El PP rechaza pedir al Gobierno un plan para la biomasa y cree que no es necesaria una ley específica para la técnica de la fracturación hidráulica

El diputado del PP Manuel Luis Torres recordó que el crecimiento de las energías renovables basadas en un sistema de primas e incentivos causó un «sobrecoste» al sistema que «ha agravado sus problemas estructurales y amenazó su sostenibilidad», asunto en el que trabaja el Gobierno. «Somos conscientes de que la biomasa tiene interés», dijo, haciendo referencia tanto a los aspectos energéticos como medioambientales, económicos y de empleo.

Sin embargo, según el PP, «en el momento actual no está justificado» pedir un plan de estas características, ya que lo fundamental es «solucionar el déficit tarifario». No obstante, aseguró que en el próximo plan de desarrollo rural ya se tendrán en cuenta aspectos relacionados con la biomasa.

El portavoz de Energía del PSOE, José Segura, defendió la «gran potencialidad» de la biomasa, tanto en términos económicos como de empleo y desde el punto de vista medioambiental. Además, consideró que es procedente reflexionar sobre este tema «ahora que el sistema energético está en fase de reconversión, optimización de uso de recursos y reconfiguración del mix».

Por eso, los socialistas propusieron que, en el plazo de seis meses, el Gobierno presente un proyecto específico para el ámbito de las biomasas que permita la consecución de los objetivos 2020 del sector de la biomasa en España. Entre otras cosas, pidieron que se prevean «retribuciones que garanticen la rentabilidad razonable de las instalaciones de generación eléctrica», una simplificación de los trámites administrativos, la eliminación del pre-registro para plantas menores de 1MW o la puesta en marcha de un programa de financiación para estos proyectos de biomasa.

Laia Ortiz, de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), coincidió con el diagnóstico socialista y con la necesidad de impulsar el uso de las renovables, por lo que criticó en este punto la caída «dramática» de la inversión en renovables en la actual legislatura. No obstante, estimó que hace falta incluir «criterios de sostenibilidad» también en el uso de esta energía, que tiene un «gran potencial», para «no repetir errores del pasado».

Desde CiU, Inmaculada Riera consideró «necesario» abordar la reforma energética cuanto antes para fijar un mix energético «adecuado» en el que las renovables -incluyendo la biomasa y el biogás- tengan un «papel relevante, de presente y de futuro». Por eso, aunque echó en falta «más concreción» en algunos puntos, votará a favor de una propuesta «interesante y positiva».

El portavoz adjunto de UPyD, Carlos Martínez Gorriarán, expresó su acuerdo en que es necesario abordar este tema dentro del debate sobre las energías renovables, pero se abstendrá porque la propuesta incluye un «incentivo perverso» al proponer que se impulse el uso de la biomasa, no para el autoconsumo, sino para «convertirlo en otra fuente de energía que sólo sea rentable a través de un régimen de primas», porque eso supondría «repetir los errores» del pasado que provocaron, entre otras cosas, el déficit de tarifa.

No hace falta una ley específica de «fracking»

Asimismo, UPyD instó al Gobierno a presentar un proyecto de ley de regulación de la exploración y explotación de hidrocarburos no convencionales con técnica de fracturación hidráulica, en la que se definan los estándares mínimos para autorizar estas operaciones en todas las comunidades autónomas, que prevea la creación de un supervisor público, y que modifique la legislación de construcción y cementación de pozos y la Ley de residuos y suelos contaminados para tener en cuenta esta tecnología.

En este sentido, el diputado del PP Mario Flores destacó que es necesario «estar abiertos a cualquier oportunidad que pueda disminuir la dependencia energética» de España, dado que el precio de la energía tiene un importante impacto en la competitividad de la economía. «Es necesario conocer y valorar los recursos energéticos de que disponemos, y que sea en un marco para no generar alarmas», dijo.

