Ciclogénesis explosiva
Calma muy tensa en el sector eléctrico tras las Navidades, que ha originado un torrente importante de filtraciones y especulaciones respecto a la espiral en la que se ha metido Industria tras la decisión de anular la subasta e intervenir los precios de la electricidad. Coincidiendo con la ciclogénesis explosiva meteorológica, se adivinan nuevas actuaciones desde Industria, muy borrascosas. Las informaciones de los días previos a la Nochebuena eran muy inquietantes, pendientes del próximo Consejo de Ministros en el que se advierte de la presentación de un nuevo sistema de fijación de precios, así como de la primera fijación de precios de 2014, ahora interrumpida.
El hecho es que la reclamación efectuada al Gobierno relativa a la recaudación de los nuevos impuestos a la generación, la cual se estima en 1.700 millones de euros, pone de manifiesto un efecto de estrangulamiento financiero del sector en torno al problema del déficit. El retraso del libramiento de la recaudación de los nuevos impuestos de forma que mensualmente se pueda rebajar el déficit tarifario acumulado evitaría el efecto que tiene sobre la financiación de las empresas. Recordemos que la tensión por estos tributos entre Hacienda e Industria, incluso en las previsiones de recaudación del mismo, se han resuelto de una forma muy poco transparente hasta el momento. Además, las dudas generadas tras el acuerdo inicial para avalar el déficit tarifario de 2013 son elementos desencadenantes de fuerte inestabilidad.
Por otra parte, hoy el diario Expansión se hacía eco de la investigación, solicitada al parecer por Industria a la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (nuevamente), respecto a los grupos nucleares que han sufrido desconexiones por motivos técnicos en las pasadas fechas. Recordemos la situación de la Central de Santa María de Garoña, cuya vuelta a la operación sigue en suspenso, y la de Almaraz II, que se encuentra en recarga programada. Además, de las paradas y bajadas de potencia ocurridas en Vandellòs y Ascó. Además, dicha investigación tendrá como protagonista a un viejo conocido de la afición, Fernando Marti Scharfhausen al frente del Consejo de Seguridad Nuclear. Y, también, en dicha investigación se implicará presumiblemente a Red Eléctrica de España, en lo respecta a los procedimientos seguidos en la gestión, operación y autorización de las mismas. Los cuerpos técnicos de todas estas entidades y empresas ya están temblando.
Con mayor perspectiva, ya está acuñada la alineación tridentina Soria-Nadal-Seco, Industria-Energía-REE cuyos vasos comunicantes con procesos paralelos sobre operación y mercados han sido reeditados como en los mejores tiempos de Luis Atienza. La verdad es que, en un país sin instituciones y poco respeto por los procedimientos, se puede hacer un traje sectorial con todos esos agentes, si unimos al tridente al “eficaz” ciudadano Marti y la Comisión Nacional de Competencia y Mercados, con Marín Quemada al frente.
Y todo ello, en la medida en que en Industria se ha instalado la necesidad menesterosa de tratar de armar un modelo de conspiración organizada, por lo que hay un claro empeño en rebuscar argumentos que avalen la actuación del ministro a fin de salvarle la cara, dado lo arriesgado y temerario de su comportamiento, con sus acusaciones al viento, algo inédito en cualquier país de nuestro entorno. Por cierto, ¿en qué papel se queda el Operador de Mercado Eléctrico en todo este proceso?
Pero es más: empieza a cundir la idea de si todas estas actuaciones (coordinadas o no) dentro de la Administración y de sus distintos departamentos, más la atrabiliaria forma en que se está abordando el problema del déficit tarifario eléctrico, no son una estrategia casi de corte retroprogresivo, de “cuanto peor, mejor”, de esas que harían las delicias del mismísimo Jorge Fabra redivivo.
Incluso, para todos aquellos que entienden el funcionamiento de los mercados, todos comprenden que éstos anticipan actuaciones, medidas y decisiones. Todos asumen que inversores, operadores y especuladores tienen una misión determinada en los mercados: recogen expectativas y envían señales a través de los precios. Por tanto, la pregunta es si todas estas actuaciones desde el Gobierno no contribuyen a aumentar la prima de riesgo en este mercado, es decir, si su comportamiento incide en el propio alza de los precios que denuncia el ministro.
Es más, sería bueno saber si la propia ejecutoria del denominado equipo económico-energético, con la consiguiente inestabilidad regulatoria e inseguridad jurídica generada, no crea una situación proclive y justificativa de una escalada de decisiones que alejan cada vez más al país de una en pos de evitar los problemas con la opinión pública a toda costa. La profecía que se autocumple.
Una situación que, está claro, se anticipa desde los mercados al tener información perfecta. Una situación inquietante que en el excipiente de los comportamientos políticos (en ausencia de diálogo, con poca experiencia y oficio en situaciones tan complejas y que se pretenden resolver desde la política poltizada de una forma tan zafia) deviene en una ciclogénesis explosiva.
Por tanto, que la CNMC investigue al Ministerio de Industria.


Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir