El gas puede aportar hasta el 84% del objetivo español para reducir las emisiones de CO2

Durante su intervención ante la Comisión Mixta, Antoni Peris remarcó que el gas natural es el combustible fósil de menor impacto ambiental tanto en su extracción, acondicionamiento, transporte y utilización.

Peris hizó estas afirmaciones basándose en las conclusiones del estudio «Contribución del sector gasista a los objetivos del Paquete Verde de la Unión Europea«, elaborado por la firma Garrigues Medio Ambiente y la Universidad Pontificia Comillas.

El presidente de Sedigas recordó que las centrales de ciclo combinado de gas tienen unas emisiones entre un 40% y un 50% menores que las de carbón y cerca de un 30% menores que las del fuelóleo.

Además, insistió en que sólo una tecnología de respaldo flexible como la de los ciclos combinados de gas hace posible el incremento de energía renovable en nuestro país.

En este sentido, recordó que los ciclos combinados y la generación con origen renovable tienen un estrecho vínculo. «La alta variabilidad y baja predictibilidad de estas energías obliga a disponer de otras instalaciones como potencia de respaldo», señaló.

Presentó como ejemplo lo ocurrido el 8 de febrero de este año, cuando la generación a gas asumió el 30% de la electricidad generada. En ese mismo momento la energía eólica estaba generando sólo el 6% de la energía eléctrica del sistema.

Sin embargo, algunos días después, el 21 de febrero, se produjo la situación a la inversa. La energía eólica alcanzó una aportación máxima con un 34%, coincidiendo con el 12% asumido por los ciclos combinados.

«Cuando la energía eólica no puede asumir la demanda energética, el ciclo combinado actúa como potencia de respaldo, garantizando el suministro eléctrico», dijo.

El Consejo de Reguladores para el Mercado Ibérico de Electricidad lanza página web

El objetivo de esta web es promover un mayor conocimiento del Mibel a través de la divulgación de información sobre la actividad del Consejo de Reguladores y de sus miembros, sobre las entidades que operan en el mercado, sobre la regulación y supervisión de este mercado y sobre las iniciativas internacionales con impacto en su funcionamiento.

El Consejo de Reguladores del Mibel está constituido por los reguladores de valores y de la energía de Portugal -Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM) y Entidad Reguladora de Servicios Energéticos (ERSE)- y de España -Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y Comisión Nacional de Energía (CNE)-.

Las competencias atribuidas al Consejo de Reguladores, recogidas en el convenio internacional relativo a la constitución de un mercado ibérico de la energía eléctrica entre el Reino de España y la República Portuguesa, hecho en Santiago de Compostela el 1 de octubre de 2004, incluyen la coordinación de la actuación de sus miembros en lo referente a la reglamentación del mercado, así como al ejercicio de las respectivas competencias de supervisión, el seguimiento de la aplicación y desarrollo del Mibel y la emisión de opiniones sobre la sanción a infracciones muy graves en el ámbito del Mibel.

Los distribuidores de butano están «al borde del colapso» y solicitan el apoyo de Industria

Esta asociación, que agrupa a las empresas distribuidoras de Cepsa, explicó que las empresas del sector se encuentran «en jaque» debido a las condiciones de un mercado «intervenido» y recordó que las empresas deben servir el producto en un plazo de 48 horas sin capacidad para establecer su remuneración.

Trujillo dijo que las «pérdidas son insostenibles» y que hay «miles de puestos de trabajo en juego», y lamentó que las autoridades hayan «desoído» las quejas del sector, a pesar de que la Comisión Nacional de la Energía (CNE) publicó un informe en 2008 en el que corroboraba que esta actividad se encuentra «en la más absoluta de las ruinas».

«Las empresas distribuidoras soportamos unos costes en vertiginoso incremento, mientras que en las revisiones de nuestra remuneración que hace el Ministerio apenas se tiene en cuenta el IPC», explicó Trujillo, antes de recordar que las revisiones de precios sí afectan al gasóleo con el que funcionan los camiones de reparto.

Si bien Industria argumentó que esta política mejora «la defensa del consumidor», Andigás consideró que la mejor manera de proteger al usuario es «garantizar la supervivencia de la red de reparto de butano y evitar con ello problemas de abastecimiento».

