Esta proyección de crecimiento se debe a «sus múltiples ventajas» frente a las fuentes de luz tradicionales, en cuanto a su calidad, criterios técnicos y garantía del fabricante.
Su nombre, LED, significa «diodo de emisor de luz» por sus siglas en inglés y se trata de una tecnología de iluminación que es al menos 10 veces más duradera y resistente que los focos tradicionales y que obtiene un ahorro energético de entre un 33 y un 85% ya que tiene un bajo consumo. Al mismo tiempo es un producto ecológico y cien por cien reciclable, de baja temperatura, que emite una amplia banda espectral, que ofrece una mayor rapidez de respuesta que un halógeno o un fluorescente, dando una luz más brillante y sin fallos de iluminación.
El estudio, «LED’s y su influencia en la eficiencia energética en España«, está basado en encuestas a empresas que representan el 70% de la fabricación de LED en España. La organización destacó que las ventajas del consumo energético de la tecnología LED vienen determinadas por un adecuado diseño previo de las instalaciones con el que se puede llegar a una durabilidad mayor de 50.000 horas.
Según el estudio, la vida útil de una luminaria LED es entre tres y cuatro veces mayor que las de las fuentes de luz tradicionales y que su eficacia luminosa oscila entre 80 y 140 lumens por vatio, contando con un encendido instantáneo y con la posibilidad de dirigir la dirección de la luz y elegir su color, mientras que el coste de instalación es similar al de la iluminación tradicional.
Aunque el coste de instalación es similar a la tecnología actual y el precio de una luminaria LED es aproximadamente, entre tres y cuatro veces mayor que las tradicionales, se tiende a la baja.
Esta tecnología es común en instalaciones interiores y exteriores, especialmente en hoteles, restaurantes y cafeterías. No obstante, su uso está aumentando en el resto de establecimientos con gran tránsito de personas como hospitales, colegios y centros comerciales.
Con estos datos, ANFALUM instó a una revolución del LED que llegue de la mano de profesionales cualificados, evitando el intrusismo profesional, la actividad pirata y el oportunismo.
Además, el presidente de la asociación, Rafael Barón, insistióm en que «si el mercado sigue su curso», en 2020 el 60 por ciento de las luminarias del mercado podrían ser LEDS.
En ese sentido, el director general de ANFALUM, Alfredo Berges, señaló que «la eficacia de la implantación de la tecnología LED tiene que ir de la mano de fabricantes de prestigio, que son los que pueden ofrecer las garantías necesarias para realizar el cambio propuesto sin olvidar aspectos como la economía, la racionalidad y el bien hacer.
A su juicio, no se pueden sustituir las lámparas tradicionales por LED sin una planificación previa que incluya los procesos de validación técnica realizados por firmas con profesionales cualificados, por lo que invitó a la utilización de productos que procedan de empresas «de calidad contrastada y con vocación de permanencia en el mercado».
A este respecto, denunció que han proliferado sobremanera en los últimos tiempos empresas «piratas y oportunistas», al tiempo que el vicepresidente de ANFALUM, Benito Rodríguez destacó que el papel de la administración pública tiene que ser «ejemplarizante y no buscar oportunidad de negocio sino una correcta gestión de la eficiencia energética».
El IDAE discrepa sobre el uso de bombillas de bajo consumo
Ante las cifras de ANFALUM que afirmó que entre un 60 y un 70% de los hogares no tienen ninguna bombilla de bajo consumo, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) manifestó su desacuerdo y afirmó que el estudio de consumo energético en el sector residencial que ultima en colaboración con Euroestat, recoge que los hogares españoles tienen de media siete bombillas de bajo consumo, la misma cifra que de lámparas incandescentes.
El informe, que se elaboró con los datos obtenidos de 9.400 encuestas, difiere de los datos presentados por ANFALUM , que aseguró que sólo el 30% de los hogares tenía en 2010 alguna lámpara de ahorro energético, un porcentaje que podrían haber aumentado hasta cerca de un 40% este año.
