Los ecologistas insisten en que el Gobierno no lo hace bien en la lucha contra el cambio climático

Durante una comparecencia en la Comisión para el Estudio del Cambio Climático del Congreso, Tom Kucharz, responsable de Cambio Climático de Ecologistas en Acción, puso de relieve la «emergencia planetaria» que supone este fenómeno, que ya contribuye a la muerte de 400.000 personas al año, así como a pobreza y malnutrición infantil, según constataron varios informes recientemente publicados.

Según enfatizó Kucharz, esos estudios vaticinan «consecuencias devastadoras», y en concreto citó uno del Banco Mundial que, según dijo, auguró un aumento de cuatro grados centígrados en la temperatura media del planeta para finales de este siglo si la comunidad mundial no adopta medidas urgentes y radicales para frenar el cambio climático.

Otras consecuencias que apuntó el Banco Mundial, tal y como recordó el responsable de Ecologistas en Acción, son olas de calor extremo, disminución de las existencias de alimentos o elevación del nivel de los océanos, que afectaría a millones de personas, perjudicando especialmente a las personas con menos recursos.

Kucharz indicó que las promesas actuales de reducción de gases de efecto invernadero no van a contribuir a impedir el mencionado aumento de la temperatura, resultando a todas luces insuficiente. Añadió que España está entre los países con mayor uso de agrocombustibles, lo que desde luego no ayuda a resolver el problema, y aseguró que el mercado de carbono es una «falsa solución».

En ese sentido, este ecologista subrayó que la única solución que ofrece el Ejecutivo español es tratar de tranquilizar a la ciudadanía asegurando que va a cumplir con el Protocolo de Kioto, y se preguntó si la compra de créditos de carbono ha reducido las emisiones a nivel mundial porque no conoce ningún estudio que así lo constate.

Por el contrario, insistió Kucharz, lo quue ha hecho el Gobierno del PP es subvencionar beneficios a las empresas más contaminantes en lugar de obligar a los sectores más conaminantes a reducir sus emisiones a nivel doméstico. «Se alimenta un mercado especulativo que sólo genera combustibles fósiles. Las empresas siguen contaminando y generando muertes por el cambio climático a nivel mundial», apostilló.

El responsable de Ecologistas en Acción reclamó una modificación en la compra de créditos de carbono realizando una transición ecológica real. «El FBI y la Europol están investigando el mercado del carbono porque sencillamente es un fraude», señaló Kucharz, quien consideró «preocupante» que sea esta la solución ofrecida por el Gobierno español.

Finalmente, señaló que las políticas de la Unión Europea sobre cambio climático fracasaron porque no van acordes con las recomendaciones de los científicos.

Por su parte, Aida Vila, responsable de Cambio Climático de Greenpeace, suscribió las palabras de su homólogo de Ecologistas en Acción y destacó la necesidad de «cerrar la brecha entre los compromisos alcanzados de reducción de emisiones y lo que recomiendan los científicos».

Vila aseguró que el pico de las emisiones globales de CO2 debe alcanzarse en 2015, y deberían estar cercanas a cero en 2050. «Hay que definir unos mecanismos para que se puedan cumplir esos objetivos», afirmó.

La responsable de Grenpeace también apuntó otras medidas a adoptar como tener una política energética coherente tanto contra el cambio climático como con los dictados de Bruselas, así como acometer un plan de cierre de las subvenciones a la minería y derogar el real decreto del carbón priorizando la reconversión y las auditorías de cómo se lleva a cabo este proceso.

Dijo que es «muy preocupante» que el Gobierno de Mariano Rajoy no niegue ni afirme el cambio climático, teniendo en cuenta que incluso los norteamericanos, reacios hasta ahora a lo segundo, ya lo admiten tras el huracán Sandy.

Wendel Trío, jefe de la delegación europea de Climate Action Network, que compareció en la comisión a través de videoconferencia, reiteró lo «alarmante» de los informes difundidos sobre los efectos del cambio climático y apostó por mantener vivo el compromiso de Kioto para reducir las emisiones de CO2, así como avanzar en las negociaciones de un nuevo tratado internacional en ese sentido.

Trío confió en que en la próxima Cumbre de Doha queden claros los procesos y se aborde un plan concreto de trabajo, una cronología precisa para avanzar en dicha negociación.

«Ahora no hay un indicador único que sea para todos los países, pero éstos deben llegar a las negociaciones con una mente abierta, que el nuevo tratado que comience en 2020 vaya más allá de la brecha que separa a los países más desarrollados de los menos desarrollados», puntualizó.

