«Hemos firmado los acuerdos para este campo (el más importante, que alcanza los 10,25 billones de pies cúbicos) y hemos firmado cómo vamos a operar esos campos. La gobernabilidad para la explotación», declaró a periodistas el ministro venezolano de Energía, Rafael Ramírez, que también preside Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA).

Señaló que en los otros dos yacimientos compartidos, que alcanzan poco más de un 1 billón de pies cúbicos, «la parte técnica está concluida» y se está a la espera de que se formalice la «parte legal» para iniciar la explotación.

Informó de que, en el caso venezolano, el gas extraído de este yacimiento principal podría estar antes de dos años entrando en su país.

Además, indicó de que los dos países pretenden ampliar su cooperación en materia energética en un documento que suscribirán cuando a finales de año el presidente venezolano, Nicolás Maduro, visite Trinidad y Tobago.

Por su parte, el ministro trinitense de Energía, Kevin Ramnarine, manifestó una «gran emoción» porque «finalmente Trinidad y Tobago y Venezuela van a poder aprovechar este gas que se encuentra en la zona transfronteriza».

Señaló, además, que un acuerdo de explotación conjunta de yacimientos de gas «nunca ha sido firmado antes en la región de las Américas».

La explotación de este enorme yacimiento, del que el 73,75% se encuentra en territorio de Venezuela y el 26,25% restante en Trinidad y Tobago, se hará desde la parte venezolana, informó la semana pasada Ramírez.

Para transportar el combustible desde mar adentro se construirá un gasoducto de casi 270 kilómetros hasta la localidad de Güiria (en el este de Venezuela, frente a Trinidad y Tobago), y desde donde se uniría al proyecto gasífero Gran Mariscal Sucre que se está construyendo en la zona, dijo entonces el ministro.

El presidente Hugo Chávez, fallecido en marzo pasado, dijo en 2012 que las reservas probadas de gas venezolano alcanzaban los 200 billones de pies cúbicos.

Venezuela y Trinidad y Tobago forman parte del Foro de Países Exportadores de Gas (FPEG), que agrupa además a Argelia, Bolivia, Egipto, Rusia, Irán, Iraq, Qatar, Libia, Nigeria, Omán, Guinea Ecuatorial y Emiratos Árabes Unidos. Estos países aglutinan casi la mitad de todas las exportaciones mundiales de gas convencional y el 65% de sus reservas demostradas.

Al intervenir en una conferencia en el marco del World Shale Oil & Gas Latin America Summit, que se realiza en Buenos Aires, Mario Gabriel Budebo, consejero profesional de Pemex Gas y Petroquímica Básica, reconoció que hay «algunas conversaciones» entre ambas compañías.

De todos modos, Budebo, exsubsecretario de Hidrocarburos de México, subrayó que aunque Pemex tiene una «clara intención» de internacionalizar sus negocios en los próximos años, necesita en los próximos «tres o cuatro años» concentrarse en el mercado mexicano.

Ello, explicó, se debe a que Pemex deberá enfrentar «mucha competencia» en México a partir de la reforma energética impulsada por el presidente Enrique Peña Nieto para abrir al sector privado la exploración y explotación de hidrocarburos mediante contratos de utilidad compartida.

Fuentes de YPF no confirmaron oficialmente las negociaciones, pero recordaron que «en los últimos meses» el titular de la mayor productora de hidrocarburos de Argentina, Miguel Galuccio, y el presidente de Pemex, Emilio Lozoya, han tenido «varias reuniones de trabajo».

Días atrás, Galuccio destacó la reforma energética impulsada en México y afirmó que en el sector «las alianzas con socios estratégicos son clave».

«Para poner las reservas en producción, necesitamos de socios que inviertan, para revertir el declino natural de los yacimientos, y con el fin de disminuir el desbalance energético y lograr el autoabastecimiento. El desarrollo de los no convencionales requiere no sólo enormes sumas de dinero, sino compartir riesgos, y experiencia», dijo Galuccio.

Pemex, quinto productor mundial de crudo, posee una participación minoritaria en la española Repsol, a la que el Estado argentino expropió el año pasado un 51% de las acciones de YPF, donde la petrolera europea mantiene un 12% de las acciones.

