Un fallo provoca la parada del reactor de la central nuclear de Ascó

El titular de la central, propietaria de Endesa e Iberdrola, comunicó al CSN, que durante la realización de una prueba de mantenimiento eléctrico en los interruptores principales de salida desde la central hacia el parque eléctrico, se produjo la apertura de dichos interruptores, cuando esta prueba, que se realiza para comprobar la continuidad del circuito, no debía abrirlos.

En consecuencia, se produjo la parada automática de la turbina, y al estar la planta operando por encima del 34% de potencia, se produjo a su vez la parada automática del reactor.

El titular continúa investigando la causa de la apertura de los interruptores que motivaron la parada de la central.

El suceso, según el CSN, no tuvo impacto en los trabajadores, el público ni en el medio ambiente, y «preliminarmente» se clasificó con nivel 0 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES).

Anav precisó que todos los sistemas de seguridad funcionaron según diseño, por lo que la planta se encuentra «en condiciones de parada segura y a la espera de completar la investigación» que determine las causas de la actuación de las protecciones eléctricas.

Ascó II llevaba operando con normalidad seis días, dado que se reconectó a la red el 31 de mayo, cuatro días después de experimentar otra parada no programada, causada entonces por una bajada de nivel en uno de los generadores de vapor, que también fue calificada con el nivel 0.

Se da la circunstancia de que, en el momento de la primera parada, Ascó II llevaba sólo cuatro días en funcionamiento, después de haberse reconectado a la red tras una recarga de combustible que se prolongó durante 47 días y que se completó el 23 de mayo.

Un fallo provoca la parada del reactor de la central nuclear de Ascó

El titular de la central, propietaria de Endesa e Iberdrola, comunicó al CSN, que durante la realización de una prueba de mantenimiento eléctrico en los interruptores principales de salida desde la central hacia el parque eléctrico, se produjo la apertura de dichos interruptores, cuando esta prueba, que se realiza para comprobar la continuidad del circuito, no debía abrirlos.

En consecuencia, se produjo la parada automática de la turbina, y al estar la planta operando por encima del 34% de potencia, se produjo a su vez la parada automática del reactor.

El titular continúa investigando la causa de la apertura de los interruptores que motivaron la parada de la central.

El suceso, según el CSN, no tuvo impacto en los trabajadores, el público ni en el medio ambiente, y «preliminarmente» se clasificó con nivel 0 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES).

Anav precisó que todos los sistemas de seguridad funcionaron según diseño, por lo que la planta se encuentra «en condiciones de parada segura y a la espera de completar la investigación» que determine las causas de la actuación de las protecciones eléctricas.

Ascó II llevaba operando con normalidad seis días, dado que se reconectó a la red el 31 de mayo, cuatro días después de experimentar otra parada no programada, causada entonces por una bajada de nivel en uno de los generadores de vapor, que también fue calificada con el nivel 0.

Se da la circunstancia de que, en el momento de la primera parada, Ascó II llevaba sólo cuatro días en funcionamiento, después de haberse reconectado a la red tras una recarga de combustible que se prolongó durante 47 días y que se completó el 23 de mayo.

Un fallo provoca la parada del reactor de la central nuclear de Ascó

El titular de la central, propietaria de Endesa e Iberdrola, comunicó al CSN, que durante la realización de una prueba de mantenimiento eléctrico en los interruptores principales de salida desde la central hacia el parque eléctrico, se produjo la apertura de dichos interruptores, cuando esta prueba, que se realiza para comprobar la continuidad del circuito, no debía abrirlos.

En consecuencia, se produjo la parada automática de la turbina, y al estar la planta operando por encima del 34% de potencia, se produjo a su vez la parada automática del reactor.

El titular continúa investigando la causa de la apertura de los interruptores que motivaron la parada de la central.

El suceso, según el CSN, no tuvo impacto en los trabajadores, el público ni en el medio ambiente, y «preliminarmente» se clasificó con nivel 0 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES).

Anav precisó que todos los sistemas de seguridad funcionaron según diseño, por lo que la planta se encuentra «en condiciones de parada segura y a la espera de completar la investigación» que determine las causas de la actuación de las protecciones eléctricas.

Ascó II llevaba operando con normalidad seis días, dado que se reconectó a la red el 31 de mayo, cuatro días después de experimentar otra parada no programada, causada entonces por una bajada de nivel en uno de los generadores de vapor, que también fue calificada con el nivel 0.

