La española Z4Z4 busca inversores en Chile para «granjas de nubes»

«Buscamos un socio de impacto que nos ayude a establecer la transferencia tecnológica del modelo y a buscar lazos que permitan desarrollar la granja piloto», explicó el arquitecto y director de la oficina Z4Z4, Rafael Beneytez.

Esta iniciativa, que se desarrolla actualmente en las Islas Canarias (España), consiste en un conjunto tecnológico de figuras con forma circular que permiten extraer agua a partir de la humedad atmosférica o de la niebla con el fin de satisfacer la necesidad hídrica de las zonas más secas.

«Su forma geométrica produce una cantidad bastante grande de pliegues que lo que hace es multiplicar la superficie de captación. Estos pliegues y la relación de una pieza con otra va generando una atenuación de la velocidad del viento, ralentizando las nieblas y depositándolas», indicó Beneytez.

«Si lo entiendes como un fluido en un río, es como cuando en un lateral las aguas se van calmando y se van depositando de alguna manera. En el caso del río los sedimentos y en nuestro caso el agua», agregó.

A diferencia del «atrapanieblas» chileno, un sistema que capta el agua de la neblina (camanchaca) que cada madrugada cubre las áreas costeras del desértico norte del país, el modelo de Z4Z4 tiene mayor «capacidad técnica» y no está hecha con «recursos mínimos», explicó Beneytez.

Además, según el arquitecto, esta iniciativa persigue construir paisajes, es decir, «un ambiente mucho más agradable y deseado como bosques artificiales» en aquellos lugares con escasez de agua.

Las «granjas de nubes» están hechas de dos naturalezas materiales, por un lado, barras de «maderas, fibras, carbonos y PVC» y cables «que las ponen en equilibrio», y por otro, un material «parecido al tul y otro que es de PVC con una transparencia del 70%».

Beneytez señaló que el ámbito de aplicación de las «granjas de nubes» son el país austral, España, Argelia, Marruecos y otras regiones de África.

«Chile es el país con más capacidad, económicamente más desarrollado y avanzado en este tema», subrayó el arquitecto.

La unidad más pequeña cuesta 750.000 dólares y tiene un diámetro de tres a cuatro metros, mientras que la más grande tiene un precio 1.500.000 dólares y hasta 50 metros de diámetro.

El tiempo de construcción oscila entre dos y tres meses, aunque puede llegar a cuatro.

La española Z4Z4 busca inversores en Chile para «granjas de nubes»

«Buscamos un socio de impacto que nos ayude a establecer la transferencia tecnológica del modelo y a buscar lazos que permitan desarrollar la granja piloto», explicó el arquitecto y director de la oficina Z4Z4, Rafael Beneytez.

Esta iniciativa, que se desarrolla actualmente en las Islas Canarias (España), consiste en un conjunto tecnológico de figuras con forma circular que permiten extraer agua a partir de la humedad atmosférica o de la niebla con el fin de satisfacer la necesidad hídrica de las zonas más secas.

«Su forma geométrica produce una cantidad bastante grande de pliegues que lo que hace es multiplicar la superficie de captación. Estos pliegues y la relación de una pieza con otra va generando una atenuación de la velocidad del viento, ralentizando las nieblas y depositándolas», indicó Beneytez.

«Si lo entiendes como un fluido en un río, es como cuando en un lateral las aguas se van calmando y se van depositando de alguna manera. En el caso del río los sedimentos y en nuestro caso el agua», agregó.

A diferencia del «atrapanieblas» chileno, un sistema que capta el agua de la neblina (camanchaca) que cada madrugada cubre las áreas costeras del desértico norte del país, el modelo de Z4Z4 tiene mayor «capacidad técnica» y no está hecha con «recursos mínimos», explicó Beneytez.

Además, según el arquitecto, esta iniciativa persigue construir paisajes, es decir, «un ambiente mucho más agradable y deseado como bosques artificiales» en aquellos lugares con escasez de agua.

Las «granjas de nubes» están hechas de dos naturalezas materiales, por un lado, barras de «maderas, fibras, carbonos y PVC» y cables «que las ponen en equilibrio», y por otro, un material «parecido al tul y otro que es de PVC con una transparencia del 70%».

