Alstom construirá la central eléctrica más grande del Reino Unido

El fabricante indicó en un comunicado que la planta, situada en una antigua central tradicional, producirá unos 2.000 megavatios y podrá alimentar a casi tres millones de hogares.

Alstom señaló que la mayor parte del parque energético del Reino Unido fue construido antes de 1975, por lo que deberá ser renovado a corto o medio plazo y que la central de Pembroke «se inscribe en el proyecto de RWE npower de renovación de su infraestructura de producción eléctrica con nuevas centrales más eficaces y respetuosas con el medio ambiente».

Es el segundo contrato que el energético británico firma con Alstom, que en la actualidad construye una central de gas en Staythorpe, de unos 1.650 megavatios.

Además, el grupo francés está construyendo en el Reino Unido las centrales de Langage, de Centrica, y de Grain, para E.On.

Cuando todas ellas entren en funcionamiento estarán en disposición de generar casi seis gigavatios de potencia eléctrica.

Alstom construirá la central eléctrica más grande del Reino Unido

El fabricante indicó en un comunicado que la planta, situada en una antigua central tradicional, producirá unos 2.000 megavatios y podrá alimentar a casi tres millones de hogares.

Alstom señaló que la mayor parte del parque energético del Reino Unido fue construido antes de 1975, por lo que deberá ser renovado a corto o medio plazo y que la central de Pembroke «se inscribe en el proyecto de RWE npower de renovación de su infraestructura de producción eléctrica con nuevas centrales más eficaces y respetuosas con el medio ambiente».

Es el segundo contrato que el energético británico firma con Alstom, que en la actualidad construye una central de gas en Staythorpe, de unos 1.650 megavatios.

Además, el grupo francés está construyendo en el Reino Unido las centrales de Langage, de Centrica, y de Grain, para E.On.

Cuando todas ellas entren en funcionamiento estarán en disposición de generar casi seis gigavatios de potencia eléctrica.

Los expertos sugieren una política internacional de control de los vertidos de crudo

Expertos de varios países americanos y de Europa, que participan en el «II Seminario sobre derrames reales de hidrocarburos«, sugirieron en Ecuador adoptar una política regional e internacional para controlar eventuales vertidos de crudo.

«La idea es evitar y prevenir grandes desastres ecológicos, poniendo a disposición de todos los países involucrados, no solo el personal especializado sino también la maquinaria y la tecnología» para atender este tipo de incidentes, informó la empresa estatal ecuatoriana Petroecuador, que organiza el encuentro. Una fuente de la petrolera, señaló que esa es una de las conclusiones que surgió en el encuentro, que se extenderá hasta el próximo viernes.

El Seminario, explicó, está dividido en dos segmentos, uno teórico, en el que se presentan ponencias de expertos de cada uno de los países participantes, y cuyo debate se desarrolla en la ciudad portuaria de Guayaquil.

El segundo capítulo se desarrollará entre miércoles y viernes en la ciudad de Salinas, en la costa del suroeste de Ecuador, donde se tiene previsto hacer demostraciones de las técnicas y políticas que cada país adopta para controlar los vertidos petroleros.

La fuente explicó que en las ponencias pronunciadas por varios expertos advirtieron de la necesidad de «unificar en una sola política regional e intercontinental, las políticas ya existentes en cada país para enfrentar y controlar los derrames de hidrocarburos«.

Añadió que, según los expositores, el alto costo que supone una reparación ambiental causada por derrames de hidrocarburos, impide a varios países adquirir los equipos y herramientas para mejorar el trabajo de saneamiento. Sin embargo, todos los expertos coincidieron en que se requiere de una política continental e internacional para afrontar este tipo de situaciones.

Los delegados solicitaron a las autoridades petroleras de los países americanos que promuevan un encuentro multilateral de alto nivel, para que se discutan estas propuestas y se adopte una política regional e intercontinental sobre vertidos de hidrocarburos.

Los expertos sugieren una política internacional de control de los vertidos de crudo

Expertos de varios países americanos y de Europa, que participan en el «II Seminario sobre derrames reales de hidrocarburos«, sugirieron en Ecuador adoptar una política regional e internacional para controlar eventuales vertidos de crudo.

