E.ON vende su accionariado en la nuclear finlandesa Fennovoima
La transacción, cuyos detalles financieros no trascendieron, convierte a Voimaosakeyhtiö SF, hasta ahora el propietario mayoritario de Fennovoima, en el único accionista de la tercera compañía nuclear de Finlandia.
La operación se produce después de que E.ON anunciase en octubre pasado su intención de vender todos sus negocios en Finlandia, incluida su participación en Fennovoima, para concentrar en Suecia y Dinamarca sus operaciones en el mercado nórdico.
Voimaosakeyhtiö SF es un consorcio formado por 61 empresas industriales y eléctricas finlandesas creado en 2006 con el objetivo de generar energía para suministrarla a sus propietarios a precio de coste.
El consorcio fundó un año más tarde la compañía Fennovoima junto a la eléctrica alemana E.ON y solicitó la autorización del Gobierno finlandés para construir una nueva central nuclear en el país nórdico.
En 2010, el Ejecutivo de Helsinki autorizó la construcción de dos plantas atómicas, una de ellas la de Fennovoima, a fin de reducir su dependencia energética y generar el cien por ciento de la electricidad que consume el país.
La compañía tiene previsto adjudicar antes de final de año la construcción de la nueva planta, que se llamará Hanhikivi 1 y estará ubicada en la localidad de Pyhäjoki, en la costa noroeste de Finlandia.
Los dos proyectos que optan a la adjudicación son el del grupo francés Areva, que propuso instalar un Reactor Europeo Presurizado (EPR), y el del japonés Toshiba, con un reactor avanzado de agua en ebullición (ABWR), ambos con una potencia de entre 1.500 y 2.000 megavatios.
Fennovoima tiene previsto invertir entre 4.000 y 6.000 millones de euros en la nueva central nuclear, la sexta que se construye en Finlandia, y según sus cálculos, debería estar terminada en 2020.
Actualmente, la compañía rival Teollisuuden Voima Oy (TVO) está levantando la quinta planta atómica del país, un proyecto adjudicado al consorcio franco-alemán Areva-Siemens que arrastra un retraso de casi siete años y cuyo coste se duplicó respecto a los 3.000 millones de euros presupuestados inicialmente.


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