Los automóviles emiten hasta un 45% más de CO2 que el que dicen en sus anuncios, según varias asociaciones de consumidores

La OCU informó que los fabricantes de automóviles, para reducir las emisiones de CO2, comercializan vehículos «en teoría menos contaminantes», aunque «la realidad es que estas reducciones son bastante menores a las anunciadas», en su opinión.

Así, el informe recogió las mediciones reales del consumo y de los gases emitidos por los automóviles, que siempre son superiores a las publicadas. Según datos de un estudio del Consejo Internacional para el Transporte Limpio (ICCT), la diferencia entre los datos anunciados y los reales pasó del 10% en 2011 al 25% en 2012.

Esta variación se traduce en un sobrecoste de 300 euros anuales para el automovilistas. Según las asociaciones de consumidores, los fabricantes utilizan diferentes «trucos» para obtener menores emisiones en las homologaciones, como hinchar los neumáticos más de lo normal, usar ruedas de baja resistencia a la rodadura o camuflar salientes del coche para mejorar la aerodinámica.

Ante esta situación, las organizaciones solicitaron la aplicación desde 2017 del Worldwide Light Duty Test Procedure (WLTP), como un protocolo que permite evitar dichos trucos y mejorar el actual ciclo de homologación de consumo.

La subasta eléctrica Cesur apunta a una subida de la luz de un 2,7%

Los mercados de futuros apuntan que la vigésima tercera subasta eléctrica acabará con una subida del precio del componente energético de la tarifa de último recurso (TUR), a la que están acogidos la mayoría de los hogares, de alrededor del 2,9%, lo que supondría un encarecimiento del recibo de la luz del 1,2%, aunque otras fuentes estiman que las cotizaciones a plazo se cerrarán con subidas del 5,5%, lo que implicaría una presión al alza del 2,7%.

A la subasta, por un total de 4.442 megavatios (MW) para cada una de las horas base del tercer trimestre del año, así como 572 MW para las horas punta, concurrirán las cinco empresas encargadas del suministro regulado, que son E.ON, Endesa, Gas Natural Fenosa, HC e Iberdrola.

Esta subida llegaría después de que la luz se abaratara un 6,62% en la revisión de abril, la primera bajada desde la creación de la TUR en 2009, y de haber subido un 3% a principios de año. El recibo de la luz se ha encarecido un 60% en el último lustro.

Este martes se celebra la subasta Cesur, que determinará el precio de la tarifa eléctrica en el tercer trimestre del año, en la que se compra y vende la electricidad para el suministro a tarifa en el tercer trimestre del año y en la que se determina el precio del componente energético de la TUR en este periodo.

El precio de la energía supone aproximadamente la mitad de la tarifa, mientras que el resto corresponde a los denominados «peajes», que fija el Gobierno y que sirven para retribuir los costes regulados, como el transporte, la distribución, las primas a las renovables, las ayudas al carbón o la moratoria nuclear.

El Gobierno mostró su intención de mantener congelados los peajes para la revisión de julio, de manera que la evolución de la tarifa dependerá exclusivamente del resultado de la subasta. Sin embargo, en los últimos días el ministro de Industria, José Manuel Soria, advirtió de que estos podrían verse alterados por la reforma energética que el Gobierno prevé aprobar antes del verano.

La reforma pretende resolver definitivamente el problema del déficit de tarifa, el desfase que se produce porque los ingresos del sistema eléctrico no son suficientes para cubrir todos los costes y que sumaba al cierre del pasado año una deuda superior a los 28.000 millones de euros.

Soria anunció que presentará la reforma este viernes o en la primera quincena de julio, pero entre las empresas del sector temen que no se dé a conocer hasta después del verano y dan por hecho que, para corregir los desequilibrios, será necesario elevar los peajes y, con ello, el recibo de la luz.

La reforma consiste en un abanico de normas, entre las que figuran una circular de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) con una nueva metodología de peajes con discriminación horaria que podría, según las fuentes, implicar subidas de la parte regulada de hasta el 10%.

Esta medida, que sustituiría a los peajes progresivos no aprobados finalmente en enero y que afectaría a los más de 26 millones de consumidores de la TUR, implicaría cambios en los peajes en función de la hora del día y de las estaciones del año.

