El consumo de electricidad en el Mercado Ibérico cayó un 1,6% en 2012, según datos de Red Eléctrica

En concreto, la caída de la demanda en la España peninsular fue del 1,4% frente al descenso del 2,8% del consumo en el Portugal continental.

Durante 2012, la demanda en el Mibel fue 301 TWh, de los que 49,1 TWh fueron en Portugal y 251,9 TWh en España.

Por su parte, en el mes de diciembre, la demanda de electricidad del Mibel fue de 25.637 GWh, lo que supone una variación del -2,4 % respecto al mismo mes del año anterior. Por mercados, la demanda disminuyó un -1,7% en el mercado portugués y un -2,6% en el español.

Según el boletín del Mibel, la actividad económica tuvo un efecto negativo en ambos mercados, mientras que la temperatura tuvo un efecto positivo en España y negativo en Portugal. Por su parte, la laboralidad tuvo un efecto negativo en España y prácticamente nulo en Portugal.

El consumo de electricidad en el Mercado Ibérico cayó un 1,6% en 2012, según datos de Red Eléctrica

En concreto, la caída de la demanda en la España peninsular fue del 1,4% frente al descenso del 2,8% del consumo en el Portugal continental.

Durante 2012, la demanda en el Mibel fue 301 TWh, de los que 49,1 TWh fueron en Portugal y 251,9 TWh en España.

Por su parte, en el mes de diciembre, la demanda de electricidad del Mibel fue de 25.637 GWh, lo que supone una variación del -2,4 % respecto al mismo mes del año anterior. Por mercados, la demanda disminuyó un -1,7% en el mercado portugués y un -2,6% en el español.

Según el boletín del Mibel, la actividad económica tuvo un efecto negativo en ambos mercados, mientras que la temperatura tuvo un efecto positivo en España y negativo en Portugal. Por su parte, la laboralidad tuvo un efecto negativo en España y prácticamente nulo en Portugal.

Los esquemas para la regulación del comercio de emisiones limitan el consumo verde del consumidor

Perino sugirió que algunas de las recomendaciones hechas por organismos gubernamentales y organizaciones no gubernamentales (ONG) ambientales sobre cómo los individuos pueden reducir las emisiones de gases de efecto invernadero no son adecuadas en la Unión Europea debido a su Sistema de Comercio de Emisiones (EU ETS), con topes para las emisiones de algunas industrias, como la de producción de electricidad y aviación, y permite regular el comercio de derechos de emisión.

Los consejos comúnmente dados a los consumidores incluyen la reducción del número de vuelos realizados, la sustitución de la energía de los electrodomésticos y bombillas por otros energéticamente eficientes y comer menos carne roja.

Pero en un documento de trabajo publicado por el Centro de Ciencias Sociales del Comportamiento y Experimental, de la Universidad de East Anglia, el doctor Perino explicó que cuando el límite del EU ETS está en su lugar, la instalación de bombillas energéticamente eficientes, volar menos y algunas otras acciones recomendadas no tienen ningún impacto en las emisiones totales, ya que simplemente se trasladan a otras fuentes a través de mecanismos de negociación del sistema.

En este sentido, este investigador afirmó que de los ejemplos anteriores sólo comer menos carne reduce las emisiones totales, porque a diferencia de la producción de electricidad y de la aviación, las emisiones procedentes de la agricultura no están cubiertas por el ETS de la UE.

«La compra de electrodomésticos eficientes todavía no tiene mucho sentido, ya que suelen ahorrar más en las facturas de electricidad que los costes adicionales por su compra y reducen otras formas de contaminación ambiental, pero no las emisiones de gases de efecto invernadero», señaló el doctor Perino, economista ambiental en la Escuela de Economía y miembro del Centro de Investigación Social y Económica sobre el Medio Ambiente Mundial (CSERGE) en la Univesidad de East Anglia.