También apuntó que la Unión Europea debe tener una postura común para poder negociar con otros países, ya que no hay un consenso colectivo en cuanto al compromiso y esto es algo que hay que afrontar. «La Unión Europea debe asumir un papel líder para ir hacia delante con las negociaciones internacionales», concluyó.

Laia Ortiz, de Izquierda Plural, resaltó que la lucha contra el cambio climático exige una reorientación de las políticas que se están llevando a cabo y afirmó que España «ha ido por detrás» de la Unión Europea en este asunto.

Puerto Gallego, por parte del Grupo Socialista, recalcó que la política del Gobierno español sobre cambio climático es «desafortunada y contraria a lo que debe ser» y añadió que las dudas del secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, respecto a este fenómeno no contribuyen a solucionar el problema. Un extremo este último que fue negado por la diputada del PP, Luz Bajo, quien indicó que el secretario de Estado no niega el cambio climático, sino que apunta que sobre las previsiones de futuro no existe unanimidad, así como sobre las causas del fenómeno. También dijo que su partido está a favor del ahorro y la eficiencia energética, pero hay compromisos europeos para reducir el déficit público.

Los ecologistas insisten en que el Gobierno no lo hace bien en la lucha contra el cambio climático

Durante una comparecencia en la Comisión para el Estudio del Cambio Climático del Congreso, Tom Kucharz, responsable de Cambio Climático de Ecologistas en Acción, puso de relieve la «emergencia planetaria» que supone este fenómeno, que ya contribuye a la muerte de 400.000 personas al año, así como a pobreza y malnutrición infantil, según constataron varios informes recientemente publicados.

Según enfatizó Kucharz, esos estudios vaticinan «consecuencias devastadoras», y en concreto citó uno del Banco Mundial que, según dijo, auguró un aumento de cuatro grados centígrados en la temperatura media del planeta para finales de este siglo si la comunidad mundial no adopta medidas urgentes y radicales para frenar el cambio climático.

Otras consecuencias que apuntó el Banco Mundial, tal y como recordó el responsable de Ecologistas en Acción, son olas de calor extremo, disminución de las existencias de alimentos o elevación del nivel de los océanos, que afectaría a millones de personas, perjudicando especialmente a las personas con menos recursos.

Kucharz indicó que las promesas actuales de reducción de gases de efecto invernadero no van a contribuir a impedir el mencionado aumento de la temperatura, resultando a todas luces insuficiente. Añadió que España está entre los países con mayor uso de agrocombustibles, lo que desde luego no ayuda a resolver el problema, y aseguró que el mercado de carbono es una «falsa solución».

En ese sentido, este ecologista subrayó que la única solución que ofrece el Ejecutivo español es tratar de tranquilizar a la ciudadanía asegurando que va a cumplir con el Protocolo de Kioto, y se preguntó si la compra de créditos de carbono ha reducido las emisiones a nivel mundial porque no conoce ningún estudio que así lo constate.

Por el contrario, insistió Kucharz, lo quue ha hecho el Gobierno del PP es subvencionar beneficios a las empresas más contaminantes en lugar de obligar a los sectores más conaminantes a reducir sus emisiones a nivel doméstico. «Se alimenta un mercado especulativo que sólo genera combustibles fósiles. Las empresas siguen contaminando y generando muertes por el cambio climático a nivel mundial», apostilló.

El responsable de Ecologistas en Acción reclamó una modificación en la compra de créditos de carbono realizando una transición ecológica real. «El FBI y la Europol están investigando el mercado del carbono porque sencillamente es un fraude», señaló Kucharz, quien consideró «preocupante» que sea esta la solución ofrecida por el Gobierno español.

Finalmente, señaló que las políticas de la Unión Europea sobre cambio climático fracasaron porque no van acordes con las recomendaciones de los científicos.

Por su parte, Aida Vila, responsable de Cambio Climático de Greenpeace, suscribió las palabras de su homólogo de Ecologistas en Acción y destacó la necesidad de «cerrar la brecha entre los compromisos alcanzados de reducción de emisiones y lo que recomiendan los científicos».

Vila aseguró que el pico de las emisiones globales de CO2 debe alcanzarse en 2015, y deberían estar cercanas a cero en 2050. «Hay que definir unos mecanismos para que se puedan cumplir esos objetivos», afirmó.