Al margen de esta medida, Soria insistió en resolver el déficit de tarifa sin provocar «aumentos persistentes» en el recibo de la luz. El Gobierno, anunció, «va a esperar a que se haga la reforma energética para determinar si tiene que haber algún incremento como parte de la aportación de los consumidores a la solución de los desequilibrios».

Asimismo, en los últimos días se conocieron algunos detalles de la normativa, como que implicará un recorte de la retribución de las actividades reguladas o que el Estado aportará 2.000 millones de euros.

Soria también anunció que se levantará la moratoria para la concesión de ayudas a nuevas instalaciones renovables en los territorios extrapeninsulares y que el sistema contará con reglas de «estabilidad financiera» para evitar que se vuelva a generar déficit en el futuro.

Mientras, Industria trabaja en un modelo de factura más sencillo, en el que aparecerá una primera hoja con información básica acerca del consumo y la potencia contratada, así como de los impuestos, tanto estatales como autonómicos, que se pagan. Esta información aparecerá ampliada en Internet.

En total, la reforma incluirá un real decreto ley de estabilidad financiera, un anteproyecto de ley de reforma de la Ley del Sector Eléctrico de 1997, un real decreto de balance neto y la circular de la CNE.

Soria anunció en el Congreso que el objetivo es atajar los 4.000 millones de euros del déficit de tarifa «estructural», y que entre las medidas figurará un mecanismo de ajuste «automático» de peajes que permita equilibrar ingresos y revisiones de costes del sistema eléctrico cada cinco años.

La subasta eléctrica Cesur apunta a una subida de la luz de un 2,7%

Los mercados de futuros apuntan que la vigésima tercera subasta eléctrica acabará con una subida del precio del componente energético de la tarifa de último recurso (TUR), a la que están acogidos la mayoría de los hogares, de alrededor del 2,9%, lo que supondría un encarecimiento del recibo de la luz del 1,2%, aunque otras fuentes estiman que las cotizaciones a plazo se cerrarán con subidas del 5,5%, lo que implicaría una presión al alza del 2,7%.

A la subasta, por un total de 4.442 megavatios (MW) para cada una de las horas base del tercer trimestre del año, así como 572 MW para las horas punta, concurrirán las cinco empresas encargadas del suministro regulado, que son E.ON, Endesa, Gas Natural Fenosa, HC e Iberdrola.

Esta subida llegaría después de que la luz se abaratara un 6,62% en la revisión de abril, la primera bajada desde la creación de la TUR en 2009, y de haber subido un 3% a principios de año. El recibo de la luz se ha encarecido un 60% en el último lustro.

Este martes se celebra la subasta Cesur, que determinará el precio de la tarifa eléctrica en el tercer trimestre del año, en la que se compra y vende la electricidad para el suministro a tarifa en el tercer trimestre del año y en la que se determina el precio del componente energético de la TUR en este periodo.

El precio de la energía supone aproximadamente la mitad de la tarifa, mientras que el resto corresponde a los denominados «peajes», que fija el Gobierno y que sirven para retribuir los costes regulados, como el transporte, la distribución, las primas a las renovables, las ayudas al carbón o la moratoria nuclear.

El Gobierno mostró su intención de mantener congelados los peajes para la revisión de julio, de manera que la evolución de la tarifa dependerá exclusivamente del resultado de la subasta. Sin embargo, en los últimos días el ministro de Industria, José Manuel Soria, advirtió de que estos podrían verse alterados por la reforma energética que el Gobierno prevé aprobar antes del verano.

La reforma pretende resolver definitivamente el problema del déficit de tarifa, el desfase que se produce porque los ingresos del sistema eléctrico no son suficientes para cubrir todos los costes y que sumaba al cierre del pasado año una deuda superior a los 28.000 millones de euros.

Soria anunció que presentará la reforma este viernes o en la primera quincena de julio, pero entre las empresas del sector temen que no se dé a conocer hasta después del verano y dan por hecho que, para corregir los desequilibrios, será necesario elevar los peajes y, con ello, el recibo de la luz.

La reforma consiste en un abanico de normas, entre las que figuran una circular de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) con una nueva metodología de peajes con discriminación horaria que podría, según las fuentes, implicar subidas de la parte regulada de hasta el 10%.

Esta medida, que sustituiría a los peajes progresivos no aprobados finalmente en enero y que afectaría a los más de 26 millones de consumidores de la TUR, implicaría cambios en los peajes en función de la hora del día y de las estaciones del año.