Hasta el momento, YPF firmó un acuerdo con la estadounidense Chevron para la explotación de petróleo no convencional en un sector de Vaca Muerta.

La petrolera mexicana Pemex no coincide con la estrategia de su participada Repsol de demandar ante la Justicia a las compañías que se quieran asociar con la argentina YPF en el megacampo de Vaca Muerta, aseguró uno de los miembros del directorio del grupo mexicano, Fluvio Ruiz, miembro del directorio de Pemex, en Buenos Aires.

Tras la expropiación de YPF, la petrolera española viene presentando demandas contra las compañías que buscan asociarse a la petrolera argentina para desarrollar los recursos en la formación patagónica, en un intento por forzar una compensación por la nacionalización.

«Sobre la postura de Repsol, yo siempre he sostenido en lo personal que me parece que los Estados nacionales tienen absolutamente todo el derecho del mundo de decidir cuáles son las políticas públicas que más les convienen a sus países», señaló.

«Mal haríamos los miembros de una empresa que surgió de una nacionalización (por Pemex) al cuestionar esas facultades al Estado argentino. En ese sentido, no coincidimos con la postura que adoptó oficialmente Repsol», añadió.

La encuesta nacional, en la que participaron 600 mil ciudadanos y que incluyó seis preguntas, se hizo el 25 de agosto pasado en 10 estados del país, incluida la capital mexicana, y el 1 de septiembre en las 22 entidades restantes del país.

La consulta fue realizada por la organización no gubernamental Alianza Cívica con la asesoría de un Consejo Nacional Ciudadano formado por 35 representantes de movimientos sociales, académicos y expertos en temas fiscales y energéticos.

Según los resultados de la encuesta, aún preliminares porque faltan las respuestas de los estados del sureste del país, el 91% se pronunció a favor de que, una vez cubiertas las necesidades de operación de Pemex, los beneficios de la petrolera deben dirigirse a inversión pública, como construcción de hospitales y escuelas.

«La reforma energética es una necesidad para el país, pero no de la forma que ellos (el Gobierno) la están pensando con contenido antipatriota y privatizador», dijo el presidente del PRD, Jesús Zambrano, en la presentación de los resultados de la consulta.

La iniciativa oficial prevé cambiar la Carta Magna para hacer más atractivo el sector a la iniciativa privada y permitirle que participe en su modernización, a través de contratos de utilidad compartida para explorar y extraer crudo y gas sobre todo en los campos que requieren más tecnología.

El principal partido de izquierda del país está a favor de la modernización de Petróleos Mexicanos (Pemex), pero rechaza los cambios a la Constitución planteados por el presidente Enrique Peña Nieto, al considerar que suponen la entrega a manos privadas de la renta petrolera.

«Los resultados son muy contundentes: los que pretenden abrir Pemex son una minoría«, dijo Víctor Alberto Damián, uno de los integrantes del Consejo Nacional Ciudadano.

Zambrano dijo que de ser aprobada la reforma energética de Peña Nieto, en 2015 se celebraría un referendo para revocar los cambios en el sector energético, que podrían «echar abajo» las inversiones extranjeras.

Sobre la reforma fiscal, que será presentada por el Gobierno en los próximos días, el 85% de los mexicanos opinó que quienes tienen más ingresos deben pagar más impuestos.

El 87% de los participantes en la consulta se pronunció en contra del cobro del IVA en alimentos y medicinas, mientras que el 73% defendió la necesidad de eliminar los privilegios en el pago del Impuesto sobre la Renta de los que se benefician algunas empresas y personas.

El objetivo de la consulta promovida por el PRD es trasladar los resultados al Legislativo para que sean tenidos en cuenta en sus deliberaciones.

El partido hizo un llamamiento a realizar el próximo 15 de septiembre una cadena humana a lo largo del Paseo de la Reforma y dos semanas después en Avenida Insurgentes para dar a conocer los resultados de la consulta e «insistir en su propuesta de reforma».

El PRD presentó en agosto una iniciativa de reforma energética que impulsa la autonomía presupuestaria y de gestión de Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sin hacer cambios a la Carta Magna.

El secretario general del PRD, Alejandro Sánchez, advirtió en misma rueda de prensa de que los próximos «120 días van a ser de tensión social si Peña Nieto insiste en imponer las reformas estructurales».