos de trabajo que se pierden si finalmente se clausura.

«Los únicos sensatos en este asunto son los trabajadores de Garoña, a nadie le preocupa los 1.000 empleos excepto a la Junta de Castilla y León y a los trabajadores, con ellos estamos nosotros», ha destacado el portavoz en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, donde ha reclamado que en este asunto «impere la cordura y el sentido común».

De este modo, De Santiago-Juárez ha lamentado que la «declaración verbal» del ministro de Industria, José Manuel Soria, sobre la revocación de la orden de cierre «no se ha plasmado» en una resolución administrativa, por lo que ha exigido que se refleje «de una vez».

«Ninguna de las dos partes han tenido un comportamiento ejemplar, les importa poco los 1.000 trabajadores, estamos con ellos y defendemos que si la empresa en segura continúen con ella», ha concluido.

El alcalde de Vitoria vota a favor del cierre inmediato de Garoña en contra del criterio del Grupo Popular

La petición del Parlamento vasco ha salido adelante con el apoyo de PNV, EH Bildu y PSE, y con la oposición del PP y UPyD. Sin embargo, el alcalde de Vitoria ha votado a favor del texto, en contra del criterio de su grupo parlamentario.

En declaraciones a los medios de comunicación tras la votación, Maroto ha explicado que ha comunicado previamente en su grupo su decisión de votar a favor de la iniciativa con el objetivo de mantener una «posición coherente», ya que cree que «si uno piensa una cosa, debe mantenerla en cualquier foro».

«Mi posición es a favor del cierre de la central Nuclear de Santa María de Garoña y eso lo defenderé aquí, en el ayuntamiento, en la calle, y donde me toque», ha zanjado antes de asegurar que desconoce las consecuencias de este voto en el seno de la formación.

El pleno del Parlamento vasco ha exigido al Gobierno central que no facilite a Nuclenor una nueva fecha para solicitar la renovación de la autorización de explotación de la central nuclear de Santa María de Garoña, y proceda al «cese inmediato» de la actividad y que se inicien los trabajos del desmantelamiento de la infraestructura nuclear para la fecha prevista el próximo 6 de julio.

El texto reitera los pronunciamientos de la Cámara vasca en contra de la continuidad de la central nuclear y pide al Gobierno vasco un pronunciamiento en este mismo sentido. Además, comparte la preocupación expresada por diferentes agentes locales en relación con la prórroga y denuncia el «claro riesgo» que supone para el País Vasco y por proximidad, a los pueblos de Álava, expresando su apoyo a las iniciativas ciudadanas encaminadas al cierre definitivo de la central.

Por otro lado, pide al Gobierno central que haga partícipes a los ayuntamientos vascos afectados por la proximidad de la central, de las ventajas del Plan de Dinamización Económica y Medidas de empleo aprobado por el Consejo de Ministros en 2009 y de cualquier otro plan de ayuda que se aprobara para beneficiar a los municipios cercanos ante un cierre definitivo de la central nuclear.

Por otro lado, el parlamentario del PP Carmelo Barrio ha criticado la «posición injustificable» de PSE y PNV y cree que «el único objetivo de este debate tramposo es arremeter contra el PP». «Garoña les importa muy poco», ha asegurado.

Tras defender que las posiciones tanto del Gobierno central como de Nuclenor están «perfectamente justificadas», ha recordado que Garoña está parada desde el pasado 16 de diciembre del año 2012 y que la central «trabaja por su cierre», asegurando que cualquier decisión que se deba hacer sobre esta cuestión «se hará sobre criterios técnicos, de seguridad y viabilidad que imponga el CSN y las agencias internacionales de energía nuclear».

El parlamentario del PSE Txarli Prieto ha acusado al Gobierno central del PP de intentar «llevarnos al pasado» y de utilizar su mayoría absoluta para ayudar a Nuclenor a seguir con la actividad de la central, tomando decisiones «contradictorias y oscuras». «Volvemos a estar en la amenaza de la prórroga porque el PP urgió al CSN a continuar con su explotación», ha criticado.

Asimismo, ha considerado que se trata de un «escándalo político, con riesgo de gravísimas consecuencias para la ciudadanía por el empecinamiento ideológico nuclear del PP y supuesto botín de beneficios para Nuclenor si se atendieran todas sus exigencias» y ha acusado al Gobierno central de «instrumentalizar» al CSN «a favor de intereses económicos de dos empresas eléctricas y en detrimento de la seguridad nuclear y radiológica».

El parlamentario del PNV Juan Carlos Ramírez-Escudero ha acusado al PP de dar un «balón de oxígeno» a Nuclenor para alargar la vida de Garoña «en contra de lo que pide la sociedad» y ha criticado que en anteriores debates el alcalde de Vitoria se ausentara del pleno de la Cámara. «Había mucha gente en este país que pensábamos que podría haber algún tipo de negociación oscura entre PP y Nuclenor para evitar el cierre del 6 de julio», ha insistido.

Para el PNV, se trata de un debate sobre seguridad de los vecinos que viven en los alrededores de la central y ha rechazado que el tema sea la política nuclear sino que ha enmarcado el asunto en la propia central nuclear de Garoña. «No pedimos al Gobierno que no haya centrales sino que se cierre una central muy cercana, peligrosa y ya amortizada», ha defendido.