Por este motivo, la asociación exigió «una revisión urgente del sector y una regulización de la remuneración de las empresas de reparto acorde con los costes reales» para evitar «un colapso de la distribución».

Industria asegura un ascenso en el precio de la gasolina y niega que la luz vaya «a subir»

Así lo afirmó en declaraciones a los medios tras presentar, junto con el presidente de la Diputación de Lugo, José Ramón Gómez Besteiro, las ayudas concedidas por su departamento dentro del Plan Reindus 2011.

En cuanto a la subida de los combustibles, Candil razonó que el precio del petróleo es «muy volátil» y pronosticó que, en el actual contexto, con conflictos como el de Libia, «la tendencia será a subir».

En el lado opuesto, rechazó que la luz vaya «a subir» y subrayó que los cambios en el recibo tendrán «cero» como resultado. «El recibo de la luz tiene dos partes» explicó, para detallar que, en lo que atañe al coste de la energía, la reciente subasta tuvo como consecuencia «una bajada del 10%».

La otra parte del recibo incluye «una serie de costes no regulados», en los que se producirá «una subida del 10%». Entre las dos partes, por lo tanto, «el resultado final será cero», concluyó el alto cargo de Industria.

El gasóleo suma siete semanas consecutivas al alza

El precio medio del litro de gasóleo en España acumuló siete semanas consecutivas de subidas y se situó en 1,293 euros, con lo que marca su nivel más alto en dos años y medio y roza los 1,3 euros por primera vez desde el segundo semestre de 2008, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea.

El litro de este combustible subió durante la última semana apenas un 0,07%, pero cuesta ya un 7,4% más que en la primera semana de febrero, cuando inició la senda de encarecimientos consecutivos que le ha conducido a los niveles actuales.

El gasóleo se encuentra ahora a apenas 3,6 céntimos el litro del máximo histórico de 1,329 euros marcado en julio de 2008, cuando el precio del crudo culminaba la escalada que le llevó al récord de 147 dólares el barril y la economía mundial se encontraba en los prolegómenos del recrudecimiento de la crisis dos meses después, con la quiebra de Lehman Brothers.

El gasóleo, que es el combustible de automoción más consumido por el parque automovilístico español, se encareció un 9% desde comienzos de año y un 23% con respecto a la misma semana de 2010.

Por su parte, el litro de gasolina interrumpió su escalada alcista, en la que encadenó seis semanas consecutivas de subidas, y se abarató un 1,4%, hasta 1,305 euros el litro. La semana pasada había alcanzado el récord histórico de 1,324 euros el litro.

Este combustible cuesta un 3,9% más que a comienzos de año y un 12,6% más que en la misma semana de 2010. Tras el abaratamiento de la última semana, la diferencia de precio entre la gasolina y el gasóleo es de apenas 1,2 céntimos.

El abaratamiento de la gasolina y el encarecimiento del gasóleo coinciden con un nuevo repunte en el precio del petróleo provocado por la tensión en Libia y en el Norte de Africa.

En concreto, el barril de referencia en Europa, el Brent, cotiza a 115,6 dólares, cinco dólares más que hace una semana, mientras que el Texas vuelve a superar los 100 dólares y alcanza los 105,6 dólares, tras encarecerse también en más de cinco dólares.

Los precios de venta al público de los carburantes en España se encuentran por debajo de la media europea. Así, la gasolina alcanza los 1,499 euros el litro en la UE de los 27 y los 1,525 euros en la zona euro. En el caso del gasóleo, el precio se sitúa en 1,387 euros en la UE de los 27 y en 1,372 euros en la eurozona.

Esta circunstancia se produce a pesar de que el precio sin impuestos en España es superior al de la media comunitaria. El nivel sin impuestos del litro de gasolina alcanza los 0,663 euros en España, frente a los 0,650 euros en la UE de los 27, mientras que el gasóleo sin impuestos se sitúa en los 0,750 euros en España, frente a los 0,721 euros en la UE de los 27.