Al margen de esta medida, Soria insistió en resolver el déficit de tarifa sin provocar «aumentos persistentes» en el recibo de la luz. El Gobierno, anunció, «va a esperar a que se haga la reforma energética para determinar si tiene que haber algún incremento como parte de la aportación de los consumidores a la solución de los desequilibrios».

Asimismo, en los últimos días se conocieron algunos detalles de la normativa, como que implicará un recorte de la retribución de las actividades reguladas o que el Estado aportará 2.000 millones de euros.

Soria también anunció que se levantará la moratoria para la concesión de ayudas a nuevas instalaciones renovables en los territorios extrapeninsulares y que el sistema contará con reglas de «estabilidad financiera» para evitar que se vuelva a generar déficit en el futuro.

Mientras, Industria trabaja en un modelo de factura más sencillo, en el que aparecerá una primera hoja con información básica acerca del consumo y la potencia contratada, así como de los impuestos, tanto estatales como autonómicos, que se pagan. Esta información aparecerá ampliada en Internet.

En total, la reforma incluirá un real decreto ley de estabilidad financiera, un anteproyecto de ley de reforma de la Ley del Sector Eléctrico de 1997, un real decreto de balance neto y la circular de la CNE.

Soria anunció en el Congreso que el objetivo es atajar los 4.000 millones de euros del déficit de tarifa «estructural», y que entre las medidas figurará un mecanismo de ajuste «automático» de peajes que permita equilibrar ingresos y revisiones de costes del sistema eléctrico cada cinco años.

La subasta eléctrica Cesur apunta a una subida de la luz de un 2,7%

Los mercados de futuros apuntan que la vigésima tercera subasta eléctrica acabará con una subida del precio del componente energético de la tarifa de último recurso (TUR), a la que están acogidos la mayoría de los hogares, de alrededor del 2,9%, lo que supondría un encarecimiento del recibo de la luz del 1,2%, aunque otras fuentes estiman que las cotizaciones a plazo se cerrarán con subidas del 5,5%, lo que implicaría una presión al alza del 2,7%.

A la subasta, por un total de 4.442 megavatios (MW) para cada una de las horas base del tercer trimestre del año, así como 572 MW para las horas punta, concurrirán las cinco empresas encargadas del suministro regulado, que son E.ON, Endesa, Gas Natural Fenosa, HC e Iberdrola.

Esta subida llegaría después de que la luz se abaratara un 6,62% en la revisión de abril, la primera bajada desde la creación de la TUR en 2009, y de haber subido un 3% a principios de año. El recibo de la luz se ha encarecido un 60% en el último lustro.

Este martes se celebra la subasta Cesur, que determinará el precio de la tarifa eléctrica en el tercer trimestre del año, en la que se compra y vende la electricidad para el suministro a tarifa en el tercer trimestre del año y en la que se determina el precio del componente energético de la TUR en este periodo.

El precio de la energía supone aproximadamente la mitad de la tarifa, mientras que el resto corresponde a los denominados «peajes», que fija el Gobierno y que sirven para retribuir los costes regulados, como el transporte, la distribución, las primas a las renovables, las ayudas al carbón o la moratoria nuclear.

El Gobierno mostró su intención de mantener congelados los peajes para la revisión de julio, de manera que la evolución de la tarifa dependerá exclusivamente del resultado de la subasta. Sin embargo, en los últimos días el ministro de Industria, José Manuel Soria, advirtió de que estos podrían verse alterados por la reforma energética que el Gobierno prevé aprobar antes del verano.

La reforma pretende resolver definitivamente el problema del déficit de tarifa, el desfase que se produce porque los ingresos del sistema eléctrico no son suficientes para cubrir todos los costes y que sumaba al cierre del pasado año una deuda superior a los 28.000 millones de euros.

Soria anunció que presentará la reforma este viernes o en la primera quincena de julio, pero entre las empresas del sector temen que no se dé a conocer hasta después del verano y dan por hecho que, para corregir los desequilibrios, será necesario elevar los peajes y, con ello, el recibo de la luz.

La reforma consiste en un abanico de normas, entre las que figuran una circular de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) con una nueva metodología de peajes con discriminación horaria que podría, según las fuentes, implicar subidas de la parte regulada de hasta el 10%.