El parlamentario de EH Bildu Dani Maeztu ha recordado las informaciones que revelan una subida de los beneficios económicos de las empresas eléctricas a pesar de la bajada de la demanda, para criticar a continuación «los oligopolios» formados por las eléctricas en los que enmarca la actual situación de Garoña. «Las empresas dueñas de Garoña son Endesa e Iberdrola, quienes toman las decisiones en torno al sistema eléctrico», ha insistido.

Maeztu ha insistido en que «la única lógica de estas empresas privadas es sacar beneficios», y ha asegurado que la relación entre el ámbito publico y privado es «muy estrecha» rechazando que se trate de un debate técnico. «Si hoy se decide desconectar de la red eléctrica todas las centrales nucleares del Estado no pasaría nada, está asegurada la cobertura eléctrica en el sistema español», ha asegurado.

Desde UPyD, Gorka Maneiro ha calificado la decisión del Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero de cerrar Garoña como un «error estratégico» que «anteponía sus intereses a los de los ciudadanos» y ha considerado que se ha hecho mucha «demagogia» contra la energía nuclear, celebrándose debates políticos y no técnicos. «Este asunto no es ni de derechas ni de izquierdas», ha insistido. Además, cree necesaria la energía nuclear y ha defendido que cumpliendo con todos los «requisitos necesarios», la central burgalesa podría seguir funcionando.

El Parlamento de Navarra insta al Gobierno central al cierre definitivo de la central nuclear de Garoña

La Comisión de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local del Parlamento de Navarra ha aprobado una moción por la que se insta al Gobierno de España al «cierre definitivo de la central nuclear de Garoña el próximo día 6 de julio de 2013».

La resolución, presentada por Izquierda-Ezkerra, ha recabado el apoyo del PSN, Bildu y Aralar-NaBai, mientras que UPN se ha abstenido.

En la exposición de motivos, la moción se remite a los «peligros reales» derivados de una central nuclear, «la más antigua del Estado», que ha sufrido «más de ocho accidentes en los últimos años debido a los problemas de estructura y corrosión localizados en el reactor».

Por todo ello, el grupo proponente pide al Gobierno que «deniegue la solicitud de renovación de la explotación de la planta por un año, solicitud que, además, implica la revocación parcial de la orden ministerial de 3 de julio de 2009».

Ecologistas considera que la vuelta atrás del cierre de la central es cada día más «improbable»

Ecologistas en Acción considera que la interrupción o vuelta atrás en el proceso hacia el cierre de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) parece «improbable» ya que añadiría «aún más desconcierto a los últimos días de historia de la central».

Así, el portavoz nuclear de Ecologistas en Acción, Francisco Castejón, ha señalado que la posible falta de acuerdo entre Iberdrola y Endesa (propietarias al 50 por ciento de Nuclenor, titular de Garoña) con el Gobierno han provocado daños en la imagen de autoridad del Ministerio de Industria, Energía y Turismo y en la independencia del Consejo de Seguridad Nuclear, por lo que ambas están ahora «debilitadas».

«La situación de la central de Garoña se acerca cada día más al cierre definitivo», añade Castejón. Ahora, lo que queda es que el 5 de julio, el Ministerio comunique a la central la orden de cese de explotación.

Castejón considera que «el daño ya está hecho» porque la opinión pública internacional ha seguido una «cronología de despropósitos». Entre ellos, apunta la orden ministerial de 29 de junio que abría la puerta a que Nuclenor pidiera una nueva prórroga de explotación antes del 6 de septiembre, pero la empresa no lo hizo, en su opinión, para presionar al Gobierno contra la Ley de Medidas Fiscales.

Así, cuando ya se daba por cerrada la central, el titular «sorprendió» pidiendo al Gobierno una prórroga para mantenerse en su estado actual durante un año. Cuando el CSN dio luz verde a esta prórroga, «de forma extrañísima el Minetur no la concede».

De este modo, Ecologistas en Acción valora que estos vaivenes han dejado una «muy mala impresión» del Ministerio y del CSN y levantan «todo tipo de sospechas» sobre las expectativas que Nuclenor tenía puestas en la nueva ley del sector eléctrico que se está elaborando».

«En estos momentos, el cierre definitivo de Garoña está mucho más próximo. Si el curso de acontecimientos que conducen al cierre definitivo se paralizara ahora, el escándalo sería aún mayor que todos los citados anteriormente», ha concluido.

CyL tacha de «insensatez» la actuación de Gobierno y Nuclenor y les acusa de no preocuparse por los empleados

El consejero de la Presidencia y portavoz de la Junta de Castilla y León, José Antonio de Santiago-Juárez, ha considerado que tanto el Gobierno como Nuclenor actúan con «insensatez» ante la prórroga de la central nuclear de Santa María de Garoña en Burgos, al tiempo que les ha acusado de no preocuparse por los 1.000 puestos de trabajo que se pierden si finalmente se clausura.

«Los únicos sensatos en este asunto son los trabajadores de Garoña, a nadie le preocupa los 1.000 empleos excepto a la Junta de Castilla y León y a los trabajadores, con ellos estamos nosotros», ha destacado el portavoz en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, donde ha reclamado que en este asunto «impere la cordura y el sentido común».

De este modo, De Santiago-Juárez ha lamentado que la «declaración verbal» del ministro de Industria, José Manuel Soria, sobre la revocación de la orden de cierre «no se ha plasmado» en una resolución administrativa, por lo que ha exigido que se refleje «de una vez».

«Ninguna de las dos partes han tenido un comportamiento ejemplar, les importa poco los 1.000 trabajadores, estamos con ellos y defendemos que si la empresa en segura continúen con ella», ha concluido.

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