Beneytez señaló que el ámbito de aplicación de las «granjas de nubes» son el país austral, España, Argelia, Marruecos y otras regiones de África.

«Chile es el país con más capacidad, económicamente más desarrollado y avanzado en este tema», subrayó el arquitecto.

La unidad más pequeña cuesta 750.000 dólares y tiene un diámetro de tres a cuatro metros, mientras que la más grande tiene un precio 1.500.000 dólares y hasta 50 metros de diámetro.

El tiempo de construcción oscila entre dos y tres meses, aunque puede llegar a cuatro.

La española Z4Z4 busca inversores en Chile para «granjas de nubes»

«Buscamos un socio de impacto que nos ayude a establecer la transferencia tecnológica del modelo y a buscar lazos que permitan desarrollar la granja piloto», explicó el arquitecto y director de la oficina Z4Z4, Rafael Beneytez.

Esta iniciativa, que se desarrolla actualmente en las Islas Canarias (España), consiste en un conjunto tecnológico de figuras con forma circular que permiten extraer agua a partir de la humedad atmosférica o de la niebla con el fin de satisfacer la necesidad hídrica de las zonas más secas.

«Su forma geométrica produce una cantidad bastante grande de pliegues que lo que hace es multiplicar la superficie de captación. Estos pliegues y la relación de una pieza con otra va generando una atenuación de la velocidad del viento, ralentizando las nieblas y depositándolas», indicó Beneytez.

«Si lo entiendes como un fluido en un río, es como cuando en un lateral las aguas se van calmando y se van depositando de alguna manera. En el caso del río los sedimentos y en nuestro caso el agua», agregó.

A diferencia del «atrapanieblas» chileno, un sistema que capta el agua de la neblina (camanchaca) que cada madrugada cubre las áreas costeras del desértico norte del país, el modelo de Z4Z4 tiene mayor «capacidad técnica» y no está hecha con «recursos mínimos», explicó Beneytez.

Además, según el arquitecto, esta iniciativa persigue construir paisajes, es decir, «un ambiente mucho más agradable y deseado como bosques artificiales» en aquellos lugares con escasez de agua.

Las «granjas de nubes» están hechas de dos naturalezas materiales, por un lado, barras de «maderas, fibras, carbonos y PVC» y cables «que las ponen en equilibrio», y por otro, un material «parecido al tul y otro que es de PVC con una transparencia del 70%».

Beneytez señaló que el ámbito de aplicación de las «granjas de nubes» son el país austral, España, Argelia, Marruecos y otras regiones de África.

«Chile es el país con más capacidad, económicamente más desarrollado y avanzado en este tema», subrayó el arquitecto.

La unidad más pequeña cuesta 750.000 dólares y tiene un diámetro de tres a cuatro metros, mientras que la más grande tiene un precio 1.500.000 dólares y hasta 50 metros de diámetro.

El tiempo de construcción oscila entre dos y tres meses, aunque puede llegar a cuatro.

Los primeros impuestos verdes estarán listos antes de final de año, según asegura Medio Ambiente

«Se van a ir aprobando distintos impuestos medioambientales. Algunos se han desarrollando ya y otros se están desarrollando», manifestó el secretario de Estado durante su intervención en la Comisión de Medio Ambiente y Cambio Climático del Senado.

Así, dijo que la fiscalidad verde pretende trasladar impuestos tradicionales hacia aquellos que dirijan la conducta de los ciudadanos hacia conductas más sostenibles. «Hacienda ha dicho que está interesado», apuntó Ramos, que añadió que este es un ámbito en el que hay que mejorar y que, por ello, su departamento está asesorando al ministerio de Hacienda en el diseño de esta nueva fiscalidad más verde.

El secretario de Estado repasó la gestión medioambiental del Gobierno en la que destacó, entre otras cuestiones, que se sacaron adelante cuatro normas con rango de Ley este año, dos años de impulso al medio ambiente, el Plan PIMA-SOL para la reducción de emisiones de CO2 en hoteles; el Plan Nacional de Calidad del Aire «con medidas realistas», y subrayó el anteproyecto de Ley de Evaluación Ambiental, que supondrá un «gran impulso», así como el anteproyecto de la Ley de Parques Nacionales.