Esta medida, que sustituiría a los peajes progresivos no aprobados finalmente en enero y que afectaría a los más de 26 millones de consumidores de la TUR, implicaría cambios en los peajes en función de la hora del día y de las estaciones del año.

Al margen de esta medida, Soria insistió en resolver el déficit de tarifa sin provocar «aumentos persistentes» en el recibo de la luz. El Gobierno, anunció, «va a esperar a que se haga la reforma energética para determinar si tiene que haber algún incremento como parte de la aportación de los consumidores a la solución de los desequilibrios».

Asimismo, en los últimos días se conocieron algunos detalles de la normativa, como que implicará un recorte de la retribución de las actividades reguladas o que el Estado aportará 2.000 millones de euros.

Soria también anunció que se levantará la moratoria para la concesión de ayudas a nuevas instalaciones renovables en los territorios extrapeninsulares y que el sistema contará con reglas de «estabilidad financiera» para evitar que se vuelva a generar déficit en el futuro.

Mientras, Industria trabaja en un modelo de factura más sencillo, en el que aparecerá una primera hoja con información básica acerca del consumo y la potencia contratada, así como de los impuestos, tanto estatales como autonómicos, que se pagan. Esta información aparecerá ampliada en Internet.

En total, la reforma incluirá un real decreto ley de estabilidad financiera, un anteproyecto de ley de reforma de la Ley del Sector Eléctrico de 1997, un real decreto de balance neto y la circular de la CNE.

Soria anunció en el Congreso que el objetivo es atajar los 4.000 millones de euros del déficit de tarifa «estructural», y que entre las medidas figurará un mecanismo de ajuste «automático» de peajes que permita equilibrar ingresos y revisiones de costes del sistema eléctrico cada cinco años.

El consumo eléctrico de grandes empresas encadena 20 meses a la baja tras caer un 2,3% en mayo

Este índice acumula caídas desde septiembre de 2011 y refleja sobre todo el descenso del consumo de las empresas del sector servicios, que cayó un 2,2%, frente al 0,6% que descendió la de las industrias.

En el acumulado del año, la demanda de grandes consumidores bajó un 3,1%, si bien cayó un 2,9% la de consumidores industriales y un 4,3% de servicios.

Aunque el año comenzó con descensos más suaves, un 1,3% en enero, en febrero la caída se elevó al 5,3% para superar en marzo el 6% y bajar en abril hasta una leve caída del 0,1%.

En abril, se registró por primera vez en 18 meses una subida en el consumo eléctrico de la industria, un 1,8%, que no pudo compensar la caída del 3,9% en el sector servicios y que hizo que la demanda eléctrica de las grandes empresas españolas cayera ese 0,1%.

El IRE facilitó información sobre la evolución del consumo eléctrico del conjunto de las grandes empresas y otras instituciones que tienen una potencia contratada superior a 450 kilovatios (kW), lo que supone alrededor del 40% de la demanda total.

La categoría de grandes consumidores de energía abarca desde industrias hasta hoteles y transporte ferroviario y supone un indicador de la actividad económica del país.

Por su parte, como ya informó REE, en el mes de mayo, la demanda peninsular de energía eléctrica descendió un 1,9% con respecto al mismo mes del año anterior. La demanda bruta fue de 19.504 GWh, un 3,4 % inferior a la de mayo del 2012.

REE apuntó que este indicador se publica a partir de los datos corregidos con los efectos de la composición del calendario y la evolución de las temperaturas. Estas últimas afectan sólo al índice agregado y al de servicios, ya que la evolución de las temperaturas no tiene una influencia significativa sobre el consumo de energía eléctrica de los sectores industriales.

El consumo eléctrico de grandes empresas encadena 20 meses a la baja tras caer un 2,3% en mayo

Este índice acumula caídas desde septiembre de 2011 y refleja sobre todo el descenso del consumo de las empresas del sector servicios, que cayó un 2,2%, frente al 0,6% que descendió la de las industrias.

En el acumulado del año, la demanda de grandes consumidores bajó un 3,1%, si bien cayó un 2,9% la de consumidores industriales y un 4,3% de servicios.

Aunque el año comenzó con descensos más suaves, un 1,3% en enero, en febrero la caída se elevó al 5,3% para superar en marzo el 6% y bajar en abril hasta una leve caída del 0,1%.

