Las eléctricas aseguran que «no pueden asumir más recortes» y piden al Gobierno que apruebe la reforma energética «cuanto antes»

Debido a que «la electricidad es un bien básico para la sociedad y las eléctricas son esenciales para la industria, la economía y el empleo», Unesa pidió al Gobierno de Mariano Rajoy que «se lleve a cabo cuanto antes la reforma estructural del sector, acotando la duración de los esfuerzos que transitoriamente haya que realizar» para poner fin al déficit de tarifa equitativamente, «armonizando los costes regulados de manera que todos reciban una retribución homogénea y que sea razonable».

En este sentido, la patronal eléctrica, presidida por Eduardo Montes, puso de relieve que en la primera tanda de medidas aprobada por el Gobierno, el pasado 30 de marzo, «el esfuerzo para reducir el déficit de tarifa recayó únicamente en los consumidores y en las compañías eléctricas de UNESA», por lo que aseguró que «no pueden asumir más recortes».

La asociación se quejó de que sus asociadas son las que soportan en sus balances el «grave problema» del déficit tarifario, cuya financiación debería ser compartida, «como mínimo y mientras exista «, por «todos los que cobran de la tarifa».

Asimismo, se quejó de la complicada situación de los mercados internacionales y de que las agencias de «rating» rebajaron la calificación crediticia de las eléctricas españolas hasta situarlas, en algún caso, en perspectiva negativa.

Unesa afirmó que las eléctricas afrontan unos niveles de endeudamiento que «dificultan enormemente la realización de inversiones imprescindibles para mantener su actividad». Según sus datos, esta deuda alcanza los 73.000 millones de euros, de los que 44.000 millones corresponden a la actividad eléctrica nacional.

«El déficit de tarifa, que supera los 24.000 millones de euros, aumentó de manera desorbitada en los últimos años debido, esencialmente, a las cuantiosas primas que reciben las energías renovables, sobre todo la fotovoltaica y la termosolar«, afirmó la patronal eléctrica.

De hecho, afirmó que «no tiene sentido» comprometer unas primas de más de 450 euros por megavatio hora (MWh) durante los próximos 25 años a dos tercios de las instalaciones fotovoltaicas existentes cuando ya hay plantas de esta tecnología en proyecto con prima cero», es decir, que ya son rentables a precio de mercado.

En cuanto a la termosolar, Unesa puso el énfasis en que se están presentando proyectos en otros países por cantidades muy inferiores a las que reciben en España, lo que «pone de manifiesto el despilfarro económico» realizado para fomentar este tipo de energías renovables.

Por lo tanto, a juicio de la asociación eléctrica, «el debate en España se debe centrar en qué tipo de energías renovables habría que utilizar y en si es necesario subsidiar tecnologías inmaduras».

Por otro lado, Unesa tachó de «incoherente» los impuestos «ecológicos», establecidos por las diferentes comunidades autónomas, y que alcanzan los 200 millones de euros, puesto que «rompen la unidad del mercado nacional» y provocan que los consumidores de determinadas regiones soporten el coste de unos impuestos que ingresarán otras autonomías. Por ello, abogó por una «necesaria y urgente la armonización de estos impuestos en todo el país» con el objetivo de que sufraguen los costes de mejora medioambiental.

Además, la patronal eléctrica recordó que «carece de sentido» que más de la mitad de los costes que pagamos en España se deban a conceptos ajenos al suministro eléctrico, y que deberían financiarse «con cargo a los Presupuestos Generales del Estado».

Por último, la asociación que preside Montes, abogó por la implantación del «céntimo verde» en los combustibles para financiar las renovables y que así salgan de la tarifa eléctrica.

Las videoconferencias evitaron la emisión de 800.000 toneladas de CO2 a la atmósfera, según Arkadin

Sin embargo, el director general de Arkadin España, Fernando de Águeda dijo que España sigue sin incorporar «de forma sencilla los beneficios» que se pueden lograr a través de las nuevas tecnologías y destacó la importancia de la incorporación voluntaria de las empresas a las preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y en las relaciones con sus interlocutores.

