El sector de la biomasa destaca su utilidad para reducir el déficit exterior y crear empleo

Estas son algunas de las principales conclusiones alcanzadas por Probiomasa en el marco de Genera 2012, una jornada sobre la biomasa en España desde las perspectivas agrícola, forestal, energética y autonómica.

El sector indicó que la biomasa genera «todo tipo de consensos», al tratarse de una energía limpia que «ahorra de manera intensa emisiones contaminantes, que evita incendios forestales y que crea empleo».

Asimismo, recordó que los productos energéticos importados por España representaron en 2010 el 64,6% de todo el déficit exterior, y un 87,8% en 2011, mientras que la biomasa supone un «porcentaje casis testimonial» al representar «sólo» el 3,95%.

No obstante, Probiomasa consideró «urgente» que se adopten las medidas que sean necesarias para que la biomasa salga del «grave estancamiento» existente en su desarrollo «a pesar del enorme potencial de materias primas biomásicas en España».

De esta forma, las actuaciones reclamadas desde el sector van dirigidas a «instaurar un nuevo sector productivo localizado en el medio rural con un fuerte carácter industrial y muy intensivo en generación de empleo».

La planta de biomasa forestal de Smurfit (Vizcaya) arranca después de invertir 20 millones de euros

Esta nueva planta de cogeneración de vapor, con una potencia instalada de 21,4 megavatios (MW), permitirá a Smurfit incrementar su capacidad de generación eléctrica en más de un 40%, al superar los 120.000 MW/h al año de energía renovable, con lo que tendrá una autosuficiencia energética del 65%.

Hasta ahora, la planta de Iurreta producía 80.000 MW/h al año de energía eléctrica renovable procedente de biomasa, usando como combustibles el licor negro, subproducto procedente de la cocción de la madera, y las cortezas generadas tanto en la planta de fabricación de papel como en los aserraderos.

A partir de ahora también se usará biomasa residual forestal procedente de operaciones en los bosques como podas, selección de brotes, clareos, cortas fitosanitarias y desbroces.

Este tipo de materia permanece como residuo en el monte, por lo que la nueva planta, explicó la compañía, ayudará a mantener los montes limpios, al tiempo que generará energía limpia.

Con esta nueva instalación Smufit Kappa Nervión incrementará su consumo de masa forestal en más de 40.000 toneladas al año, llegando a las 100.000.

Para la puesta en marcha de la planta fue necesario adquirir una trituradora capaz de procesar esta biomasa de origen forestal, construir un nuevo edificio para albergar el nuevo tubo generador de vapor y ampliar el sistema de refrigeración con cuatro nuevas torres.

Según informó Smufit Kappa Nervión cuando anunció el proyecto en 2009, la nueva central de biomasa permitirá una reducción de un 34% de las emisiones indirectas dióxido de carbono (CO2).

La empresa invirtió 50 millones de euros en el período 2008 y 2012 en la planta vizcaína para la mejora de calidad y eficiencia productiva, precisó.

La biomasa pide al Gobierno que impulse el sector para ahorrar 837 millones de euros en emisiones

Además, consideró que, en la actual situación de crisis, el Ejecutivo debe «explorar exhaustivamente todos aquellos yacimientos de ahorro de gastos públicos susceptibles de ser activados de manera inmediata» y, en especial, los que generan empleo y ofrecen mejoras medioambientales.

Probiomasa consideró que la biomasa forma parte de estos sectores por los que hay que apostar y recordó que España es, tras Japón, el segundo país del mundo que más gasta en la compra de derechos de emisiones de dióxido de carbono.

Entre las medidas para corregir esta «inaceptable» situación, indicó, el Gobierno debe incluir «con carácter prioritario la potenciación de las biomasas por ser uno de los sumideros nacionales de emisiones más eficiente, así como el principal mitigador de las emisiones difusas».

La biomasa, señaló, es el sector que «permitiría ahorrar más emisiones con menor esfuerzo y en menor lapso de tiempo«. De hecho, el ahorro por la compra de derechos de emisión puede alcanzar en los próximos años 507 millones de euros en el sector de la biomasa para electricidad y 331 millones de euros en la biomasa térmica para edificación e industria.

Estos ahorros podrían lograrse si el Gobierno cumpliese los objetivos del Plan de Energías Renovables 2011-2020 en relación con el desarrollo de la biomasa, afirma la plataforma.

El sector de la biomasa es capaz de generar más de 25.000 empleos

La organización sindical lamentó que este sector de actividad se encuentre «estancado» ya que con su desarrollo, además de crear puestos de trabajo, se reducirían los incendios forestales en un porcentaje «elevadísimo» y se contribuiría al desarrollo rural.

