La Cumbre del Clima prorroga hasta 2020 el Protocolo de Kioto

El acuerdo, conocido como Puerta Climática de Doha, supone prorrogar Kioto ocho años, el único tratado internacional vinculante para combatir el calentamiento global. Sin embargo, Rusia, Japón y Canadá, entre otros, no accedieron a este nuevo compromiso con lo que las emisiones de CO2 de los participantes suponen ahora apenas el 15% de las emisiones globales.

«Les agradezco a todos ustedes su buena voluntad y el duro trabajo para avanzar en este proceso», afirmó el presidente de la Conferencia, Abdulá bin Hamad al Attiyah, durante la presentación de los resultados de las negociaciones maratonianas de la conferencia, que acabó un día más tarde de lo previsto para lograr un acuerdo.

El delegado ruso, Oleg Shamanov, sin embargo, manifestó la negativa de su país, que rechazó prorrogar el Protocolo de Kioto más allá de 2012. Rusia defendió una utilización menos restringida de los derechos de emisión no usados.

Todas las delegaciones presentes en Doha reconocieron que el acuerdo final no satisface las recomendaciones de los científicos, que pedían medidas drásticas para evitar un calentamiento que provoca olas de calor, tormentas de arena, inundaciones, sequías o la subida de los niveles del mar.

El Protocolo de Kioto, firmado en 1997, obligaba a 35 países industrializados a reducir una media de al menos un 5,2% las emisiones de gases de efecto invernadero tomando como referencia las emisioens de 1990. Sin embargo, ya en su origen no incluía a países desarrollados tan importantes como Estados Unidos –que lo firmó, pero no lo ratificó– y no imponía objetivos de reducción de los gases a los países en desarrollo como China, India, Brasil o México.

Las emisiones de dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero, crecerán este año un 2,6% a nivel mundial y duplican ya las tasas de 1990, fundamentalmente por las aportaciones de grandes potencias en desarrollo como China o India.

El acuerdo alcanzado en Doha aplaza además hasta 2013 las negociaciones sobre la demanda de los países en vías de desarrollo, que exigen mayores donaciones para ayudarles a frenar las emisiones de gases de efecto invernadero, y deja para 2015 la firma de un nuevo acuerdo global que entraría en vigor en 2020.

Las negociaciones se dividirán en dos «corrientes», una que estudiará las medidas para combatir el cambio climático a partir de 2020 y otra que se encargará de las medidas para estimular un acuerdo ambicioso antes de esa fecha.

La primera ronda de contactos, según el acuerdo alcanzado en Doha, será entre el 29 de abril al 2 de mayo de 2013 en Bonn (Alemania); la siguiente posiblemente en septiembre de 2013 y al menos dos reuniones más en 2014 y otras dos en 2015. Estas negociaciones se denominarán Plataforma de Durban, nombre de la ciudad sudafricana donde el año pasado se celebró la reunión sobre calentamiento global en la que se acordó 2020 como fecha para la entrada en vigor de un pacto mundial.

En cuanto a los objetivos económicos, en Doha no se cerró un calendario para cumplir con el objetivo de incrementar hasta los 100.000 millones de dólares anuales las ayudas para que las economías en desarrollo recorten sus emisiones.

El texto «anima a los países desarrollados a incrementar sus esfuerzos para proveer de recursos de al menos el nivel (de 2010-12) para el periodo 2013-15» y prevé negociaciones el año próximo para determinar nuevas fuentes de finanziación. En 2009 los países desarrollados acordaron destinar 10.000 millones de dólares anuales a los países en desarrollo para adaptarse y fijaron el objetivo de 100.000 millones de dólares para 2020.

España cree queDoha sienta las bases de una lucha «más fuerte y ambiciosa»

Por su parte, España calificó de «positivos» los acuerdos alcanzados en la cumbre de Doha, que concluyó con la prórroga hasta 2020 del conocido como Protocolo de Kioto para la reducción de gases de efecto invernadero, al asegurar que sientan las «bases» de una acción contra el cambio climático «más fuerte y ambiciosa» en el corto plazo.

Según la secretaría de Estado de Medio Ambiente, el Ministro de Agricultura Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, se desplazó hasta Doha con el objetivo de alcanzar un acuerdo internacional jurídicamente vinculante en 2015, y avanzar hacia reducciones de emisiones más ambiciosas en el corto plazo. «Esto se ha conseguido», sentenció.