Se da la circunstancia de que, en el momento de la primera parada, Ascó II llevaba sólo cuatro días en funcionamiento, después de haberse reconectado a la red tras una recarga de combustible que se prolongó durante 47 días y que se completó el 23 de mayo.

La próxima subasta eléctrica Cesur presiona un 5% al alza el recibo de la luz y sigue sin fecha oficial fijada

Las condiciones de estas subastas, cuyo resultado tiene un peso cercano al 50% en la revisión de la tarifa de luz, se vienen fijando en el BOE con cerca de un mes de anticipación, si bien en el caso de la puja de junio, de la que saldrá la revisión de la luz de julio, aún no se publicó la resolución del Ministerio de Industria.

Sin embargo, el operador del mercado Omel tiene colgada en su página web una copia de una resolución «non nata» de la Secretaría de Estado de Energía, firmada por Alberto Nadal, en la que se fija el 25 de junio como fecha de la subasta y en la que se informa de sus características.

En esta resolución extraoficial se establecen, como es habitual, dos productos para la subasta. Uno es el base, del que se venderán 4.443 megavatios (MW) para cada una de las horas del tercer trimestre, y otro es el punta, del que se adjudicarán 572 MW.

A la espera de que el Ministerio de Industria confirme oficialmente en el BOE la fecha de la subasta, los precios de la electricidad cotizan al alza en los mercados y pronostican un encarecimiento de la TUR si el Gobierno mantiene su compromiso de congelar la otra parte del recibo, la de los peajes.

En concreto, el precio base para el tercer trimestre cotiza a 50,2 euros, un 10% más que los 45,41 euros de la subasta de marzo, mientras que el precio punta es de 58,2 euros, un 12% más que los 51,95 euros marcados a finales de marzo.

En marzo, la subasta cerró con caídas de precios del 15%, lo que permitió que la TUR registrase su primera bajada en varios años, del 6%, que compensó en parte el incremento del 3% en enero. El recibo de la luz se ha encarecido un 60% en el último lustro.

La incertidumbre en torno a la fecha de celebración de la subasta de junio coincide con los trabajos de concreción de la reforma energética, con la que el Gobierno intentará acabar con el desequilibrio entre costes e ingresos del sistema eléctrico.

Como parte de las medidas contra el déficit de tarifa, desde el 1 de enero están en vigor los nuevos impuestos eléctricos, entre ellos uno del 7% a la producción, de los que se espera una traslación a los precios de mercado y, con ello, un encarecimiento en el coste de la energía.

La próxima subasta eléctrica Cesur presiona un 5% al alza el recibo de la luz y sigue sin fecha oficial fijada

Las condiciones de estas subastas, cuyo resultado tiene un peso cercano al 50% en la revisión de la tarifa de luz, se vienen fijando en el BOE con cerca de un mes de anticipación, si bien en el caso de la puja de junio, de la que saldrá la revisión de la luz de julio, aún no se publicó la resolución del Ministerio de Industria.

Sin embargo, el operador del mercado Omel tiene colgada en su página web una copia de una resolución «non nata» de la Secretaría de Estado de Energía, firmada por Alberto Nadal, en la que se fija el 25 de junio como fecha de la subasta y en la que se informa de sus características.

En esta resolución extraoficial se establecen, como es habitual, dos productos para la subasta. Uno es el base, del que se venderán 4.443 megavatios (MW) para cada una de las horas del tercer trimestre, y otro es el punta, del que se adjudicarán 572 MW.

A la espera de que el Ministerio de Industria confirme oficialmente en el BOE la fecha de la subasta, los precios de la electricidad cotizan al alza en los mercados y pronostican un encarecimiento de la TUR si el Gobierno mantiene su compromiso de congelar la otra parte del recibo, la de los peajes.

En concreto, el precio base para el tercer trimestre cotiza a 50,2 euros, un 10% más que los 45,41 euros de la subasta de marzo, mientras que el precio punta es de 58,2 euros, un 12% más que los 51,95 euros marcados a finales de marzo.

En marzo, la subasta cerró con caídas de precios del 15%, lo que permitió que la TUR registrase su primera bajada en varios años, del 6%, que compensó en parte el incremento del 3% en enero. El recibo de la luz se ha encarecido un 60% en el último lustro.

La incertidumbre en torno a la fecha de celebración de la subasta de junio coincide con los trabajos de concreción de la reforma energética, con la que el Gobierno intentará acabar con el desequilibrio entre costes e ingresos del sistema eléctrico.