La responsable de Grenpeace también apuntó otras medidas a adoptar como tener una política energética coherente tanto contra el cambio climático como con los dictados de Bruselas, así como acometer un plan de cierre de las subvenciones a la minería y derogar el real decreto del carbón priorizando la reconversión y las auditorías de cómo se lleva a cabo este proceso.

Dijo que es «muy preocupante» que el Gobierno de Mariano Rajoy no niegue ni afirme el cambio climático, teniendo en cuenta que incluso los norteamericanos, reacios hasta ahora a lo segundo, ya lo admiten tras el huracán Sandy.

Wendel Trío, jefe de la delegación europea de Climate Action Network, que compareció en la comisión a través de videoconferencia, reiteró lo «alarmante» de los informes difundidos sobre los efectos del cambio climático y apostó por mantener vivo el compromiso de Kioto para reducir las emisiones de CO2, así como avanzar en las negociaciones de un nuevo tratado internacional en ese sentido.

Trío confió en que en la próxima Cumbre de Doha queden claros los procesos y se aborde un plan concreto de trabajo, una cronología precisa para avanzar en dicha negociación.

«Ahora no hay un indicador único que sea para todos los países, pero éstos deben llegar a las negociaciones con una mente abierta, que el nuevo tratado que comience en 2020 vaya más allá de la brecha que separa a los países más desarrollados de los menos desarrollados», puntualizó.

También apuntó que la Unión Europea debe tener una postura común para poder negociar con otros países, ya que no hay un consenso colectivo en cuanto al compromiso y esto es algo que hay que afrontar. «La Unión Europea debe asumir un papel líder para ir hacia delante con las negociaciones internacionales», concluyó.

Laia Ortiz, de Izquierda Plural, resaltó que la lucha contra el cambio climático exige una reorientación de las políticas que se están llevando a cabo y afirmó que España «ha ido por detrás» de la Unión Europea en este asunto.

Puerto Gallego, por parte del Grupo Socialista, recalcó que la política del Gobierno español sobre cambio climático es «desafortunada y contraria a lo que debe ser» y añadió que las dudas del secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, respecto a este fenómeno no contribuyen a solucionar el problema. Un extremo este último que fue negado por la diputada del PP, Luz Bajo, quien indicó que el secretario de Estado no niega el cambio climático, sino que apunta que sobre las previsiones de futuro no existe unanimidad, así como sobre las causas del fenómeno. También dijo que su partido está a favor del ahorro y la eficiencia energética, pero hay compromisos europeos para reducir el déficit público.

El presidente de Endesa inaugura en Búzios (Brasil) la primera ciudad inteligente de América Latina

La «Cidade Inteligente Búzios» permitirá que los residentes tengan tarifas diferenciadas de acuerdo con el horario de consumo, un sistema de alumbrado «más sostenible» y edificios públicos con más eficiencia energética, según explicó la compañía en un comunicado.

Búzios es una ciudad turística del litoral brasileño situada a 170 kilómetros de la ciudad de Río de Janeiro y tiene una población de aproximadamente 28.000 habitantes.

La iniciativa ha sido desarrollada durante tres años a través de Ampla, la filial de distribución brasileña de Endesa, y supuso una inversión de 40 millones de reales (unos 20 millones de dólares).

Además de un punto de recarga de energía para vehículos eléctricos y puntos de microgeneración solar y eólica, Endesa instaló lámparas de LED con puntos de luz telegestionados, una red inalámbrica gratuita de acceso a internet, un punto de recogida de basura reciclable, así como duchas eficientes en las playas de Manguinhos y Geribá.

El grupo Enel y Endesa cuenta con otros proyectos similares desarrollados en Barcelona y Málaga (España) y las ciudades italianas de Turín, Génova y Bari, así como un proyecto en Santiago de Chile.

Al acto de inauguración asistieron altos cargos de la empresa y autoridades locales.

El presidente de Endesa inaugura en Búzios (Brasil) la primera ciudad inteligente de América Latina

La «Cidade Inteligente Búzios» permitirá que los residentes tengan tarifas diferenciadas de acuerdo con el horario de consumo, un sistema de alumbrado «más sostenible» y edificios públicos con más eficiencia energética, según explicó la compañía en un comunicado.

Búzios es una ciudad turística del litoral brasileño situada a 170 kilómetros de la ciudad de Río de Janeiro y tiene una población de aproximadamente 28.000 habitantes.

La iniciativa ha sido desarrollada durante tres años a través de Ampla, la filial de distribución brasileña de Endesa, y supuso una inversión de 40 millones de reales (unos 20 millones de dólares).