La encrucijada del butano

Pedro Zubillaga, recién elegido presidente de la Asociacón de Operadores de Gases Licuados del Petróleo (AOGLP), denunció la problemática del sector del butano envasado que se deriva de un «sistema de precios injusto que nos obliga a vender a pérdidas» y que está poniendo en riesgo el futuro de este negocio, «que forma parte de la cultura española».

De este modo, Zubillaga consideró que el precio de la bombona debería subir «al menos dos euros, hasta el nivel de cobertura de los costes», para que las empresas dejen de perder dinero.

Según adelantó el presidente de la AOGLP, Industria ya ha remitido a la Comisión Nacional de la Energía (CNE) una propuesta de revisión del precio de la bombona para el mes de abril en la que contempla un incremento del 6%, pasando de los 13,19 euros actuales a los 14 euros, IVA incluido.

Por tanto, para Zubillaga, el precio del gas licuado debería alcanzar los 16 euros, lo que supone un incremento en torno al 21% con respecto a los niveles actuales y recordó que en Portugal o Francia el precio de la bombona es un 80% superior al de España.

Por su parte, José Luis Blanco, secretario y director general de la AOGLP, aseguró que «el GLP está en una encrucijada que podría llevarle a su desaparición».

«Nunca antes en la historia de la comercialización del GLP, los operadores habíamos pasado un periodo tan prolongado y pronunciado de ventas a pérdidas como el actual. Cada bombona de butano y propano que se vende en España está ocasionando al operador una pérdida media de dos euros y se da la paradoja de que cuanto más se vende, más se pierde«, dijo.

Según Blanco, «la venta a pérdidas es una figura prohibida en la legislación española y produce un quebranto tanto al que vende como al que compra, puesto que está poniendo en riesgo el abastecimiento a domicilio, uno de los sistemas con más arraigo y fundamentación social en España».

Para la AOGLP, lo «más duro» para el sector fue la fórmula que se puso en marcha mediante la Orden ITC 2608/2009 que modificó dos elementos esenciales del esquema de determinación del precio máximo del GLP envasado. Por una parte, el coste de aprovisionamiento de la materia prima, al que hay que sumar el flete y, por otra parte, los costes de comerciaalización, conocido como el término C, «que incluye desde la llegada del buque del gas hasta la llegada al cliente final, con todos los costes asociados que ello conlleva».

Esta orden introdujo el término Landa, con el que se pretendía retrasar la incorporación al precio de venta del incremento de coste de la materia prima. Ese término quedó «encapsulado» en un 25% calculado con el esquema regido por la regulación anterior a octubre de 2009, y el 75% dependiente del trimestre anterior, que genera «un efecto retardo».

Según argumentó Blanco, «esto provoca que en cinco años todavía sigamos referenciándonos a cuando más bajo estaba el gas, que era abril de 2009» y que los operadores ingresen 536 euros por tonelada, frente a los 700 euros de precio de compra que correspondería con la fórmula anterior. «Esto es lo que llamamos vender a pérdidas», sentenció.

«Sin duda, es una fórmula totalmente injusta porque no reconoce el coste real de la materia prima, lo que produce márgenes negativos a los operadores«, afirmó. De hecho, el efecto de los costes bajos se prolongará en el tiempo durante cinco años, hasta 2014.

Según la ley vigente, sólo se procederá a la actualización del precio si la media de las cotizaciones del butano y el propano que se emplea para definir los precios sufre variaciones trimestrales superiores al 2%.

Todo ello ha supuesto «unas pérdidas importantísimas» a los operadores que alcanzaron los 152 millones de euros durante el año 2010 y cerca de 35 millones de euros en los dos primeros meses de este año, con lo que arrastran un déficil cercano a los 200 millones de euros en los últimos 14 meses y cercano a los 500 millones de euros en los últimos diez años. De este monto, el 31 % corresponderían a la actividad en Andalucía; el 14 % a la zona de Levante; el 10 % a Galicia; el 9 % a Cataluña; el 4 % a Baleares y el 3 %, a Madrid.

De hecho, Blanco puntualizó que los operadores pierden 500.000 euros de media al día, «una cifra absolutamente brutal», debido a que «los precios están muy por debajo a los que los operadores están obligados a pagar cuando compran el producto».