«La idea es evitar y prevenir grandes desastres ecológicos, poniendo a disposición de todos los países involucrados, no solo el personal especializado sino también la maquinaria y la tecnología» para atender este tipo de incidentes, informó la empresa estatal ecuatoriana Petroecuador, que organiza el encuentro. Una fuente de la petrolera, señaló que esa es una de las conclusiones que surgió en el encuentro, que se extenderá hasta el próximo viernes.

El Seminario, explicó, está dividido en dos segmentos, uno teórico, en el que se presentan ponencias de expertos de cada uno de los países participantes, y cuyo debate se desarrolla en la ciudad portuaria de Guayaquil.

El segundo capítulo se desarrollará entre miércoles y viernes en la ciudad de Salinas, en la costa del suroeste de Ecuador, donde se tiene previsto hacer demostraciones de las técnicas y políticas que cada país adopta para controlar los vertidos petroleros.

La fuente explicó que en las ponencias pronunciadas por varios expertos advirtieron de la necesidad de «unificar en una sola política regional e intercontinental, las políticas ya existentes en cada país para enfrentar y controlar los derrames de hidrocarburos«.

Añadió que, según los expositores, el alto costo que supone una reparación ambiental causada por derrames de hidrocarburos, impide a varios países adquirir los equipos y herramientas para mejorar el trabajo de saneamiento. Sin embargo, todos los expertos coincidieron en que se requiere de una política continental e internacional para afrontar este tipo de situaciones.

Los delegados solicitaron a las autoridades petroleras de los países americanos que promuevan un encuentro multilateral de alto nivel, para que se discutan estas propuestas y se adopte una política regional e intercontinental sobre vertidos de hidrocarburos.

El Kremlin expone un nuevo pacto energético que garantice la seguridad de suministros

El documento propone que los proveedores y consumidores compartan la responsabilidad por el tránsito de los recursos energéticos por territorio de terceros países y acuerden inversiones conjuntas en las redes de gasoductos y oleoductos.

El proyecto fue interpretado por la prensa como un intento de frenar la liberalización del mercado energético europeo, que priva de las actuales preferencia al gigante gasístico ruso Gazprom, y una respuesta al acuerdo entre Ucrania y la UE para modernizar la red de gasoductos ucranianos sin la participación explícita de Rusia.

La difusión del documento fue adelantada el lunes en Finlandia por el presidente ruso, Dmitri Medvédev, quien argumento que la Carta Energética ha sido incapaz de evitar y resolver conflictos como la última guerra del gas entre Rusia y Ucrania, que afectó a Europa.

La Carta de la Energía fue firmada por medio centenar de países, entre ellos Rusia, con el fin de establecer el marco jurídico y las obligaciones para el comercio energético entre el oeste y el este de Europa. Sin embargo, Rusia se niega a ratificar el documento porque lo considera desequilibrado y perjudicial para los intereses de los países productores.

El nuevo pacto propuesto por Moscú contiene tres apartados, el primero de los cuales establece los principios básicos de la cooperación energética internacional y reglamenta las relaciones entre proveedores, consumidores y países de tránsito.

El segundo apartado expone el acuerdo de tránsito, que incluirá un convenio especial para la solución de posibles conflictos, y el tercero extiende el pacto no sólo al petróleo y el gas natural, sino también a la electricidad, el carbón y los combustibles nucleares.

El proyecto propone diseñar unas «balanzas internacionales de combustibles» para concordar a largo plazo la demanda y oferta, lo que permitirá a Rusia conservar los actuales contratos de suministro y planear «inversiones largas» en el desarrollo del sector.

Rusia denuncia que la Carta Energética busca asegurar a la UE el libre acceso a las reservas rusas y sus redes monopolizadas de gasoductos y oleoductos, mientras Europa bloquea las inversiones rusas y las compras de activos en territorio de los Veintisiete.

Medvédev dijo que Rusia entregará su proyecto a la UE, el G-20, a los países de la comunidad pos-soviética y a sus vecinos inmediatos, y un representante de la UE, Fabio Pirotta, aseguró en Bruselas a la agencia rusa RIA-Nóvosti que la Comisión Europea estudiará atentamente las propuestas de Rusia.