En este sentido, subrayó que medir el impacto de un viaje de trabajo es fácil y que la tecnología para evitar estas emisiones existe. Por ello, propone sustituir las reuniones físicas por las conferencias de audio, vídeo y web.

El informe recordó que el aumento sostenido de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) provocará un incremento de dos grados centígrados para 2052 y de 2,8 grados centígrados para 2080 y añadió que las emisiones de GEI crecieron un 2,4% en 2010 a causa de la recuperación económica en varios países europeos, según datos recientes de la Agencia Europea del medio Ambiente.

El 86% de las ciudades europeas cuenta con planes para reducir las emisiones, según dice un estudio

El estudio –que lleva por título «Siete lecciones del cambio climático en las ciudades de Europa«– añadió que dos de cada tres ciudades europeas analizadas colaboran con sus proveedores en cuestiones relativas al cambio climático, por encima del 47% de media.

Además de los objetivos alcanzados, el informe identificó y examinó seis áreas clave en las que las ciudades europeas emplean buenas prácticas para luchar contra el cambio climático. Así, hizo alusión a la medida anual de emisiones ya que cada vez más ciudades europeas miden y comunican sus emisiones anuales en todo su territorio. En este sentido, el documento constató que el 50% de las ciudades estudiadas realiza medidas anuales de emisiones.

Asimismo, se mencionó la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), destacando que dos ciudades europeas, Londres y Copenhague, comunicaron reducciones de GEI en su última respuesta a CDP; y se destacaron las evaluaciones de riesgos, ya que 17 de las ciudades incluidas en el estudio (77%) realizaron o están realizando evaluaciones de riesgos para comprender los posibles efectos del cambio climático en su territorio.

Según estas evaluaciones, 18 de las 22 ciudades europeas analizadas se enfrentan a riesgos importantes derivados del cambio climático y un 54% de ellas considera que esos riesgos son graves o muy graves.

Otra de las áreas analizadas hace referencia al desarrollo de planes de adaptación pues, una vez identificados los riesgos, las ciudades definen planes de acción para adaptarse a la situación. Así, 14 ciudades (64%) cuentan ya con un plan de adaptación, mientras que otras dos están trabajando en la definición de estos planes.

Respecto al uso de la sostenibilidad como factor de competitividad, el informe subrayó que las ciudades europeas son más conscientes del potencial económico de la lucha contra el cambio climático ya que 13 de ellas (59%) creen que se propiciará el desarrollo de nuevos sectores económicos al hacer frente al cambio climático.

Por último, respecto a la ampliación del ámbito de actuación de la ciudad a través de acuerdos voluntarios con el sector privado, un pequeño número de ciudades, como Berlín y Helsinki, están recurriendo a acuerdos voluntarios con empresas locales para incentivar el cumplimiento de sus objetivos de lucha contra el cambio climático.

Por todo ello, director de CDP Cities, Conor Riffle, aseguró que «las ciudades europeas están a la cabeza en el uso de buenas prácticas para combatir el cambio climático a nivel local». «El informe demuestra que otras ciudades se pueden beneficiar también de estrategias similares, como la medida y comunicación anuales de emisiones de gases de efecto invernadero», explicó.

Por su parte, el socio director de Sostenibilidad de Accenture, Bruno Berthon, afirmó que «cuantificar los riesgos del cambio climático y evaluar los resultados obtenidos no es una mera cuestión de buena gestión medioambiental». «Una política transparente permite a las autoridades reducir los riesgos y los costes de seguros, además de demostrar a los inversores y directivos hasta qué punto una ciudad puede resultar atractiva en un mundo competitivo en el que el talento y el capital pueden elegir dónde instalarse», indicó.

