Esa cifra forma parte de los 1.277 millones de euros de inversiones que RTE tiene previsto invertir este año, indicó el gestor de infraestructuras en la presentación del balance eléctrico de Francia en 2010.
Las obras de la línea internacional entre Santa Llogaia (al norte de Girona) y Baixas, en las proximidades de Perpiñán, que incluyen 70 kilómetros soterrados, empezarán a uno y otro lado el Pirineo a mediados de este año y finalizarán en diciembre de 2013.
Esta infraestructura tiene un coste previsto de unos 700 millones de euros, que se repartirán por igual entre RTE y Red Eléctrica de España (REE).
Asimismo, el país galo aumentó un 19% sus ventas netas de electricidad con 29,5 teravatios hora, debido a una reducción sustancial de sus importaciones de los países vecinos, explicó RTE.
Las compras de corriente por parte de Francia en 2010 se limitaron a 37,1 teravatios hora, comparados con 43,4 en el ejercicio precedente, mientras que las exportaciones brutas fueron de 66,6 teravatios hora, algo inferiores a los 68 de 2009, precisó RTE en un comunicado.
Suiza fue el principal destino de la electricidad exportada por Francia, con un saldo importador neto de 19,5 teravatios hora, y le siguieron Italia (16,2) y Reino Unido (3).
En el otro extremo, Francia realizó compras netas de corriente sobre todo a Alemania (6,7 teravatios hora), pero también a España (1,6 teravatios hora), que hasta ahora le compraba más que le vendía, y a Bélgica (0,9).
En el caso de España, a través de sus interconexiones exportó a Francia 3,5 teravatios hora en 2010, mientras que importó 1,9 teravatios hora.
España ya había disminuido progresivamente sus compras netas de electricidad a Francia en los ejercicios anteriores: de los 5,4 teravatios hora de 2007 se había pasado a los 2,7 en 2008 y a 1,5 en 2009.
El consumo eléctrico en Francia subió un 5,5% el pasado año hasta 513,3 teravatios, algo que RTE atribuyó por dos tercios al efecto de las temperaturas, es decir que 2010 fue más frío que 2009 (de hecho el más frío desde 1987 según los servicios meteorológicos franceses).
El tercio restante del incremento se debió a la recuperación de la economía y «a los desarrollos de los usos eléctricos», indicó el gestor de las infraestructuras de transporte eléctrico, que destacó que por primera vez en la historia del país se había sobrepasado el umbral de los 500 teravatios hora: el anterior pico era de 495 en 2008.
Esa subida de la demanda pudo ser asumida por un incremento del 6% de la producción eléctrica francesa hasta 550,3 teravatios hora, con subidas diferenciadas entre unas y otras centrales.
Los 55 reactores atómicos del país aportaron 407,9 teravatios hora, un 4,6% más de lo que habían generado en 2009, mientras que las centrales térmicas incrementaron su producción en un 8,3% hasta 59,4 teravatios hora, gracias a las unidades de gas (+24,7% a 30 teravatios hora) y las de fuel (+2,7% a 7,9 teravatios hora), que compensaron con creces la caída de las de carbón (-7,6% a 19,1).
Entre las fuentes renovables, la hidroeléctrica siguió siendo de lejos la más importante con 68 teravatios hora y un alza del 9,9%, seguida de la eólica (+22,2% y 9,6 teravatios hora). La solar aumentó el 281,6% pero no representó más que 0,6 teravatios hora. El resto de las renovables (esencialmente la biomasa) supuso 4,8 teravatios hora y una progresión del 11,1%.
Por último, y también desde Francia, conocemos las intenciones de los astilleros militares franceses DCNS, que presentaron un proyecto de reactor nuclear submarino concebido para la generación eléctrica de ciudades costeras e islas de una potencia de hasta 300 megavatios, que podría entrar en servicio en el horizonte de 2017.
La decisión para la construcción del prototipo de este reactor, bautizado Flex Blue, deberá tomarse en 2013, y de aquí a entonces van a estar trabajando unos 150 ingenieros con una inversión prevista de varias decenas de millones de euros, precisó la Dirección de Construcciones Navales (DCNS).
En la iniciativa participan, además de los astilleros navales que cuentan con la experiencia de la construcción de 18 reactores que equipan o han equipado los submarinos y los portaaviones nucleares de la Marina francesa, las compañías igualmente estatales Areva y EDF, así como el Comisariado de la Energía Atómica (CEA).
El diseño previsto de esta central innovadora es un cilindro de entre 12 a 15 metros de diámetro con una caldera, unido a una central eléctrica.
Se ha pensado para permanecer sumergida a unos 100 metros de profundidad y a varios kilómetros de la costa, y podría abastecer en energía a poblaciones de entre 100.000 y un millón de habitantes.
Al estar sumergida, el agua del mar constituiría la fuente la enfriamiento necesaria en la tecnología atómica. Eso mismo sería una garantía de seguridad, al estar protegida de catástrofes como las caídas de aviones, meteoritos, rayos o terremotos, según la compañía de astilleros.
Falta por ver cuál será la posición de los expertos que deberán dar su visto bueno, en particular ante el riesgo de fugas y de cualquier contaminación en un medio tan frágil como el marino.
De salir adelante el proyecto, se construiría en las instalaciones que DCNS tiene en el puerto de Cherburgo y se transportaría en barco hasta el punto donde ofrecería servicio.
El presidente de la compañía, Patrick Boissier, subrayó que sus principales bazas es una construcción más barata y más rápida (unos dos años) que en el caso de un reactor convencional, además de permitir la producción de electricidad a un precio «competitivo».
Para su grupo, el mercado potencial para este tipo de centrales de pequeña capacidad sería de unas 200 unidades en los próximos 20 años, sobre todo en los países emergentes.