No obstante, también es preciso «que se den las condiciones legales y de seguridad para investigar y explorar cualquier fuente de energía», por lo que el proyecto de ley para la Garantía del suministro e incremento de la competencia en los sistemas eléctricos insulares y extrapeninsulares ya obliga a estos proyectos a tener una declaración de impacto ambiental previa para conseguir la autorización.

«Son medidas legislativas que por el momento son suficientes y dan cobertura legal, jurídica y social para explorar e investigar usando la técnica del fracking», añadió, apuntando que cuando haya más resultados de estudios científicos sobre el impacto y riesgos de esta técnica «servirán de base para la elaboración de una futura normativa».

Así, el PP votará en contra de la propuesta de UPyD porque consideró «suficiente» la actual normativa de hidrocarburos y de protección ambiental. «No por más legislar tendremos más seguridad jurídica. No entendemos que exista en estos momentos la necesidad de dotarnos de una legislación específica de fracking», concluyó.

Chesús Yuste, de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) se opuso rotundamente al uso de esta técnica, como ya planteó hace semanas en sede parlamentaria cuando pidió que se prohibiera su uso, y subrayó que «la ley que hace falta no es de regulación del fracking para ‘desasustar’ a los vecinos de las zonas donde se plantean estos proyectos, sino la de prohibición».

Y es que, según dijo, «está demostrado que esta técnica tiene un enorme impacto ambiental y un elevado riesgo de contaminación y para la salud de las personas», negando que exista desconocimiento sobre este asunto. «En contra del fracking está la gente que sabe», añadió, recordando asimismo que se trata de una energía «ineficiente».

Además, calificó de «increíble y disparatado» hablar de «fracking limpio, aunque quieran vestirlo de lazos de color magenta», porque «es un oximoron», y concluyó criticando al Gobierno por «colar por la puerta de atrás» la regulación sobre este tema en una ley sobre energía eléctrica.

También Compromís-Equo se opondrá «rotundamente» a la propuesta por razones medioambientales. Su diputado, Joan Baldoví, avisó de que los impactos ambientales que puede generar el fracking «no están plenamente evaluados», por lo que sería «muy irresponsable asumir los riesgos» sin conocerlos. «Y en cualquier caso, ¿para qué más gas? Es absurdo seguir consumiendo combustibles fósiles y desviar recursos que deberían ir a las renovables«, zanjó.

Inmaculada Riera, de CiU, defendió que «el referente regulatorio debería ser Europa, y no el estado», porque «de no legislarse en el marco comunitario se iría a una proliferación de normativas dispares que generaría conflicto entre países». Así, dado que la Comisión Europea está llevando a cabo una consulta al respecto, votará en contra hasta que haya un pronunciamiento europeo antes de regular a nivel nacional.

Además, la diputada catalana estimó que sería «contraproducente» legislar sin tener en cuenta el «papel esencial» de las comunidades autónomas en esta materia, y recordó que no hay un «pronunciamiento unánime» sobre los riesgos ni éstos son los mismos en todos los territorios.

El portavoz adjunto de UPyD, Carlos Martínez Gorriarán, lamentó que el fracking se presente como «una técnica intrínsecamente perversa y peligrosísima» cuando «no hay ninguna fuente de energía que no incluya riesgos medioambientales». Además, consideró que es una «tomadura de pelo» decir a los ciudadanos que se puede sustituir la totalidad de los hidrocarburos con renovables, aunque haya que trabajar en pro de una menor dependencia energética.

Además, señaló que «cualquier esfuerzo para reducir» la actual factura energética y déficit tarifario «es una pieza esencial para salir de la crisis», pero antes es necesario regular legalmente técnicas como el fracking, no prohibirlo directamente. «Hace falta una legislación que dé garantías de que este tipo de técnicas se van a hacer con garantías razonables y que se va a suspender cuando haya riesgos contrastables y pruebas documentadas de malas prácticas», añadió.