Además de un punto de recarga de energía para vehículos eléctricos y puntos de microgeneración solar y eólica, Endesa instaló lámparas de LED con puntos de luz telegestionados, una red inalámbrica gratuita de acceso a internet, un punto de recogida de basura reciclable, así como duchas eficientes en las playas de Manguinhos y Geribá.

El grupo Enel y Endesa cuenta con otros proyectos similares desarrollados en Barcelona y Málaga (España) y las ciudades italianas de Turín, Génova y Bari, así como un proyecto en Santiago de Chile.

Al acto de inauguración asistieron altos cargos de la empresa y autoridades locales.

Compromís-Equo solicita que se prohíban las explotaciones de gas no convencional con el fin de proteger las reservas de agua

El ‘fracking’ consiste en la realización de pozos verticales en la tierra para extraer este gas que se encuentra adherido a las rocas mediante la inyección de millones de litros de agua cargados con un cóctel químico y tóxico, según explica Compromís-Equo.

Es más, indica que el proceso de fractura hidráulica consume «enormes cantidades de agua» y puede ocasionar la contaminación de los acuíferos de «forma irreversible», como ha ocurrido en algunos lugares de Estados Unidos y, por ello, es una práctica «prohibida» en Francia y otros países y que está siendo estudiada por el Parlamento Europeo.

El diputado de Compromís-Equo, Joan Baldoví, explica en este sentido que el riesgo de esta técnica es «muy elevado», mientras que los beneficios para la ciudadanía «muy pocos».

«Tenemos que ser conscientes de que el futuro pasa por apostar por un modelo energético 100 por cien renovable y dejar al lado estos experimentos cuyas consecuencias en la salud y el medio ambiente aún no se conocen del todo, en parte porque no hay un interés porque esa información sea transparente», agrega.

Actualmente, el diputado valenciano avisa de que se están tramitando permisos de concesión en las provincias de Burgos, Cantabria, Vizcaya, Gipuzkoa, Asturias, Álava, La Rioja, Navarra, la Comunidad Valenciana, así como en algunas provincias andaluzas, Albacete, Ciudad Real y alto Aragón.

Esta petición coincide también con la campaña desarrollada por el Partido Verde Europeo para la prohibición en toda Europa de este sistema de explotación de «gas no convencional».

«El agua potable es escasa y no podemos admitir que se ponga en riesgo para sacar los últimos restos de gas natural que encima contribuirán al efecto invernadero. Estamos hablando de una contaminación muy seria para la que no se conoce remedio ni técnica que la evite. Desde que se contamina un acuífero subterráneo lo hemos perdido para siempre», defienden desde Compromís-Equo.

Compromís-Equo solicita que se prohíban las explotaciones de gas no convencional con el fin de proteger las reservas de agua

El ‘fracking’ consiste en la realización de pozos verticales en la tierra para extraer este gas que se encuentra adherido a las rocas mediante la inyección de millones de litros de agua cargados con un cóctel químico y tóxico, según explica Compromís-Equo.

Es más, indica que el proceso de fractura hidráulica consume «enormes cantidades de agua» y puede ocasionar la contaminación de los acuíferos de «forma irreversible», como ha ocurrido en algunos lugares de Estados Unidos y, por ello, es una práctica «prohibida» en Francia y otros países y que está siendo estudiada por el Parlamento Europeo.

El diputado de Compromís-Equo, Joan Baldoví, explica en este sentido que el riesgo de esta técnica es «muy elevado», mientras que los beneficios para la ciudadanía «muy pocos».

«Tenemos que ser conscientes de que el futuro pasa por apostar por un modelo energético 100 por cien renovable y dejar al lado estos experimentos cuyas consecuencias en la salud y el medio ambiente aún no se conocen del todo, en parte porque no hay un interés porque esa información sea transparente», agrega.

Actualmente, el diputado valenciano avisa de que se están tramitando permisos de concesión en las provincias de Burgos, Cantabria, Vizcaya, Gipuzkoa, Asturias, Álava, La Rioja, Navarra, la Comunidad Valenciana, así como en algunas provincias andaluzas, Albacete, Ciudad Real y alto Aragón.

Esta petición coincide también con la campaña desarrollada por el Partido Verde Europeo para la prohibición en toda Europa de este sistema de explotación de «gas no convencional».