Como parte de las medidas contra el déficit de tarifa, desde el 1 de enero están en vigor los nuevos impuestos eléctricos, entre ellos uno del 7% a la producción, de los que se espera una traslación a los precios de mercado y, con ello, un encarecimiento en el coste de la energía.

La próxima subasta eléctrica Cesur presiona un 5% al alza el recibo de la luz y sigue sin fecha oficial fijada

Las condiciones de estas subastas, cuyo resultado tiene un peso cercano al 50% en la revisión de la tarifa de luz, se vienen fijando en el BOE con cerca de un mes de anticipación, si bien en el caso de la puja de junio, de la que saldrá la revisión de la luz de julio, aún no se publicó la resolución del Ministerio de Industria.

Sin embargo, el operador del mercado Omel tiene colgada en su página web una copia de una resolución «non nata» de la Secretaría de Estado de Energía, firmada por Alberto Nadal, en la que se fija el 25 de junio como fecha de la subasta y en la que se informa de sus características.

En esta resolución extraoficial se establecen, como es habitual, dos productos para la subasta. Uno es el base, del que se venderán 4.443 megavatios (MW) para cada una de las horas del tercer trimestre, y otro es el punta, del que se adjudicarán 572 MW.

A la espera de que el Ministerio de Industria confirme oficialmente en el BOE la fecha de la subasta, los precios de la electricidad cotizan al alza en los mercados y pronostican un encarecimiento de la TUR si el Gobierno mantiene su compromiso de congelar la otra parte del recibo, la de los peajes.

En concreto, el precio base para el tercer trimestre cotiza a 50,2 euros, un 10% más que los 45,41 euros de la subasta de marzo, mientras que el precio punta es de 58,2 euros, un 12% más que los 51,95 euros marcados a finales de marzo.

En marzo, la subasta cerró con caídas de precios del 15%, lo que permitió que la TUR registrase su primera bajada en varios años, del 6%, que compensó en parte el incremento del 3% en enero. El recibo de la luz se ha encarecido un 60% en el último lustro.

La incertidumbre en torno a la fecha de celebración de la subasta de junio coincide con los trabajos de concreción de la reforma energética, con la que el Gobierno intentará acabar con el desequilibrio entre costes e ingresos del sistema eléctrico.

Como parte de las medidas contra el déficit de tarifa, desde el 1 de enero están en vigor los nuevos impuestos eléctricos, entre ellos uno del 7% a la producción, de los que se espera una traslación a los precios de mercado y, con ello, un encarecimiento en el coste de la energía.

El Consejo Mundial de la Energía advierte a España de la necesidad de resolver el déficit tarifario y el encarecimiento de la electricidad

En una conferencia organizada por el Club Español de la Energía, Gadonneix indicó que el déficit energético equivale a cerca del 3% del PIB y que se convirtió «en uno de los principales retos de la economía española, en un entorno en el que los precios de la energía son muy altos». España es, tras Japón y Corea, el tercer mayor importador mundial de gas licuado.

Como parte de estos encarecimientos, aludió especialmente al coste de la electricidad, que «es en Europa más alto que en el resto del mundo, más que en Estados Unidos», y que subió después de que el continente se haya convertido en «campeón en la descarbonización a través de la promoción de las renovables».

«Los costes de la electricidad han subido muy deprisa, sobre todo por los subsidios dados a las renovables», aseguró, antes de aludir a las «dificultades» de España para equilibrar su déficit de tarifa y a la incapacidad de los mercados de CO2 de marcar un precio que penalice las emisiones.

Como vía para aplacar las subidas de precios y la dependencia energética, Gadonneix se mostró partidario de explorar los recursos de «shale gas» en Europa, donde existe potencial para Francia o Polonia, y donde está por ver tanto el coste de exploración como si otros países como España también albergan hidrocarburos no convencionales.

El «shale gas», junto con la agresiva regulación sobre el transporte, permitieron reducir las emisiones de CO2 en Estados Unidos en los últimos tres años, ya que el uso de estos recursos desplazó a las centrales de carbón, indicó.

Gadonneix también pronosticó que la demanda energética mundial se duplicará hasta 2050, y que en el caso de la electricidad aumentará más deprisa, hasta el punto de que en este sector el consumo se duplicará antes, en 2030.

El Consejo Mundial de la Energía advierte a España de la necesidad de resolver el déficit tarifario y el encarecimiento de la electricidad

En una conferencia organizada por el Club Español de la Energía, Gadonneix indicó que el déficit energético equivale a cerca del 3% del PIB y que se convirtió «en uno de los principales retos de la economía española, en un entorno en el que los precios de la energía son muy altos». España es, tras Japón y Corea, el tercer mayor importador mundial de gas licuado.