El diputado del PSOE Félix Lavilla defendió la enmienda de su grupo, que pasa por la constitución de un grupo de expertos que evalúe los riesgos ambientales asociados al fracking que sirva al Congreso durante la discusión de la ley, y que se haga una moratoria de las autorizaciones hasta la aprobación de la normativa. Además, el PSOE también entendió que se debe prohibir con carácter general esta técnica en espacios protegidos. «La ley de la selva actual sólo va a generar problemas», advirtió, pidiendo que se aborde con urgencia este tema para evitar que cada comunidad autónoma vaya por un camino.

Por último, también se votó en contra de la propuesta de Izquierda Plural de paralizar el proyecto de explotación minera de magnesitas de Borobia, en Soria, por su impacto medioambiental y por contar con el rechazo de los vecinos de la zona.

La energética Ence repartirá un dividendo de 7 céntimos y 1 acción por cada 25 de los antiguos títulos

Esta retribución, acordada por la Junta General de Accionistas de la compañía, fue posible gracias a «la consolidación de las ventas de celulosa y el buen comportamiento operativo de la empresa».

El presidente de Ence, Juan Luis Arregui, pidió al Gobierno que levante la moratoria nuclear para la biomasa, vigente desde enero del pasado año, para que España «no deje pasar la oportunidad de creación de empleo«.

En ese sentido, el consejero delegado del grupo, Ignacio Colmenares, aseguró que «la construcción de los 736 megavatios (MW) pendientes del Plan de Energías Renovables (PER), supondría la creación de más de 13.500 nuevos empleos, fundamentalmente rurales, así como unos ingresos y ahorros superiores a los 670 millones de euros anuales».

La compañía también mostró su intención de expandir su negocio de biomasa por Europa, una línea de actividad que pondrá en valor «el gran potencial de la plataforma tecnológica e industrial de generación con biomasa y cultivos energéticos».

Retirada temporal de su expediente de regulación de empleo

Asimismo, Ence alcanzó un acuerdo con sus comités de empresa para negociar la preparación de un Plan de Competitividad Laboral que contemple la reducción y flexibilización de sus costes salariales (a través de su vinculación a la productividad y los resultados, y no al IPC como establecen hasta el momento), así como la reducción de los puestos de trabajo excedentes. El objetivo es hacer frente al fuerte impacto de las medidas energéticas aprobadas por el Gobierno recientemente, así como mantener la capacidad de Ence para competir en el mercado internacional de la celulosa.

Por este motivo, la empresa decidió «dejar sin efecto hasta el próximo 31 de mayo dicho procedimiento de despido colectivo. No obstante, en caso de que las negociaciones no lleguen a buen fin y no se alcancen los objetivos de reducción de plantilla y costes, Ence seguirá adelante con el expediente para la regulación de empleo en la compañía». Por su parte, los representantes de los trabajadores decidieron desconvocar las huelgas presentadas.

Navarra impulsa el uso de la biomasa forestal y cuenta con crear 1.650 puestos de trabajo

Así lo expuso en la rueda de prensa tras la sesión de Gobierno el consejero de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local del Gobierno foral, José Javier Esparza, quien dijo que se trata, con el impulso a la biomasa, de «incrementar la actividad económica» y «al mismo tiempo, conseguir una gestión sostenible de los bosques».

Según dijo, «el potencial estimado de empleo, si todos creemos que este tiene que ser el camino a seguir, puede rondar los 1.650 puestos de trabajo, localizados preferentemente en zonas rurales». Se sumarían a los 4.000 que ya sostiene el sector en la actualidad, repartidos en 300 empresas de explotación forestal, serrerías, embalajes, almacenes y centros de fabricación.

Tras pedir a los propietarios de los montes de Navarra que se sumen a este impulso, Esparza defendió que «esta gestión es responsable desde el punto de vista medioambiental, desde el punto de vista social y desde el punto de vista económico».

En términos energéticos, se prevé incrementar de forma notable durante esta década la cuota de la biomasa en el consumo final de energía, pasando del 3,9% de 2010 al 5% en 2020, esto es, en un 28%.