Las ciudades incluidas en el informe son el Ayuntamiento de Barcelona, Ayuntamiento de Madrid, Basel-Stadt, Ciudad de Ámsterdam, Ciudad de Berlín, Ciudad de Copenhague, Ciudad de Helsinki, Ciudad de París, Ciudad de Estocolmo, Ciudad de Varsovia, Comune di Milano, Comune di Oristano, Dublin City Council, Ciudad Libre y Hanseática de Hamburgo, Gemeente Rotterdam, Greater London Authority, Greater Manchester, Gobierno Metropolitano de Estambul, Gobierno de Moscú, Ciudad de Riga, Roma Capitale y Ciudad de Kadiovacik.

La subasta eléctrica se cierra con subidas del 9,3% y presiona al alza un 3,9% el recibo de la luz en julio

De acuerdo con el resultado de la subasta Cesur, el coste de la energía se encareció un 10,3%, hasta los 56,25 euros/MWh, aunque con los ajustes correspondientes, entre ellos los de estacionalidad, este porcentaje se redujo un 9,3%, hasta los 61,50 euros/MWh.

En el caso de que el Ministerio de Industria decidiese congelar los peajes de acceso, que pagan todos los consumidores y que retribuyen costes regulados como el transporte, la distribución o las primas a las energías renovables, la tarifa eléctrica de último recurso (TUR) debería incrementarse en el entorno del 3,9%.

Las cinco eléctricas que prestan el servicio de tarifa regulada, que son Endesa, Iberdrola, Gas Natural Fenosa, HC y E.ON, adquirieron 5.036 megavatios (MW) de carga base y a 575 MW de carga punta correspondientes al tercer trimestre del año.

Durante la subasta se ofertaron simultáneamente, para el tercer trimestre de 2012, un producto de carga base a tres meses por un total de 3.000 MW en cada hora, y un producto de carga punta a tres meses para todas las horas comprendidas entre las 08.00 y las 20.00 horas, de todos los días naturales, excepto sábados y domingos, por 575 MW en cada hora

Asimismo, Omel explicó que la cantidad total de energía subastada para el tercer trimestre fue adjudicada en su totalidad a 25 vendedores.

La subasta se desarrolló por Internet mediante el sistema informático de subastas de OMIE y a través de un procedimiento de subasta de reloj descendente en el que, partiendo de unos precios iniciales, se procedió a una reducción progresiva de los mismos en sucesivas rondas hasta llegar al equilibrio entre oferta y demanda en cada producto.

Por regla general, en el tercer trimestre del año, el precio de la energía suele repuntar al alza debido al incremento de la demanda y a una menor hidraulicidad.

A pesar de los resultados de la subasta, que debe ser validada por la Comisión Nacional de Energía (CNE), la decisión final del incremento de la tarifa eléctrica corresponde al Gobierno.

Al margen de las decisiones que adopte el Gobierno relacionadas con la reducción de costes del sistema eléctrico, los expertos advirtieron de que será necesario elevar los ingresos del sistema y de que, para ello, no solo deberán subir las tarifas, sino también previsiblemente la fiscalidad.

El resultado de esta subasta, en la que las comercializadoras encargadas de suministrar la tarifa regulada adquieren la energía correspondiente al tercer trimestre, tiene un peso cercano al 50% sobre la TUR.

El 50% restante corresponde a los peajes eléctricos, en los que se recogen los costes regulados del sistema eléctrico y cuya cuantía está revisando el Gobierno como parte de la reforma energética para acabar con el déficit de tarifa.

La anterior subasta, celebrada en marzo, se cerró con bajadas del 7%, si bien la TUR subió finalmente un 7% para recoger un incremento de peajes cercano al 23% con el que el Gobierno cumplía las sentencias del Tribunal Supremo y garantizaba el equilibrio entre costes e ingresos. La subida vino acompañada de un recorte de 1.700 millones de euros en los costes regulados del sistema.

El Supremo rechazó en varias sentencias que los peajes de acceso se fijen en función del coste de la energía y obligó a revisar las decisiones adoptadas en trimestres anteriores cuando se congeló el recibo a coste de bajarlos.

