En un primer comunicado, los sindicatos indicaron que, durante un encuentro con Nadal celebrado el pasado 5 de diciembre, el secretario de Estado aseguró que «los 3.600 millones serán pagados vía tarifa a 300 millones anuales durante los próximos 15 años, incrementándose en torno a un 2% la tarifa a partir de enero, sólo por este concepto». Posteriormente, emitieron una segunda notificación en la que UGT y CCOO señalaron que Nadal no comparte este porcentaje de subida.

«Según se puso de manifiesto en la reunión, los 3.600 millones de euros serían pagados vía tarifa a 300 millones de euros anuales durante los próximos 15 años, lo que en opinión de ambos sindicatos, no compartida por el secretario de Estado, supondrá el incremento en torno a un 2% la tarifa a partir de enero, solo por este concepto», según indicó el nuevo texto.

Por otro lado, los sindicatos señalaron que, para 2014, el Gobierno confía en que deje de producirse déficit de tarifa y en que las cuentas públicas inyecten unos 900 millones de euros en la tarifa, pero los sindicatos no comparten esta previsión. «La realidad nos hace suponer que podemos encontrarnos con un desequilibrio que lleve a incrementar las tarifas en el próximo 2014 de una forma muy elevada», aseguraron.

UGT y CCOO trasladaron a Nadal durante el encuentro la «sensación de que la reforma eléctrica es un fiasco» y también expresaron su «preocupación» con el «más que probable» incremento de la tarifa en enero.

«Desde el Ministerio se nos había manifestado que, si bien esta reforma significaba un incremento de tarifas y un recorte en la retribución de las empresas del sector, al mismo tiempo era necesario para eliminar el déficit tarifario y crear seguridad jurídica», señalaron.

Sin embargo, en la actualidad sigue habiendo déficit de tarifa y «la seguridad jurídica brilla por su ausencia». «Esta reforma continúa en el camino de incrementar las tarifas eléctricas, lo que nos lleva a la pérdida de competitividad en nuestra industria», afirmaron.

Las empresas también sufrieron a causa de las subidas del recibo una pérdida de empleo provocada por la reducción de las inversiones en el mantenimiento de la red, la paralización del desarrollo de las energías renovables y la amenaza cierta de deslocalización de determinadas industrias ante el elevado coste de la electricidad.

Además, lamentaron la reducción de las ayudas a la industria por la interrumpibilidad y criticaron «el empobrecimiento energético al que se está condenando a un gran número de ciudadanos y ciudadanas» debido al «elevado coste de la energía doméstica, al elevado número de desempleados y al permanente deterioro de las condiciones de trabajo».

La agencia recordó que el desfase procede de la retirada de partidas de los Presupuestos Generales del Estado comprometidas inicialmente con el sistema eléctrico, como consecuencia de los esfuerzos del Gobierno por reducir el déficit público.

«Es un ejemplo fresco de cómo las eléctricas pueden resultar negativamente afectadas por medidas adoptadas por un Gobierno guiado por la austeridad en un entorno débil macroeconómicamente», consideró Moody’s.

La compañía más afectada por el nuevo desfase será Endesa, que no sólo es la más dañada por los recortes en la actividad extrapeninsular, sino que además debe financiar un 44% del desajuste, equivalente a 1.600 millones de euros.

Frente a este impacto, Iberdrola será la segunda más afectada, al financiar un 35% de la deuda, o 1.300 millones de euros, mientras que Gas Natural Fenosa, EDP y E.ON asumirán porcentajes menores.

«Estas cantidades deteriorarán los flujos de caja a no ser que el déficit se titulice rápidamente», indicó Moody’s.

Durante su intervención en una jornada organizada por el Instituto de la Ingeniería de España, Montes se mostró «seguro de que (el Gobierno) buscará una solución» al déficit de tarifa, que se genera porque los ingresos del sistema eléctrico no cubren los costes regulados.

El presidente de la patronal eléctrica realizó estas declaraciones en alusión a la retirada, por parte del Gobierno, de varias partidas de los Presupuestos Generales del Estado dirigidas al sistema eléctrico, lo que provocará un déficit de tarifa máximo de 3.600 millones de euros en 2013.

«El Gobierno buscará formas para que no nos grave el balance de una forma tan tremenda» añadió en declaraciones a los medios tras su intervención, porque esto sería «una mala solución», al tiempo que se mostró partidario de «cualquier alternativa que permita que esa deuda pueda ser sacada a los mercados con un aval suficiente».

Montes descartó que la reunión con Montoro, que calificó de «positiva», descalifique al ministro de Industria, José Manuel Soria, para apuntar que «lo que pasa en un problema tan complejo como este hay ministerios que tienen que dar cada uno su planteamiento».