Como parte de estos encarecimientos, aludió especialmente al coste de la electricidad, que «es en Europa más alto que en el resto del mundo, más que en Estados Unidos», y que subió después de que el continente se haya convertido en «campeón en la descarbonización a través de la promoción de las renovables».

«Los costes de la electricidad han subido muy deprisa, sobre todo por los subsidios dados a las renovables», aseguró, antes de aludir a las «dificultades» de España para equilibrar su déficit de tarifa y a la incapacidad de los mercados de CO2 de marcar un precio que penalice las emisiones.

Como vía para aplacar las subidas de precios y la dependencia energética, Gadonneix se mostró partidario de explorar los recursos de «shale gas» en Europa, donde existe potencial para Francia o Polonia, y donde está por ver tanto el coste de exploración como si otros países como España también albergan hidrocarburos no convencionales.

El «shale gas», junto con la agresiva regulación sobre el transporte, permitieron reducir las emisiones de CO2 en Estados Unidos en los últimos tres años, ya que el uso de estos recursos desplazó a las centrales de carbón, indicó.

Gadonneix también pronosticó que la demanda energética mundial se duplicará hasta 2050, y que en el caso de la electricidad aumentará más deprisa, hasta el punto de que en este sector el consumo se duplicará antes, en 2030.

El Consejo Mundial de la Energía advierte a España de la necesidad de resolver el déficit tarifario y el encarecimiento de la electricidad

En una conferencia organizada por el Club Español de la Energía, Gadonneix indicó que el déficit energético equivale a cerca del 3% del PIB y que se convirtió «en uno de los principales retos de la economía española, en un entorno en el que los precios de la energía son muy altos». España es, tras Japón y Corea, el tercer mayor importador mundial de gas licuado.

Como parte de estos encarecimientos, aludió especialmente al coste de la electricidad, que «es en Europa más alto que en el resto del mundo, más que en Estados Unidos», y que subió después de que el continente se haya convertido en «campeón en la descarbonización a través de la promoción de las renovables».

«Los costes de la electricidad han subido muy deprisa, sobre todo por los subsidios dados a las renovables», aseguró, antes de aludir a las «dificultades» de España para equilibrar su déficit de tarifa y a la incapacidad de los mercados de CO2 de marcar un precio que penalice las emisiones.

Como vía para aplacar las subidas de precios y la dependencia energética, Gadonneix se mostró partidario de explorar los recursos de «shale gas» en Europa, donde existe potencial para Francia o Polonia, y donde está por ver tanto el coste de exploración como si otros países como España también albergan hidrocarburos no convencionales.

El «shale gas», junto con la agresiva regulación sobre el transporte, permitieron reducir las emisiones de CO2 en Estados Unidos en los últimos tres años, ya que el uso de estos recursos desplazó a las centrales de carbón, indicó.

Gadonneix también pronosticó que la demanda energética mundial se duplicará hasta 2050, y que en el caso de la electricidad aumentará más deprisa, hasta el punto de que en este sector el consumo se duplicará antes, en 2030.

El 59% de los vehículos en España son diésel y provocan cuatro veces más contaminación que el resto

Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, GT Motive defendió que los vehículos estén siempre en buen estado porque esto beneficiará no sólo a la seguridad sino al medio ambiente. Por ello, recomendó el sistema Ad Blue porque inyecta un aditivo en los gases de escape, antes del catalizador, para separar las partículas de NOx (óxidos de nitrógeno) en nitrógeno y en oxígeno por separado, evitando la contaminación del mismo. Este sistema está muy generalizado en vehículos industriales y se empieza a usar también en algunos vehículos de pasajeros para cumplir las normas anti contaminación.

Además de esto, la sustitución de las bujías, el filtro de aire y el control de las presiones de los neumáticos, también impactan en el consumo y por lo tanto en la contaminación y, por ende en la salud de la sociedad.

El pasado mes de mayo el CO2 en la atmósfera superó las 400 partes por millón en el observatorio de Hawai que mide, desde 1958, los gases de efecto invernadero. Aunque son más económicos para sus propietarios, los vehículos de motor diésel provocan cuatro veces más contaminación atmosférica que el resto, pues emiten niveles muy superiores de dióxido de nitrógeno (NO2) y partículas en suspensión, dos de los principales contaminantes del aire.

En este contexto, el director de GT Motive Iberia, Antonio Osuna, el apoyo al medio ambiente y a la seguridad vial son una de las competencias de los talleres en el futuro.