Como consecuencia de esta problemática, Blanco anunció que, el pasado lunes, la AOGLP interpuso una denuncia ante la Unión Europea contra el reino de España por incumplir el Tratado de Funcionamiento europeo en materia de libertad de establecimiento de empresas. Una denuncia que se une al recurso presentado ante el Tribunal Surpemo contra la citada Orden ITC 2608/2009, es decir, la reglamentación gubernamental que actualmente determina el precio del gas licuado envasado entre los 8 y los 20 kilogramos, donde está la bombona de butano.

Asimismo, la AOGLP dijo que remite cada mes una carta para denunciar la situación del sector al ministro de Industria, Miguel Sebastián, a la presidenta de la CNE, María Teresa Costa, a parlamentarios y eurodiputados y a la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).

Por todo ello, «el sector necesita clara y urgentemente un marco legal que refleje los costes reales de materias primas y de comercialización, lo que viene siendo la liberalización del sector», exigió Blanco. Algo que la CNE estimó que se fijara como fecha máxima en el año 2010. Sin embargo, «somos el único país europeo, junto a Bégica, con precios regulados», concluyó.

La AOGLP reúne a Cepsa, Disa, Galp Enegía, Primagas, Repsol y Vitogas España, los operadores activos en el mercado español, que dan empleo a más de 9.000 personas y que dan suministro a más de ocho millones de hogares españoles. Su misión es, según palabras de Zubillaga «promover y defender el GLP en el mix eléctrico español».

Las colocaciones del déficit de tarifa se suceden «mucho mejor de lo esperado» por el mercado, según dice Nomura

Los analistas consideraron además que Iberdrola y Endesa siguen siendo los «ganadores clave» de estas emisiones, que han logrado convertir en títulos negociables de deuda un total de 6.000 millones de euros del déficit del sistema eléctrico que hasta ahora financiaban las compañías.

La emisión realizada esta semana por el Fondo de Amortización de la Deuda Eléctrica (FADE), en la que se titulizaron 2.000 millones, se produjo «una semana antes de lo esperado» y en ella se colocaron los bonos a diez años, frente a los vencimientos a tres y cuatro años de la primera y de la segunda emisión, indica el informe.

Esta ampliación en la vida de los bonos «debería dar tranquilidad a los inversores que habían pensado que no sería posible alcanzar largos vencimientos, lo que hacía que el programa fuese vulnerable», añaden los analistas.

Según indica el propio FADE, en la colocación de esta semana mostraron interés 110 inversores, de los que el 48% correspondió a bancos, el 28% a gestores de fondos y el 21% a fondos de pensiones.

Por regiones, el 39% de la demanda, que ascendió en total a 2.600 millones, correspondió a inversores españoles, mientras que un 34% lo hizo a británicos, de modo que estos dos grupos concentraron el 73% del interés por la emisión.

Junto a esto, hubo un 5% de demanda procedente de Francia, el mismo porcentaje que de Italia, así como un 4% desde el Benelux, un 3% desde Asia y un 3% desde Alemania.

El FADE coloca otros 2.000 millones de euros de déficit de tarifa a un tipo del 5,9%

Esta tercera emisión de la deuda eléctrica, de la que ya se han colocado unos 6.000 millones hasta la fecha, recibió una demanda equivalente a 2.600 millones de euros, esto es, un 30% superior al volumen ofrecido en el mercado.

El exceso de demanda y el precio final de la colocación, por debajo de la horquilla inicial de entre 85 y 90 puntos básicos por encima del bono español, muestran la buena acogida del producto, a juicio de los colocadores.

Los bonos colocados tienen un cupón asociado del 5,8% y un vencimiento de diez años, hasta el 17 de marzo de 2021. En las dos colocaciones realizadas hasta el momento, el coste de la deuda rondó el 5%. La primera, realizada en enero, recibió una demanda equivalente a 2.400 millones de euros y se saldó con un tipo de interés del 4,8%. En la segunda, celebrada el 15 de febrero, se colocaron 2.000 millones de euros a un interés del 5,086%.