En este sentido, argumentó que entender las políticas, como la de la EU ETS, es crucial para las personas que quieran contribuir a la reducción de su emisión de carbono, de lo contrario sus esfuerzos pueden fracasar. «Los consumidores que desean reducir el impacto climático de su consumo deben centrar su estilo de vida en la reducción de las emisiones no reguladas por el ETS de la Unión Europea como el transporte por carretera, la agricultura y otros sectores con baja intensidad de energía», dijo.

«Conducir menos su coche, comer menos carne roja y mejorar el aislamiento de su hogar reduce considerablemente su huella de carbono. Estos sectores no regulados representan más de la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero en los países participantes y la reducción de esas emisiones es importante», sentenció este experto.

El ETS es el mayor sistema internacional de comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero y una piedra angular de la política de la Unión Europea para combatir el cambio climático. Bajo este límite y el esquema de comercio, las emisiones de una fuente regulada pueden ser compensadas por otras y las empresas que tienen más derechos de emisión de los que necesitan tienen la posibilidad de venderlos a otras compañías, que a su vez los utilizan para aumentar sus propias emisiones.

Sin embargo, el doctor Perino dijo que si bien este sistema reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, sólo lo hace porque el límite es inferior a la cantidad que los sectores regulados emitiría en su ausencia. Así, este experto recomienda que para reducir las emisiones en los sectores del UE ETS como la producción de electricidad, la gente debería presionar a los políticos para que rebajen el límite máximo.

Los esquemas para la regulación del comercio de emisiones limitan el consumo verde del consumidor

Perino sugirió que algunas de las recomendaciones hechas por organismos gubernamentales y organizaciones no gubernamentales (ONG) ambientales sobre cómo los individuos pueden reducir las emisiones de gases de efecto invernadero no son adecuadas en la Unión Europea debido a su Sistema de Comercio de Emisiones (EU ETS), con topes para las emisiones de algunas industrias, como la de producción de electricidad y aviación, y permite regular el comercio de derechos de emisión.

Los consejos comúnmente dados a los consumidores incluyen la reducción del número de vuelos realizados, la sustitución de la energía de los electrodomésticos y bombillas por otros energéticamente eficientes y comer menos carne roja.

Pero en un documento de trabajo publicado por el Centro de Ciencias Sociales del Comportamiento y Experimental, de la Universidad de East Anglia, el doctor Perino explicó que cuando el límite del EU ETS está en su lugar, la instalación de bombillas energéticamente eficientes, volar menos y algunas otras acciones recomendadas no tienen ningún impacto en las emisiones totales, ya que simplemente se trasladan a otras fuentes a través de mecanismos de negociación del sistema.

En este sentido, este investigador afirmó que de los ejemplos anteriores sólo comer menos carne reduce las emisiones totales, porque a diferencia de la producción de electricidad y de la aviación, las emisiones procedentes de la agricultura no están cubiertas por el ETS de la UE.

«La compra de electrodomésticos eficientes todavía no tiene mucho sentido, ya que suelen ahorrar más en las facturas de electricidad que los costes adicionales por su compra y reducen otras formas de contaminación ambiental, pero no las emisiones de gases de efecto invernadero», señaló el doctor Perino, economista ambiental en la Escuela de Economía y miembro del Centro de Investigación Social y Económica sobre el Medio Ambiente Mundial (CSERGE) en la Univesidad de East Anglia.

En este sentido, argumentó que entender las políticas, como la de la EU ETS, es crucial para las personas que quieran contribuir a la reducción de su emisión de carbono, de lo contrario sus esfuerzos pueden fracasar. «Los consumidores que desean reducir el impacto climático de su consumo deben centrar su estilo de vida en la reducción de las emisiones no reguladas por el ETS de la Unión Europea como el transporte por carretera, la agricultura y otros sectores con baja intensidad de energía», dijo.

«Conducir menos su coche, comer menos carne roja y mejorar el aislamiento de su hogar reduce considerablemente su huella de carbono. Estos sectores no regulados representan más de la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero en los países participantes y la reducción de esas emisiones es importante», sentenció este experto.