Además, defendió que España cumplió el Protocolo de Kioto, a través de la compra de derechos de emisión porque «no había tiempo» de hacerlo de otra manera y explicó los proyectos para dar el prometido «giro copernicano» a la lucha contra el cambio climático, a través de dar prioridad a los proyectos de reducción de emisiones en el ámbito nacional. A su juicio, es preciso conciliar la máxima protección del medio ambiente con el desarrollo de una economía verde y de generación de empleo.

Ramos repasó el estado de los planes hidrográficos de cuenca, de los que ya están aprobados diez de un total de 25 y criticó que le parezca «francamente sorprendente» que el senador del PSOE Miguel Fidalgo haya dicho que los planes ya estaban hechos cuando «ni siquiera los habían sacado a información pública».

En su comparecencia aprovechó para felicitar a las confederaciones hidrográficas por la gestión realizada en este, que fue el año más lluvioso en 10 años, porque evitaron que los daños producidos por las intensas precipitaciones hayan sido mayores.

Asimismo, añadió que para racionalizar los presupuestos, se redujeron de cuatro a dos las Sociedades Estatales de Agua y destacó las obras de los embalses Almudévar-Biscarrues, el recrecimiento de la presa de Yesa y la presa de Enciso (La Rioja) y Castrovido (Burgos).

En materia de residuos, Ramos afirmó que no se va a hacer «un regalo a nadie que tenga una determinada tecnología», sino que el Gobierno aspira a no benificiar a nadie, ni decir «quién sale ganando», sino alcanzar los objetivos de residuos europeos.

Además, aseguró que al Ministerio le «interesa conocer el fracking» que estará sometido a Evaluación Ambiental y dijo que se va a discutir con el Ministerio de Industria. «Nos lo estamos tomando muy en serio», subrayó.

Por otro lado, respecto al backloading –retirar derechos de emisión de CO2 de los mercados para que aumente su precio– explicó que la postura de España es la de la abstención «igual que Alemania» porque está en la posición de estudiar y equilibrar este mecanismo.

El secretario de Estado reiteró que el medio ambiente «no es incompatible» con progreso sino que debe de ser un aliado porque el cuidado del entorno puede ser un entorno de oportunidades mediante políticas que integren e incentiven el medio ambiente. Por ello, insistió en que su voluntad es hacer una política medioambiental que no sea ajena a la realidad, con normas «ambiciosas pero realistas» y que busque las oportunidades que el medio ambiente pueda ofrecer.

Mientras, en su turno, el senador del PSOE Miguel Fidalgo criticó que la agenda de medio ambiente del Gobierno está «escondida» y lamentó que, a veces, el Ministerio de Medio Ambiente tiene «sus peores adversarios» en el Ministerio de Agricultura, de Hacienda o de Industria y que, por ello, el Gobierno se dedicó a eliminar las precauciones y salvaguardias ambientales.

Fidalgo criticó la política medioambiental del Gobierno en materia de residuos, de costas, de biodiversidad y dijo que su gestión no ha sido efectiva ya que se gestionó el 50% del presupuesto en algunas materias.

Los primeros impuestos verdes estarán listos antes de final de año, según asegura Medio Ambiente

«Se van a ir aprobando distintos impuestos medioambientales. Algunos se han desarrollando ya y otros se están desarrollando», manifestó el secretario de Estado durante su intervención en la Comisión de Medio Ambiente y Cambio Climático del Senado.

Así, dijo que la fiscalidad verde pretende trasladar impuestos tradicionales hacia aquellos que dirijan la conducta de los ciudadanos hacia conductas más sostenibles. «Hacienda ha dicho que está interesado», apuntó Ramos, que añadió que este es un ámbito en el que hay que mejorar y que, por ello, su departamento está asesorando al ministerio de Hacienda en el diseño de esta nueva fiscalidad más verde.

El secretario de Estado repasó la gestión medioambiental del Gobierno en la que destacó, entre otras cuestiones, que se sacaron adelante cuatro normas con rango de Ley este año, dos años de impulso al medio ambiente, el Plan PIMA-SOL para la reducción de emisiones de CO2 en hoteles; el Plan Nacional de Calidad del Aire «con medidas realistas», y subrayó el anteproyecto de Ley de Evaluación Ambiental, que supondrá un «gran impulso», así como el anteproyecto de la Ley de Parques Nacionales.

