Maite Costa es partidaria de quitar del recibo de la luz costes ajenos

Costa, que presidió este ente regulador entre 2005 y 2011, estimó que los únicos costes que deberían incluirse en el recibo, además del consumo de energía, son los «directamente vinculados» con el suministro, como puedan ser la distribución o el transporte, que garantizan que la electricidad llegue a un hogar una vez generada.

En cuanto al resto de conceptos debería «limpiarse un poco la tarifa de partidas que responden más a objetivos de política energética que en realidad al coste del consumo de energía que realiza el consumidor».

De esta forma, se refirió a costes como los llamados extrapeninsulares, es decir, lo que cuesta llevar la luz a las islas Canarias, Baleares y a Ceuta y Melilla, que en su opinión deberían trasladarse a los Presupuestos Generales del Estado. Las primas a las tecnologías acogidas al régimen especial o bien las subvenciones al carbón nacional son otros conceptos incluidos en el recibo de la luz que están en el centro del debate.

Según Costa, «cuanto más nos alejemos de lo que sería la formación de precios por parte del mercado más riesgo corremos de equivocarnos».

En cualquier caso, admitió que la solución a un problema de tales dimensiones como el del déficit de tarifa eléctrica es «siempre incómoda», porque supone «apretar» más los presupuestos del Estado o bien cargarlo sobre consumidores u operadores eléctricos.

Costa opinó que el desfase entre ingresos y costes del sistema fue creciendo paulatinamente con los años hasta adquirir unos «volúmenes importantes» que suponen un desequilibrio en torno a unos 30.000 millones de euros.

Preguntada por si ve riesgo de déficit de tarifa en el gas, comentó que «sería de desear que no se redujeran los ingresos del sistema porque si se toman decisiones en ese sentido comenzaremos a cambiar un poco el buen servicio que siempre había habido en este sector».

En cuanto a la subasta eléctrica, cuyo funcionamiento se puso en cuestión el pasado diciembre, opinó que deberían hacerse «mejoras técnicas» para que los precios se fijen de una forma «más sintética» y se evite «una prima de riesgo implícita en el precio».

Costa hizo también un llamamiento al «entendimiento» a las eléctricas tradicionales, englobadas en la patronal Unesa, y al sector de las renovables. «A mí me parece que es absolutamente imprescindible buscar un interés común, una solución compartida entre quienes han apostado por hacer inversiones en el sector energético», añadió.

Costa, que dirige la cátedra de Sostenibilidad Energética de la Universitat de Barcelona, participó en el Simposio Empresarial Internacional sobre «Innovación y Sostenibilidad Energética«, organizado por la Fundación para la Sostenibilidad Energética y Ambiental (Funseam) y que se celebró en el Parc Científic de la ciudad condal.

La expresidenta de la CNE incidió en que la innovación aplicada a la energía debe tener apoyo público, además de la iniciativa privada, para afrontar los retos del sector, mejorar la eficiencia y reducir los efectos sobre el medio ambiente.

Costa defendió que la innovación debe ser transversal y no aplicarse sólo a la generación, sino también a la distribución y al consumidor final, para que los ciudadanos y empresas tengan información (a través de las «smart greeds» y contadores inteligentes) y puedan autogestionar su consumo para hacerlo más eficiente.

La demanda de gas desciende a los 300.735 GWh hasta noviembre, un 9,1% menos que durante 2012

La causa de este descenso proviene, principalmente, de la caída en el consumo de gas natural para la generación de electricidad, tal y como refleja el último Boletín Estadístico de Hidrocarburos elaborado por la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores).

En concreto, entre enero y noviembre de 2013 se demandó 49.986 GWh para generación eléctrica, lo que supone un 36,2% menos que entre enero y noviembre de 2012, cuando se llegó a los 78.319 GWh.

Por el contrario, la demanda convencional de gas natural en el mercado nacional, que incluye el consumo doméstico, comercial e industrial, disminuyó un 0,6% hasta noviembre, al alcanzar los 250.749 GWh.

Sánchez Galán asegura que la luz «debe y puede bajar» y que la actual factura es un «cajón de sastre»

Sánchez Galán, en declaraciones a la cadena Cope, subrayó que el 60% de lo que pagan los ciudadanos en su factura de la luz «no tiene nada que ver con la energía ni con los cables que le llevan esa energía a sus casas», sino con subvenciones, tasas e impuestos que no deberían realmente figurar en el recibo.

«La factura de la luz desde tiempos remotísimos ha sido un cajón de sastre, donde se han ido metiendo cosas variopintas. Hay algunos impuestos y partidas que vienen de la época de Franco y que ahora son impuestos de electricidad que van para financiar las comunidades autónomas», explicó.

Además, argumentó que al recibo de la luz también se cargan políticas sociales, territoriales, medioambientales, tecnológicas y industriales, políticas con las que el presidente de Iberdrola se mostró «absolutamente de acuerdo», pero que deben financiarse desde los Presupuestos Generales del Estado, que para eso los ciudadanos «pagan sus impuestos».

«La factura de la luz no es su sitio. Creo que para esas políticas, igual que se hace en otros países, como Estados Unidos, deben utilizarse los Presupuestos del Estado, y si no son suficientes pues tendrán que ajustar sus impuestos para que todas esas políticas se hagan desde los Presupuestos», indicó desde la localidad suiza de Davos.

