Cofrentes supera los 500 días de operación ininterrumpida
A lo largo de todo este periodo de tiempo, la planta ha generado casi 12.900 millones de kWh, con un factor de carga –relación entre la energía eléctrica producida en un periodo de tiempo y la que se hubiera podido producir funcionando al 100 por ciento– del 98,3 por ciento, según ha informado Iberdrola.
De acuerdo con la compañía eléctrica, esta producción ha supuesto un ahorro de, aproximadamente, 19 millones de barriles de petróleo, cuyo coste ronda los 1.400 millones de euros en importaciones de petróleo o gas, y ha evitado la emisión de nueve millones de toneladas de CO2 a la atmósfera.
La central nuclear de Cofrente logró el año pasado su récord histórico de generación, con 9.549 millones de kWh, cantidad que supuso el cinco por ciento de toda la producción energética nacional y el 65 por ciento en la Comunidad Valenciana.
Según Iberdrola, el funcionamiento continuado de esta planta obedece, entre otras causas, «a las continuas inversiones en modernización y a la rigurosa operación» de la central. La compañía subraya que, de acuerdo con el informe de REE de 2009, la indisponibilidad no programada de las centrales eléctricas españolas se sitúa entre el 6 y el 16 por ciento, mientras que el de las nucleares ronda el 4 por ciento y ha recalcado que Cofrentes ha tenido en este periodo una indisponibilidad no programada del 0,5 por ciento.
Iberdrola ha incidido en que la energía nuclear es económicamente competitiva y cada vez lo será más si se tienen en cuenta los costes medioambientales, sobre todo, en el ámbito de las emisiones contaminantes». Según la compañía, actualmente el uranio «influye tan sólo en un 5 por ciento del coste final de este tipo de energía, siendo el suyo, además, un precio bastante estable y predecible». Por ello, considera que la energía nuclear «además de contribuir a conseguir un mix energético libre de emisiones contaminantes, ayuda a frenar la subida de los precios de la electricidad».
Por su parte, la organización ecologista Greenpeace y la Plataforma Tanquem Cofrents han presentado el informe «Razones para cerrar la central nuclear de Cofrentes»
en el que realizan un análisis pormenorizado de los problemas de seguridad y medio ambientales de esta central nuclear. Los ecologistas han denunciado que los trabajadores de la central nuclear de Cofrentes (Valencia) reciben el doble de dosis de radiactividad que los empleados de las demás centrales nucleares. Para estas organizaciones, es «especialmente grave» que los trabajadores de la central nuclear de Cofrentes reciban dosis radiactivas «anormalmente altas» en los procesos de recarga del combustible nuclear. En el caso del personal de contrata «es entre un 136% y un 212% superior a las de las demás centrales», según afirman, y, en los trabajadores de plantilla, «entre un 143% y un 218% superior». Según el informe, estas dosis colectivas «llegan a ser en Cofrentes de 2.500 miliSievert por persona, el triple de las que se suelen producir en otras centrales nucleares». El informe constata que, según datos del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), desde el año 2001 hasta el 10 de marzo de 2011, la central nuclear de Cofrentes ha sufrido 102 sucesos de seguridad notificados por el CSN, de los cuales dos han sido de Nivel 1 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES). La central ha sufrido además 25 paradas no programadas. Ante los «múltiples» problemas de seguridad de esta central y «por constituir un obstáculo para el desarrollo a gran escala de las energías renovables», la plataforma Tanquem Cofrents y Greenpeace han pedido al Gobierno que no renueve el permiso de explotación de la central nuclear de Cofrentes, que vence el próximo día 20 de marzo.



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