La secretaría de Estado de Medio Ambiente además aseguró que España fue felicitada por el resto de países, ante su «labor negociadora» para desbloquear una negociación que se encontraba atascada. «A partir de ahora podemos continuar las negociaciones para conseguir un nuevo sistema internacional en el que todos los países participen», explicó.

«Se cumple con el claro mandato de Doha de dar continuidad al marco jurídico del Protocolo de Kioto al adoptar las enmiendas necesarias para hacer posible un segundo periodo de compromiso a partir del 1 de enero de 2013″, agregó, para después congratularse de que así se garantiza la continuidad del «único instrumento» internacional jurídicamente vinculante existente en la actualidad.

Greenpeace lamenta la «oportunidad pérdida» en Doha

Asimismo, Greenpeace lamentó que la cumbre climática de Doha no aprovechó la «oportunidad» de reformar las normas del Protocolo de Kioto para aumentar su «integridad ambiental», al tiempo que aseguró que los acuerdos no reflejan la «urgencia» de actuar.

En este sentido, la organización ecologista manifestó su preocupación por la falta de liderazgo de la Unión Europea, que, a su juicio, llegó a la negociación sin una posición conjunta en temas esenciales.

«La Unión Europea se ha mostrado débil y dividida, y sus dificultades por resolver problemas internos la han llevado a acomodarse y definir su posición de conjunto a la baja», afirmó la responsable de la campaña ‘Cambio climático’ de Greenpeace, Aida Vila.

Por su parte, el Fondo para la Conservación de la Vida Salvaje (WWF) denunció el acuerdo «débil e irreal» alcanzado en la Conferencia de las Partes de la Convención de la ONU sobre Cambio Climático (COP18) de Doha.

«Los negociadores de Doha no han cumplido ni siquiera las expectativas mínimas (…). La COP 18 acaba sin un aumento de ambición en la reducción de emisiones, sin compromisos financieros concretos en la magnitud necesaria y apenas hay avances en las bases para pactar un nuevo acuerdo global en 2015 que sea suficientemente ambicioso, justo y vinculante«, denunció el grupo ecologista.

WWF recordó que este año el impacto del cambio climático golpeó tanto a las personas de los países ricos como a las de los países pobres y denunció el distanciamiento de la postura acordad por los gobiernos del consenso científico.

«Lo que la ciencia nos dice y lo que millones de personas experimentaron este año es que combatir el cambio climático es muy urgente. Cada año cuenta, y cada año que los gobiernos no actúan aumenta el riesgo para todos nosotros«, aseguró la responsable de la iniciativa global de Cambio Climático de WWF Internacional, Samantha Smith.

«Algunos países desarrollados se han burlado de las negociaciones alejándose de sus compromisos anteriores y negándose a asumir otros nuevos. Y para empeorar las cosas, un grupo de países —Polonia, Rusia, Canadá, Estados Unidos y Japón– pusieron las negociaciones entre la espada y la pared«, añadió Smith.

En cualquier caso, WWF consideró que aún hay esperanza, ya que los movimientos sociales cobran más fuerza cada día. Las comunidades y las personas están reclamando energía limpia, rechazando proyectos contaminantes e insostenibles por todo el mundo, y exigiendo que se hagan cambios. «Las organizaciones sociales no se rinden y van a seguir luchando por un acuerdo climático global en el año 2015, que responda a la ambición y justicia que el mundo necesita», advirtió.

La Cumbre del Clima prorroga hasta 2020 el Protocolo de Kioto

El acuerdo, conocido como Puerta Climática de Doha, supone prorrogar Kioto ocho años, el único tratado internacional vinculante para combatir el calentamiento global. Sin embargo, Rusia, Japón y Canadá, entre otros, no accedieron a este nuevo compromiso con lo que las emisiones de CO2 de los participantes suponen ahora apenas el 15% de las emisiones globales.

«Les agradezco a todos ustedes su buena voluntad y el duro trabajo para avanzar en este proceso», afirmó el presidente de la Conferencia, Abdulá bin Hamad al Attiyah, durante la presentación de los resultados de las negociaciones maratonianas de la conferencia, que acabó un día más tarde de lo previsto para lograr un acuerdo.

