Diferentes partidos políticos e instituciones se posicionan ante la posible entrada de Lukoil en Repsol
Los partidos que integran la oposición en España expresaron su preocupación ante la posibilidad de que la compañía rusa Lukoil entre en el capital de la petrolera Repsol YPF, por considerar que puede trastornar un sector estratégico de la economía española.
Representantes del Partido Popular (PP), de centroderecha y el principal de la oposición en España, así como de otras formaciones, tanto de tendencia conservadora como de izquierda, coincidieron en rechazar la operación en la que supuestamente la petrolera rusa pretende hacerse con el 30 por ciento de Repsol.
El ministro español de Economía, Pedro Solbes, declinó hacer declaraciones al respecto al ser preguntado por los periodistas en el Congreso de los Diputados. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, dijo que hará todo lo posible para que Repsol siga siendo «independiente y española».
– Cristobal Montoro, portavoz económico del grupo popular
Desde el grupo popular, su portavoz económico, Cristóbal Montoro, afirmó que el PP se opone a que empresas de países ajenos a la Unión Europea se establezcan en sectores estratégicos de España, como la energía, y más cuando son monopolios en sus países de origen.
«Estamos realmente asombrados de la pasividad de un Gobierno que contempla este tipo de injerencias en nuestro sistema económico no ya con pasividad, sino a veces con una complacencia que es muy peligrosa», afirmó Montoro.
También subrayó que se trata de «movimientos muy importantes» definidores del sistema productivo español, y por ello reclamó aplicar los mecanismos legales reguladores de la inversión extranjera en España. A su juicio, el país no saldrá de una crisis como la actual «desmantelando» sectores fundamentales como el energético.
– Josep Sánchez Llibre, en nombre de los catalanes de CIU
«De entrada no nos gusta», dijo por su parte y en nombre de los catalanes de CiU Josep Sánchez Llibre, ya que su formación siempre apoyó que los grupos de sectores estratégicos tengan accionariado español. Aunque admitió que es difícil oponerse a una operación empresarial entre compañías privadas, insistió en que quieren que el accionariado de sectores estratégicos sea español para que los «centros de decisión» estén ubicados en España. «Sería triste que una de las principales empresas españolas pasara a estar controlada por capital ruso», agregó.
– Pedro María Azpiazu, portavoz de Economía del Partido Nacionalista Vasco
El portavoz de Economía del Partido Nacionalista Vasco, Pedro María Azpiazu, dijo que «es difícil poner puertas al campo cuando alguien quiere comprar y otro está dispuesto a vender», pero aun así se mostró partidario de tener muy en cuenta que se trata de un ámbito del mayor interés como el energético.
– José Montilla, presidente de la Generalitat
El presidente de la Generalitat y ex ministro de Industria, José Montilla, ha declarado al ser preguntado sobre la entrada de Lukoil en Repsol que «es una empresa importante que puede tener sinergias con Repsol pero depende de las condiciones».
«Que una empresa del sector pueda ser uno de los socios de una empresa española, de entrada no es ninguna barbaridad, depende de en qué condiciones», ha señalado Montilla y, entre ellas, ha destacado que «depende de Gas Natural y su fusión con Fenosa, depende de qué papel tenga esta empresa», en alusión a la petrolera rusa.
Montilla ha recordado que Lukoil «es una empresa rusa que tiene como accionista principal una empresa americana», para añadir: «yo no estoy en contra de que empresas privadas extranjeras entren en empresas españolas, depende de en qué condiciones entren».
El presidente catalán ha asegurado que de esta operación sólo sabe «lo que dice la prensa», pero una compra como la del 29% de Repsol por parte de Lukoil «no se puede rechazar sin conocer los detalles si somos defensores de una economía de mercado y yo lo soy».
– Gaspar Llamazares, diputado de Izquierda Unida
El diputado de Izquierda Unida, coalición de mayoría comunista, Gaspar Llamazares, hizo hincapié en que «es tan malo privatizar Repsol a manos de una empresa pública rusa o de otro origen como privatizarla a manos de una empresa privada con participación de los fondos de pensiones norteamericanos». «La dinámica privada va a llevar a que en una situación de debilidad económica podemos estar en riesgo de perder una de las empresas estratégicas de la economía española, y será por la mala cabeza de aquellos que han privatizado Repsol», añadió.




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