El consejero explicó, por ejemplo, que «en una localidad que tiene bosque, se puede sacar esa madera, la pueda sacar gente de allí; si esa entidad local pone una caldera de biomasa en su colegio esas astillas pueden generar energía, se termina abaratando el coste de ese ayuntamiento en ese colegio, y al final como se genera una actividad económica el ayuntamiento ingresa de algo que hasta ahora no tenía valor, esas astillas, esa madera».

Para la consecución de estos objetivos, el Gobierno de Navarra aprobó la creación de una comisión mixta, que estará integrada por representantes de la Administración Foral (departamentos de Economía, Hacienda Industria y Empleo; Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local; y Fomento, así como por el Servicio Navarro de Empleo); la Federación Navarra de Municipios y Concejos; el Centro Nacional de Energías Renovables (CENER); y agentes del sector: Asociación de Empresarios de la Madera de Navarra (ADEMAN); Asociación Forestal de Navarra (FORESNA-ZURGAIA, que aglutina a propietarios privados y públicos); fabricantes de combustible de biomasa; y la Asociación de Instaladores de Fontanería, Calefacción, Aire Acondicionado, Gas y Afines de Navarra.

La comisión impulsará tres tipos de acciones, dos de ellas orientadas al incremento de la oferta y la demanda y una tercera de carácter transversal (investigación, formación, etc). Así, con el fin de estimular la oferta, se desarrollarán acciones dirigidas a la gestión sostenible de la biomasa forestal y de apoyo a la producción competitiva.

Según el consejero, se puede incrementar la movilización de madera cerca de un 40% (pasa de 400.000 a 560.000 toneladas anuales. Asimismo, el Gobierno quiere elevar el porcentaje de superficie forestal certificada al 75% (actualmente, es del 52%).

Para incrementar el consumo de biomasa forestal se priorizará el uso de la misma tanto en las nuevas instalaciones térmicas de los edificios públicos como en las reformas, asimismo se impulsarán proyectos singulares para la implantación de calefacciones de distrito, tanto en nuevos desarrollos como en renovación (caso del barrio de Lourdes, en Tudela).

El Gobierno acordó, según el consejero, priorizar el uso de la biomasa en la renovación de instalaciones térmicas de sus edificios – hospitales, institutos, etc-, mediante contratos de servicios energéticos, lo que permitirá que estas instalaciones se autofinancien por los superiores rendimientos en comparación con la instalación sustituida, además de por el menor precio del combustible.

Sector foresta y uso de biomasa en Navarra

La Comunidad Foral cuenta con 501 instalaciones de biomasa para la generación de calor (calefacción y agua caliente), 441 de ellas instaladas en viviendas y 60 más en empresas, instalaciones hoteleras y entidades locales. La potencia térmica instalada por toda la geografía navarra se acerca ya a los 40.000 kilovatios.

Existen instalaciones de biomasa para uso térmico en el Parque Natural de Bertiz, en el Ayuntamiento de Ultzama y en comunidades de vecinos de Pamplona (una comunidad en la avenida de Bayona) y Tudela (barrio de Lourdes), por citar los ejemplos más conocidos, que están ofreciendo datos de ahorro de hasta un 67% con respecto a otras fuentes de energía utilizadas anteriormente (derivados del petróleo).

También Navarra cuenta con empresas pioneras en el uso de la biomasa para la producción eléctrica, con dos ejemplos destacables en la ciudad de Sangüesa, con una instalación de 25 MW en la mercantil Acciona Energía y otra de 33 MW en la Papelera Smurfit.

Desde 2007, el Gobierno de Navarra, de acuerdo con las directivas europeas sobre la materia, impulsó el uso de la biomasa como fuente energética mediante convocatorias de ayudas, en colaboración con el Gobierno central, destinando a tal fin 4 millones de euros que permitieron una inversión final de 11,5 millones de euros por parte de los promotores (se tramitaron 853 solicitudes de instalación).