En abril, se registró por primera vez en 18 meses una subida en el consumo eléctrico de la industria, un 1,8%, que no pudo compensar la caída del 3,9% en el sector servicios y que hizo que la demanda eléctrica de las grandes empresas españolas cayera ese 0,1%.

El IRE facilitó información sobre la evolución del consumo eléctrico del conjunto de las grandes empresas y otras instituciones que tienen una potencia contratada superior a 450 kilovatios (kW), lo que supone alrededor del 40% de la demanda total.

La categoría de grandes consumidores de energía abarca desde industrias hasta hoteles y transporte ferroviario y supone un indicador de la actividad económica del país.

Por su parte, como ya informó REE, en el mes de mayo, la demanda peninsular de energía eléctrica descendió un 1,9% con respecto al mismo mes del año anterior. La demanda bruta fue de 19.504 GWh, un 3,4 % inferior a la de mayo del 2012.

REE apuntó que este indicador se publica a partir de los datos corregidos con los efectos de la composición del calendario y la evolución de las temperaturas. Estas últimas afectan sólo al índice agregado y al de servicios, ya que la evolución de las temperaturas no tiene una influencia significativa sobre el consumo de energía eléctrica de los sectores industriales.

El consumo eléctrico de grandes empresas encadena 20 meses a la baja tras caer un 2,3% en mayo

Este índice acumula caídas desde septiembre de 2011 y refleja sobre todo el descenso del consumo de las empresas del sector servicios, que cayó un 2,2%, frente al 0,6% que descendió la de las industrias.

En el acumulado del año, la demanda de grandes consumidores bajó un 3,1%, si bien cayó un 2,9% la de consumidores industriales y un 4,3% de servicios.

Aunque el año comenzó con descensos más suaves, un 1,3% en enero, en febrero la caída se elevó al 5,3% para superar en marzo el 6% y bajar en abril hasta una leve caída del 0,1%.

En abril, se registró por primera vez en 18 meses una subida en el consumo eléctrico de la industria, un 1,8%, que no pudo compensar la caída del 3,9% en el sector servicios y que hizo que la demanda eléctrica de las grandes empresas españolas cayera ese 0,1%.

El IRE facilitó información sobre la evolución del consumo eléctrico del conjunto de las grandes empresas y otras instituciones que tienen una potencia contratada superior a 450 kilovatios (kW), lo que supone alrededor del 40% de la demanda total.

La categoría de grandes consumidores de energía abarca desde industrias hasta hoteles y transporte ferroviario y supone un indicador de la actividad económica del país.

Por su parte, como ya informó REE, en el mes de mayo, la demanda peninsular de energía eléctrica descendió un 1,9% con respecto al mismo mes del año anterior. La demanda bruta fue de 19.504 GWh, un 3,4 % inferior a la de mayo del 2012.

REE apuntó que este indicador se publica a partir de los datos corregidos con los efectos de la composición del calendario y la evolución de las temperaturas. Estas últimas afectan sólo al índice agregado y al de servicios, ya que la evolución de las temperaturas no tiene una influencia significativa sobre el consumo de energía eléctrica de los sectores industriales.

El gas natural seguirá en su «edad de oro», según asegura la OIE

«El gas ya es el combustible que más se emplea en la generación de electricidad, pero en los próximos cinco años emergerá como un importante carburante para el transporte», afirmó en rueda de prensa la directora ejecutiva de la OIE, Maria van der Hoeven, al presentar el documento.

Según el informe, el gas natural aumentará en este período su parte en el «mix» energético global a un ritmo del 2,4% anual, 3 décimas porcentuales inferior a las previsiones de la OIE de hace un año.

Esta situación obedece a la debilidad de la demanda de gas en Europa, así como a las dificultades para impulsar el incremento de la producción en Oriente Medio y África.

«Aunque hemos revisado a la baja nuestras previsiones de crecimiento estamos en plena ‘edad de oro’ del gas», recalcó Van der Hoeven.

La OIE estimó que la demanda total de gas aumente de aquí a 2018 de 3,4 billones a unos 4 billones de metros cúbicos.

El gas es un «combustible de contradicciones, que se resiste tenazmente a la globalización», dijo Van der Hoeven al señalar las grandes diferencias entre la mayores regiones del mundo en lo que se refiere a precios, mercados e industria.

