La producción mundial de biodiésel y bioetanol aumentó un 29,6% en 2007

Carlos Fernández, jefe del Departamento de Biocarburantes del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), aportó los datos durante su intervención en el III Encuentro europeo sobre biocombustibles sostenibles Biofuel Summit & Expo, que se celebró hasta el pasado 24 de abril en Palacio Municipal de Congresos de Madrid.

La ponencia de Carlos Fernández, Perspectivas de los mercados de biocarburantes, inauguró la segunda jornada del encuentro y en ella dio a conocer los últimos datos de la producción mundial de biocarburantes, que en el pasado 2007 aumentó un 29,6%.

Estados Unidos en bioetanol y Alemania en biodiésel

De la cantidad total producida (47,4 millones de toneladas), 39,5 corresponden a la producción de bioetanol, en la que Estados Unidos se encuentra a la cabeza con 19,5 millones de toneladas, seguido de Brasil con 14,9 millones, la Unión Europea con 1,8 millones y China con 1,27 millones.

La producción total de biodiésel registrada en 2007 fue de 7,9 millones de toneladas, situándose como principal productor Alemania con 2 millones de toneladas, seguido de Estados Unidos con 1,2 millones, Francia con 1,15 millones e Italia con 550.000 toneladas. España, según estos datos, ocupa el séptimo lugar entre los 10 principales productores mundiales de biodiésel, con 200.000 toneladas, un 60% más que en 2006, y está por delante de Reino Unido, Colombia e Indonesia.

Fernández señaló que el mercado de los biocarburantes se presenta «complicado debido a que los costes de producción se han disparado por el incremento del precio de las materias primas, y en el caso concreto del biodiésel, a las prácticas comerciales abusivas».

Como objetivos a corto plazo para el sector, Carlos Fernández ha apostado por crear y consolidar un mercado basado en productos de calidad reconocida y controlada y por facilitar el acceso a los canales de comercialización, en el caso del bioetanol.

Lula afirma que Brasil ganará la «guerra» de los biocombustibles

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó que su país ganará la «guerra» de los biocombustibles, en un discurso en el que volvió a hacer fuertes críticas a los países ricos.

Al participar en la inauguración de una planta petroquímica de la las brasileñas Braskem y Petrobras en la ciudad de Paulinia, estado de Sao Paulo, Lula dijo que la escasez de alimentos no tiene nada que ver con la producción de los biocombustibles.

«Es una falacia, es una tentativa de mantener a los ricos más ricos y a los pobres más pobres. No es una pelea pequeña y llamo de mediocre, pobre de espíritu y vergonzosa ese tipo de manifestación. Es un debate eminentemente comercial y Brasil no quiere participar de guerra, pero de esa guerra él no huirá y vencerá», apuntó. El jefe de Estado enfatizó: «Yo espero que esa guerra no suceda. Pero, si ellos (los países ricos) quieren hacer la guerra tecnológica, guerra ambiental, guerra comercial, que sepan que Brasil, por más que no le guste de entrar en guerra, no la va a perder».

Brasil lidera la producción mundial de etanol de caña de azúcar, considerado menos caro y más eficiente que el obtenido por Estados Unidos a partir del maíz, materia prima que se ha encarecido en el mercado de alimentos por su uso industrial.

«El mundo tarde o temprano no podrá despreciar el etanol. Alemania lo produce de remolacha, que es mucho más caro, o lo compra de nosotros. Es un debate comercial que no tiene nada de tecnológico», aseveró Lula.

Hace dos días el presidente dijo en Brasilia que hay una campaña internacional contra la agricultura brasileña, movida por países ricos. La intervención de Lula fue interrumpida por una fuga de gas en el recinto, que fue controlada por el personal de seguridad industrial y bomberos.

Lula se refirió también al «desfase» entre el alza del precio internacional del petróleo y el de la gasolina en el mercado brasileño, que no tiene un incremento «proporcional» desde 2005, aunque evitó comentar si habrá una elevación del valor del combustible en el país.
«Un alza en el precio de la gasolina pasa por el Gobierno y hasta ahora no tengo ninguna información al respecto», aseveró.

