Chávez fortalece sus planes de integración con acuerdos y millonarias inversiones

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, concluyó en Bolivia una gira por cuatro países suramericanos en la que fortaleció la ayuda financiera y los acuerdos energéticos y de cooperación regional que promueve su gobierno.

En la gira, que incluyó Argentina, Uruguay, Ecuador y Bolivia, Chávez abrió el cofre para anunciar millonarias inversiones en la construcción de plantas de procesamiento de gas natural licuado (GNL), refinerías petroleras, termoeléctricas, centros de investigación científica, creación de compañías mixtas en diferentes áreas y compras de deuda.

Chávez, que llegó el lunes por la tarde a Buenos Aires, selló al día siguiente con su homólogo de Argentina, Néstor Kirchner, un acuerdo para la construcción de una planta de «regasificación» donde se volverá al estado gaseoso el GNL que Venezuela enviará por mar a ese país para ayudarle a enfrentar sus problemas energéticos.

La planta, que requerirá una inversión de 400 millones de dólares, estará terminada dentro de dos años y, según Chávez, será un ejemplo de la cooperación bilateral. «En dos años podremos enviar gas licuado desde las costas venezolanas, a la misma velocidad que Argentina le manda vacas a Venezuela. Gas licuado para seguir con la industrialización de este país», dijo.

Venezuela se ha convertido en los dos últimos años en el principal apoyo financiero de Argentina y muestra de ello fue la compra de un nuevo lote de bonos soberanos de ese país por 500 millones de dólares, y el compromiso de adquirir un valor similar «en los próximos meses».

Con la compra, anunciada, las inversiones venezolanas en títulos de la deuda argentina, dentro de las colocaciones de los llamados Bonos del Sur, ascienden a 5.000 millones de dólares.

La generosidad de Chávez alcanzó también para Uruguay, a cuyo presidente, Tabaré Vázquez, garantizó «todo el suministro de petróleo y gas que necesite para los próximos cien años y cueste lo que cueste».

En Montevideo, los dos presidentes apadrinaron la firma de un Tratado de Seguridad Energética entre las petroleras estatales PDVSA y Ancap para la explotación de hidrocarburos pesados.
El acuerdo incluye, además, la compra por parte de Venezuela del 15 por ciento de las acciones de la estatal Alcoholes del Uruguay, en la que ese país ya tiene una participación del 10 por ciento.

Tanto en Argentina como en Uruguay, Chávez abordó la incorporación plena de su país al Mercosur, que está pendiente del visto bueno de los congresos de Brasil y Paraguay, los otros dos socios fundadores del bloque.

«No hay razones que justifiquen el retraso en el proceso de ingreso», apuntó Chávez, quien consideró que la situación «se está volviendo incómoda» para su país.

De Montevideo, viajó a Quito, donde con su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa, fue testigo el jueves de la firma de un memorando de entendimiento entre Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) y Petroecuador para la construcción de una refinería en la provincia de Manabí.

Dicha planta, cuya construcción requerirá de unos 5.000 millones de dólares, procesará crudo procedente de Venezuela y Ecuador y, según sus promotores, será la mayor de la cuenca del Pacífico.

Durante la visita también se inauguró en Quito una sucursal del Banco Nacional de Desarrollo Económico Social (Bandes), con un capital inicial de 10 millones de dólares aportados por Venezuela para créditos a pequeños y medianos empresarios.

Jugosas fueron también las inversiones comprometidas con Bolivia, país que, según Chávez, «tiene todas las condiciones para ser una potencia petroquímica».

Chávez y su anfitrión, Evo Morales, firmaron el acuerdo de constitución de la empresa mixta Petroandina, participada por las compañías estatales PDVSA y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). El gobierno venezolano invertirá unos 600 millones de dólares en Petroandina, cuyo 60 por ciento estará controlado por YPFB y el restante 40 por ciento por PDVSA.

«Venezuela está dispuesta a dar cuanto pueda a la nueva Bolivia«, dijo Chávez antes de viajar de La Paz a Tarija para una reunión con Morales y el presidente argentino, Néstor Kirchner.

Morales y Chávez firmaron otros acuerdos para que Petroandina explore hidrocarburos en los departamentos bolivianos de La Paz, Santa Cruz, Tarija y Chuquisaca, e incluso en el Orinoco venezolano.

El cierre de la gira se dio en la localidad de Entre Ríos, en la región cocalera del Chapare, donde Chávez y Morales anunciaron la instalación de una termoeléctrica que será financiada parcialmente por Venezuela, con una inversión de 70 millones de dólares.

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