No elevar los peajes en las cuantías suficientes es una de las causas que engrosaron el déficit de tarifa, que supera los 24.000 millones de euros y que el Gobierno señala como el principal problema del sector.

El objetivo para este año es que el déficit de tarifa se sitúe en los 1.500 millones de euros y deje de generarse en 2013.

Para acabar con este desfase, el Gobierno ultima esta semana la segunda fase de la reforma del sector eléctrico, basada fundamentalmente en medidas fiscales, y que previsiblemente se aprobará en la primera semana de julio.

Asgeco denuncia «costes ocultos y opacidad» en las subastas

Por su parte, la Asociación General de Consumidores (Asgeco Confederación) consideró que el incremento del precio de la energía en un 9,3% en la subasta eléctrica celebrada se debe a que el sistema de fijación de la tarifa adolece de «costes ocultos y opacidad».

El portavoz de Asgeco Confederación, Jean-Bernard Audureau, aseguró que la subida de precios en la subasta responde a «un mal funcionamiento de los mercados, a multitud de costes ocultos y a un modelo energético deficitario, opaco e inequitativo».

Audureau aseguró además que «ningún Gobierno parece dispuesto a cambiar el actual funcionamiento del mercado eléctrico español».

«Los consumidores que pagan el recibo de la luz todos los meses no saben absolutamente nada de por qué se les sube la tarifa una y otra vez», señaló.

Para Asgeco, el «problema de las continuas subidas en la Tarifa eléctrica de Último Recurso (TUR) se debe a la falta de transparencia de la subasta Cesur, en la que participan como vendedores de energía un número elevado de intermediarios (agentes financieros) no productores, y no a un verdadero aumento en el mercado mayorista».

Además, la asociación advirtió de que muchas centrales hidroeléctricas y nucleares ya están amortizadas, pero sin embargo continúan cobrando el megavatio al precio que marcan otras tecnologías más caras.

Junto a esto, reclamó al sector que «ponga sobre la mesa» los costes reales de cada tecnología y regule mejor las subastas, y consideró que la liberalización del sector eléctrico ha sido un «fracaso», a la vista de que aún hay 20 millones de consumidores acogidos a la tarifa regulada.

La subasta eléctrica condicionará la revisión del precio de la luz en julio

El resultado de estas subastas tiene un peso cercano al 50% sobre la Tarifa de Último Recurso (TUR), mientras que el otro 50% corresponde a los peajes eléctricos, que sufragan los costes regulados del sistema eléctrico.

La anterior subasta, celebrada en marzo, se cerró con bajadas del 7%, si bien la TUR subió finalmente un 7% para recoger un incremento de peajes cercano al 23% con el que el Gobierno cumplía las sentencias del Tribunal Supremo y garantizaba el equilibrio entre costes e ingresos. La subida vino acompañada de un recorte de costes regulados de 1.700 millones de euros.

La subasta coincidirá con el anuncio de la reforma energética en la que trabaja el Gobierno, cuyo objetivo es atajar el déficit de tarifa y evitar que en 2012 el desajuste supere los 1.500 millones. El secretario de Estado de Energía, Fernando Marti, advirtió de que el déficit de 2012 podría alcanzar los 4.000 millones de euros si no se toman medidas.

En la subasta de este martes, las cinco eléctricas que prestan el servicio de tarifa regulada, que son Endesa, Iberdrola, Gas Natural Fenosa, HC y E.ON, adquirirán 5.036 megavatios (MW) de carga base y a 575 MW de carga punta correspondientes al tercer trimestre del año.

Al margen de las decisiones que adopte el Gobierno relacionadas con la reducción de costes del sistema eléctrico, los expertos advirtieron de que será necesario elevar los ingresos del sistema y de que, para ello, no solo deberán subir las tarifas, sino también previsiblemente la fiscalidad.

