La multinacional energética española Gas Natural Fenosa anunció el pasado día 12 que había llegado a un acuerdo para adquirir la chilena Compañía General de Electricidad (CGE), la mayor distribuidora eléctrica del país.

Los accionistas mayoritarios de la compañía suscribieron una promesa de compraventa en virtud de la cual traspasarán a la española todas sus acciones, que representan cerca del 54% del total.

El contrato obliga a Gas Natural Fenosa a realizar una oferta pública de adquisición de acciones (OPA) para tomar el control del 100% de los títulos de CGE, con mínimo inicial de un 51% de la propiedad de la firma chilena.

«Gas Natural Fenosa hizo una oferta y nos comentaba su presidente (Salvador Gabarró) que estaba muy impresionado por la rapidez de todo el proceso», dijo Bachelet durante un foro empresarial organizado en Madrid por el diario «El País«.

La jefa de Estado chilena destacó que la propuesta de esta compañía «es crecer en todos los negocios en los que CGE tiene presencia», centrándose en la distribución de gas y electricidad.

«La razón que han dado para esta operación es que Chile presenta muchas oportunidades y ofrece un marco regulatorio muy estable. Esto muestra el vigor y la proyección que pueden encontrar las empresas españolas en nuestro país», destacó Bachelet.

Chile posee un precario equilibrio energético debido a la falta de inversión y paralización de varios proyectos en los últimos años, por eso el Gobierno de la socialista Michelle Bachelet se planteó una intensa agenda para dinamizar la actividad en el sector y diversificar la cantidad de empresas que participan en el área.

Esta agenda tiene el objetivo de «invertir poderosamente en energía a fin de asegurar el suministro, diversificar la matriz y reducir los costos, que afectan a la competitividad» de la industria chilena.

«Además, incorpora de una manera creciente y dinámica las energías renovables no convencionales, una área en la que hay grandes oportunidades para las inversiones españolas», agregó.

La presidenta obtuvo el compromiso de los inversionistas españoles de seguir apostando por Chile, en momentos en que el Ejecutivo está impulsando una ambiciosa agenda de reformas y la economía del país sudamericano muestra signos de fuerte desaceleración.

El presidente de la patronal CEOE, Juan Rosell, enfatizó que los empresarios españoles consideran que Chile es el mejor país de América Latina para invertir y confían plenamente en que lo seguirá siendo.

«Existen grandes expectativas a partir de la reforma; los efectos serán a mediano y largo plazo», aseguró el subdirector de Tesorería de Pemex, Rodolfo Campos, en la presentación del informe financiero de la empresa estatal a 30 de septiembre. Una reforma energética que entró en vigor hace apenas unos meses tras la promulgación de su legislación reglamentaria y abrió el sector petrolero mexicano a la inversión privada tras más de siete décadas de monopolio estatal.

El nuevo marco otorgó a la petrolera mexicana medios para operar y generar más valor, a fin de que pueda posicionarse en el mercado global, afirmó Campos. Pemex tiene «mucho trabajo que hacer» y ahora está en un proceso de transformación en el que «gradualmente iremos cerrando brechas que hoy nos llevan a generar pérdidas considerables», apuntó. La compañía pública se enfrenta «al reto más importante» de su historia, destacó el subdirector, quien confió en que en el mediano y largo plazo la petrolera se colocará a la par de sus homólogas a nivel global.

Pemex acumuló pérdidas por 11.024 millones de dólares en los primeros nueve meses del año, afectada por el pago de impuestos y derechos por 46.460 millones de dólares, superior a la rentabilidad neta de la compañía. En el resultado de la petrolera, que aporta un tercio de la recaudación fiscal de México, también influyó el descenso del 1,4% en la producción de hidrocarburos en este período y de un 2,5% en el tercer trimestre del año al pasar de un promedio de 3,6 millones de barriles diarios a 3,5 millones.

Las ventas totales de la petrolera mexicana ascendieron a 90.842 millones de dólares, un 2% mayor respecto al periodo enero-septiembre del año pasado. Sin embargo, los ingresos por las exportaciones bajaron un 2,5%, para quedar en 37.156 millones de dólares, afectadas por un descenso del 6,8% en el precio de la mezcla mexicana, que pasó de 100,69 a 93,86 dólares, y del 4,4% en el volumen de las ventas al exterior. En el resultado negativo también influyó el aumente del costo de las ventas en un 5,6% durante estos primeros meses del año, al situarse en 46.331 millones de dólares.

La utilidad bruta se situó en 44.510 millones de dólares después de deducir el coste de la operación, un 1,6% menor a la registrada en los primeros nueve meses de 2013, mientras el rendimiento de operación cayó un 11,7%, al situarse en 38.798 millones de dólares. La petrolera precisó que el beneficio antes de impuestos se desplomó un 15,8% respecto al mismo período de 2013, hasta 35.436 millones de dólares.

Los pasivos de Pemex, que incluyen deudas de corto y largo plazo, impuestos y derechos, así como pasivos laborales, ascendieron a 179.039 millones de dólares, que suponen casi la mitad de la deuda total de México. Al cierre de septiembre pasado, la deuda de Pemex ascendió a 74.000 millones de dólares, superior en un 10% a la registrada al cierre de 2013, del cual el 88% es de largo plazo.

Desde agosto, la petrolera busca atraer nuevas tecnologías, capitales y socios estratégicos que le permitan competir de forma eficiente en el nuevo mercado de hidrocarburos. En la llamada Ronda Cero, el Gobierno otorgó a Pemex un 83% de las reservas probadas de petróleo del país y un 21% de los recursos prospectivos. Entre los campos asignados, la compañía ya cerró diez proyectos en asociación con firmas privadas a realizar en 13 meses a partir de noviembre. Además, Pemex busca asociarse con otras petroleras para participar en la Ronda Uno, en la que se licitarán 169 bloques de hidrocarburos en 2015.

Pemex y Chevron cooperarán en actividades petroleras

Asimismo, la compañía estatal mexicana informó de que firmó un acuerdo con la petrolera estadounidense Chevron Corporation para buscar oportunidades de cooperación en el sector petrolero que sean «beneficiosas» para ambas partes.

Pemex indicó que este «memorándum de entendimiento», firmado en la capital mexicana, reconoce la larga relación que han mantenido ambas empresas desde hace años. También se destacó que en la agenda del trabajo de cooperación se incluyen temas como la exploración en aguas profundas, explotación de crudos pesados y revitalización de campos maduros entre otros. Asimismo se incluye la exploración de oportunidades en el campo del gas natural, refinación y distribución de combustibles, según Pemex.

Las dos firmas petroleras también se comprometieron a promover el cuidado del medio ambiente y el desarrollo sostenible, y a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. El acuerdo también incluye actividades conjuntas para el desarrollo del capital humano y la generación de condiciones de seguridad en el trabajo. La reforma energética aprobada en México obliga a Pemex a convertirse en una empresa productiva del Estado, con capacidad tecnológica y financiera para competir con los gigantes petroleros del mundo.