Francia y Bélgica han decidido trabajar juntas para que la segunda tenga una acción de oro en el futuro grupo fusionado GDF-Suez, informó el primer ministro belga, Guy Verhofstadt, tras reunirse con el presidente galo, Nicolas Sarkozy.

Suez es el accionista mayoritario de la compañía eléctrica belga Electrabel y de la distribuidora de gas natural Distrigaz en Bélgica.

Los temas energéticos, en particular la fusión acordada entre la gasista francesa Gaz de France (GDF) y el grupo franco-belga Suez, fueron uno de los puntos principales del encuentro entre Sarkozy y Verhofstadt en el Elíseo.

Tras recordar que «el Estado francés tendrá un 34 por ciento aproximadamente del futuro grupo fusionado», el primer ministro belga afirmó que «Bélgica tendrá una acción de oro para ejercer sus intereses» estratégicos de abastecimiento y de competencia. La acción de oro, que otorga un derecho de veto, debe permitir a Bélgica defender sus intereses.

El Estado belga tiene en la actualidad acciones de oro sobre las actividades reguladas belgas de Suez y «las conservará en el marco de la fusión» entre Suez y GDF, indicó el portavoz del Elíseo, David Martinon.

Señaló que el Estado francés también tendría una acción de oro sobre las actividades reguladas francesas de GDF-Suez. «También hemos convenido trabajar juntos para que toda esta operación sea ventajosa para los consumidores en Bélgica, es decir, más competencia en el mercado belga y una disminución de los precios, lo que está en favor de los consumidores en Bélgica«, insistió, por otra parte, el primer ministro belga.

El comité de empresa europeo de GDF debe dar su opinión sobre la fusión con Suez. Aunque fuera negativo, no pondría en entredicho el proyecto. Pese a los retrasos en el pronunciamiento del comité central de empresa de GDF (no el europeo), los dos grupos han asegurado que la fusión se materializará antes de finales de junio próximo.

La compañía estatal argelina de hidrocarburos Sonatrach ha llegado a un acuerdo para construir una central eléctrica híbrida en la República Dominicana, confirmaron fuentes de la empresa.

La central, con un coste de 200 millones de dólares, utilizará la energía solar y el gas natural para producir 150 megavatios de energía eléctrica.

El acuerdo, firmado el pasado 31 de enero, prevé igualmente la construcción de una terminal de gas natural líquido, unidades de regasificación y otras tecnologías basadas en el gas natural para el uso de la futura central. El contrato representa un paso más en el desarrollo de las actividades petroleras y gasísticas de la compañía argelina en el extranjero.

Sonatrach está presente en Europa (España, Francia, Reino Unido y Portugal), en África (Libia, Mauritania y Mali) y en América Latina (Perú).

El presidente de la compañía, Mohamed Meziane, afirmó recientemente que hasta 2015 el equivalente a 120.000 barriles de petróleo y cerca de un 30 por ciento del volumen de negocio de la sociedad provendrá del extranjero.

Para el ejercicio 2007, Sonatrach ha estimado un ingreso de cerca de 59.000 millones de dólares por la venta de productos energéticos en el mercado mundial.

La compañía alemana de suministro y servicios de energía E.ON rechazó la acusación de la Comisión Europea (CE) de haber manipulado los precintos de instalaciones investigadas por posible abuso de las normas de competencia.

En un comunicado de prensa, E.ON dijo que «rechaza la acusación de manipular los precintos, que la CE usa como argumento para imponer la multa». Además, E.ON informó de que presentará medios legales contra la multa. «Nadie ha dañado los precintos o abierto la puerta», añadió la filial de energía E.ON Energie.

«En la habitación precintada no faltan documentos por lo que no se puede hablar de ningún intento de impedir las investigaciones de las autoridades antimonopolio», añadió la compañía germana en la nota de prensa.

La CE impuso una multa de 38 millones de euros (56 millones de dólares) a E.ON por haber manipulado los precintos colocados por funcionarios europeos durante una inspección sorpresa realizada en mayo de 2006 a las oficinas de E.ON Energie en Múnich (sur de Alemania).

E.ON añade que «las insignificantes modificaciones de los precintos se deben más a una serie de factores que no se pueden achacar a la compañía». «Esto es demostrable mediante numerosos peritajes de científicos independientes de las Universidades de Tübingen y de Kaiserslautern«, según E.ON

El gigante energético alemán consideró que no hay pruebas de que los precintos fueran rotos por completo la mañana del 30 de mayo de 2006.
«Los funcionarios fotografiaron los precintos varias horas después de haber abierto y cerrado la puerta para realizar su trabajo» y de este modo se dañaron los precintos, opinó E.ON.

Con estos precintos la CE quería garantizar que nadie entrara por la noche en los oficinas donde se archivaban documentos que podían constituir pruebas de posibles violaciones de la reglas de competencia en el mercado alemán de la electricidad.

La CE asegura que cuando los inspectores volvieron a los locales los precintos de la puerta, adhesivos y diseñados de forma que al ser despegados aparezca en ellos la palabra «Void«, habían sido claramente retirados y vueltos a pegar con pegamento.