Al defender su proyecto, Rusia argumenta en particular que la Carta Energética no incluye a actores como EEUU, Canadá, China, la India o Noruega, y afirma que no exige el rechazo formal de ese documento.

Mientras, el diario de negocios ruso «Kommersant«, opinó que la crisis actual juega a favor de Moscú pues refuerza la postura de algunos oponentes a la reforma energética en la UE, ante todo las grandes compañías energéticas de Francia y Alemania, algunas de ellas socios de Gazprom en proyectos en Rusia.

El asesor presidencial, Arkadi Dvorkóvich, aseguró que Rusia iniciará consultas con sus socios esta misma semana, previsiblemente en el foro gasístico de Sofía, al que viajará el primer ministro ruso, Vladímir Putin.

En Sofía, Moscú defenderá sus proyectos de gasoductos frente a los que impulsa la UE, como Nabucco, ideado por Europa para reducir su dependencia de Rusia y diversificar sus fuentes de suministro bombeando gas de Asia Central y el Caspio sin pasar por territorio ruso.

El Kremlin expone un nuevo pacto energético que garantice la seguridad de suministros

El documento propone que los proveedores y consumidores compartan la responsabilidad por el tránsito de los recursos energéticos por territorio de terceros países y acuerden inversiones conjuntas en las redes de gasoductos y oleoductos.

El proyecto fue interpretado por la prensa como un intento de frenar la liberalización del mercado energético europeo, que priva de las actuales preferencia al gigante gasístico ruso Gazprom, y una respuesta al acuerdo entre Ucrania y la UE para modernizar la red de gasoductos ucranianos sin la participación explícita de Rusia.

La difusión del documento fue adelantada el lunes en Finlandia por el presidente ruso, Dmitri Medvédev, quien argumento que la Carta Energética ha sido incapaz de evitar y resolver conflictos como la última guerra del gas entre Rusia y Ucrania, que afectó a Europa.

La Carta de la Energía fue firmada por medio centenar de países, entre ellos Rusia, con el fin de establecer el marco jurídico y las obligaciones para el comercio energético entre el oeste y el este de Europa. Sin embargo, Rusia se niega a ratificar el documento porque lo considera desequilibrado y perjudicial para los intereses de los países productores.

El nuevo pacto propuesto por Moscú contiene tres apartados, el primero de los cuales establece los principios básicos de la cooperación energética internacional y reglamenta las relaciones entre proveedores, consumidores y países de tránsito.

El segundo apartado expone el acuerdo de tránsito, que incluirá un convenio especial para la solución de posibles conflictos, y el tercero extiende el pacto no sólo al petróleo y el gas natural, sino también a la electricidad, el carbón y los combustibles nucleares.

El proyecto propone diseñar unas «balanzas internacionales de combustibles» para concordar a largo plazo la demanda y oferta, lo que permitirá a Rusia conservar los actuales contratos de suministro y planear «inversiones largas» en el desarrollo del sector.

Rusia denuncia que la Carta Energética busca asegurar a la UE el libre acceso a las reservas rusas y sus redes monopolizadas de gasoductos y oleoductos, mientras Europa bloquea las inversiones rusas y las compras de activos en territorio de los Veintisiete.

Medvédev dijo que Rusia entregará su proyecto a la UE, el G-20, a los países de la comunidad pos-soviética y a sus vecinos inmediatos, y un representante de la UE, Fabio Pirotta, aseguró en Bruselas a la agencia rusa RIA-Nóvosti que la Comisión Europea estudiará atentamente las propuestas de Rusia.

Al defender su proyecto, Rusia argumenta en particular que la Carta Energética no incluye a actores como EEUU, Canadá, China, la India o Noruega, y afirma que no exige el rechazo formal de ese documento.

Mientras, el diario de negocios ruso «Kommersant«, opinó que la crisis actual juega a favor de Moscú pues refuerza la postura de algunos oponentes a la reforma energética en la UE, ante todo las grandes compañías energéticas de Francia y Alemania, algunas de ellas socios de Gazprom en proyectos en Rusia.

El asesor presidencial, Arkadi Dvorkóvich, aseguró que Rusia iniciará consultas con sus socios esta misma semana, previsiblemente en el foro gasístico de Sofía, al que viajará el primer ministro ruso, Vladímir Putin.