El delegado ruso, Oleg Shamanov, sin embargo, manifestó la negativa de su país, que rechazó prorrogar el Protocolo de Kioto más allá de 2012. Rusia defendió una utilización menos restringida de los derechos de emisión no usados.

Todas las delegaciones presentes en Doha reconocieron que el acuerdo final no satisface las recomendaciones de los científicos, que pedían medidas drásticas para evitar un calentamiento que provoca olas de calor, tormentas de arena, inundaciones, sequías o la subida de los niveles del mar.

El Protocolo de Kioto, firmado en 1997, obligaba a 35 países industrializados a reducir una media de al menos un 5,2% las emisiones de gases de efecto invernadero tomando como referencia las emisioens de 1990. Sin embargo, ya en su origen no incluía a países desarrollados tan importantes como Estados Unidos –que lo firmó, pero no lo ratificó– y no imponía objetivos de reducción de los gases a los países en desarrollo como China, India, Brasil o México.

Las emisiones de dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero, crecerán este año un 2,6% a nivel mundial y duplican ya las tasas de 1990, fundamentalmente por las aportaciones de grandes potencias en desarrollo como China o India.

El acuerdo alcanzado en Doha aplaza además hasta 2013 las negociaciones sobre la demanda de los países en vías de desarrollo, que exigen mayores donaciones para ayudarles a frenar las emisiones de gases de efecto invernadero, y deja para 2015 la firma de un nuevo acuerdo global que entraría en vigor en 2020.

Las negociaciones se dividirán en dos «corrientes», una que estudiará las medidas para combatir el cambio climático a partir de 2020 y otra que se encargará de las medidas para estimular un acuerdo ambicioso antes de esa fecha.

La primera ronda de contactos, según el acuerdo alcanzado en Doha, será entre el 29 de abril al 2 de mayo de 2013 en Bonn (Alemania); la siguiente posiblemente en septiembre de 2013 y al menos dos reuniones más en 2014 y otras dos en 2015. Estas negociaciones se denominarán Plataforma de Durban, nombre de la ciudad sudafricana donde el año pasado se celebró la reunión sobre calentamiento global en la que se acordó 2020 como fecha para la entrada en vigor de un pacto mundial.

En cuanto a los objetivos económicos, en Doha no se cerró un calendario para cumplir con el objetivo de incrementar hasta los 100.000 millones de dólares anuales las ayudas para que las economías en desarrollo recorten sus emisiones.

El texto «anima a los países desarrollados a incrementar sus esfuerzos para proveer de recursos de al menos el nivel (de 2010-12) para el periodo 2013-15» y prevé negociaciones el año próximo para determinar nuevas fuentes de finanziación. En 2009 los países desarrollados acordaron destinar 10.000 millones de dólares anuales a los países en desarrollo para adaptarse y fijaron el objetivo de 100.000 millones de dólares para 2020.

España cree queDoha sienta las bases de una lucha «más fuerte y ambiciosa»

Por su parte, España calificó de «positivos» los acuerdos alcanzados en la cumbre de Doha, que concluyó con la prórroga hasta 2020 del conocido como Protocolo de Kioto para la reducción de gases de efecto invernadero, al asegurar que sientan las «bases» de una acción contra el cambio climático «más fuerte y ambiciosa» en el corto plazo.

Según la secretaría de Estado de Medio Ambiente, el Ministro de Agricultura Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, se desplazó hasta Doha con el objetivo de alcanzar un acuerdo internacional jurídicamente vinculante en 2015, y avanzar hacia reducciones de emisiones más ambiciosas en el corto plazo. «Esto se ha conseguido», sentenció.

La secretaría de Estado de Medio Ambiente además aseguró que España fue felicitada por el resto de países, ante su «labor negociadora» para desbloquear una negociación que se encontraba atascada. «A partir de ahora podemos continuar las negociaciones para conseguir un nuevo sistema internacional en el que todos los países participen», explicó.

«Se cumple con el claro mandato de Doha de dar continuidad al marco jurídico del Protocolo de Kioto al adoptar las enmiendas necesarias para hacer posible un segundo periodo de compromiso a partir del 1 de enero de 2013″, agregó, para después congratularse de que así se garantiza la continuidad del «único instrumento» internacional jurídicamente vinculante existente en la actualidad.