El ETS es el mayor sistema internacional de comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero y una piedra angular de la política de la Unión Europea para combatir el cambio climático. Bajo este límite y el esquema de comercio, las emisiones de una fuente regulada pueden ser compensadas por otras y las empresas que tienen más derechos de emisión de los que necesitan tienen la posibilidad de venderlos a otras compañías, que a su vez los utilizan para aumentar sus propias emisiones.

Sin embargo, el doctor Perino dijo que si bien este sistema reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, sólo lo hace porque el límite es inferior a la cantidad que los sectores regulados emitiría en su ausencia. Así, este experto recomienda que para reducir las emisiones en los sectores del UE ETS como la producción de electricidad, la gente debería presionar a los políticos para que rebajen el límite máximo.

Los esquemas para la regulación del comercio de emisiones limitan el consumo verde del consumidor

Perino sugirió que algunas de las recomendaciones hechas por organismos gubernamentales y organizaciones no gubernamentales (ONG) ambientales sobre cómo los individuos pueden reducir las emisiones de gases de efecto invernadero no son adecuadas en la Unión Europea debido a su Sistema de Comercio de Emisiones (EU ETS), con topes para las emisiones de algunas industrias, como la de producción de electricidad y aviación, y permite regular el comercio de derechos de emisión.

Los consejos comúnmente dados a los consumidores incluyen la reducción del número de vuelos realizados, la sustitución de la energía de los electrodomésticos y bombillas por otros energéticamente eficientes y comer menos carne roja.

Pero en un documento de trabajo publicado por el Centro de Ciencias Sociales del Comportamiento y Experimental, de la Universidad de East Anglia, el doctor Perino explicó que cuando el límite del EU ETS está en su lugar, la instalación de bombillas energéticamente eficientes, volar menos y algunas otras acciones recomendadas no tienen ningún impacto en las emisiones totales, ya que simplemente se trasladan a otras fuentes a través de mecanismos de negociación del sistema.

En este sentido, este investigador afirmó que de los ejemplos anteriores sólo comer menos carne reduce las emisiones totales, porque a diferencia de la producción de electricidad y de la aviación, las emisiones procedentes de la agricultura no están cubiertas por el ETS de la UE.

«La compra de electrodomésticos eficientes todavía no tiene mucho sentido, ya que suelen ahorrar más en las facturas de electricidad que los costes adicionales por su compra y reducen otras formas de contaminación ambiental, pero no las emisiones de gases de efecto invernadero», señaló el doctor Perino, economista ambiental en la Escuela de Economía y miembro del Centro de Investigación Social y Económica sobre el Medio Ambiente Mundial (CSERGE) en la Univesidad de East Anglia.

En este sentido, argumentó que entender las políticas, como la de la EU ETS, es crucial para las personas que quieran contribuir a la reducción de su emisión de carbono, de lo contrario sus esfuerzos pueden fracasar. «Los consumidores que desean reducir el impacto climático de su consumo deben centrar su estilo de vida en la reducción de las emisiones no reguladas por el ETS de la Unión Europea como el transporte por carretera, la agricultura y otros sectores con baja intensidad de energía», dijo.

«Conducir menos su coche, comer menos carne roja y mejorar el aislamiento de su hogar reduce considerablemente su huella de carbono. Estos sectores no regulados representan más de la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero en los países participantes y la reducción de esas emisiones es importante», sentenció este experto.

El ETS es el mayor sistema internacional de comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero y una piedra angular de la política de la Unión Europea para combatir el cambio climático. Bajo este límite y el esquema de comercio, las emisiones de una fuente regulada pueden ser compensadas por otras y las empresas que tienen más derechos de emisión de los que necesitan tienen la posibilidad de venderlos a otras compañías, que a su vez los utilizan para aumentar sus propias emisiones.