En Sofía, Moscú defenderá sus proyectos de gasoductos frente a los que impulsa la UE, como Nabucco, ideado por Europa para reducir su dependencia de Rusia y diversificar sus fuentes de suministro bombeando gas de Asia Central y el Caspio sin pasar por territorio ruso.

Enel prevee lanzar en junio una ampliación de capital por 8.000 millones euros

Enel lanzará en junio su ampliación de capital por 8.000 millones de euros para reducir su fuerte deuda tras la adquisición de Endesa siempre y cuando las condiciones del mercado lo permitan, según la información ofrecida por la eléctrica a sus accionistas con motivo de la junta extraordinaria de accionistas prevista para finales de este mes.

«Si las condiciones del mercado lo permiten, y de forma condicionada a la obtención de las autorizaciones necesarias, el inicio de la oferta de nuevos títulos está previsto para junio de este año», asegura la compañía.

Los accionistas deberán aprobar en la Junta que entre el 27 y 29 de abril se celebrará en Roma si autorizan al consejo de administración a realizar esta operación antes del 31 de diciembre de este año.

Como principal motivo para la ampliación, la eléctrica esgrime su «crecimiento internacional, culminado recientemente con el acuerdo para la adquisición por parte de Acciona de una participación adicional en Endesa que permitirá a Enel asumir el control absoluto» de la compañía española.

El grupo presidido por Piero Gnudi asegura además que «existen las condiciones para la completa suscripción de la ampliación de capital», ya que el Ministerio italiano de Economía se ha mostrado dispuesto a participar en la operación. El Estado italiano cuenta con un 30% de Enel y debería invertir 2.400 millones de euros para mantener la participación actual.

La eléctrica cuenta con el compromiso de Mediobanca, JP Morgan y Banca IMI para ejercer de coordinadores globales de la ampliación y para participar en la operación con un máximo de 5.500 millones.

Para realizar esta operación, Enel deberá además modificar el artículo 5 de sus estatutos, en el que se recogen aspectos sobre su capital. Desde 2004, Enel ha venido realizando anualmente algún tipo de ampliación, pero todas de menor envergadura y para responder a necesidades concretas.

La deuda del grupo italiano se situó en 49.967 millones a final del pasado ejercicio y se ha convertido en la principal preocupación de los directivos de la compañía, que pondrá además en marcha un plan de desinversión por 10.000 millones de euros.

«La operación permitirá a Enel reducir su nivel de endeudamiento y mejorar el ratio entre deuda financiera y márgenes brutos, lo que a su vez hará que la matriz mantenga sus actuales ‘rating’ y consolide su posición estratégica», añade la eléctrica.

Enel prevee lanzar en junio una ampliación de capital por 8.000 millones euros

Enel lanzará en junio su ampliación de capital por 8.000 millones de euros para reducir su fuerte deuda tras la adquisición de Endesa siempre y cuando las condiciones del mercado lo permitan, según la información ofrecida por la eléctrica a sus accionistas con motivo de la junta extraordinaria de accionistas prevista para finales de este mes.

«Si las condiciones del mercado lo permiten, y de forma condicionada a la obtención de las autorizaciones necesarias, el inicio de la oferta de nuevos títulos está previsto para junio de este año», asegura la compañía.

Los accionistas deberán aprobar en la Junta que entre el 27 y 29 de abril se celebrará en Roma si autorizan al consejo de administración a realizar esta operación antes del 31 de diciembre de este año.

Como principal motivo para la ampliación, la eléctrica esgrime su «crecimiento internacional, culminado recientemente con el acuerdo para la adquisición por parte de Acciona de una participación adicional en Endesa que permitirá a Enel asumir el control absoluto» de la compañía española.

El grupo presidido por Piero Gnudi asegura además que «existen las condiciones para la completa suscripción de la ampliación de capital», ya que el Ministerio italiano de Economía se ha mostrado dispuesto a participar en la operación. El Estado italiano cuenta con un 30% de Enel y debería invertir 2.400 millones de euros para mantener la participación actual.