La titulización de este pasivo se produjo apenas una semana después de que el Fondo de Amortización de la Deuda Eléctrica (FADE) seleccionara a las entidades colocadoras para el tercer y cuarto tramo del déficit de tarifa y expresase su intención de emitir bonos por valor de 9.500 millones de euros antes del mes de julio si el mercado lo permite.

En concreto, las entidades financieras encargadas de la tercera y la cuarta colocación del déficit de tarifa son Barclays, BBVA, BNP Paribas, Caja Madrid, JP Morgan y Société Générale. El tamaño máximo del programa de emisiones de FADE está acotado a la cuantía avalada, esto es, a 22.000 millones de euros.

El déficit de tarifa se crea porque los costes del sistema eléctrico son superiores a los ingresos, y debe ser devuelto por los consumidores a través de la tarifa de la luz. Las eléctricas financiaban hasta ahora esta deuda a un tipo de Euríbor a tres meses, inferior al tipo de la emisión, de modo que a partir de ahora los consumidores deberán pagar un coste superior para recuperar el desajuste.

La colocación en los mercados del déficit de tarifa permite convertir en deuda negociable un pasivo de hasta 22.000 millones de euros que hasta la fecha se encargaban de financiar las principales compañías eléctricas, esto es, Endesa, Iberdrola, Gas Natural Fenosa, HC y E.ON, y que comenzaba a afectar a su balance.

Por empresas, a Endesa se le deben 8.467 millones, frente a 5.183 millones de Iberdrola, 1.949 millones de Gas Natural Fenosa, 885 millones de HC, 91 millones de E.ON y 116 millones de Elcogás.

La subasta Cesur cierra con bajadas del 10,2% e Industria congelará la luz en abril tras aumentar los peajes un 10,8%

En concreto, la decimocuarta subasta Cesur se cerró con un precio de 51,79 euros por megavatio hora (MWh) para los 5.981 megavatios (MW) de electricidad base vendidos para el segundo trimestre, así como con 55,13 euros por MWh para los 406 MW de electricidad punta.

La cantidad total de energía subastada para el segundo trimestre de 2011 fue adjudicada en su totalidad a 21 vendedores, mientras que las cantidades de energía fueron adquiridas por las cinco empresas Comercializadoras de Ultimo Recurso (Iberdrola, Endesa, Gas Natural Fenosa, HC Energía y E.ON).

El departamento dirigido por Miguel Sebastián aprovechará este descenso en el coste de la energía para elevar en un 10,8% el otro principal componente de la Tarifa de Último Recurso (TUR), que corresponde a los peajes, que recogen los costes regulados del sistema eléctrico. El incremento de esta variable permitirá evitar que el déficit de tarifa del sistema eléctrico se sitúe este año por encima del tope legal de 3.000 millones de euros.

Fuentes del Ministerio de Industria aseguraron que, en línea con la posición ya adoptada antes de la subasta, el Gobierno congelará la tarifa eléctrica en la revisión trimestral de abril.

Industria remitió a la Comisión Nacional de la Energía (CNE) un borrador de orden ministerial en el que se recogía una subida del 12,5% en la parte regulada de la tarifa, al tiempo que insistió en que en ningún caso habrá subidas de luz en abril. Está previsto que el consejo de administración de la CNE se pronuncie este jueves acerca de la propuesta de Industria.

A efectos prácticos, la subasta eléctrica da una señal de precios en función de la cual el Gobierno dispondrá de mayor margen para ajustar los peajes y evitar que aumente el déficit de tarifa sin modificar la TUR final.

El propio ministro Sebastián, aseguró que la subida del 9,8% en la TUR en enero fue «excepcional, inevitable y necesaria». En este contexto, Sebastián descartó que la tarifa eléctrica vaya a subir de nuevo en las revisiones trimestrales de este año.

El recibo de la luz, que pagan más de 20 millones de consumidores, sufrió en enero el mayor incremento desde 1983, debido a la necesidad de controlar el déficit tarifario, que se arrastra desde el año 2000 y que cerró el ejercicio en unos 20.000 millones de euros, equivalente a dos puntos de PIB.