La Fundación Ortega-Marañón ve necesaria una mayor liberalización en el sector eléctrico y subidas de la luz contra el déficit de tarifa

El director general de la Fundación Ortega-Marañón, Jesús Sánchez Lambás, aludió a la necesidad de «adoptar medidas estructurales» en el sector eléctrico y consideró que el Gobierno se enfrenta a la «difícil decisión» de adoptar un paquete definitivo de disposiciones que eviten el «colapso del sistema».

«El sector eléctrico requiere de una profunda reforma estructural que ponga freno al crecimiento del déficit tarifario y plantee una solución definitiva a este grave problema que arrastra la economía española desde hace algo más de una década», afirmó Sánchez Lambás.

La fundación, que cuenta con un grupo de trabajo dedicado a analizar la situación del sector eléctrico, consideró «urgente y preceptivo» reformar el actual sistema de Tarifa de Último Recurso (TUR), a la que está acogida la mayoría de los consumidores domésticos, cuando realmente estaba pensada para un grupo social restringido, con fines casi sociales.

«Lo lógico y deseable es que esta gran mayoría de usuarios entrase en el sistema de competencia de precios, lo que determinaría unas tarifas mucho más reales», señaló Sánchez Lambás, antes de recordar que Bruselas también aboga por avanzar en este aspecto.

El director general de la fundación calificó de «insuficientes» las medidas ya adoptadas a finales de marzo para acabar con el déficit de tarifa y aseguró que «no quedará más remedio» que establecer un calendario asumible para titulizar el actual déficit.

La aplicación de este calendario, señaló, implicará «inevitablemente, también, un incremento de tarifas, no solo para enjugar el déficit existente, sino para evitar su rebrote en el futuro».

Dentro del capítulo de ingresos de la tarifa, la fundación afirmó que «la herramienta más operativa» sería la puesta en práctica del «céntimo verde» sobre los carburantes.

La fundación reclamó además un sistema «diversificado» de ingresos que permita cubrir los costes regulados del sistema, y señaló que, aparte de las tarifas, estos ingresos deben proceder también de impuestos, tasas o sobrecargos en otros consumos.

Sobre este aspectos, advirtió de que los ingresos del actual impuesto sobre la electricidad terminan en las arcas de las comunidades autónomas y cualquier variación en su configuración obligaría a «un arduo cambio legislativo y a una no menos laboriosa renegociación con las autonomías».

Junto a esto, indicó que aplicar tasas a la generación o a cualquier otro elemento del sistema eléctrico sería complicado desde el punto de vista de la competencia, pues «se establecerían artificialmente desigualdades entre los operadores que dañarían el funcionamiento del mercado, lo que haría sonar las alarmas de las autoridades comunitarias».

Por este motivo, entendió que una posible solución sería establecer tasas para todos los operadores, incluidos los que actúan en el área de energías renovables. «Evidentemente, esto abriría un nuevo campo de disputa, e incluso una posible batalla legal, ya que a las empresas generadoras de energías renovables se les han garantizado unas primas que ahora verían reducidas por la vía de las tasas», advirtió Sánchez Lambás.

Sobre las renovables, la Fundación Ortega-Marañón aseguró que el crecimiento de la potencia instalada de energía renovable «se está convirtiendo, con el actual sistema de primas, en una pesada carga para el sistema eléctrico español».

Al ritmo actual de entrada en el sistema de instalaciones renovables, las primas a esta energía alcanzarían, al final de año, 9.000 millones de euros, lejos de los 7.221 millones previstos y de los 6.985 millones que se pagaron en 2011, advirtió.

«No hay sistema, y tampoco economía que se encuentre en la situación en la que se halla la española, que resista este ritmo de incorporación de instalaciones y a estos precios. O hay un nuevo calendario de incorporaciones, o se establecen horarios de funcionamiento más restrictivos o hay que abordar la compleja tarea de reformar el sistema de primas«, concluyó.