«Mercados eficientes y monopolios subsidiados coexisten en el mundo del gas de hoy», agregó.

La directora de la OIE destacó que el incremento en Estados Unidos de la producción no convencional de gas (de esquistos) convertirá muy pronto a ese país en un importante exportador de gas natural licuado.

«La flexibilidad de los precios del gas estadounidense puede propiciar el desarrollo de un ‘hub’ de gas asiático y un mercado más integrado», agregó.

Al mismo tiempo, en opinión de Van der Hoeven, las exportaciones de gas licuado estadounidenses son una opción para los consumidores europeos que buscan diversificar sus importaciones a través de gasoductos.

El gas natural seguirá en su «edad de oro», según asegura la OIE

«El gas ya es el combustible que más se emplea en la generación de electricidad, pero en los próximos cinco años emergerá como un importante carburante para el transporte», afirmó en rueda de prensa la directora ejecutiva de la OIE, Maria van der Hoeven, al presentar el documento.

Según el informe, el gas natural aumentará en este período su parte en el «mix» energético global a un ritmo del 2,4% anual, 3 décimas porcentuales inferior a las previsiones de la OIE de hace un año.

Esta situación obedece a la debilidad de la demanda de gas en Europa, así como a las dificultades para impulsar el incremento de la producción en Oriente Medio y África.

«Aunque hemos revisado a la baja nuestras previsiones de crecimiento estamos en plena ‘edad de oro’ del gas», recalcó Van der Hoeven.

La OIE estimó que la demanda total de gas aumente de aquí a 2018 de 3,4 billones a unos 4 billones de metros cúbicos.

El gas es un «combustible de contradicciones, que se resiste tenazmente a la globalización», dijo Van der Hoeven al señalar las grandes diferencias entre la mayores regiones del mundo en lo que se refiere a precios, mercados e industria.

«Mercados eficientes y monopolios subsidiados coexisten en el mundo del gas de hoy», agregó.

La directora de la OIE destacó que el incremento en Estados Unidos de la producción no convencional de gas (de esquistos) convertirá muy pronto a ese país en un importante exportador de gas natural licuado.

«La flexibilidad de los precios del gas estadounidense puede propiciar el desarrollo de un ‘hub’ de gas asiático y un mercado más integrado», agregó.

Al mismo tiempo, en opinión de Van der Hoeven, las exportaciones de gas licuado estadounidenses son una opción para los consumidores europeos que buscan diversificar sus importaciones a través de gasoductos.

El gas natural seguirá en su «edad de oro», según asegura la OIE

«El gas ya es el combustible que más se emplea en la generación de electricidad, pero en los próximos cinco años emergerá como un importante carburante para el transporte», afirmó en rueda de prensa la directora ejecutiva de la OIE, Maria van der Hoeven, al presentar el documento.

Según el informe, el gas natural aumentará en este período su parte en el «mix» energético global a un ritmo del 2,4% anual, 3 décimas porcentuales inferior a las previsiones de la OIE de hace un año.

Esta situación obedece a la debilidad de la demanda de gas en Europa, así como a las dificultades para impulsar el incremento de la producción en Oriente Medio y África.

«Aunque hemos revisado a la baja nuestras previsiones de crecimiento estamos en plena ‘edad de oro’ del gas», recalcó Van der Hoeven.

La OIE estimó que la demanda total de gas aumente de aquí a 2018 de 3,4 billones a unos 4 billones de metros cúbicos.

El gas es un «combustible de contradicciones, que se resiste tenazmente a la globalización», dijo Van der Hoeven al señalar las grandes diferencias entre la mayores regiones del mundo en lo que se refiere a precios, mercados e industria.

«Mercados eficientes y monopolios subsidiados coexisten en el mundo del gas de hoy», agregó.

La directora de la OIE destacó que el incremento en Estados Unidos de la producción no convencional de gas (de esquistos) convertirá muy pronto a ese país en un importante exportador de gas natural licuado.

«La flexibilidad de los precios del gas estadounidense puede propiciar el desarrollo de un ‘hub’ de gas asiático y un mercado más integrado», agregó.

Al mismo tiempo, en opinión de Van der Hoeven, las exportaciones de gas licuado estadounidenses son una opción para los consumidores europeos que buscan diversificar sus importaciones a través de gasoductos.