Greenpeace lamenta la «oportunidad pérdida» en Doha

Asimismo, Greenpeace lamentó que la cumbre climática de Doha no aprovechó la «oportunidad» de reformar las normas del Protocolo de Kioto para aumentar su «integridad ambiental», al tiempo que aseguró que los acuerdos no reflejan la «urgencia» de actuar.

En este sentido, la organización ecologista manifestó su preocupación por la falta de liderazgo de la Unión Europea, que, a su juicio, llegó a la negociación sin una posición conjunta en temas esenciales.

«La Unión Europea se ha mostrado débil y dividida, y sus dificultades por resolver problemas internos la han llevado a acomodarse y definir su posición de conjunto a la baja», afirmó la responsable de la campaña ‘Cambio climático’ de Greenpeace, Aida Vila.

Por su parte, el Fondo para la Conservación de la Vida Salvaje (WWF) denunció el acuerdo «débil e irreal» alcanzado en la Conferencia de las Partes de la Convención de la ONU sobre Cambio Climático (COP18) de Doha.

«Los negociadores de Doha no han cumplido ni siquiera las expectativas mínimas (…). La COP 18 acaba sin un aumento de ambición en la reducción de emisiones, sin compromisos financieros concretos en la magnitud necesaria y apenas hay avances en las bases para pactar un nuevo acuerdo global en 2015 que sea suficientemente ambicioso, justo y vinculante«, denunció el grupo ecologista.

WWF recordó que este año el impacto del cambio climático golpeó tanto a las personas de los países ricos como a las de los países pobres y denunció el distanciamiento de la postura acordad por los gobiernos del consenso científico.

«Lo que la ciencia nos dice y lo que millones de personas experimentaron este año es que combatir el cambio climático es muy urgente. Cada año cuenta, y cada año que los gobiernos no actúan aumenta el riesgo para todos nosotros«, aseguró la responsable de la iniciativa global de Cambio Climático de WWF Internacional, Samantha Smith.

«Algunos países desarrollados se han burlado de las negociaciones alejándose de sus compromisos anteriores y negándose a asumir otros nuevos. Y para empeorar las cosas, un grupo de países —Polonia, Rusia, Canadá, Estados Unidos y Japón– pusieron las negociaciones entre la espada y la pared«, añadió Smith.

En cualquier caso, WWF consideró que aún hay esperanza, ya que los movimientos sociales cobran más fuerza cada día. Las comunidades y las personas están reclamando energía limpia, rechazando proyectos contaminantes e insostenibles por todo el mundo, y exigiendo que se hagan cambios. «Las organizaciones sociales no se rinden y van a seguir luchando por un acuerdo climático global en el año 2015, que responda a la ambición y justicia que el mundo necesita», advirtió.

REE irá a un arbitraje en febrero si no hay un acuerdo con Bolivia

«Estamos dispuestos a dialogar en orden a establecer una compensación justa; de lo contrario, no nos quedará más remedio que acudir al arbitraje internacional», dijo Folgado en una entrevista.

El Gobierno de Evo Morales expropió la filial de REE el pasado 1 de mayo con apoyo de un operativo que incluyó la ocupación militar de la empresa.

Poco después, ambas partes pactaron que en un plazo de seis meses, que expira en febrero, una consultora independiente establecería el valor de TDE para que Bolivia haga un «justo» pago por la empresa expropiada, pero aún no se conoce el avance de ese estudio.

«No tenemos constancia de que haya valoración», confirmó Folgado, quien subrayó su disposición a «ser flexibles» en cuanto al plazo de inicio de un arbitraje si hay una «actitud constructiva» por parte de Bolivia de llegar a esa compensación.

El presidente de Red Eléctrica dijo que de momento «no hay un diálogo formal» y no quiso concretar la cantidad que van a reclamar, aunque sí recordó que el patrimonio contable de su filial asciende a 164 millones de dólares.

«Vamos a defender hasta el final lo que consideramos justo», aseveró Folgado antes de participar en Efe Encuentros, evento patrocinado por el Grupo Arturo.

Según las cuentas de TDE, esta filial tuvo un coste de adquisición de 91 millones de dólares en 2002 y desde entonces se han invertido en ella un total de 88 millones de dólares adicionales.