Además, defendió que España cumplió el Protocolo de Kioto, a través de la compra de derechos de emisión porque «no había tiempo» de hacerlo de otra manera y explicó los proyectos para dar el prometido «giro copernicano» a la lucha contra el cambio climático, a través de dar prioridad a los proyectos de reducción de emisiones en el ámbito nacional. A su juicio, es preciso conciliar la máxima protección del medio ambiente con el desarrollo de una economía verde y de generación de empleo.

Ramos repasó el estado de los planes hidrográficos de cuenca, de los que ya están aprobados diez de un total de 25 y criticó que le parezca «francamente sorprendente» que el senador del PSOE Miguel Fidalgo haya dicho que los planes ya estaban hechos cuando «ni siquiera los habían sacado a información pública».

En su comparecencia aprovechó para felicitar a las confederaciones hidrográficas por la gestión realizada en este, que fue el año más lluvioso en 10 años, porque evitaron que los daños producidos por las intensas precipitaciones hayan sido mayores.

Asimismo, añadió que para racionalizar los presupuestos, se redujeron de cuatro a dos las Sociedades Estatales de Agua y destacó las obras de los embalses Almudévar-Biscarrues, el recrecimiento de la presa de Yesa y la presa de Enciso (La Rioja) y Castrovido (Burgos).

En materia de residuos, Ramos afirmó que no se va a hacer «un regalo a nadie que tenga una determinada tecnología», sino que el Gobierno aspira a no benificiar a nadie, ni decir «quién sale ganando», sino alcanzar los objetivos de residuos europeos.

Además, aseguró que al Ministerio le «interesa conocer el fracking» que estará sometido a Evaluación Ambiental y dijo que se va a discutir con el Ministerio de Industria. «Nos lo estamos tomando muy en serio», subrayó.

Por otro lado, respecto al backloading –retirar derechos de emisión de CO2 de los mercados para que aumente su precio– explicó que la postura de España es la de la abstención «igual que Alemania» porque está en la posición de estudiar y equilibrar este mecanismo.

El secretario de Estado reiteró que el medio ambiente «no es incompatible» con progreso sino que debe de ser un aliado porque el cuidado del entorno puede ser un entorno de oportunidades mediante políticas que integren e incentiven el medio ambiente. Por ello, insistió en que su voluntad es hacer una política medioambiental que no sea ajena a la realidad, con normas «ambiciosas pero realistas» y que busque las oportunidades que el medio ambiente pueda ofrecer.

Mientras, en su turno, el senador del PSOE Miguel Fidalgo criticó que la agenda de medio ambiente del Gobierno está «escondida» y lamentó que, a veces, el Ministerio de Medio Ambiente tiene «sus peores adversarios» en el Ministerio de Agricultura, de Hacienda o de Industria y que, por ello, el Gobierno se dedicó a eliminar las precauciones y salvaguardias ambientales.

Fidalgo criticó la política medioambiental del Gobierno en materia de residuos, de costas, de biodiversidad y dijo que su gestión no ha sido efectiva ya que se gestionó el 50% del presupuesto en algunas materias.

Los primeros impuestos verdes estarán listos antes de final de año, según asegura Medio Ambiente

«Se van a ir aprobando distintos impuestos medioambientales. Algunos se han desarrollando ya y otros se están desarrollando», manifestó el secretario de Estado durante su intervención en la Comisión de Medio Ambiente y Cambio Climático del Senado.

Así, dijo que la fiscalidad verde pretende trasladar impuestos tradicionales hacia aquellos que dirijan la conducta de los ciudadanos hacia conductas más sostenibles. «Hacienda ha dicho que está interesado», apuntó Ramos, que añadió que este es un ámbito en el que hay que mejorar y que, por ello, su departamento está asesorando al ministerio de Hacienda en el diseño de esta nueva fiscalidad más verde.

El secretario de Estado repasó la gestión medioambiental del Gobierno en la que destacó, entre otras cuestiones, que se sacaron adelante cuatro normas con rango de Ley este año, dos años de impulso al medio ambiente, el Plan PIMA-SOL para la reducción de emisiones de CO2 en hoteles; el Plan Nacional de Calidad del Aire «con medidas realistas», y subrayó el anteproyecto de Ley de Evaluación Ambiental, que supondrá un «gran impulso», así como el anteproyecto de la Ley de Parques Nacionales.