El término de peaje de las tarifas eléctricas, en el que se recogen todos los costes regulados del sistema, subirá por ley a partir de 2013 cada vez que se produzcan desajustes en el sistema eléctrico, de modo que a partir de ese año los ingresos serán suficientes para cubrir los costes de generación y desaparecerá definitivamente el déficit de tarifa que viene arrastrando desde hace diez años el sector.

Asimismo, cabe decir que el término de energía (es decir, el precio de la electricidad, establecido en la subasta) suele bajar en el segundo trimestre del año por motivos estacionales; algo con lo que cabe pensar que el Ejecutivo contaba, cuando planteó subir los peajes, de modo que dicha subida compensara la bajada de los precios de la subasta que organiza el Operador del Mercado Ibérico de la Energía (OMEL).

La subasta se desarrolló, por Internet, mediante el sistema informático de subastas de OMEL. Se utilizó un procedimiento de «subasta de reloj descendente» en el que, partiendo de unos precios iniciales (diferentes en cada producto), se procedió a una reducción progresiva de los mismos en sucesivas rondas hasta llegar al equilibrio entre oferta y demanda en cada producto.

OCU: «La luz subirá de modo «importante» para los usuarios que están en el mercado libre»

Por su parte, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) denunció que, al margen de que el Gobierno vaya a congelar en abril la Tarifa de Último Recurso (TUR), la subida de las tarifas de acceso hará que el recibo eléctrico suba para los casi tres millones de consumidores que están en el mercado libre.

Sin embargo, OCU recordó que todos los hogares que tengan más de 10 kilovatios (kW) contratados (y por tanto no tienen derecho a acogerse a TUR), y una parte de los casi siete millones de hogares que están ya en el mercado libre con una oferta sufrirán una importante subida en su factura (de 40 a 100 euros/año) como resultado de que su contrato utiliza como claúsula de revisión las tarifas de acceso, y no la TUR, confirmándose así, la subida de la luz para casi tres millones de consumidores que están en el mercado libre.

Según indicó esta organización, el resultado de la subasta de energía Cesur, junto con la previsible subida de los peajes, hacen prever que no habrá subida en el mes de abril para los usuarios sujetos a la Tarifa de Último Recurso (TUR), lo que supone «un pequeño respiro para las maltrechas economías domésticas», que han visto como su factura de la luz se ha incrementado en un 50% en los tres últimos años.

Asimismo, la OCU criticó la falta de transparencia en los mecanismos de fijación del precio de la luz. Desde su punto de vista, «esta confusión en que estamos inmersos muestra la necesidad de una revisión profunda del sistema que se utiliza para fijar el coste de la energía eléctrica en nuestro país, tal y como el Gobierno se comprometió a hacer en el reciente Acuerdo Social firmado con los agentes sociales».

Facua pide a Industria que baje en abril la tarifa de la luz

También, Facua-Consumidores en Acción pidió al Ministerio de Industria que recorte la Tarifa de Último Recurso (TUR) de la luz en abril en el mismo porcentaje en que han bajado los costes de la energía en la subasta entre comercializadoras.

«Entendemos que el Gobierno debe repercutir la bajada de la subasta tal cual para que el recibo de la luz experimente un descenso«, indicó el portavoz de la asociación, Rubén Sánchez. Para ello, indicó, el Ejecutivo debe congelar la parte de la tarifa correspondiente a los costes regulados.

Para la asociación, «no hay justificación» en la decisión del Gobierno de congelar la tarifa en abril y, con ello, «trasladar una parte de la supuesta deuda pendiente del déficit de tarifa», indicó Sánchez, quien lamentó las «prisas» por resolver el desajuste del sector.

«Esas prisas no existen teniendo en cuenta la coyuntura económica», señaló la organización, que además denunció que el «supuesto» déficit de tarifa «está hinchado» y pidió que se suprima el sistema de subastas y se sustituya por un mecanismo «más transparente».

La UCE denuncia que el Gobierno defiende los intereses del lobby energético

La Unión de Consumidores de España (UCE) denunció que el Gobierno continúa salvaguardando los intereses del lobby energético frente a los derechos de los consumidores.