REE irá a un arbitraje en febrero si no hay un acuerdo con Bolivia

«Estamos dispuestos a dialogar en orden a establecer una compensación justa; de lo contrario, no nos quedará más remedio que acudir al arbitraje internacional», dijo Folgado en una entrevista.

El Gobierno de Evo Morales expropió la filial de REE el pasado 1 de mayo con apoyo de un operativo que incluyó la ocupación militar de la empresa.

Poco después, ambas partes pactaron que en un plazo de seis meses, que expira en febrero, una consultora independiente establecería el valor de TDE para que Bolivia haga un «justo» pago por la empresa expropiada, pero aún no se conoce el avance de ese estudio.

«No tenemos constancia de que haya valoración», confirmó Folgado, quien subrayó su disposición a «ser flexibles» en cuanto al plazo de inicio de un arbitraje si hay una «actitud constructiva» por parte de Bolivia de llegar a esa compensación.

El presidente de Red Eléctrica dijo que de momento «no hay un diálogo formal» y no quiso concretar la cantidad que van a reclamar, aunque sí recordó que el patrimonio contable de su filial asciende a 164 millones de dólares.

«Vamos a defender hasta el final lo que consideramos justo», aseveró Folgado antes de participar en Efe Encuentros, evento patrocinado por el Grupo Arturo.

Según las cuentas de TDE, esta filial tuvo un coste de adquisición de 91 millones de dólares en 2002 y desde entonces se han invertido en ella un total de 88 millones de dólares adicionales.

La UE y EEUU celebran el cuarto consejo de Energía para reforzar cooperación

La jefa de la Diplomacia europea, Catherine Ashton, recalcó el trabajo «productivo» desempeñado este año y señaló la necesidad de que ambos socios establezcan «prioridades para el futuro» dentro del consejo bilateral, con el objetivo de responder a los retos energéticos y al cambio climático.

Por su parte, la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, elogió la actividad del consejo de Energía, un «ejemplo de la estrecha cooperación» entre el país y los Veintisiete.

Clinton indicó que, desde la inauguración del foro en noviembre de 2009, éste ha demostrado su valía, y recalcó la labor realizada por los grupos de trabajo del consejo a la hora de identificar áreas en las que la cooperación entre ambas potencias podía ser reforzada.

Uno de los temas principales del encuentro ha sido cómo mejorar la seguridad energética mediante la diversificación de las fuentes de suministro de petróleo y gas, así como las rutas para su transporte.

Además, ambos socios analizaron cómo dar un nuevo enfoque a los marcos reguladores de modo que fomenten un uso más eficiente de las fuentes energéticas, a la vez que estudiaron cómo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, para luchar contra el cambio climático.

«La estabilidad de los mercados de energía es importante para el crecimiento y el empleo en Europa y Estados Unidos, e influye en la salud de la economía mundial en su conjunto», destacó la Comisión Europea antes del encuentro.

En la reunión participaron también el comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, y el secretario estadounidense de Energía, Daniel Poneman.

La UE y EEUU celebran el cuarto consejo de Energía para reforzar cooperación

La jefa de la Diplomacia europea, Catherine Ashton, recalcó el trabajo «productivo» desempeñado este año y señaló la necesidad de que ambos socios establezcan «prioridades para el futuro» dentro del consejo bilateral, con el objetivo de responder a los retos energéticos y al cambio climático.

Por su parte, la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, elogió la actividad del consejo de Energía, un «ejemplo de la estrecha cooperación» entre el país y los Veintisiete.

Clinton indicó que, desde la inauguración del foro en noviembre de 2009, éste ha demostrado su valía, y recalcó la labor realizada por los grupos de trabajo del consejo a la hora de identificar áreas en las que la cooperación entre ambas potencias podía ser reforzada.

Uno de los temas principales del encuentro ha sido cómo mejorar la seguridad energética mediante la diversificación de las fuentes de suministro de petróleo y gas, así como las rutas para su transporte.

Además, ambos socios analizaron cómo dar un nuevo enfoque a los marcos reguladores de modo que fomenten un uso más eficiente de las fuentes energéticas, a la vez que estudiaron cómo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, para luchar contra el cambio climático.

«La estabilidad de los mercados de energía es importante para el crecimiento y el empleo en Europa y Estados Unidos, e influye en la salud de la economía mundial en su conjunto», destacó la Comisión Europea antes del encuentro.