Sin embargo, el doctor Perino dijo que si bien este sistema reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, sólo lo hace porque el límite es inferior a la cantidad que los sectores regulados emitiría en su ausencia. Así, este experto recomienda que para reducir las emisiones en los sectores del UE ETS como la producción de electricidad, la gente debería presionar a los políticos para que rebajen el límite máximo.

El déficit de tarifa registra su mayor desviación al alcanzar los 5.000 millones de euros durante 2012

Hace unos días, el propio ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, reconoció que habrá 3.500 millones de euros «adicionales» a los 1.500 millones del objetivo inicial para el ejercicio 2012, de modo que la deuda eléctrica del año rondará los 5.000 millones.

En años anteriores, las desviaciones del déficit tarifario respeto a lo fijado fueron inferiores, si bien año a año se incrementaron, según datos del sector.

En 2009 el déficit se fijó en 3.500 millones euros y se quedó por encima de los 4.300 millones de euros, lo que supone 800 millones de euros más. Al año siguiente, en 2010, la desviación alcanzó los 2.554 millones de euros debido a que el tope del déficit se marcó en 3.000 millones de euros y el real fue de 5.554 millones de euros.

En 2011 se mantuvo el límite de los 3.000 millones de euros, si bien el real fue de 850 millones de euros más, (3.850 millones de euros). Para el pasado 2012 se cerró en los 1.500 millones de euros aunque como anunció el propio titular de Energía, el déficit real rondará los 5.000 millones de euros. Teniendo en cuenta la cifra estimativa de 2012, desde el año 2000, el déficit de tarifa se multiplicó por 140.

El ministro Soria, tras reconocer esta desviación, argumentó que «de no adoptar medidas», se estaría hablando de otros 3.600-3.700 millones de euros adicionales, por lo que el desfase en 2012 habría sido de «8.000 ó 9.000 millones de euros.

Según sus explicaciones, dicho desfase se produjo porque los Presupuestos Generales del Estado no asumieron los 1.800 millones de euros de costes extrapeninsulares, por la caída de la demanda y por una desviación «importante» de 1.200 millones en la previsión de primas al régimen especial.

Por norma también estaba fijado que para 2013 ya no hubiera déficit de tarifa. Sin embargo, en un real decreto ley sobre empleados del hogar publicado el 31 de diciembre, el Gobierno adoptó nuevas medidas que pasan por eliminar el máximo fijado para 2012 así como por permitir que en 2013 se genere déficit tarifario.

El déficit de tarifa registra su mayor desviación al alcanzar los 5.000 millones de euros durante 2012

Hace unos días, el propio ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, reconoció que habrá 3.500 millones de euros «adicionales» a los 1.500 millones del objetivo inicial para el ejercicio 2012, de modo que la deuda eléctrica del año rondará los 5.000 millones.

En años anteriores, las desviaciones del déficit tarifario respeto a lo fijado fueron inferiores, si bien año a año se incrementaron, según datos del sector.

En 2009 el déficit se fijó en 3.500 millones euros y se quedó por encima de los 4.300 millones de euros, lo que supone 800 millones de euros más. Al año siguiente, en 2010, la desviación alcanzó los 2.554 millones de euros debido a que el tope del déficit se marcó en 3.000 millones de euros y el real fue de 5.554 millones de euros.

En 2011 se mantuvo el límite de los 3.000 millones de euros, si bien el real fue de 850 millones de euros más, (3.850 millones de euros). Para el pasado 2012 se cerró en los 1.500 millones de euros aunque como anunció el propio titular de Energía, el déficit real rondará los 5.000 millones de euros. Teniendo en cuenta la cifra estimativa de 2012, desde el año 2000, el déficit de tarifa se multiplicó por 140.

El ministro Soria, tras reconocer esta desviación, argumentó que «de no adoptar medidas», se estaría hablando de otros 3.600-3.700 millones de euros adicionales, por lo que el desfase en 2012 habría sido de «8.000 ó 9.000 millones de euros.

Según sus explicaciones, dicho desfase se produjo porque los Presupuestos Generales del Estado no asumieron los 1.800 millones de euros de costes extrapeninsulares, por la caída de la demanda y por una desviación «importante» de 1.200 millones en la previsión de primas al régimen especial.

