China halla el primer yacimiento de gas en aguas profundas en el Mar de China Meridional, según CNOOC

El CNOOC 981, la primera plataforma petrolífera de aguas profundas, descubrió el yacimiento llamado Lingshui 17-2 150 kilómetros al sur de las islas chinas Hainan, a una profundidad de 1.500 metros.

La definición de aguas profundas varía según la tecnología va evolucionando, y ahora se refiere a toda distancia por encima de los 500 metros, mientras las superiores a 1.500 se definen como «ultraprofundas».

Xie Yuhong, ejecutivo de CNOOC, aseguró que el pozo petrolífero podrá producir hasta 56,6 millones de pies cúbicos de gas al día, lo que equivale a alrededor de 9.400 barriles de petróleo diarios, según publicó la agencia oficial Xinhua.

Aunque la dimensión del yacimiento está aún por determinar, Xi afirmó que «podría ser muy grande, de acuerdo a los exámenes realizados» hasta ahora, mientras Wang Yilin, presidente de CNOOC, consideró que el hallazgo «abre la puerta al gran potencial» de esas aguas.

El pozo petrolífero semi-sumergible CNOOC 981 opera en el Mar de la China Meridional desde mayo de 2012 y puede perforar hasta un límite de 12.000 metros de profundidad.

Las prospecciones de China en esas aguas suelen despertar las suspicacias de países vecinos como Vietnam, con quien la potencia asiática se disputa las islas Paracel (Xisha para China).

Se desconoce de momento si la CNOOC 981 es la misma plataforma que la que fue trasladada a un enclave cerca de las islas Hainan en julio después de fuertes tensiones con Vietnam por haberse ubicado previamente en un área próxima a esas islas disputadas.

Las prospecciones de esa plataforma, también propiedad de CNOOC, comenzaron el 2 de mayo pese a las protestas de Vietnam, que envió buques para intentar evitar su instalación, lo que tuvo como consecuencia varios encontronazos entre barcos chinos y vietnamitas.

El conflicto provocó el estallido de numerosas protestas antichinas en Vietnam, en las que se atacaron negocios chinos, taiwaneses y surcoreanos y hubo al menos cuatro fallecidos.

La potencia asiática es el mayor consumidor energético del mundo e intenta en los últimos años reducir su dependencia del carbón (su principal fuente de energía) y del petróleo y gas importados (58% y 31,6% del total en 2013), por lo que trata de forma ávida de aumentar su producción doméstica.

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