La defensa del etanol que hizo Lula fue secundada por su principal rival político, el gobernador de Sao Paulo, José Serra, para quien «es un absurdo decir que el etanol tiene culpa de la inflación de los alimentos». La unidad industrial de polipropileno inaugurada, que requirió una inversión de 700 millones de reales (unos 420 millones de dólares), tendrá una capacidad de producción de 350.000 toneladas de resinas «pet» por año.

British Petroleum entra en el millonario negocio brasileño del etanol

El gigante petrolero mundial British Petroleum (BP) se asoció con dos grandes empresas brasileñas para entrar en un negocio de etanol de caña de azúcar que requerirá inversiones por 1.000 millones de dólares, informaron los promotores del proyecto.

BP comprará por 100 millones de reales (unos 60 millones de dólares) el 50 por ciento de la empresa brasileña Tropical BioEnergía, una asociación que hasta hoy estaba compuesta por las brasileñas Santelisa Vale y el Grupo Maeda, según la información.
«Los contratos fueron firmados en un evento en Sao Paulo» entre las dos socias, explicó un representante brasileño del consorcio.

BP, Santelisa y Grupo Maeda invertirán 1.660 millones de reales (unos 1.000 millones de dólares) para terminar una refinería de producción de etanol que ya está en desarrollo y construir una nueva unidad, explicó el portavoz. La firma británica detentará el 50 por ciento de Tropical y sus socios brasileños el 25 por ciento cada uno, y cada socio aportará fondos al proyecto de acuerdo con sus participación accionarial.

La primera unidad de Tropical, empresa constituida en 2006, debe comenzar a moler caña para fabricar etanol en el segundo semestre de este año, mientras que la segunda unidad no tiene una fecha prevista, según la empresa. La nueva planta tendrá capacidad para producir 435 millones de litros de etanol por año en la localidad de Edeia, estado de Goiás (centro).

«Esta inversión es la más grande hecha por una empresa internacional de petróleo en la industria brasileña de etanol», dijo el presidente de la división BP Biofuels, Phil New, en un comunicado de BP divulgado simultáneamente en Londres y en Sao Paulo. «Representa un paso significativo en la estrategia de BP que cree en materias primas sustentables y que no impacten el suministro de alimentos», agregó New, quien estuvo presente en Sao Paulo.

El brasileño Grupo Maeda es uno de los mayores productores mundiales de algodón y Santelisa Vale es el segundo mayor procesador de caña de azúcar de Brasil. «Las refinerías estarán dirigidas a atender la demanda interna con potencial para exportar a mercados de Estados Unidos, Europa y Asia«, explicó Tropical en un comunicado.

Además de producir etanol, Tropical BioEnergía generará electricidad a partir de la quema de bagazo y otros residuos de caña.
La electricidad será usada para atender su propio consumo y cada una de las refinerías además venderá por lo menos 30 megavatios a la red de energía del estado de Goiás, de acuerdo con el proyecto.

La Confederación de Cooperativas Agrarias de España apuestan por el desarrollo planificado y sostenible de los biocarburantes

La Confederación de Cooperativas Agrarias de España (CCAE) ha apostado por el desarrollo planificado y sostenible de los biocarburantes y ha considerado necesario un marco estable para hacer viables los proyectos a medio plazo.

Así lo ha puesto de manifiesto en Madrid Juan Sagarna, del Departamento de Servicios, Calidad e Innovación de CCAE, durante su intervención sobre biocarburantes y producción agraria en el marco de la tercera Exposición y Encuentro Summit de Biocombustibles Sostenibles.

Sagarna ha explicado que para cumplir el escenario que la Unión Europea ha fijado para 2020 en el campo de los biocarburantes, los cultivos energéticos representarán el 15% del total de las tierras arables, del cual un 10% serán cereales con destino a bioetanol y un 3% serán oleaginosas para biodiesel.