Las emisiones medias de CO2 de los coches vendidos en la Unión Europea bajan un 3,3% en 2011

Los datos de la EEA ponen de manifiesto que durante el pasado año se comercializaron un total de 12,8 millones de vehículos nuevos en la Unión Europea, que emitieron una media de 4,6 gramos de CO2 por kilómetro menos que los vendidos en 2010.

La Agencia explicó este descenso de las emisiones medias de los coches matriculados en Europa por el cambio en el comportamiento de los conductores, así como por la mejora en la tecnología y la mayor eficiencia de los motores.

Al mismo tiempo, la organización señaló que el objetivo de disminución de las emisiones de dióxido de carbono a largo plazo estuvo influenciado, a su vez, por la mayor demanda de vehículos diésel, una tendencia que se mantuvo durante 2011.

No obstante, resaltó que la distancia en lo que se refiere a emisiones de CO2 entre los coches diésel y los de gasolina se fue reduciendo en los últimos años y en 2011 la diferencia se situó en 3,2 gramos de CO2 por kilómetro.

La directora ejecutiva de la EEA, Jacqueline McGlade, afirmó que cada año los automóviles son más eficientes, lo que supone un buen ejemplo de cómo la regulación está ayudando a la industria a hacer mejoras reales. Además, destacó que esta situación está motivando la compra de coches eléctricos.

La EEA indicó que las emisiones de CO2 del transporte por carretera aumentaron un 23% entre 1990 y 2010, llegando a alcanzar una quinta parte de las emisiones totales de CO2 en el conjunto de la Unión Europea. Por ello, se impuso el objetivo de reducir las emisiones medias máximas por coche hasta 130 gramos de CO2 en 2015 y hasta 95 gramos en 2020.

Por otra parte, los datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente indicaron que el parque automovilístico europeo creció levemente en 2011 y ahora volvió a los niveles de antes de la crisis. No obstante, el número de coches con gas licuado de petróleo cayó un 76% entre 2010 y 2011.

Además, la EEA apuntó que durante el pasado ejercicio se vendieron un total de 8.700 vehículos eléctricos puros en Europa, lo que supone un 0,07% del total de coches matriculados en la región, por lo que no tuvo aún un efecto sobre el conjunto de las emisiones medias de CO2.

Portugal, Malta y Dinamarca fueron los países que registraron una media de vehículos con menores emisiones de dióxido de carbono, con 125 gramos por kilómetro o menos, mientras que en Letonia y Bulgaria esta cifra se elevó hasta 150 gramos por kilómetro.

El mercado eléctrico marcó precio cero en varias horas durante cuatro días del mes de abril, según la CNE

Según explicó el regulador, esta circunstancia se debió a la mayor participación de la energía eólica, que redujo el hueco térmico, que es la contribución de tecnologías como el carbón o los ciclos combinados de gas.

La eólica, al igual que la nuclear o la hidráulica, entra en el mercado mayorista de la electricidad, o «pool», a precio cero. Posteriormente, van participando en el mercado otras tecnologías, de menos a más cara, hasta que se cubre la demanda. El coste de la última en entrar es la que da la señal de precio para el conjunto de los productores de energía.

Desde hace años, la CNE viene detectando ineficiencias en el funcionamiento del «pool» relacionadas con la incapacidad de este mercado para emitir una señal de precio en momentos concretos. Además, hay días como el pasado 15 de abril en el que el precio fue durante 16 horas inferior a 3 euros por megavatio hora (MWh), señaló el regulador.

Los problemas del mercado mayorista para dar una señal adecuada de precios no afectan al coste del suministro que afronta el consumidor final. En el caso de la Tarifa de Último Recurso (TUR), el usuario paga el precio de la electricidad adquirida para el siguiente trimestre y los costes regulados del sistema.

Por otro lado, la CNE indicó en su informe de supervisión que, en términos de volumen, el mercado libre de electricidad equivalió en abril al 77%, frente al 74,7% en el mismo mes del ejercicio anterior.

En el informe, el organismo presidido por Alberto Lafuente destacó además la escasa participación de los ciclos combinados de gas en el sistema, que apenas aportaron el 10% de la producción eléctrica total.