«El agua potable es escasa y no podemos admitir que se ponga en riesgo para sacar los últimos restos de gas natural que encima contribuirán al efecto invernadero. Estamos hablando de una contaminación muy seria para la que no se conoce remedio ni técnica que la evite. Desde que se contamina un acuífero subterráneo lo hemos perdido para siempre», defienden desde Compromís-Equo.

La cantidad de gases de efecto invernadero en la atmósfera bate su récord en 2011, según la OMM

En este sentido, la OMM ha señalado que, entre 1990 y 2011, hubo un aumento de un 30 por ciento del forzante radiactivo -el efecto del calentamiento en el clima de la Tierra- a causa de dióxido de carbono (CO2) y otros gases que atrapan calor de larga duración.

Así, ha recordado que, desde el comienzo de la era industrial en 1750, cerca de 375 millones de toneladas de carbono han sido liberadas a la atmósfera en forma de CO2, principalmente procedentes de la combustión de combustibles fósiles. Aproximadamente la mitad de este dióxido de carbono permanece en la atmósfera, mientras que el resto es absorbido por los océanos y la biosfera terrestre.

Por su parte, el secretario general de la OMM, Michel Jarraud, ha explicado que «estos miles de millones de toneladas de dióxido de carbono adicional en la atmósfera permanecerán allí durante siglos, haciendo que el planeta se caliente más y afectando a todos los aspectos de la vida en la Tierra».

Jarraud también ha advertido de que, hasta ahora, los sumideros de carbono -entre los que se encuentran los bosques, los suelos y los océanos- han absorbido casi la mitad dióxido de carbono emitido por los humanos a la atmósfera, pero que esto no continuará siendo así «necesariamente» en el futuro.

«Ya hemos visto que los océanos se vuelven más ácidos, como resultado de la absorción de dióxido de carbono, con repercusiones potenciales para la cadena alimentaria bajo el agua y los arrecifes de coral», ha añadido.

En esta línea, la OMM ha incidido en que el papel de los sumideros de carbono es «fundamental» en la «ecuación del carbono». Así, ha alertado de que, si el exceso de CO2 emitido se almacena en depósitos como las profundidades del océano, podría quedar atrapado durante «cientos o incluso miles de años», mientras que los nuevos bosques retienen carbono para un período de tiempo mucho más corto.

Por último, la OMM ha destacado que el tema de los gases de efecto invernadero ocupará un lugar «destacado» en la agenda de la Conferencia sobre Cambio Climático de la ONU, que comienza en la capital catarí de Doha el próximo lunes y que reúne a las 195 Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).

La cantidad de gases de efecto invernadero en la atmósfera bate su récord en 2011, según la OMM

En este sentido, la OMM ha señalado que, entre 1990 y 2011, hubo un aumento de un 30 por ciento del forzante radiactivo -el efecto del calentamiento en el clima de la Tierra- a causa de dióxido de carbono (CO2) y otros gases que atrapan calor de larga duración.

Así, ha recordado que, desde el comienzo de la era industrial en 1750, cerca de 375 millones de toneladas de carbono han sido liberadas a la atmósfera en forma de CO2, principalmente procedentes de la combustión de combustibles fósiles. Aproximadamente la mitad de este dióxido de carbono permanece en la atmósfera, mientras que el resto es absorbido por los océanos y la biosfera terrestre.

Por su parte, el secretario general de la OMM, Michel Jarraud, ha explicado que «estos miles de millones de toneladas de dióxido de carbono adicional en la atmósfera permanecerán allí durante siglos, haciendo que el planeta se caliente más y afectando a todos los aspectos de la vida en la Tierra».

Jarraud también ha advertido de que, hasta ahora, los sumideros de carbono -entre los que se encuentran los bosques, los suelos y los océanos- han absorbido casi la mitad dióxido de carbono emitido por los humanos a la atmósfera, pero que esto no continuará siendo así «necesariamente» en el futuro.

«Ya hemos visto que los océanos se vuelven más ácidos, como resultado de la absorción de dióxido de carbono, con repercusiones potenciales para la cadena alimentaria bajo el agua y los arrecifes de coral», ha añadido.

En esta línea, la OMM ha incidido en que el papel de los sumideros de carbono es «fundamental» en la «ecuación del carbono». Así, ha alertado de que, si el exceso de CO2 emitido se almacena en depósitos como las profundidades del océano, podría quedar atrapado durante «cientos o incluso miles de años», mientras que los nuevos bosques retienen carbono para un período de tiempo mucho más corto.