Acerca de la situación actual de España, ha señalado que se cuenta con cuatro plantas de bioetanol y 22 plantas de biodiesel que importan el 50% de este tipo carburante.

Ha enumerado como debilidades que nuestro país es deficitario en producciones extensivas, que en el caso del girasol las producciones son bajas, y que no se ha encontrado un cultivo futuro a medio plazo, si bien ha mostrado como oportunidades la certificación de sostenibilidad en el aceite de girasol y los acuerdos contractuales entre las partes.
En este sentido, se ha referido al modelo de contrato tipo acordado el pasado año para la colza y el girasol con destino a la elaboración de biodiesel, contratos que, en su opinión, deben revisarse debido al incremento de los precios.

Asimismo, ha asegurado que la primera generación de biocarburantes es básica para llegar a la segunda generación en buenas condiciones y ha reclamado que se «revitalice» la Mesa de los Biocarburantes, «único foro» donde están representados la Administración y el resto de los agentes de la cadena.

Yvo de Boer cree que hay que cambiar al biocombustible de desechos

El secretario ejecutivo de la Convención de la ONU sobre Cambio Climático, Yvo de Boer, dijo que para superar el «dilema» al que se enfrentan actualmente los biocombustibles es necesario pasar «cuanto antes» a los de segunda generación, fabricados a partir de desechos.

«Estamos ante un dilema. Por una parte (los biocombustibles) son una buena oportunidad para salir de los fósiles y lograr menos emisiones, pero al mismo tiempo la producción de maíz, soja o caña de azúcar para producirlos está desplazando cosechas agrícolas y causando que suban los precios de los alimentos», señaló.

De Boer hizo estas declaraciones en una rueda de prensa durante un foro nacional sobre Cambio Climático e Innovación Científica y Tecnológica que se celebra en Pekín.

«La salida es movernos tan rápido como sea posible a la segunda generación de biocombustibles, descansar en los materiales de desecho y salir de este dilema», explicó. Añadió que aunque hay ya biocombustibles de segunda generación, «parte del problema es que son aún muy caros y hacen falta inversión y desarrollo para abaratarlos».

Nacidos como una de las alternativas «verdes» al petróleo, los biocombustibles han sido acusados este mes por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) de ser culpables de la crisis global desatada por el alza de los precios de los alimentos.

Sin embargo, algunos de los principales productores, como Brasil, han respondido que la responsabilidad de la actual crisis, lejos de ser la bioenergía, es el proteccionismo de los países desarrollados, que «distorsiona» los mercados e impide el desarrollo de las naciones más pobres.

A finales del año pasado, China anunció que fomentará el etanol para reducir su dependencia de los combustibles fósiles, aunque aseguró que dejaría de fabricarlo a partir de cultivos cerealistas, especialmente maíz, como había hecho hasta entonces.

Los expertos apuestan por la certificación de los biocarburantes para restaurar su imagen

Varios expertos han apostado por que la industria de biocarburantes utilice sistemas de certificación, produzcan y realicen balance de gases efecto invernadero de manera adecuada para restaurar su imagen ante la opinión púbica y las autoridades políticas.

Así lo han puesto de manifiesto durante un seminario práctico sobre certificación de biocarburantes, que se celebra en Madrid en el marco de la tercera Exposición y Encuentro Summit sobre Biocombustibles Sostenibles.

Han considerado necesaria esta certificación para garantizar una producción respetuosa con el medio ambiente con el fin de evitar la deforestación de los bosques y perjudicar la diversidad de los suelos y zonas naturales.

En su opinión, el principal problema de la producción de biocarburantes reside en el suministro sostenible de materias primas, por lo que han abogado por pasar a los biocarburantes de segunda generación, que serán los responsables de alcanzar el objetivo fijado por la Unión Europea para 2020. Concretamente, los países de la Unión Europea han aprobado elevar a un 10 por ciento para 2020 la cuota obligatoria de biocombustibles usados en el transporte.