También desde 2007, el sector forestal recibió ayudas del Gobierno de Navarra y la Unión Europea para el impulso de la modernización y actualización de su actividad maderera, con un montante de 27 millones de euros hasta final de 2012. Básicamente, se subvencionaron con un 70% las iniciativas públicas y con un 40% las iniciativas privadas, según datos del Ejecutivo.

El Gobierno dice que los valores que recoge la biomasa hacen que sea acreedora de un «tratamiento singular» a la hora de desarrollar un marco regulatorio renovable

En el pleno del Senado, Cañete ha aseverado que la biomasa como fuente de energía renovable es un formato «generador de riqueza» y además es «fuente de empleo» en el entorno rural. «La utilización de la biomasa tienen importante potencial desarrollo del campo», ha dicho.

«El Gobierno es consciente de que la biomasa tiene un interés más allá de ser una fuente de energía renovable, por las posibilidades creación de empleo», ha apostillado Cañete, para agregar que los ejes del próximo Programa Nacional de Desarrollo Rural tendrán en cuenta la orientación del «desarrollo accesible de la biomasa».

Sin embargo, el titular del gabinete de Agricultura no ha ocultado que el problema que origina el hecho de solucionar el déficit energético «es un plus» en la configuración de un marco de apoyo a la biomasa que garantice su sostenibilidad.

Por su parte, el senador socialista, Felipe López, ha señalado que la energía procedente de la biomasa es «la más intensiva en la creación de empleo y es la única gestionable al 100%».

El sector de la biomasa reclama una regulación propia que reconozca su aportación positiva

La asociación destaca que estas instalaciones son plenamente gestionables y que, al necesitar un combustible que hay que elaborar, transportar y almacenar, generan una importante cantidad de empleo.

Además, pide un reconocimiento regulatorio especial por la «singular producción agrícola y ganadera» de España, así como por la extensión de su masa forestal y por la necesidad «acuciante» de prevenir «más racional y eficazmente los numerosos incendios» en el país.

«Es necesario que esta regulación específica tenga en cuenta las externalidades positivas que esta tecnología renovable induce de modo que se explicite que su balance es claramente positivo», afirma.

La asociación lamenta además que la «inacabable sucesión de nuevas normas, todas ellas restrictivas, haya causado unos efectos demoledores para el sector».

Junto a esto, pide que se trasponga al Código Técnico de la Edificación (CTE) la Directiva 2010/31/UE sobre la eficiencia energética de los edificios, así como la Directiva 2009/28/UE en relación a la exigencia de niveles mínimos de energía precedentes de fuentes renovables en los edificios.

Ence despide a 144 trabajadores «para compensar las reformas energéticas» del Ejecutivo Rajoy

La compañía explicó que adoptó «esta fuerte reestructuración laboral» para mantener la competitividad en los mercados internacionales tras las últimas modificaciones legales en materia energética.

En concreto, Ence se refirió a las «duras e inesperadas» medidas recogidas en el real decreto aprobado el 1 de febrero, por el que las primas a las renovables se actualizan conforme a la inflación subyacente a precios constantes en lugar de en función del IPC como hasta ahora.

Además, esta normativa establecía que los productores renovables tienen que elegir, de una vez y para siempre, si cobran una tarifa regulada fija o la retribución de mercado.

Estos cambios legislativos se unen a los impuestos a la generación de electricidad que entraron en vigor a comienzos de año y que también suponen «un impacto en el resultado de Ence».

La compañía añadió que trabaja «en la preparación de un nuevo marco laboral centrado en la flexibilidad salarial», que implicará actualizaciones salariales ligadas a la productividad y los resultados, así como un aumento de la jornada anual.

En los últimos años, Ence diversificó su tradicional negocio papelero hacia la cogeneración industrial y la instalación y operación de plantas de biomasa.

La demanda global de la biomasa crecerá un 9% anual hasta 2020

Esta conclusión aparece recogida en un informe de la consultora Bain & Company, en el que también se atribuye este crecimiento a que las compañías eléctricas están buscando fórmulas como la «co-combustión» de carbón y biomasa, o la transformación de sus centrales para sólo generar con esta última.

