EDF construirá en Reino Unido la primera nuclear desde 1995
Según los términos del acuerdo, EDF contará con una participación de entre el 45% y el 50% en el consorcio, mientras que la empresa pública nuclear Areva ostentará una participación del 10%. Por su parte, las compañías China General Nuclear Corporation (CGN) y China National Nuclear Corporation (CNNC) controlarán entre un 30% y un 40%.
Asimismo, la compañía francesa indicó que se están manteniendo conversaciones con otras empresas que podrían adquirir hasta un 15% de la sociedad encargada de construir la planta nuclear.
El gigante eléctrico francés llegó a un acuerdo con el Gobierno británico sobre los términos comerciales del contrato de inversión de la central y ahora ambas partes van a seguir trabajando para «finalizar las etapas restantes, antes de la decisión final de inversión», que se espera de aquí a julio de 2014.
El contrato de explotación sobre Hinkley Point, con una duración de 35 años, plantea la construcción allí de dos reactores de tipo EPR (una tecnología desarrollada por Areva), a los que se podrían sumar otros dos en Sizewell.
Si no se materializaran los dos de Sizewell, el precio garantizado del megavatio hora al que se comprará la electricidad producida en Hinkley Point C sería de 92,5 libras.
En caso de que también se decida seguir adelante con la segunda central, el precio sería de 89,5 libras por megavatio hora, una reducción que se explica por el «efecto de serie» y que se traduciría en el pago del equivalente de 3 libras por megavatio hora de Sizewell a Hinkley Point.
El Gobierno británico y EDF mantuvieron conversaciones durante más de un año sobre el precio que se le pagará a la empresa por generar electricidad.
EDF hizo hincapié en que este compromiso sobre la remuneración «es justo y equilibrado para los consumidores y para los inversores» porque si los precios del mercado de la electricidad superan el garantizado, los primeros no tendrán que pagar más, y en el caso de que no lleguen a ese nivel, los gestores del complejo nuclear recibirán un pago complementario. De hecho, el proyecto representa una rentabilidad en torno al 10% y estará cubierto por «una protección frente a eventuales cambios legislativos y reglamentarios».
Hinkley Point debería estar en funcionamiento en 2023, en un momento en el que el parque de reactores AGR actualmente en uso llegarán al fin de su vida útil y generará energía a seis millones de hogares.
El primer ministro británico, David Cameron, destacó que la inversión permitirá crear alrededor de 25.000 puestos de trabajo y subrayó que el proyecto «marca el comienzo de una nueva generación para la energía nuclear en Reino Unido, que tendrá un papel importante en la cobertura de las necesidades energéticas del país y la garantía del suministro».
«Por primera vez, una planta nuclear en este país no será construida con dinero del contribuyente británico», dijo por su parte el titular británico de Energía, Edward Davey, aunque algunos expertos advirtieron sobre la posibilidad de que este proyecto puede aumentar el precio de la electricidad a largo plazo.
Por su parte, la Presidencia de la República francesa celebró el acuerdo al alcanzado para la construcción de esta central nuclear, que refleja la «vitalidad de la cooperación bilateral» entre los dos países.
El presidente de Francia, François Hollande, se entrevistó por teléfono con homólogo británico, David Cameron, en relación con el acuerdo, según informó el Elíseo.
«Esta inversión histórica, que ilustra la vitalidad de la cooperación bilateral franco-británica, desarrollará el empleo en los dos países», declaró la Presidencia gala. Asimismo, «reforzará nuestras industrias y las capacidades en materia de ingeniería, fabricación y construcción del sector en Francia», añadió.




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