A pesar de que el precio del coste de la energía ha descendido, el recibo de la luz no bajará el próximo mes, ya que el Gobierno prevé subir la parte regulada de la tarifa. De esta forma, UCE explicó que «pase lo que pase en el mercado de la energía, la factura de la luz se incrementa o se mantiene, sin que los consumidores se beneficien de la libre concurrencia del mercado».

El reparto de las bombillas de bajo consumo en 2010 ahorró un total de 107 millones de euros en la factura eléctrica

Según los datos definitivos facilitados por el Gobierno a Marta Torrado, diputada del Partido Popular, este menor consumo evitará la emisión a la atmósfera de 210 toneladas de CO2.

Las cifras corroboran las facilitadas hace un mes por el secretario de Estado de Energía, Fabrizio Hernández, en el Congreso de los Diputados, donde explicó que los ciudadanos han recibido cerca de 22 millones de vales de canje el pasado año, más de tres veces más de los canjeados, lo que arroja una tasa de retorno del 29,5%, con un gasto asociado de 13,6 millones de euros.

Promovido por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, el programa de reparto de bombillas de bajo consumo comenzó en 2009 con el envío a los consumidores de 19,5 millones de vales, de los que los ciudadanos canjearon 7,25 millones por otras tantas bombillas de bajo consumo, lo que supone un retorno del 35,4%.

Las bombillas distribuidas en 2009 representan un ahorro de más 600 GWh anuales, equivalente al consumo eléctrico de 150.000 hogares, lo que en términos económicos representa un ahorro de 97 millones de euros.

Las eléctricas apuestan por elevar el número de subastas Cesur para bajar los precios y evitar la especulación actual

Estas subastas, hasta ahora de carácter trimestral, sirven para fijar el coste de la energía dentro de la fórmula final de la Tarifa de Último Recurso (TUR) de la luz. El peso de este componente ronda el 50% de la tarifa final, mientras que el otro 50% corresponde a los peajes, que recogen los costes regulados.

En las subastas, las cinco eléctricas encargadas de suministrar la TUR, que son Endesa, Iberdrola, Gas Natural Fenosa, HC y E.ON, ejercen de compradores, mientras que la mayoría de los vendedores son intermediarios, lo que puede facilitar la especulación.

De hecho, para participar como ofertante en la subasta no es necesario ser productor de energía, ya que puede intervenir como vendedor cualquiera que cumpla con los requisitos y garantías establecidos por la legislación que regula la Cesur. La legislación no exige que los ofertantes sean productores de energía.

Esta circunstancia favorece la especulación, especialmente cuando lo que se negocia es un producto financiero consistente en la diferencia entre el precio de la subasta y el precio del mercado diario.

Mientras en el lado de la oferta existen decenas de entidades, en el de la demanda solo hay cinco empresas a las que, por su carácter de precio aceptantes, se les impide intervenir en la fijación del precio.

Según el operador del mercado eléctrico del polo español, Omel, en la anterior subasta, celebrada en diciembre del año pasado, el 92,4% de los adjudicatarios del producto base no pertenecían a uno de los cinco grupos empresariales con comercializadora de TUR.

Para las eléctricas, el incremento del número de subastas disminuiría el volumen de energía vendido en cada una de ellas y, por tanto, la influencia de la especulación sobre los precios de la energía eléctrica, ya que el riesgo sería menor y los agentes podrían ajustar más los precios.

La propia Comisión Nacional de la Energía (CNE) ha abogado en varias ocasiones por fortalecer el control sobre los productos financieros relacionados con la electricidad, entre ellos los correspondientes a los mercados no organizados, conocidos como ‘over the counter’ (OTC).

El martes 22 de marzo se celebrará la subasta de electricidad entre comercializadoras de último recurso para determinar el precio de la energía en la revisión de la tarifa de la luz correspondiente al segundo trimestre del año.

El Ministerio de Industria calcula que el coste de la energía caerá cerca de un 12,5%, lo que permitirá incrementar en un porcentaje similar el otro principal componente de la tarifa, correspondiente al coste regulado, y, con ello, congelar la luz en abril.