El presidente de Unesa explicó que el déficit de tarifa es un «enorme problema» y que el ministro Soria, parecía que iba a «coger el toro por los cuernos» y «eso es un mérito».

En este sentido, recordó que el Gobierno decidió repartir el problema en tres patas: operadores, consumidores y Estado. «Nosotros hemos cumplido a rajatabla con lo que la ley nos ha obligado», apuntó Montes, para asegurar que entre 2012 y 2013 los operadores aportaron más de 4.000 millones de euros.

Por su parte, los consumidores «también han cumplido», con un «par de subidas» en el recibo que supusieron unos 1.400 ó 1.500 millones de euros, según señaló.

«La tercera pata (en referencia, al Estado) es la que se ha retirado a última hora», destacó el presidente de Unesa, ya que cumplir su parte tendría impacto en el déficit público.

Por ello, «no tiene sentido que traspasen a cinco compañías la responsabilidad» del cumplimiento del objetivo de déficit, lamentó Montes, para agregar que se están «contraviniendo las promesas del Gobierno».

En su opinión, «una reforma ortodoxa» hubiera sido igualar ingresos y costes, mientras que la aprobada por el Gobierno «está basada en una serie de recortes y un incremento espectacular de los ingresos».

Una especial «sensibilidad» con el recibo de la luz que no es proporcional

Por otra parte, en una entrevista en Onda Cero, Montes afirmó que «la sensibilidad que se tiene respecto al recibo de la luz no está proporcionada al peso de ese recibo en las finanzas de una familia», puesto que «si se compara con el resto de recibos» como el de telefonía móvil, agua o gasolina, el de la luz «no está desde luego en los más altos, pero la sensibilidad es enorme».

Junto a esto, el presidente de Unesa indicó que el recibo medio de una familia es de 55 euros al mes, que «es mucho, no voy a decir que es poco, ni mucho menos».

Montes señaló además que «los componentes regulados por el Gobierno en el recibo de la luz son, con mucho, los más altos de Europa» y pronosticó que el déficit de tarifa superará, tras el nuevo desajuste, los 30.000 millones de euros en términos acumulados. Hasta ahora el déficit de tarifa vivo era de unos 26.600 millones de euros.

Por último, el responsable de la patronal defendió que las empresas eléctricas españolas son «muy estables y competitivas», para recordar que el 70% de su negocio está fuera de España. Además, comentó que la parte del negocio nacional «sufre muchísimo» y criticó el alto coste de desarrollo de las energías renovables.

Este precio supera además ampliamente los 81,51 euros marcados este lunes, cuando el resultado diario del «pool» ya registraba incrementos del 77% con respecto a la semana anterior.

Fuentes del sector indicaron que las fuertes subidas de precios responden a la punta de demanda invernal, que coincidió con una menor contribución de la eólica y con la parada de tres grupos nucleares, lo que provocó una mayor entrada de centrales de gas.

De hecho, el consumo de gas natural para generación eléctrica fue este lunes el segundo más elevado del año, con 333 gigavatios hora (GWh).

Además, el sistema español no se pudo beneficiar de los menores precios de Portugal debido a que las importaciones por la interconexión internacional quedaron canceladas entre las 10 y las 12 horas para este miércoles. Para este martes, la cancelación afecta a una franja horaria que va de las 8 a las 18 horas.

El precio del «pool» para mañana es el decimotercero mayor desde el inicio de la actividad de este mercado. El máximo histórico se alcanzó el 11 de enero de 2002, con 103,75 euros, y desde entonces se registraron cotas como la de los 88,5 euros del 21 de diciembre de 2005 o los 91,66 euros del 31 de enero de 2006, todas ellas en periodos invernales.

Por otro lado, los precios de la electricidad en el mercado ibérico a plazo se situaron para el primer trimestre de 2014 en 54,05 euros por MWh para el producto base y en 59,06 euros por MWh para el punta. El precio base es 3,5 euros superior al que se registraba este lunes.

Además, estos precios para el periodo comprendido entre enero y marzo son un 13,5% superiores a los utilizados como referencia para fijar el precio base de la electricidad en la revisión de la tarifa eléctrica de octubre, de 47,58 euros, así como un 3,2% superiores a los correspondientes a las horas punta, de 57 euros.

La evolución del mercado resulta clave para la revisión del coste de la energía dentro de la Tarifa de Último Recurso (TUR) de la luz en enero. Este componente de la energía, al que también debe añadirse los servicios de ajuste, tiene un precio algo inferior al 50% en la composición final del recibo.