Además, defendió que España cumplió el Protocolo de Kioto, a través de la compra de derechos de emisión porque «no había tiempo» de hacerlo de otra manera y explicó los proyectos para dar el prometido «giro copernicano» a la lucha contra el cambio climático, a través de dar prioridad a los proyectos de reducción de emisiones en el ámbito nacional. A su juicio, es preciso conciliar la máxima protección del medio ambiente con el desarrollo de una economía verde y de generación de empleo.

Ramos repasó el estado de los planes hidrográficos de cuenca, de los que ya están aprobados diez de un total de 25 y criticó que le parezca «francamente sorprendente» que el senador del PSOE Miguel Fidalgo haya dicho que los planes ya estaban hechos cuando «ni siquiera los habían sacado a información pública».

En su comparecencia aprovechó para felicitar a las confederaciones hidrográficas por la gestión realizada en este, que fue el año más lluvioso en 10 años, porque evitaron que los daños producidos por las intensas precipitaciones hayan sido mayores.

Asimismo, añadió que para racionalizar los presupuestos, se redujeron de cuatro a dos las Sociedades Estatales de Agua y destacó las obras de los embalses Almudévar-Biscarrues, el recrecimiento de la presa de Yesa y la presa de Enciso (La Rioja) y Castrovido (Burgos).

En materia de residuos, Ramos afirmó que no se va a hacer «un regalo a nadie que tenga una determinada tecnología», sino que el Gobierno aspira a no benificiar a nadie, ni decir «quién sale ganando», sino alcanzar los objetivos de residuos europeos.

Además, aseguró que al Ministerio le «interesa conocer el fracking» que estará sometido a Evaluación Ambiental y dijo que se va a discutir con el Ministerio de Industria. «Nos lo estamos tomando muy en serio», subrayó.

Por otro lado, respecto al backloading –retirar derechos de emisión de CO2 de los mercados para que aumente su precio– explicó que la postura de España es la de la abstención «igual que Alemania» porque está en la posición de estudiar y equilibrar este mecanismo.

El secretario de Estado reiteró que el medio ambiente «no es incompatible» con progreso sino que debe de ser un aliado porque el cuidado del entorno puede ser un entorno de oportunidades mediante políticas que integren e incentiven el medio ambiente. Por ello, insistió en que su voluntad es hacer una política medioambiental que no sea ajena a la realidad, con normas «ambiciosas pero realistas» y que busque las oportunidades que el medio ambiente pueda ofrecer.

Mientras, en su turno, el senador del PSOE Miguel Fidalgo criticó que la agenda de medio ambiente del Gobierno está «escondida» y lamentó que, a veces, el Ministerio de Medio Ambiente tiene «sus peores adversarios» en el Ministerio de Agricultura, de Hacienda o de Industria y que, por ello, el Gobierno se dedicó a eliminar las precauciones y salvaguardias ambientales.

Fidalgo criticó la política medioambiental del Gobierno en materia de residuos, de costas, de biodiversidad y dijo que su gestión no ha sido efectiva ya que se gestionó el 50% del presupuesto en algunas materias.

El Gobierno asegura que el certificado energético supone una mayor eficiencia de los edificios

En este sentido, Pérez Montes señaló que el certificado supone un ahorro y «mejorará la situación económica» de los ciudadanos, de implantación obligatoria desde el pasado 1 de junio. «El certificado inculca una nueva mentalidad en el ciudadano y mejora su situación económica», añadió.

Por su parte, el presidente del Consejo General de la Ingeniería Técnica, José Antonio Galdón, explicó que el certificado aporta una etiqueta al inmueble en función de su eficiencia energética que se traduce en un valor añadido para el edificio y en un ahorro «tangible» para las familias, aunque actualmente no cuenta con cifras concretas. Por otro lado, indicó que este certificado promueve la reactivación de sectores como el de la construcción o el de las instalaciones.

Además, el presidente del Cogiti destacó que es necesario incentivar las inversiones para reformar los edificios a través, por ejemplo, de desgravaciones del IRPF o premios a las viviendas más eficientes en el consumo de energía.