Por último, la OMM ha destacado que el tema de los gases de efecto invernadero ocupará un lugar «destacado» en la agenda de la Conferencia sobre Cambio Climático de la ONU, que comienza en la capital catarí de Doha el próximo lunes y que reúne a las 195 Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).

Brufau afirma que la industria energética mundial se debate entre la crisis europea y la mayor demanda en el mercado asiático

«Nos debatimos entre una severa crisis en el Viejo Continente cuyo final está por determinar, y que ha ralentizado el consumo a todos los niveles, y entre lo que ocurre en otras regiones del mundo, donde la demanda de energía va en aumento«, señaló.

Brufau realizó estas consideraciones en la apertura de una jornada sobre los retos del futuro energético organizadas por el Comité Español del Consejo Mundial de la Energía (Cecme) y Enerclub en la nueva sede de Repsol.

El aumento de la demanda en los países emergentes viene acompañado de un incremento demográfico y de un mayor acceso a los bienes de consumo por parte de las clases medias, explicó el presidente de la petrolera.

En la apertura de las jornadas, en la que también participó el consejero delegado de Gas Natural Fenosa, Rafael Villaseca, los ponentes aludieron a los retos energéticos asociados con el crecimiento de la población mundial, que alcanzará los 9.000 millones de personas en 2050, y el aumento del consumo per cápita de energía, lo que provocará un aumento de la demanda.

Los organizadores consideraron que, para hacer frente a estos retos, será previsiblemente necesario un incremento de la oferta de todas las fuentes energéticas, y aludieron a un cambio en el reparto geográfico del consumo.

Para Emilio Lamo de Espinosa, presidente del Real Instituto Elcano, los avances tecnológicos permitirán responder a los retos de la oferta energética, frente a las teorías «neomalthusianas» que pronostican un agotamiento de recursos asociado al incremento de la población.

Lamo de Espinosa consideró además que la energía no es solo una variable geoestratégica, sino también un factor independiente capaz de explicar el desarrollo de las sociedades.

Además, citó varios posibles escenarios geoestratégicos futuros condicionados por el consumo energético. En uno de ellos, Estados Unidos se convertiría en un país energéticamente autosuficiente y relajaría sus esfuerzos por garantizar la «seguridad energética» en Oriente Medio, lo que generaría dudas acerca de la capacidad de Europa de garantizarse el abastecimiento desde esta región.

Brufau afirma que la industria energética mundial se debate entre la crisis europea y la mayor demanda en el mercado asiático

«Nos debatimos entre una severa crisis en el Viejo Continente cuyo final está por determinar, y que ha ralentizado el consumo a todos los niveles, y entre lo que ocurre en otras regiones del mundo, donde la demanda de energía va en aumento«, señaló.

Brufau realizó estas consideraciones en la apertura de una jornada sobre los retos del futuro energético organizadas por el Comité Español del Consejo Mundial de la Energía (Cecme) y Enerclub en la nueva sede de Repsol.

El aumento de la demanda en los países emergentes viene acompañado de un incremento demográfico y de un mayor acceso a los bienes de consumo por parte de las clases medias, explicó el presidente de la petrolera.

En la apertura de las jornadas, en la que también participó el consejero delegado de Gas Natural Fenosa, Rafael Villaseca, los ponentes aludieron a los retos energéticos asociados con el crecimiento de la población mundial, que alcanzará los 9.000 millones de personas en 2050, y el aumento del consumo per cápita de energía, lo que provocará un aumento de la demanda.

Los organizadores consideraron que, para hacer frente a estos retos, será previsiblemente necesario un incremento de la oferta de todas las fuentes energéticas, y aludieron a un cambio en el reparto geográfico del consumo.

Para Emilio Lamo de Espinosa, presidente del Real Instituto Elcano, los avances tecnológicos permitirán responder a los retos de la oferta energética, frente a las teorías «neomalthusianas» que pronostican un agotamiento de recursos asociado al incremento de la población.

Lamo de Espinosa consideró además que la energía no es solo una variable geoestratégica, sino también un factor independiente capaz de explicar el desarrollo de las sociedades.

Además, citó varios posibles escenarios geoestratégicos futuros condicionados por el consumo energético. En uno de ellos, Estados Unidos se convertiría en un país energéticamente autosuficiente y relajaría sus esfuerzos por garantizar la «seguridad energética» en Oriente Medio, lo que generaría dudas acerca de la capacidad de Europa de garantizarse el abastecimiento desde esta región.