Sin embargo, los sistemas de certificación «están condenados al fracaso», según un informe publicado por Amigos de la Tierra, que ha denunciado que el cultivo a gran escala de los biocombustibles incrementa la presión sobre el uso de la tierra y fomenta el monocultivo en países productores como Indonesia, Malasia o Brasil.

La organización ecologista ha destacado que la rápida expansión de las plantaciones de soja y caña de azúcar empuja al resto de tipos de agricultura hacia otros lugares y causa deforestación, pérdida de vida silvestre y problemas sociales. También ha señalado que los efectos secundarios como el aumento de los precios de los alimentos están fuera de todos los esquemas propuestos de certificación, cuya implementación es «altamente improbable» que se haga de manera completa y efectiva.

Amigos de la Tierra ha asegurado que muchos esquemas de certificación, además, «están fuertemente dominados por grandes corporaciones internacionales cuyos negocios se basan en vender cantidades crecientes de productos agrícolas como materia prima y tienen escaso interés en reducir su demanda».

El Presidente de la Comisión Europea pide estándares en la fabricación de biocombustibles

El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Barroso, dijo en Japón que es necesario establecer estándares comunes para que la producción de biocumbustibles de nueva generación no conlleve el aumento del precio de la comida.

«La Unión Europea (UE) está de acuerdo con el desarrollo de la nueva generación de biocombustibles, no con los del pasado», afirmó Barroso durante la rueda de prensa conjunta entre la UE y Japón tras la cumbre anual bilateral celebrada en Tokio.

Barroso apuntó que «el verdadero problema es la inexistencia de estándares comunes para la fabricación de biocombustibles más sostenibles» y reconoció que ha dado lugar en ocasiones a «malas consecuencias para el medio ambiente». «La UE se ha puesto unas metas muy concretas de fabricación de biocombustibles que sean sostenibles», señaló Barroso.

El presidente de la Comisión agregó que desde la UE están evaluando la fabricación de biocombustibles y sus consecuencias sobre el incremento del precio de los alimentos.

En el comunicado conjunto de Japón y la UE se expresan «profundamente preocupados» por la tendencia alcista de los precios de los alimentos y el combustible. El aumento de precios «podría ralentizar el crecimiento de la economía global y tener efectos negativos tanto en los países desarrollados como en los que están en vías de desarrollo», afirma el comunicado.

IDAE asegura que la Orden de obligatoriedad de mezcla de biocarburantes se está «recocinando»

El jefe del Departamento de Biocarburantes del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), Carlos Fernández, aseguró que el borrador de Orden elaborado por el Ministerio de Industria sobre los porcentajes de obligatoriedad de mezcla de biocarburantes hasta 2010 se está «recocinando».

En declaraciones en el marco de la tercera Exposición y Encuentro Summit sobre Biocombustibles Sostenibles, que se celebra en Madrid, Fernández prevé que dicha Orden Ministerial esté aprobada a finales de verano, ya que debe ser efectiva a partir del 1 de enero de 2009, si bien no ha especificado si los porcentajes inicialmente aprobados serán modificados.

Concretamente, el borrador de Orden elaborado por el Ministerio de Industria fija en el 1,9 por ciento el porcentaje mínimo de mezcla tanto de bioetanol como de biodiesel en 2008 (cifra indicativa), en el 3,4 por ciento en 2009 y en el 5,83 por ciento en 2010, ambos porcentajes obligatorios y sancionable su incumplimiento.

El director de Petróleo de la Comisión Nacional de Energía (CNE), Pedro Mirás, ha destacado que el objetivo de la normativa es ordenar cómo se tiene que organizar el mercado y fijar los porcentajes obligatorios de comercialización de biocarburantes.

Ha recordado que la CNE emitió su informe sobre la Orden en diciembre, en el que abogó por establecer una obligación mínima para cada categoría y permitir al operador que alcance el objetivo total con el biocarburante que elija.

En cuanto a los porcentajes, la CNE propuso para biodiesel un mínimo del 1,8% en 2008, del 2,7% en 2009 y del 3,5% para 2010, mientras que para bioetanol sugirió el 2% en 2008, un 2,2% para 2009 y un 2,5% en 2010.