Desde la firma del convenio en el verano pasado, Cogiti estimó que formará a casi 6.000 profesionales que se encargarán de expedir los certificados a los edificios. Hasta el momento, el consejo de ingenieros técnicos no tiene cifras concretas acerca del número de certificados que ya se emitieron desde su implantación, pero han asegurado que a mediados de julio podrán informar sobre el volumen concreto.

El director del IDAE advirtió también que está teniendo lugar cierto «mercadeo» con los certificados energéticos e indicó que «evidentemente hay que desconfiar de alguien que ofrece la máxima calificación» sin haber visitado el inmueble. Galdón añadió que para evitar esto la Administración ejercerá un control y sancionará los casos que no cumplen con los requisitos determinados.

Por último, el director del IDAE destacó que en otros países del entorno la certificación energética de viviendas tuvo un resultado «espectacular».

El Gobierno asegura que el certificado energético supone una mayor eficiencia de los edificios

En este sentido, Pérez Montes señaló que el certificado supone un ahorro y «mejorará la situación económica» de los ciudadanos, de implantación obligatoria desde el pasado 1 de junio. «El certificado inculca una nueva mentalidad en el ciudadano y mejora su situación económica», añadió.

Por su parte, el presidente del Consejo General de la Ingeniería Técnica, José Antonio Galdón, explicó que el certificado aporta una etiqueta al inmueble en función de su eficiencia energética que se traduce en un valor añadido para el edificio y en un ahorro «tangible» para las familias, aunque actualmente no cuenta con cifras concretas. Por otro lado, indicó que este certificado promueve la reactivación de sectores como el de la construcción o el de las instalaciones.

Además, el presidente del Cogiti destacó que es necesario incentivar las inversiones para reformar los edificios a través, por ejemplo, de desgravaciones del IRPF o premios a las viviendas más eficientes en el consumo de energía.

Desde la firma del convenio en el verano pasado, Cogiti estimó que formará a casi 6.000 profesionales que se encargarán de expedir los certificados a los edificios. Hasta el momento, el consejo de ingenieros técnicos no tiene cifras concretas acerca del número de certificados que ya se emitieron desde su implantación, pero han asegurado que a mediados de julio podrán informar sobre el volumen concreto.

El director del IDAE advirtió también que está teniendo lugar cierto «mercadeo» con los certificados energéticos e indicó que «evidentemente hay que desconfiar de alguien que ofrece la máxima calificación» sin haber visitado el inmueble. Galdón añadió que para evitar esto la Administración ejercerá un control y sancionará los casos que no cumplen con los requisitos determinados.

Por último, el director del IDAE destacó que en otros países del entorno la certificación energética de viviendas tuvo un resultado «espectacular».

El Gobierno asegura que el certificado energético supone una mayor eficiencia de los edificios

En este sentido, Pérez Montes señaló que el certificado supone un ahorro y «mejorará la situación económica» de los ciudadanos, de implantación obligatoria desde el pasado 1 de junio. «El certificado inculca una nueva mentalidad en el ciudadano y mejora su situación económica», añadió.

Por su parte, el presidente del Consejo General de la Ingeniería Técnica, José Antonio Galdón, explicó que el certificado aporta una etiqueta al inmueble en función de su eficiencia energética que se traduce en un valor añadido para el edificio y en un ahorro «tangible» para las familias, aunque actualmente no cuenta con cifras concretas. Por otro lado, indicó que este certificado promueve la reactivación de sectores como el de la construcción o el de las instalaciones.

Además, el presidente del Cogiti destacó que es necesario incentivar las inversiones para reformar los edificios a través, por ejemplo, de desgravaciones del IRPF o premios a las viviendas más eficientes en el consumo de energía.

Desde la firma del convenio en el verano pasado, Cogiti estimó que formará a casi 6.000 profesionales que se encargarán de expedir los certificados a los edificios. Hasta el momento, el consejo de ingenieros técnicos no tiene cifras concretas acerca del número de certificados que ya se emitieron desde su implantación, pero han asegurado que a mediados de julio podrán informar sobre el volumen concreto.

El director del IDAE advirtió también que está teniendo lugar cierto «mercadeo» con los certificados energéticos e indicó que «evidentemente hay que desconfiar de alguien que ofrece la máxima calificación» sin haber visitado el inmueble. Galdón añadió que para evitar esto la Administración ejercerá un control y sancionará los casos que no cumplen con los requisitos determinados.