En este sentido, lamentó la «miopía» de las administraciones respecto a este tipo de industrias, a pesar de que en otros países con menos recursos de estas características esté «completamente consolidado».

Según argumentó Fitag-UGT, el desarrollo de la biomasa acarrearía además una gestión sostenible de los bosques y del sector forestal como generador de empleo al incentivarse las actividades de prevención de incendios a lo largo de todo el año.

En relación al desarrollo del territorio, consideró el sindicato que la apuesta por el sector forestal contribuiría al asentamiento de la población rural al estar localizada la actividad en este medio, lo que permitiría el desarrollo de estas zonas y la generación de riqueza.

La recién constituida Probiomasa reclama un marco legal estable que permita generar 20.000 empleos

Probiomasa, formada por 24 organizaciones, federaciones, fundaciones, redes y clústeres, se constituyó como grupo de presión para interceder ante el Gobierno, las Comunidades autónomas y los grupos políticos para impulsar la continuidad y la utilización del sector de las biomasas que, según resaltó, contribuye al desarrollo rural, a la reducción entre un 30% y un 50% de los incendios forestales, a la disminución del efecto invernadero y colabora en déficit presupuestario con 120 millones de euros.

La nueva plataforma pidió al Gobierno que apueste por el desarrollo de la biomasa y considere estratégica esta tecnología, por ser la que más empleo y riqueza genera en el medio rural, la que más impuestos paga, la que más residuos valoriza y la que más emisiones de CO2 evita.

Además, Probiomasa aseguró que esta actividad es la que aporta una mayor estabilidad al sistema eléctrico y no tiene relación con la aparición del déficit de tarifa. Además, es 100% gestionable.

Así lo explicó en Madrid, durante la presentación de la plataforma, el presidente de Appa Biomasa, Manuel García, quien detalló que España es el tercer país de la Unión Europea con mayor potencial en creación de biomasa, pero que «se encuentra a la cola en aprovechamiento energético en biomasa».

García indicó que uno de los puntos clave que quieren plantear al Ejecutivo es una mejora y una adaptación de la normativa a las necesidades del sector, lo que pasa por tratar como productos y no como residuos los materiales que resultan de distintas actividades, como las podas.

El vicepresidente de ADAP Biomasa, Jorge Tinas, destacó el desarrollo marginal del biogás en España, y aunque remarcó su alto potencial para aprovechar los residuos agroganaderos, recordó que sólo se ha cumplido el 55,3% de los megavatios proyectados en el último plan, y que de ellos, el 80% procedió de los vertederos.

Por su parte, el secretario general de Asaja, Juan Sánchez Brunete, subrayó que la plataforma quiere llevar argumentos lógicos al Gobierno y que la biomasa «se adapta perfectamente al sector agroganadero, tanto por la vía de los subproductos como de los cultivos.

El presidente de COSE, Josu Azpicarte, por su parte remarcó que más del 50% del territorio español es superficie forestal, por lo que es necesario trasladar al Gobierno que el 30% del monte no se aprovecha y que la biomasa es igual a sostenibilidad, prevención de incendios y de plagas, además de ser un generador de empleo y una oportunidad para el desarrollo rural.

El secretario de agricultura de UPA, Ignacio Senovilla, detalló que cada año se producen 30.000 millones de toneladas de subproductos procedentes del sector agrícola y 50 millones de toneladas de estiércol y purines. En este sentido, señaló que el «potencial enorme de dinero que destruimos todos los años y además con problemas», en alusión a los obstáculos que encuentran los productores en la destrucción de residuos.

Entre los miembros de Probiomasa están las organizaciones agrarias ASAJA, COAG y UPA, así como por Coopeativas Agro-alimentarias, que representan a los productores de biomasas agroganaderas; COSE, en que agrupa a las asociaciones de propietarios forestales privados de las comunidades autónomas; y por APPA Biomasa y ADAP, que representan a los productores de energías renovables y biogás, respectivamente.

La empresa Ence aumenta un 12% su producción eléctrica y avanza en su plan de expandir la biomasa

Ence detalló que actualmente cuenta con 229 MW de potencia instalada, de los que 180 MW son de renovable a partir de biomasa en seis plantas: dos en Navia (Asturias), una en Pontevedra y tres en Huelva.

Y reiteró su plan de desarrollar 210 MW adicionales de energía renovable con biomasa hasta 2015 a pesar de la aprobación de la nueva normativa que suspende la concesión de primas a nuevas instalaciones renovables.