La eléctrica cuenta con el compromiso de Mediobanca, JP Morgan y Banca IMI para ejercer de coordinadores globales de la ampliación y para participar en la operación con un máximo de 5.500 millones.

Para realizar esta operación, Enel deberá además modificar el artículo 5 de sus estatutos, en el que se recogen aspectos sobre su capital. Desde 2004, Enel ha venido realizando anualmente algún tipo de ampliación, pero todas de menor envergadura y para responder a necesidades concretas.

La deuda del grupo italiano se situó en 49.967 millones a final del pasado ejercicio y se ha convertido en la principal preocupación de los directivos de la compañía, que pondrá además en marcha un plan de desinversión por 10.000 millones de euros.

«La operación permitirá a Enel reducir su nivel de endeudamiento y mejorar el ratio entre deuda financiera y márgenes brutos, lo que a su vez hará que la matriz mantenga sus actuales ‘rating’ y consolide su posición estratégica», añade la eléctrica.

Energías renovables en el hogar

Las energías renovables aplicables a las viviendas pueden aportar numerosas ventajas de ahorro a medio plazo y también pueden contribuir a frenar el avance del cambio climático al evitar emisiones de CO2 a la atmósfera. Entre estas energías, encontramos las siguientes:

Energía solar fotovoltaica: La utilización de placas con células fotovoltaicas de silicio convierten la luz en electricidad. Es una opción muy interesante para viviendas aisladas y proporciona suficiente energía para alimentar la iluminación y los electrodomésticos.

La instalación es cara, pero se puede compensar vendiendo energía a la red eléctrica.

Energía solar térmica: Este tipo de energía aprovecha la energía del sol para producir calor. Dos metros cuadrados de placas solares y un depósito de 200 litros pueden cubrir hasta el 90% de las necesidades anuales de agua caliente para una vivienda unifamiliar formada por entre 3 y 4 personas.

Lo más rentable es instalarlas durante la edificación y su duración puede prolongarse durante más de 20 años con un mantenimiento mínimo

La solar térmica también es un complemento para la calefacción en sistemas que utilicen agua a menos de 60º C, como es el caso de la calefacción por suelo radiante.

Calderas de biomasa: Estas calderas utilizan como combustible cilindros de madera, astillas, cáscara de almendra, huesos de aceituna, pepitas de uva, entre otras cosas. Funcionan como las estufas, por lo que es necesario abrir una salida de humos, y permiten calentar agua y acoplar radiadores.

Molinos eólicos: Se trata de aerogeneradores de muy baja potencia que permiten bombear agua para el riego o producir electricidad aprovechando la fuerza del viento.

Energías renovables en el hogar

Las energías renovables aplicables a las viviendas pueden aportar numerosas ventajas de ahorro a medio plazo y también pueden contribuir a frenar el avance del cambio climático al evitar emisiones de CO2 a la atmósfera. Entre estas energías, encontramos las siguientes:

Energía solar fotovoltaica: La utilización de placas con células fotovoltaicas de silicio convierten la luz en electricidad. Es una opción muy interesante para viviendas aisladas y proporciona suficiente energía para alimentar la iluminación y los electrodomésticos.

La instalación es cara, pero se puede compensar vendiendo energía a la red eléctrica.

Energía solar térmica: Este tipo de energía aprovecha la energía del sol para producir calor. Dos metros cuadrados de placas solares y un depósito de 200 litros pueden cubrir hasta el 90% de las necesidades anuales de agua caliente para una vivienda unifamiliar formada por entre 3 y 4 personas.

Lo más rentable es instalarlas durante la edificación y su duración puede prolongarse durante más de 20 años con un mantenimiento mínimo

La solar térmica también es un complemento para la calefacción en sistemas que utilicen agua a menos de 60º C, como es el caso de la calefacción por suelo radiante.

Calderas de biomasa: Estas calderas utilizan como combustible cilindros de madera, astillas, cáscara de almendra, huesos de aceituna, pepitas de uva, entre otras cosas. Funcionan como las estufas, por lo que es necesario abrir una salida de humos, y permiten calentar agua y acoplar radiadores.

Molinos eólicos: Se trata de aerogeneradores de muy baja potencia que permiten bombear agua para el riego o producir electricidad aprovechando la fuerza del viento.