En la reunión participaron también el comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, y el secretario estadounidense de Energía, Daniel Poneman.

Repsol demanda ante un tribunal de Nueva York a la estadounidense Chevron por los acuerdos con YPF

En sus alegaciones, la española sostiene que los contratos entraron en vigor después de que el Gobierno Argentino de Cristina Fernández de Kirchner acordara la expropiación de la participación mayoritaria que Repsol tenía en YPF y pide una compensación por daños.

«La voluntad de Chevron de sacar provecho de la expropiación del interés mayoritario de Repsol en YPF contrasta con el interés de otros jugadores de peso en la industria del gas y del petróleo», se recoge en la demanda.

Esta decisión se produce un día después de que Repsol presentara una demanda contra Argentina ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi) por la expropiación del 51% de YPF. En ella, solicitaba el inicio de un procedimiento de arbitraje contra Argentina por violación del Acuerdo para la Promoción y Protección Recíproca de Inversiones entre España y Argentina, de 1991, explica la petrolera española.

El pasado mes de noviembre, un juzgado mercantil de Madrid admitió a trámite una demanda presentada por Repsol en contra de Chevron por el acuerdo de la petrolera estadounidense con el Gobierno argentino para entrar con YPF en el proyecto de hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta.

En su demanda, Repsol consideraba que Chevron incurre en un caso de competencia desleal al aceptar el ofrecimiento del Gobierno argentino a participar en un proyecto como el de Vaca Muerta, desarrollado por YPF, recientemente expropiada a la petrolera española.

La compañía presidida por Antonio Brufau ya advirtió de que demandaría a cualquier compañía de la competencia que aprovechara la expropiación «ilegal» para entrar en proyectos de YPF. Repsol anunció además que adoptaría todas las medidas legítimas a su alcance en contra de relaciones de negocio con la petrolera argentina que perjudiquen sus intereses.

A mediados de septiembre, el presidente de YPF, Miguel Galuccio, y el responsable para América Latina y África de Chevron, Ali Moshiri, firmaron en Buenos Aires el memorando de entendimiento en el que ambas compañías expresaban su interés en evaluar, mediante un proceso de investigación y desarrollo de proyectos conjunto, el posible aprovechamiento de Vaca Muerta.

Galuccio destacó además en ese momento que el acuerdo con la compañía estadounidense supone «el primer paso de una relación que será larga e importante», mientras que Moshiri se mostró «satisfecho» por «acompañar este nuevo proceso de YPF», ya que «su éxito será el de todo el sector».

El Gobierno argentino anunció en abril de este año la intervención de YPF, así como la creación de una nueva ley para expropiar a Repsol un 51% de la compañía. La norma fue aprobada por el Parlamento argentino en mayo.

Repsol demanda ante un tribunal de Nueva York a la estadounidense Chevron por los acuerdos con YPF

En sus alegaciones, la española sostiene que los contratos entraron en vigor después de que el Gobierno Argentino de Cristina Fernández de Kirchner acordara la expropiación de la participación mayoritaria que Repsol tenía en YPF y pide una compensación por daños.

«La voluntad de Chevron de sacar provecho de la expropiación del interés mayoritario de Repsol en YPF contrasta con el interés de otros jugadores de peso en la industria del gas y del petróleo», se recoge en la demanda.

Esta decisión se produce un día después de que Repsol presentara una demanda contra Argentina ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi) por la expropiación del 51% de YPF. En ella, solicitaba el inicio de un procedimiento de arbitraje contra Argentina por violación del Acuerdo para la Promoción y Protección Recíproca de Inversiones entre España y Argentina, de 1991, explica la petrolera española.

El pasado mes de noviembre, un juzgado mercantil de Madrid admitió a trámite una demanda presentada por Repsol en contra de Chevron por el acuerdo de la petrolera estadounidense con el Gobierno argentino para entrar con YPF en el proyecto de hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta.

En su demanda, Repsol consideraba que Chevron incurre en un caso de competencia desleal al aceptar el ofrecimiento del Gobierno argentino a participar en un proyecto como el de Vaca Muerta, desarrollado por YPF, recientemente expropiada a la petrolera española.

La compañía presidida por Antonio Brufau ya advirtió de que demandaría a cualquier compañía de la competencia que aprovechara la expropiación «ilegal» para entrar en proyectos de YPF. Repsol anunció además que adoptaría todas las medidas legítimas a su alcance en contra de relaciones de negocio con la petrolera argentina que perjudiquen sus intereses.

