Crónica del déficit tarifario

Muchos, y durante mucho tiempo, son los que han alentado una situación de engrosamiento de esta diferencia entre el coste del suministro y el precio de la electricidad (tarifa), en un movimiento a lo ‘savonarola’: «cuanto peor, mejor».

Tras la última medida decretada por el Ejecutivo para contener la inercia en el crecimiento de los costes del suministro, «el cierre de los registros de preasignación de nueva potencia renovable», para sujetar los costes regulados, hemos entrado en una fase de trabajo, de propuestas y de negociación cuyo punto de partida será la propuesta que la Comisión Nacional de Energía está elaborando ‘in artículo mortis’, aunque sea en este formato, a partir de un tan discutible como disparatado proceso abierto de ‘opinión’ pública que ha desinstitucionalizado al organismo que preside Alberto Lafuente, y a la propia estructura orgánica de Consejos Consultivos de la que está dotado.

Mientras, ya nos aproximamos a la revisión tarifaria del segundo trimestre de 2012 y la misma vuelve a ser objeto de un debate político, que va más allá de la economía y de los mercados. Recordemos que la primera revisión tarifaria del año se salvó con un mantenimiento de la tarifa en términos conjuntos, con una bajada del precio de generación en las subastas CESUR, pero sin compensar la elevación galopante, por otra parte, de los costes regulados. Las primeras cifras del nuevo posible déficit tarifario para 2012 siguen siendo escalofriantes.

En todo caso, aunque hay que reconocer avances desde hace cuatro años a esta parte, la discusión alrededor del déficit tarifario se ha centrado más. Con independencia de los ‘hooligans’ demagógicos que todavía existen, empieza a haber conciencia del problema y de las implicaciones económicas y financieras para nuestra economía y para el sector energético. Ya no caben soluciones simplistas (los atajos, la famosa «quita a la griega»), aunque todavía existen quienes apuestan por opciones más políticas que siempre se han sentido tentados por las mismas.

De cara a este debate y para seguir este proceso con el contexto y la visión de fondo definida, desde el lunes iniciamos en Energía Diario, un seriado «Crónica del Déficit Tarifario«, donde abordaremos todas las caras de este problema: qué es, por qué se ha engrosado de esta forma esta deuda, las etapas del mismo y su evolución histórica en estos años, cuáles son las alternativas y posibilidades reales existentes y que se manejan para su solución, qué es y cómo ha sido la evolución del coste de suministro eléctrico y sus componentes, quién y qué fórmulas se han utilizado para la financiación del déficit tarifario acumulado, una atención a las teorías retroprogresivas de origen del déficit y también las teorías de este colectivo para enjugarlo (nunca mejor dicho) a partir de renegar del mercado.

Se trata de un resumen temporal de más de ocho años de comportamientos políticos y económicos, combinados, incentivados regulatoriamente, que se precipita en forma de nudo gordiano sobre el sector eléctrico y sobre la economía española a principios de 2012 (en un escenario particularmente complejo) y que requiere, por ello, un esfuerzo importante económico y gestor, capacidad técnica y política para ofrecer soluciones reales para nuestra economía y para nuestra sociedad de cara a resolverlo sin atajos, con rigor y realismo.

La conciencia y la consciencia son elementos clave para que este proceso se haga de la forma más cuidadosa posible, reflexionando y comprometiéndose sobre las soluciones posibles, sobre el cambio de paradigma que supone resolver el déficit tarifario, en un ejercicio de realismo para nuestra economía, una inmersión en la realidad, sin alimentar espejismos y con atención a los procesos económicos, de financiación y de inversión asociados, volviendo así a la ortodoxia. Tomemos conciencia.

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