El uso de la biomasa en la transformación de las plantas de carbón será también un factor determinante para su rentabilidad, debido al aumento del precio del carbón, señaló el informe.

Bain & Company también estimó que la producción de energía con biomasa será competitiva y no tendrá necesidad de subsidios en muchos países hacia 2020.

El estudio también sostuvo que la demanda de aglomerados de madera en Europa alcanzará 29 millones de toneladas en 2020, frente a ocho millones en 2010, pero la mayoría de lo que necesita Europa deberá importarse desde América del Norte, Rusia y Brasil.

La generación de energía a través de la combustión de biomasa combina material orgánico proveniente de la madera o residuos agrícolas conglomerados y permite generar electricidad con bajos niveles de emisiones de carbono.

La demanda global de la biomasa crecerá un 9% anual hasta 2020

Esta conclusión aparece recogida en un informe de la consultora Bain & Company, en el que también se atribuye este crecimiento a que las compañías eléctricas están buscando fórmulas como la «co-combustión» de carbón y biomasa, o la transformación de sus centrales para sólo generar con esta última.

El uso de la biomasa en la transformación de las plantas de carbón será también un factor determinante para su rentabilidad, debido al aumento del precio del carbón, señaló el informe.

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El estudio también sostuvo que la demanda de aglomerados de madera en Europa alcanzará 29 millones de toneladas en 2020, frente a ocho millones en 2010, pero la mayoría de lo que necesita Europa deberá importarse desde América del Norte, Rusia y Brasil.

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El uso de la biomasa en la transformación de las plantas de carbón será también un factor determinante para su rentabilidad, debido al aumento del precio del carbón, señaló el informe.

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El estudio también sostuvo que la demanda de aglomerados de madera en Europa alcanzará 29 millones de toneladas en 2020, frente a ocho millones en 2010, pero la mayoría de lo que necesita Europa deberá importarse desde América del Norte, Rusia y Brasil.

La generación de energía a través de la combustión de biomasa combina material orgánico proveniente de la madera o residuos agrícolas conglomerados y permite generar electricidad con bajos niveles de emisiones de carbono.

El sector de la biomasa vislumbra un futuro «inviable» en España tras la última reforma aprobada

La Unión por la Biomasa, que reúne a los organismos e instituciones del sector, consideró que el real decreto aprobado en el último Consejo de Ministros, por el cual ahora se referenciará la actualización anual de las primas a solo una parte del IPC y se expulsará a la biomasa eléctrica del mercado, supone «un nuevo golpe, puede que definitivo» a la generación de esta energía limpia.

Los productores de biomasa, que trabaja exclusivamente con recursos nacionales, recordaron que su exposición a la inflación es «total», al necesitar un combustible para producir energía y pidieron al Gobierno que considere la posibilidad de excluir a este sector de la «congelación» de las primas, dados los beneficios que aporta.

Entre esos beneficios mencionaron la reducción de las importaciones de combustibles fósiles y de emisiones a la atmósfera, así como la creación intensiva de empleo en el sector agrícola, ganadero y forestal, o su capacidad para ahorrar costes de extinción de incendios forestales. Sin embargo, denunció que «no se atiende a las peculiareidades sustantivas de la biomasa».

Por todo ello, el sector defendió «hasta la saciedad» la necesidad de que de «una vez por todas» se le permita internalizar los beneficios que produce. Y, en este sentido, reconocieron que hasta el momento no han recibido ninguna comprensión por parte del regulador.

El real decreto cambió el método para actualizar anualmente la retribución de las actividades reguladas, que pasarán a estar indexadas a la inflación subyacente a impuestos constantes en lugar de al IPC, lo que permitirá ahorrar entre 330 y 340 millones de euros.

Además, a partir de ahora los productores del régimen especial (renovables y cogeneración) recibirán una tarifa fija, excepto aquellos que prefieran cobrar el precio de mercado (sin prima), con lo que se prevé un ahorro de entre 250 y 500 millones de euros.