«Es un hito en la historia reciente de Iberdrola», subrayó Sánchez Galán en la inauguración de la instalación, en la que Don Felipe descubrió una placa conmemorativa del evento.
También asistieron el presidente de las Cortes, Juan Cotino, el secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, Víctor María Calvo-Sotelo, el consejero de Gobernación, Serafín Castellano, la delegada del Gobierno en la Comunitat, Paula Sánchez de León, y miembros del Comité de Dirección de Iberdrola.
En su intervención, el presidente de Iberdrola destacó el compromiso de la compañía con España, donde cuenta con unos activos de 40.000 millones de euros y da empleo a 70.000 personas. Además, subrayó que, en los últimos doce años, invirtió 22.000 millones de euros y realizó compras a miles de empresas españolas por valor cercano a los 50.000 millones de euros.
Sánchez Galán señaló asimismo que estas instalaciones refrendan la «apuesta permanente» de la empresa por la Comunitat Valenciana, donde dan trabajo a «varios miles de personas» e invirtieron «4.500 millones euros en los últimos años, efectuando compras a empresas locales por importe de casi 4.000 millones».
Además, destacó que el complejo hidroeléctrico de Cortes-La Muela, cuyo origen se sitúa hace 112 años en el salto de El Molinar, es «un ejemplo de instalación eficiente y sostenible económica y medioambientalmente», ya que «utiliza excedentes energéticos cuando sobran en el sistema y los aplica para producir energía cuando existe demanda punta», contradiciendo, de paso, «el concepto de que la energía no se puede almacenar», apuntó.
El presidente de Iberdrola resaltó asimismo que «el bombeo es un claro ejemplo de que «es posible almacenar energía cuando es escasa y de producirla cuando sobra» y, además, de forma sostenible económica y medioambientalmente», con un coste «cinco veces menor que otras energías» y que «no requiere subvenciones, más bien al contrario, está gravada con casi un 30% para sufragar las tecnologías menos eficientes», apostilló.
En este sentido, subrayó que esta central hidroeléctrica tiene mayor capacidad de generación eléctrica que todas las centrales termosolares de España.
Según indicó, esta inauguración «da continuidad a la apuesta histórica por las energías limpias, y en particular por la hidroeléctrica», de la compañía, que posee «una capacidad instalada de casi 10.000 MW en todo el mundo», punto en el que aludió a la inauguración este año de la central hidroeléctrica de San Esteban y al inicio de la construcción de la de San Pedro, ambas en la Cuenca del Sil.
Siete años de obras y 350 millones de euros de inversión
La nueva planta hidráulica de Iberdrola, ubicada en la margen derecha del Júcar, permite almacenar energía potencial a través del llenado mediante el bombeo de agua de un embalse a un depósito superior, lo que posibilita comenzar a generar gran cantidad de electricidad en un tiempo de respuesta muy rápido al turbinar el agua de bajada al embalse y sin generar ningún tipo de emisión a la atmósfera.
En concreto, La Muela II consta de cuatro grupos reversibles que permiten sumar una potencia de turbinación de 852 megavatios –744 en bombeo– que aprovechan el desnivel de más de 500 metros que existe entre el depósito superior y el embalse de Cortes de Pallás para generar energía.
Para su instalación, se excavó una caverna de 115 metros de largo, 50 de alto y 20 de ancho, de modo que podría albergar la Catedral de Valencia con el Miguelete o un edificio de unas 300 viviendas con una altura de 15 plantas. Además, se construyó una tubería forzada de 5,45 metros de diámetro y 850 de longitud, alojada en el interior de un pozo excavado en la roca con una inclinación de 45 grados, que permitirá que el agua del depósito llegue hasta el corazón de La Muela.
Durante los siete años que duraron las obras de ampliación de la central de La Muela, se invirtieron 350 millones de euros y la compañía dio empleo a varios miles de personas. Además, más de 30 empresas vinculadas a la Comunitat participaron durante todo el proceso y se realizaron compras de equipos por valor de varios cientos de millones de euros.
En la década de los 80, Iberdrola inició los trabajos de las primeras instalaciones de La Muela I, que se puso en marcha en 1989, y del depósito superior, que se construyó con dos tomas y unas dimensiones acordes (20 hm3) de cara a una posible ampliación que se completó más de 30 años después. Esta nueva instalación hidroeléctrica se suma al resto que la compañía tiene ya operativas en la zona, como son La Muela I (630 MW), Cortes II (280 MW), Salto de Cofrentes (120 MW) y Millares II (67 MW).
Al término de su intervención, Sánchez Galán pidió al Príncipe que traslade al Rey sus «mejores deseos de su pronta recuperación», así como su «agradecimiento sincero por el constante respaldo» mostrado por la Familia Real a Iberdrola, a lo que agregó que esta empresa «seguirá teniendo por la Corona el mismo aprecio, apoyo y lealtad que han sido constantes e incondicionales a lo largo de toda su historia».