Brentan se reunió con el presidente del Perú, Alan García, junto con el director general para Latinoamérica de Endesa, Ignacio Antoñanzas; el presidente de Edelnor, Reynaldo Llosa; y el director general de Endesa Perú y gerente general de Edelnor, Ignacio Blanco.

Al término de la cita, el consejero delegado dijo a los periodistas que «se han revisado proyectos futuros sobre hidroeléctricas», ya que la empresa intenta «desarrollar una cartera de proyectos» en este sector.

Añadió que Endesa ha confirmado su compromiso de seguir operando e invirtiendo en el Perú y que su decisión está basada «en la forma muy positiva «en la que el país se está desarrollando».

Brentan señaló que el sector eléctrico se mantiene muy estable y que Endesa tiene «relaciones positivas» con las empresas en el país.

En la reunión con García también se revisaron las principales inversiones de la compañía y se destacaron las nuevas conexiones eléctricas que en los últimos años han permitido conectado a miles de personas a la red eléctrica.

Endesa posee en el Perú la empresa de distribución eléctrica Edelnor, que tiene la concesión en la zona norte de Lima, y las empresas de generación Edegel y EEPSA.

«El mundo desarrollado va a tener que ver con otros ojos al etanol. Pienso que a la hora de asumir el compromiso y cumplir el Protocolo de Kioto, de disminuir las emisiones de gases del efecto invernadero, va a tener que entrar en la cuestión del etanol», manifestó Lula al inaugurar la planta eléctrica.

La planta cuenta con una turbina bicombustible, movida por gas o etanol, que fue desarrollada por la multinacional estadounidense General Electric y la petrolera estatal brasileña Petrobras, con capacidad para generar 43,5 megavatios que atienden a 150.000 personas, un tercio de la población de Juiz de Fora.

La turbina, la primera del tipo «flex fuel» (gas y etanol), fue desarrollada en un proyecto conjunto de las dos compañías durante tres años y la tecnología pretende ser aplicada a otras que en la actualidad son movidas por diesel y generan entre 3% y 6% más gases carbónicos, además de gastar más litros de agua.

«Por ahora, tratan esto como si fuera una cosa de país de tercer mundo, una cosa sólo de Brasil. Pero ahora van a tener que tratar esto con mucho más respeto», señaló Lula.

La conversión de la turbina, que era originalmente movida sólo por gas, fue realizada en la fábrica de la GE en Houston, Texas, pero la compañía pretende que, en caso de existir demanda para este tipo de conversión, la implementación podrá realizarse en la sede brasileña de Petrópolis, Río de Janeiro.

En el proyecto para el desarrollo de la turbina bicombustible, Petrobras invirtió 45 millones de reales (unos 25,3 millones de dólares).

De otro lado, Petrobras y la Marina brasileña firmaron un acuerdo para un proyecto en la Antártica que pretende establecer la reacción de los biocombustibles brasileños en temperaturas frías. En la investigación, científicos brasileños estudiarán el comportamiento del etanol, alcohol carburante producido en Brasil de caña de azúcar, y del biodiesel, fabricado a partir de mamona, soja, girasol y otras oleaginosas, en temperaturas bajas.

Con los resultados, Brasil pretende producir una línea especial de biocombustibles para comercializar en el mercado europeo y enfrentar el fuerte invierno en esa parte del mundo.

El proyecto, con una previsión de duración de cuatro años, tendrá una financiación de tres millones de reales (unos 1,69 millones de dólares) por parte de Petrobras e incluye una modificación en el sistema de transporte de combustibles en la Antártica, que era realizado por balsas.

En respuesta a la solicitud de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Repsol manifestó que «los flujos futuros de caja y, en consecuencia, el valor de los activos y los resultados de las operaciones de la compañía en dicho país no se ven afectados en manera alguna».

En cualquier caso, «el único efecto a determinar es la forma de presentar la información sobre las reservas de hidrocarburos, sin que ello tenga incidencia alguna en la valoración de los intereses económicos de Repsol en Bolivia», añadió.

Repsol YPF lamentó, finalmente, que se haya difundido a través de algún medio una información «inexacta» y que, en su opinión, «puede inducir a error a los inversores».