Repsol proyecta instalar en Tarragona una planta de biodiesel en tres años

Repsol inaugurará en Tarragona, en un plazo de tres años, una planta de producción biodiésel, que se comenzará a construir una vez se tenga el proyecto definitivo y producirá unas 150.000 toneladas de este biocombustible sintético al año.

Este nuevo centro será un complemento de la refinería de La Pobla de Mafumet (Tarragona) y ayudará a incrementar la producción de combustibles, han explicado fuentes de Repsol, que han señalado que en estos momentos se tramitan las licencias, y, en junio, se dispondrá del proyecto definitivo.

El objetivo de la compañía es que esta nueva planta, que producirá unas 150.000 toneladas de biodiesel al año, esté en funcionamiento en 2011. El anuncio se ha efectuado durante la rueda de prensa de presentación del nuevo director del complejo petroquímico de Repsol en Tarragona, Joan Pedrerol, que en los últimos años ha sido directivo de Repsol Química en Madrid.

Pedrerol, que sustituye a Andreu Puñet en el cargo, ha explicado que de cara al futuro, más allá de 2012, se está estudiando una «profunda remodelación» de la refinería de Tarragona para mejorar su capacidad de producción.

Antes, durante el último trimestre de este año, la refinería hará una parada programada, que se aprovechará para hacer una ampliación del ‘cracker’, que conllevará una inversión de unos 130 millones de euros.

Arabia Saudí reconoce su preocupación por los combustibles alternativos

Arabia Saudí ha reconocido que los países productores de petróleo están preocupados por la competencia que suponen los combustibles alternativos, como los biocarburantes, y por la ambición de muchos países por alcanzar su «independencia energética».

Esa intranquilidad de las naciones productoras de petróleo frena sus inversiones en la industria del sector, explicó el ministro de Petróleo y Recursos Minerales, Ali Al-Naimi, en su intervención ante el Foro Internacional de la Energía (IEF, en sus siglas en inglés), en Roma. «He observado un nivel sin precedentes de incertidumbre, dudas e incluso miedo en las conversaciones sobre el futuro de la energía y su impacto en las perspectivas de la economía global», explicó.

Al-Naimi señaló que «los elevados precios del petróleo, las tensiones geopolíticas, el nuevo papel del crudo como instrumento financiero, las preocupaciones acerca del cambio climático y la creciente popularidad de la noción de independencia energética están elevando los niveles de ansiedad entre los productores y los consumidores».

El ministro saudí describió después los miedos de cada una de las partes. «Las noticias sobre el agotamiento del petróleo eleva el temor entre los consumidores sobre los cortes e insuficiencias de los suministros para mantener el crecimiento económico», dijo. Pero, «al mismo tiempo, los llamamientos para reemplazar el petróleo con combustibles alternativos en nombre de la seguridad energética eleva entre los productores la angustia de afrontar un futuro con una demanda en disminución del producto que es su principal fuente de ingresos».

Ese panorama frena las inversiones, según Al-Naimi, pues los productores no se atreven a destinar más recursos a una industria que podría apagarse paulatinamente. Y, sin embargo, el enviado de Riad estimó que todos esos miedos son «injustificados» y apostó por el «diálogo» para superarlos.

Defendiendo la posición de los productores, Al-Naimi destacó que «no es el momento de entrar en pánico y cogerse a soluciones exóticas o soluciones no probadas». Aseguró que «inequívocamente, el mundo no se está quedando sin crudo, pues existen reservas de petróleo para los próximos «cincuenta años» y señaló como el verdadero reto el lograr que los combustibles fósiles «sean más limpios» para hacer frente al cambio climático.

Prueba de los temores expresados por Al-Naimi y del freno que supone a las inversiones en el sector, fue su exigencia, en dos ocasiones de su intervención, para que se reconozca que «los hidrocarburos continuarán siendo la principal fuente de energía en un futuro próximo».