Ence señaó que tanto la nueva planta de Huelva -con 50 MW de potencia y que comenzará a operar este mismo año- como otra de 20 MW de Mérida están ya inscritas en el registro de preasignación por lo que no les afecta esta normativa.

Para el resto del plan, Ence destacó el potencial de empleo de la biomasa, así como sus beneficios medioambientales y de eficiencia energética.

La normativa aprobada por el Gobierno a finales de enero contempla la posibilidad de desarrollar un reglamento específico de desarrollo para algunas fuentes renovables que podrían seguir recibiendo primas.

APPA Biomasa cree «injusto» que se retiren las primas a nuevas plantas y advierte de la pérdida de empleo

Los productores de biomasa dijeron haberse «esforzado durante los últimos años en tratar de ajustar sus marcos regulatorio y retributivo a la realidad», mientras que todavía no se consideró el «importe de sus múltiples externalidades positivas», de carácter social, económico y medioambiental.

«Las biomasas son intensivas en generación de empleo» y «convierten residuos de fácil combustión espontánea e incontrolada en recursos valorizables energéticamente», afirmó la asociación.

APPA-Biomasa también consideró que la suspensión de primas «supondrá serias dificultades añadidas para el desarrollo del sector», ya que dificultará la puesta en marcha de las nuevas plantas que ya estaban en fase avanzada de proyecto o incluso finalizadas, pero sin preasignación.

Además, la actual situación genera una «total incertidumbre», afirmó la asociación, que recordó que los proyectos en marcha «implicaban un fuerte desarrollo de inversiones cuya desaparición tendrá como consecuencia directa e inmediata una considerable pérdida de empleo y un fuerte impacto en los sectores agrícola, ganadero y forestal, donde se multiplicarán los efectos negativos sobre el empleo y la actividad productiva».

Si el Gobierno no da continuidad al sector en las próximas semanas mediante el desarrollo del artículo tres del real decreto ley 1/2012, advirtió la asociación, se producirá «la total desaparición sine die de cualquier nueva iniciativa» en el sector de la biomasa y el biogás.

«Las consecuencias derivadas de esta paralización no son solo económicas sino también ambientales, dada la gran relevancia de este sector en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, en el aprovechamiento de los montes y en la prevención de incendios forestales», afirmó.

APPA-Biomasa consideró además que las biomasas son precisamente las tecnologías que no deberían ser incluidas en la descripción de motivos del real decreto ley, ya que ni han superado «con creces» sus objetivos para 2010 ni han supuesto nunca un incremento del sobrecoste para el sistema.

«Al no determinarse la duración de la moratoria, se desincentiva totalmente cualquier nuevo proyecto o inversión debido a la inseguridad presente y futura que ello comporta», aseguró.

Por último, la asociación instó al Gobierno a que considere a las biomasas como una energía renovable «altamente eficiente y beneficiosa», y que incluya en sus balances de rentabilidad directa la estimación de las externalidades que esta tecnología genera. Además, pidió «reformas de calado en el funcionamiento del mercado eléctrico».

El pasado 27 de enero, el Gobierno decidió suspender los incentivos económicos para las nuevas plantas de energías de régimen especial (renovables, cogeneración, biomasa).

La decisión afecta a nuevas plantas, no a las a las instalaciones ya en marcha, a las subvenciones ya autorizadas ni a las plantas ya inscritas en los registros de preasignación de primas del Ministerio de Industria.

ASIF pide un régimen económico específico para la biomasa forestal

Por su parte, la Asociación Soriana de Industrias Forestales (ASIF) exigió al Gobierno la reglamentación de un régimen económico específico para determinadas instalaciones como la biomasa forestal, de modo que puedan aplicarse las excepciones a la moratoria renovable que se recogen en el artículo 3 del nuevo Real Decreto-Ley sobre suspensión de incentivos económicos para nuevas instalaciones de producción de energía eléctrica a partir de cogeneración, fuentes de energía renovables y residuos.

Desde la asociación lamentaron la decisión del Consejo de Ministros que, dicen, «pone en riesgo la viabilidad y el futuro de puestos de trabajo y de empresas que están generando las plantas de biomasa, con numerosos empleos en un nicho de mercado que tiene la posibilidad de seguir creciendo, a pesar de la situación económica en la que se encuentra nuestro país».

