Ecologistas en Acción califica de «falsa» la reducción del déficit de tarifa al prolongar la vida de Garoña
Según la organización ecologista, que advirtió del «estado de deterioro y riesgo» que comporta la prórroga de la vida útil de la central de Santa María de Garoña (Burgos), mientras las compañías eléctricas reclaman a los consumidores un déficit reconocido por el Gobierno, que ronda los 20.000 millones de euros, cada año obtienen beneficios superiores a las cantidades que piden.
«Prolongar la vida de Garoña más allá de 2013 (fecha de cierre prevista por el anterior Ejecutivo) no ayudará a disminuir el déficit de tarifa eléctrica, como sostiene el informe presentado al Consejo de Ministros del último día 5″ y, además, los potenciales beneficios «irán a parar a manos de las eléctricas», añadió.
En 2010, el déficit de tarifa se situó en 4.864 millones, mientras que los beneficios de Iberdrola, Endesa y Gas Natural Fenosa alcanzaron los 8.200 millones, según los datos de esta organización.
«Los beneficios de la central nuclear de Santa María de Garoña, 250 millones de euros cada año, no van destinados a cubrir el déficit de tarifa, sino que son ‘beneficios caídos del cielo’ para Nuclenor, empresa titular de la central y participada al 50% por Endesa e Iberdrola, ya que la central está operando más allá de su vida prevista desde marzo de 2011″, subrayó Ecologistas en Acción.
Además, indicó que se traslada a la sociedad el coste futuro de la gestión de los residuos nucleares, activos durante miles de años y para los que no existe todavía ninguna solución, o los costes que tendría un desastre nuclear como el ocurrido en Fukushima, central gemela a la de Garoña y a la de Cofrentes.
Para la organización ecologista, es urgente establecer un calendario de cierre de las centrales nucleares, empezando por las más antiguas y peligrosas, como es la de Santa María de Garoña, con más de 40 años de antigüedad.
«Exigimos al Gobierno, además, que no ceda ante los chantajes de la industria eléctrica y que anteponga el interés general por encima del interés económico de quienes obtienen beneficio de poner en riesgo la seguridad y la salud de las generaciones presentes y futuras», añadió.
En similares términos, la Asociación de Vecinos Afectados por Centrales Atómicas (AVACA) argumentó que aumentar la explotación de Garoña más allá de los 40 años es «un riesgo muy elevado y más para un reactor de las características de Garoña, gemelo de uno de los que se han fundido en el accidente nuclear de Fukushima».
Según el World Nuclear Status Report 2010-2011, a principios de 2011 había 437 reactores en explotación con una vida media de 26 años; y estaban fuera de servicio 130 reactores, cuya vida media había sido de 22 años.
Así pues, «la prolongación de Garoña más allá de 40 años, supone más que duplicar la vida media de todo el parque nuclear mundial (operativos y fuera de servicio), por lo que se trata de una apuesta muy arriesgada», reclaca esta asociación, con sede en Burgos.
De acuerdo con el mencionado informe, no existe ningún reactor nuclear comercial en el mundo que haya operado más de 43 años, por tanto, prolongar Garoña hasta los 49 años supone una decisión que no tiene antecedentes en el mundo.
Por otro lado, la asociación de vecinos recordó que Garoña es «insignificante» para la red eléctrica española, pero es el «símbolo» mediante el que tratan de dar un impulso a la extensión de la vida operativa de las nucleares españolas.

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