El resultado de esta puja determina el componente de la energía dentro de la fórmula de revisión del recibo de la luz en octubre. En concreto, el alza supone una presión del 5,9% sobre la tarifa de la que disfrutan cerca de 24 millones de consumidores, en la que se incluiría determinadas partidas por ajustes técnicos.
En la subasta se ofertaron simultáneamente, para el cuarto trimestre de 2011, un producto de carga base a tres meses, que consiste en la diferencia de precio entre el precio de adjudicación del producto en la subasta y el precio horario del mercado diario gestionado por OMEL(OMIE), para todas las horas comprendidas en el horizonte temporal subastado, por un total de 3.800 MW en cada hora, y un producto de carga punta a tres meses, que consiste en la diferencia de precio entre el precio de adjudicación del producto en la subasta y el precio horario del mercado diario gestionado por OMEL(OMIE) para todas las horas comprendidas entre las 8:00 y las 20:00 CET, de todos los días naturales, excepto sábados y domingos, durante el cuarto trimestre del año 2011, por un total de 458 MW en cada hora.
El producto de carga base fue adjudicado a un precio de cierre de 57,99 euros el megavatio/hora (0,5 euros por encima del mercado OTC de un día antes y 53,20 euros por megavatio/hora con respecto a la anterior subasta) y el producto punta fue adjudicado a un precio de cierre de 63,00 euros el megavatio/hora (56,63 euros por megavatio hora en junio).
Ahora si el precio base de la subasta es 57,99 euros y el término de energía es de 88,42, la TUR quedaría en 182,5 euros.
La cantidad total de energía subastada fue adjudicada en su totalidad a 25 vendedores, mientras que las cantidades de energía fueron adquiridas por las cinco empresas Comercializadoras de Ultimo Recurso.
Los precios que resultan de esta subasta, y que aún están pendientes de la validación de la Comisión Nacional de Energía (CNE), suponen alrededor de la mitad de la Tarifa de Último Recurso (TUR), a la que están acogidos la inmensa mayoría de los consumidores domésticos y pymes. Mientras, la otra mitad corresponde a los peajes eléctricos, que recogen los costes regulados del sistema y que el Ministerio de Industria ha propuesto congelar.
La subasta se desarrolló, por Internet, mediante el sistema informático de subastas de OMEL(OMIE). Se utilizó un procedimiento de «subasta de reloj descendente» en el que, partiendo de unos precios iniciales (diferentes en cada producto), se procedió a una reducción progresiva de los mismos en sucesivas rondas hasta llegar al equilibrio entre oferta y demanda en cada producto.
Tras la subasta, Industria tiene la opción de reafirmarse en su propuesta de congelar de los peajes eléctricos, con lo que la luz subiría un 5,9%, o puede rebajar esta partida de costes regulados para mantener la TUR actual. Esta opción evitaría una subida de luz para los consumidores, pero agravaría el problema del déficit de tarifa.
La decisión final del Gobierno sobre el recibo de la luz se conocerá después de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos prevista para el jueves, según dijeron fuentes del Ejecutivo
En la anterior subasta, el término de energía se encareció un 2,7%, lo que, unido a la congelación de peajes aplicada por Industria, provocó una subida del 1,5% en la revisión de la TUR de julio. En marzo, aprovechando un descenso en el precio de la electricidad, el Gobierno elevó un 10% los peajes, con lo que la TUR quedó congelada.
La subida trimestral de julio se sumó a la ya aplicada en enero, del 9,8%, de modo que la TUR acumula un encarecimiento superior al 10% en 2011. En 2010 subió un 2,6%, en 2009 un 3,5% y en 2008 un 9,08%. El precio de la luz viene subiendo cada año desde 2003, aunque sólo desde 2006 (5,28%) lo hace por encima del IPC.
Facua exige al Gobierno que la tarifa de la luz se congele
Por otra parte, Facua exigió al Gobierno que adopte los procedimientos necesarios para garantizar que la tarifa eléctrica «quede congelada» en su revisión de octubre, a pesar del resultado de la subasta de electricidad.
El portavoz de Facua, Rubén Sánchez, criticó el procedimiento de la subasta, al considerarlo «inválido» para fijar la tarifa, ya que supone «una trampa de las grandes eléctricas donde se acuerdan los precios».
Así, pidió a los candidatos a la Presidencia del Gobierno que incluyan este «problema» en sus programas y que se comprometan a cambiar el mecanismo garantizando una regulación tarifaria, pero «con una metodología que sea diferente». «Es urgente un cambio para dejar de perjudicar a los consumidores», añadió.
La OCU llama a los consumidores a una campaña contra las subidas
Asimismo, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) pidió al Gobierno una congelación de la tarifa de la luz e invitó a los consumidores a sumarse a una campaña contra las subidas.
Según señaló la organización, si se mantiene la propuesta que el Ejecutivo envió a la Comisión Nacional de la Energía (CNE), la luz subiría el próximo 1 de octubre alrededor de un 6%, lo que supondría un aumento de 41 euros al año para los hogares medios.
La OCU subrayó que la luz subió un 18,8% a lo largo de 2011, «el incremento más importante desde que comenzó el proceso de liberalización en 2003», y remarcó que, con esta subida, el precio de la luz aumentó un 61% desde 2008.
Para la asociación, este incremento es «inadmisible», ya que «está basado en un sistema opaco de fijación del precio de la electricidad». Además, para la OCU, se ciernen «muchas dudas» sobre la transparencia de la subasta, «tal y como confirmó la CNE, que puso una investigación en marcha sobre el comportamiento de los mercados en los días previos a su celebración ante las sospechas de manipulación artificial del precio que determina la Tarifa de Último Recurso (TUR)».