Este porcentaje no se registra desde febrero de 2004, cuando la capacidad instalada de ciclos combinados rondaba los 8.000 megavatios (MW), esto es, cerca de una tercera parte de la actual.

La tecnología LED podría ahorrar al año 670 millones de toneladas de emisiones de gases invernadero

El estudio señaló que la iluminación es responsable del 19% de la energía mundial y de alrededor de un 6% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero por lo que, a juicio de los autores, duplicar la eficiencia en la iluminación a nivel mundial tendría un impacto sobre el clima equivalente a la eliminación de la mitad de las emisiones de toda la producción de electricidad y calor en la Unión Europea.

Por ejemplo, en el caso de Estados Unidos, los expertos calcularonn que recortar la utilización de la energía en un 40% ahorraría 53.000 millones de dólares en costes anuales de energía y supondría una reducción de la demanda de energía equivalente a la producción de 198 centrales eléctricas de tamaño medio.

El estudio también reflejó que el alumbrado público con tecnología LED puede generar un ahorro energético de hasta el 85%. Además, las encuestas reflejan que los habitantes de las ciudades piloto –entre el 68% y un 90%– prefieren este tipo de iluminación, citando los beneficios sociales y ambientales.

Asimismo, la vida útil de la iluminación LED probada oscila entre 50.000 y 100.000 horas, lo que indicó un alto retorno de la inversión. El informe subrayó que la iluminación LED fue ideada como una tecnología duradera con los mínimos costes de mantenimiento. La tasa de fracaso de los productos LED antes de 6.000 horas de uso es de alrededor del 1% comparado, por ejemplo, con el 10% que presenta la iluminación convencional durante un período de tiempo de uso similar.

El informe completo —«Iluminando Clean Revolution: El ascenso del LED en el alumbrado público y su significado para las ciudades« — fue presentado como parte de la campaña «Clean Revolution» en Global Compact Corporate Sustainability Forum Río +20 de la ONU, producido por The Climate Group, en asociación con Philips.

Abengoa pide reducir la retribución de la nuclear y de la hidráulica para ir a «la raíz del problema» eléctrico

«En estos meses el Gobierno ha profundizado seriamente en cuál es la raíz del problema y hoy tiene una percepción del problema y de las fuentes de solución», afirmó Sánchez Ortega en declaraciones a la Cadena SER.

Según explicó, el problema «viene de un sistema eléctrico no bien diseñado» y del «desequilibrio entre la retribución de las tecnologías, que hay que corregir de alguna manera».

La solución, continuó, «pasa por reducir la retribución de tecnologías como la nuclear y la hidráulica, además de otro tipo de costes como el transporte y la distribución«.

El directivo sostuvo que «en modo alguno» el sector de las renovables «escurre su responsabilidad» en el problema del déficit de tarifa, ya que es «parte del sistema y tiene que ser parte de la solución».

«Estamos dispuestos a contribuir a la solución siempre que se mantenga la simetría entre los responsables del problemas y quiénes deben contribuir a resolverlo», añadió.

Asimismo, Sánchez Ortega, cuya empresa fue seleccionada para construir por unos 290 millones de euros una de las principales plantas fotovoltaicas de Estados Unidos, explicó que este país vive con «preocupación» la situación económica de España.

La inquietud en Estados Unidos, explicó, se debe «no solo a lo que significa España en sí misma, sino por lo que significa en el conjunto de Europa». «En Estados Unidos todos los días se habla del Ibex 35 y se sigue con interés la colocación de la deuda española», señaló.

El directivo se mostró confiado en que las ayudas solicitadas a la Unión Europea «estabilicen» el sistema bancario español y dejen al país en «muy buena disposición» para no necesitar más recursos internacionales.

Junto a esto, advirtió de que «en Estados Unidos, Iberoamérica, Sudáfrica, Oriente Medio o Asia es más fácil acceder al crédito que en España en estos momentos».