Ecologistas en Acción denuncia que España emitió 1.000 millones de toneladas de CO2 más de lo previsto en el Protocolo de Kioto
En la reunión anual del Consejo Nacional del Clima, la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, anunció que, según los datos sobre emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), recientemente remitidos a Naciones Unidas, el Estado español habría cumplido el protocolo de Kioto. Para esta organización ecologista, la forma de cumplir de España «ha sido incorrecta» ya que el protocolo se cumplió a través de la compra de derechos de emisión y con la ayuda de la crisis económica, pero no se logró el objetivo gracias a la puesta en marcha de medidas de mitigación del problema que, a su juicio, ha sido «escasa o nula».
Con la firma del Protocolo de Kioto, los Estados se comprometían a que las emisiones medias entre los años 2008 y 2012 no superasen un cierto porcentaje respecto a las emisiones de 1990. En la mayoría de los casos estos compromisos suponían reducciones de las emisiones, pero en el caso del Estado español el tratado permitió un aumento máximo del 15%. Sin embargo, la organización señala que pese a que se esperaba que la senda de descenso o incremento sería gradual, las emisiones en España «crecieron desbocadamente» hasta que en 2007 superaron casi en un 50% las emisiones de 1990.
Mientras, a partir de 2008, la bajada de producción, consumo y movilidad debida a la crisis económica tuvo el efecto de reducir drásticamente las emisiones, de forma que la media entre los años 2008 y 2012 se situó en el 23,7% sobre 1990. La diferencia entre el 15% permitido y el 23,7% se ha cumplido gracias a los mecanismos de flexibilidad previstos en el tratado, fundamentalmente la compra de derechos de emisión por valor de unos 800 millones de euros, en gran parte procedentes de países del este de Europa.
Por ello, para Ecologistas en Acción éste es un balance «negativo» porque supone que «apenas» se realizaron esfuerzos por combatir el cambio climático, ya que se siguió promocionando un modelo energético, urbanístico y de consumo «basado en el derroche«. Mientras, el desarrollo de las energías renovables estuvo acompañado por un aumento de las emisiones, debido entre otras causas al crecimiento de la demanda y quema del carbón y de gas natural, así como al aumento de la movilidad y la construcción de infraestructuras de transporte.
De este modo, la organización denuncia que «no se han sentado las bases estructurales para avanzar hacia una economía baja en carbono», y asegura que la nueva energía sigue siendo «una quimera». Al mismo tiempo, lamentó que las emisiones se incrementaron a un promedio del 3% cada año frente al 0,75% previsto. En este sentido, Ecologistas considera que se emitieron a la atmósfera casi mil millones de toneladas adicionales, lo que equivale a lo que emite España en tres años.
«Los sucesivos gobiernos españoles nunca se tomaron realmente en serio el cambio climático y se limitaron a disimular y cumplir las apariencias que los compromisos internacionales les obligaban», denunció la organización, que lamentó la falta de un plan coherente para reducir las emisiones con efecto invernadero. Por ello, calificó de «desastrosa para el clima y el medio ambiente» la política de los sucesivos gobiernos españoles, que se limitaron a incorporar la normativa ambiental europea impuesta “pero que nunca asumieron el compromiso ambiental que necesita nuestra sociedad”. Finalmente, reclama «un cambio de rumbo» en la política económica y energética que se base en la verdadera sostenibilidad.



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