Por último, el director del IDAE destacó que en otros países del entorno la certificación energética de viviendas tuvo un resultado «espectacular».

La crisis económica, «aliada» involuntaria contra el cambio climático al potenciar el ahorro energético en los hogares

En concreto, el 81,6% de los encuestados citaron el ahorro energético como principal razón para poner medidas que reduzcan el consumo energético, frente al 57% registrado en 2008, muy lejos del interés por la disminución de la contaminación, que cae del 32,3% al 13,8%. Entre los comportamientos más frecuentes se encuentran apagar la luz y los aparatos eléctricos cuando no se usan, utilizar bolsas propias para comprar, recurrir al transporte público o limitar el tiempo de la ducha.

El secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos de Armas, encargado de clausurar la presentación de este estudio, incidió en la importancia de que los ciudadanos sean conscientes de que «sus actuaciones cotidianas son determinantes en la generación de emisiones de CO2» e instó a «generalizar» este tipo de actuaciones para favorecer la aceptación de las políticas ambientales implementadas desde las administraciones públicas.

En este sentido, Ramos de Armas recordó que el 30% de gases de efecto invernadero proceden del consumo en los hogares y, añadió que, aunque esta cuestión «ha perdido peso por la los problemas actuales» que afectan a la sociedad, «hay un alto grado de sensibilización». Así, aludió a uno de los datos del informe, que recoge que el 90% de los españoles reconocen el fenómeno del cambio climático.

Por su parte, el director del informe y profesor de la Universidad de Santiago de Compostela, Pablo Ángel Meira, explicó que «hay ciertos hábitos ciudadanos que se están aceptando a raíz de la crisis y que no se van a olvidar», asumiéndose como «algo rutinario», y concluyó que hay una «alta coincidencia entre las políticas estructurales del Gobierno en este campo con la predisposición de la sociedad».

En cualquier caso, el 47% de los ciudadanos consideró que el Ejecutivo debería preocuparse por problemas más importantes que el cambio climático. «La crisis ha trasladado la preocupación por el cambio climático a un segundo o tercer plano», apostilló Meira, sobre una cuestión sobre la que el secretario de Estado también se pronunció: «Hay otros problemas que han hecho de barrera, pero no es incompatible una respuesta a la crisis a corto plazo y un avance a medio plazo hacia una economía verde», añadió.

Ramos de Armas también apuntó hacia el futuro y aseguró que «el camino está ya marcado» hacia una economía «con menos impacto sobre el territorio y menos emisiones». Asimismo, apostó por una generación de nuevos emprendedores responsables ambientalmente y recordó que, aunque las Administraciones deben comprometerse en esta tarea, «no podrán hacerlo solas». Por ello, reclamó la «alianza» con una sociedad comprometida.

Por otra parte, el estudio de la Fundación Mapfre concluyó que «el nivel de desinformación ha aumentado» desde 2008 y aludió a un «distanciamiento psicológico» de los ciudadanos con este problema. Así, recogió que el 76,8% de los españoles reconoció estar «poco» o «nada» informado sobre las medidas de lucha contra el cambio climático y aludió a una «creencia de que se trata de una cuestión lejana en el tiempo y que afectará a otros países».

Según explicó el director de este estudio, «hay datos que pueden contradictorios», pero concluyó que la sociedad española se encuentra en «stanby», «con el piloto rojo encendido, pero esperando a una señal que sitúe la lucha contra el cambio climático en el lugar de relevancia que le corresponde».

Respecto a la relación entre el cambio climático y la salud, el 65% de los encuestados ve «posible» que el cambio climático afecte a su salud, pero «no conocen los problemas que puede acarrear», según matizó Meira. Así, el 80% estimó «erróneamente» que los problemas estarán relacionados con el cáncer de piel, mientras que obvian aspectos como la expansión de enfermedades tropicales.

Por último, el 70% de los españoles consideró que la propia sociedad es la principal generadora de este problema y de sus futuras consecuencias. En este sentido, el informe apostó por trabajar en la «concienciación» y «sensibilización», de forma que el cambio climático se sitúe entre las principales preocupaciones entre los ciudadanos españoles.