Por norma también estaba fijado que para 2013 ya no hubiera déficit de tarifa. Sin embargo, en un real decreto ley sobre empleados del hogar publicado el 31 de diciembre, el Gobierno adoptó nuevas medidas que pasan por eliminar el máximo fijado para 2012 así como por permitir que en 2013 se genere déficit tarifario.

El déficit de tarifa registra su mayor desviación al alcanzar los 5.000 millones de euros durante 2012

Hace unos días, el propio ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, reconoció que habrá 3.500 millones de euros «adicionales» a los 1.500 millones del objetivo inicial para el ejercicio 2012, de modo que la deuda eléctrica del año rondará los 5.000 millones.

En años anteriores, las desviaciones del déficit tarifario respeto a lo fijado fueron inferiores, si bien año a año se incrementaron, según datos del sector.

En 2009 el déficit se fijó en 3.500 millones euros y se quedó por encima de los 4.300 millones de euros, lo que supone 800 millones de euros más. Al año siguiente, en 2010, la desviación alcanzó los 2.554 millones de euros debido a que el tope del déficit se marcó en 3.000 millones de euros y el real fue de 5.554 millones de euros.

En 2011 se mantuvo el límite de los 3.000 millones de euros, si bien el real fue de 850 millones de euros más, (3.850 millones de euros). Para el pasado 2012 se cerró en los 1.500 millones de euros aunque como anunció el propio titular de Energía, el déficit real rondará los 5.000 millones de euros. Teniendo en cuenta la cifra estimativa de 2012, desde el año 2000, el déficit de tarifa se multiplicó por 140.

El ministro Soria, tras reconocer esta desviación, argumentó que «de no adoptar medidas», se estaría hablando de otros 3.600-3.700 millones de euros adicionales, por lo que el desfase en 2012 habría sido de «8.000 ó 9.000 millones de euros.

Según sus explicaciones, dicho desfase se produjo porque los Presupuestos Generales del Estado no asumieron los 1.800 millones de euros de costes extrapeninsulares, por la caída de la demanda y por una desviación «importante» de 1.200 millones en la previsión de primas al régimen especial.

Por norma también estaba fijado que para 2013 ya no hubiera déficit de tarifa. Sin embargo, en un real decreto ley sobre empleados del hogar publicado el 31 de diciembre, el Gobierno adoptó nuevas medidas que pasan por eliminar el máximo fijado para 2012 así como por permitir que en 2013 se genere déficit tarifario.

La demanda de electricidad de la industria cayó un 5,3% en 2012

En términos agregados, este segmento de grandes consumidores recortó en conjunto un 4,2% la demanda eléctrica durante el ejercicio, después de haber registrado un retroceso del 3,4% en diciembre del 2012.

El índice, que recoge la actividad de los clientes con potencias superiores a 450 kilovatios (kW) y cuyos resultados pueden sufrir variaciones, también mostró que en diciembre la demanda industrial registró una caída del 3,7%, frente al 5,8% de los servicios.

REE ya informó de que la demanda eléctrica nacional fue en 2012 un 1,9% inferior a la de 2011, una vez tenidos en cuenta los efectos del calendario y las temperaturas.

La demanda de electricidad de la industria cayó un 5,3% en 2012

En términos agregados, este segmento de grandes consumidores recortó en conjunto un 4,2% la demanda eléctrica durante el ejercicio, después de haber registrado un retroceso del 3,4% en diciembre del 2012.

El índice, que recoge la actividad de los clientes con potencias superiores a 450 kilovatios (kW) y cuyos resultados pueden sufrir variaciones, también mostró que en diciembre la demanda industrial registró una caída del 3,7%, frente al 5,8% de los servicios.

REE ya informó de que la demanda eléctrica nacional fue en 2012 un 1,9% inferior a la de 2011, una vez tenidos en cuenta los efectos del calendario y las temperaturas.