Asimismo, aseguraron que la decisión, que eliminaría las primas a las renovables alimentadas por biomasa forestal, «afecta muy directamente al sector forestal español y a la provincia de Soria, puesto que ha dado lugar a que empresas y particulares hayan paralizado sus inversiones en importantes proyectos de biomasa».

Al mismo tiempo, argumentaron que la conservación de los bosques y la sostenibilidad económica de los propietarios y trabajadores depende de los recursos forestales y de su gestión.

ASIF consideró que en Castilla y León cuatro proyectos de plantas de biomasa forestal se quedarían fuera por no haber estado inscritos previamente en el Registro de preasignación de retribución a la fecha de entrada en vigor de la reciente convocatoria, y podrían perderse unas 17.500.000 toneladas de biomasa forestal en los próximos veinticinco años además de la creación de más de ochocientos puestos de trabajo estables en el medio rural.

AAEF pide un trato diferenciado para la biomasa ante la suspensión de las primas para las renovables

La AAEF señaló que «no todas las energías pueden ser tratadas del mismo modo», por lo que solicitó un régimen «específico» de retribución para la biomasa forestal ante la «falta de empleo en zonas rurales».

Según la asociación, el balance entre el coste que le supone al Estado el abono de las primas a este modelo de generación de energía y los «beneficios ambientales y sociales que genera» hacen que la inversión sea «positiva para la Administración pública y para el conjunto de la sociedad».

Las empresas forestales y paisajísticas propondrán un acuerdo con el resto de organizaciones del sector para solicitar a los Ministerios de Industria, Energía y Turismo y al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente la creación de una mesa de trabajo en la que «valorar estas ideas y reivindicar un régimen económico específico para estas instalaciones».

También propusieron reclamar al Estado la concesión de 200 MW para Andalucía, lo que supondría la conservación del 25% de la superficie forestal andaluza; la generación de 4.000 puestos de trabajo directos al año y un balance positivo en las arcas públicas, según se indicó la asociación.

Según la AAEF, la medida del Gobierno central dejaría «sin efecto práctico» la reciente Orden por la que se regula el aprovechamiento forestal con fines energéticos en Andalucía, una normativa «muy esperada» por el sector y que ahora se ve «seriamente comprometida».

La biomasa producida en Baleares sería suficiente para calentar todos los colegios y los edificios públicos

En el marco de la Jornada Técnica de Valorización Energética de Residuos, dirigida a analizar el rendimiento energético que se puede extraer de los residuos urbanos (RSU), Iturbide señaló que las posibilidades de la biomasa en Baleares «son muchas», ya que en esta Comunidad Autónoma se disponen de 186.400 hectáreas de bosque, un 34% del territorio, que generan cada año 65.000 metros cúbicos de madera.

Así, destacó que la utilización de esta biomasa representaría, según el uso, 7 MW de potencia instalada y 52,5 GW/h generados al año, suficiente para proveer 11.650 viviendas.

En este sentido, el Govern indicó que la valorización energética de los residuos permite, mediante diferentes procesos -incineración, gasificación, pirólisis, compostaje, entre otras cosas- «reducir el volumen de los residuos y generar energía, que en muchas ocasiones es equiparable a los combustibles convencionales» y encontrar una forma más eficiente de gestionar los residuos, además de obtener «una nueva fuente de suministro energético».

Asimismo, el ponente destacó «los beneficios para la economía de las islas», si se tiene en cuenta que la mejora de la oferta turística «pasa por ofrecer más y nuevas prestaciones y una de las más solicitadas es calentar las piscinas exteriores en invierno», lo que «no se puede hacer con fuentes energéticas convencionales».

El BOE autoriza la instalación de una planta integrada de biomasa en la localidad cacereña de Moraleja

Este proyecto, que supone una inversión de cuatro millones de euros y la creación de «unos 25 puestos» de trabajo directos e indirectos, recibió el visto bueno el pasado 5 de enero, cuando apareció publicada una resolución en el BOE.

La materia prima que se utilizará en la planta –que supondrá un coste de un millón de euros anuales– será comprada a los agricultores locales, informó el Ayuntamiento de Moraleja.

La planta, que contará con una deshidratadora para el secado de grano, incorporará tecnologías para la valorización energética, como la gasificación de biomasa, y la biometanización. Además, utilizará unas 30.000 toneladas anuales de cultivos agrícolas y permitirá generar electricidad para unos cinco mil hogares.

Una de las principales características de este proyecto de biomasa es su «integración» en el entorno agrícola de Moraleja, además de «combinar tecnologías» de biomasa y biogás para la valorización de cultivos energéticos, y subproductos agroalimentarios como el estiércol.