A mediados de septiembre, el presidente de YPF, Miguel Galuccio, y el responsable para América Latina y África de Chevron, Ali Moshiri, firmaron en Buenos Aires el memorando de entendimiento en el que ambas compañías expresaban su interés en evaluar, mediante un proceso de investigación y desarrollo de proyectos conjunto, el posible aprovechamiento de Vaca Muerta.

Galuccio destacó además en ese momento que el acuerdo con la compañía estadounidense supone «el primer paso de una relación que será larga e importante», mientras que Moshiri se mostró «satisfecho» por «acompañar este nuevo proceso de YPF», ya que «su éxito será el de todo el sector».

El Gobierno argentino anunció en abril de este año la intervención de YPF, así como la creación de una nueva ley para expropiar a Repsol un 51% de la compañía. La norma fue aprobada por el Parlamento argentino en mayo.

Ban Ki Moon anima a los estados a «deshacerse de la apatía» y alcanzar un acuerdo sobre cambio climático

En este sentido, ha afirmado que «el clima extremo es lo normal ahora y supone una amenaza para la raza humana» ante representantes de cerca de 200 países. Así, ha incidido en que el deshielo récord del Ártico, las supertormentas y el aumento del nivel del mar son «signos de una crisis» y en que los cambios están afectado a todo el mundo.

«Nadie es inmune al cambio climático, ni ricos ni pobres. Es un desafío existencial para toda la raza humana, para nuestra forma de vida y para nuestros planes para el futuro», ha explicado Ban.

En este contexto, Ban ha reclamado que el Protocolo de Kioto, cuya continuación en un segundo periodo defienden la Unión Europea y Australia, sea una plataforma para la acción futura contra el cambio climático, a pesar de las reticencias de Rusia, Japón y Canadá.

«El Protocolo de Kioto sigue siendo lo más cercano que tenemos a un acuerdo global vinculante sobre el clima. Debe continuar. Se trata de la base para construir. Cuenta con importantes instituciones, incluyendo contabilidad y sistemas legales, y con el marco de trabajo que los mercados tanto necesitan. Su continuación a partir del 1 de enero 2013 mostrará que los gobiernos siguen comprometidos con un régimen climático más sólido», ha aseverado.

Asimismo, Ban ha abogado por alcanzar acuerdos de financiación a largo plazo y asegurar que las instituciones creadas en Cancún y Durban para apoyar la mitigación y la adaptación en los países en desarrollo -entre ellos el Fondo Verde para el Clima- puedan ser eficaces.

Ban Ki Moon anima a los estados a «deshacerse de la apatía» y alcanzar un acuerdo sobre cambio climático

En este sentido, ha afirmado que «el clima extremo es lo normal ahora y supone una amenaza para la raza humana» ante representantes de cerca de 200 países. Así, ha incidido en que el deshielo récord del Ártico, las supertormentas y el aumento del nivel del mar son «signos de una crisis» y en que los cambios están afectado a todo el mundo.

«Nadie es inmune al cambio climático, ni ricos ni pobres. Es un desafío existencial para toda la raza humana, para nuestra forma de vida y para nuestros planes para el futuro», ha explicado Ban.

En este contexto, Ban ha reclamado que el Protocolo de Kioto, cuya continuación en un segundo periodo defienden la Unión Europea y Australia, sea una plataforma para la acción futura contra el cambio climático, a pesar de las reticencias de Rusia, Japón y Canadá.

«El Protocolo de Kioto sigue siendo lo más cercano que tenemos a un acuerdo global vinculante sobre el clima. Debe continuar. Se trata de la base para construir. Cuenta con importantes instituciones, incluyendo contabilidad y sistemas legales, y con el marco de trabajo que los mercados tanto necesitan. Su continuación a partir del 1 de enero 2013 mostrará que los gobiernos siguen comprometidos con un régimen climático más sólido», ha aseverado.

Asimismo, Ban ha abogado por alcanzar acuerdos de financiación a largo plazo y asegurar que las instituciones creadas en Cancún y Durban para apoyar la mitigación y la adaptación en los países en desarrollo -entre ellos el Fondo Verde para el Clima- puedan ser eficaces.