«En España y en otros países europeos estamos en un camino que nos está llevando a una falta de competitividad terrorífica. Están encareciendo sobremanera, y eso hace que el tejido productivo pierda competitividad», advirtió, por lo que abogó por acometer «políticas de otro tipo».

Sánchez Galán, recién elegido presidente del grupo de las eléctricas del Foro Económico Mundial, insistió en que esta situación debe cambiar y saludó que Europa se lo esté empezando a replantear. «La factura de la luz no puede seguir siendo un cajón de sastre donde quepa todo», concluyó.

El recibo de la luz puede ser hasta un 21% más caro en función de la empresa eléctrica que facture

Actualmente, existen dos tarifas de acceso, la de discriminación horaria y la que no realiza esta discriminación. A la primera se la conoce como 2.0 DHA y a la segunda, como 2.0 A.

En el caso de la tarifa sin discriminación horaria, las diferencias de precio para la potencia contratada es de hasta un 14%, mientras que en términos de consumo las diferencias llegan hasta el 16%.

Ante estas diferencias, un consumidor puede ahorrarse hasta 210 euros en un año solo cambiando de compañía en el caso de un hogar que tenga 4,4 kilovatios (Kw).

«Ahorralia.es» también analizó en este estudio las tarifas con discriminación horaria, cuya diferencia es el establecimiento de dos tramos horarios en función del consumo.

La potencia contratada en esta tarifa varía su precio hasta un 28%, mientras que en términos de consumo puede llegar hasta el 10% en ambos tramos según la compañía que facture.

Un hogar con una potencia de 4,6 kW de potencia contratada con dos tramos puede ahorrar al cabo de doce meses hasta 185 euros en su factura. En el caso de las empresas, los ahorros en función de las distintas tarifas pueden ser del 22%.

Industria asegura que los informes sobre la fijación de precios eléctricos estarán «de aquí a no mucho»

En declaraciones a los periodistas en el marco del Foro Económico Mundial, celebrado en Davos (Suiza), Soria dijo esperar que la revisión de los sistemas de fijación de las tarifas eléctricas den «mayor estabilidad» que hasta el momento.

El ministro explicó que los criterios de los informes serán «de mercado», ya que se pretende que con el nuevo sistema que determinará los precios de la luz, éstos sean «mucho más reflejo que lo que dicen los mercados», apuntó.

Respecto al proyecto Castor, en Valencia, donde la actividad se encuentra paralizada desde el mes de septiembre, Soria apuntó que más allá de lo que determinen el Instituto Geográfico Nacional y el Instituto Geológico Nacional, espera otros informes de expertos nacionales e internacionales «que orienten qué podemos hacer».

Sobre la posible reapertura de la central nuclear Santa María de Garoña (Burgos), el ministro sostuvo que la normativa es «clara desde el punto de vista de seguridad nuclear».

Así, indicó que será el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) el que determine si puede continuar o no abierta, al tiempo que aclaró que desde el Gobierno se han determinado las «condiciones económicas» de la central.

«Hemos creado unos tributos nuevos que gravan el almacenamiento de residuos nucleares y a partir de ahí son las empresas las que decidan si desean o no plantear una prórroga», añadió.

Preguntado por las denuncias ante organismos internacionales de las empresas de renovables, Soria señaló que serán las distintas cortes de arbitrajes las que decidan al respecto, aunque el Gobierno actuará en base a los informes de los servicios jurídicos del Estado y lo dictaminado por el Tribunal Supremo.

De esta forma, aseveró una «total y absoluta» seguridad jurídica, y recordó que el Tribunal Supremo dio la razón a las medidas puestas en marcha en 2010 que supusieron una reducción de los incentivos a las plantas solares fotovoltaicas.

El ministro está en Davos para participar en un foro sobre la energía en Europa junto con responsables ejecutivos de empresas y ministros de energía de distintos países, en el que también estarán presentes los comisarios europeos de Energía, Günther Oettinger, y Competencia, Joaquín Almunia.

La demanda eléctrica de grandes consumidores cayó un 0,5% en 2013, según datos de Red Eléctrica

Desglosado por sectores, el consumo industrial creció un 1,3%, mientras que el de los servicios bajó un 3,8%. REE apuntó que este indicador se publica a partir de los datos corregidos con los efectos de la composición del calendario y la evolución de las temperaturas.

Pese a la caída en el conjunto del año, en diciembre, en tasa mensual, la demanda de grandes consumidores subió un 2,7% respecto al mes de noviembre, con lo que acumula cuatro meses consecutivos al alza, incremento que, no obstante, fue insuficiente para compensar las caídas del resto del año. Esto se debió a que la de consumidores industriales creció un 4,1% y la de servicios redujo su descenso a un 0,2%, según los datos de Red Eléctrica.

Tras dos años con tasas negativas, el IRE subió en septiembre de 2013 (el 1,5%), cambio de tendencia que se mantuvo durante los tres meses siguientes.

El mes de 2013 que registró una mayor subida del consumo eléctrico fue en octubre, con un 3% más, seguido del 2,9% noviembre, frente a las mayores caídas registradas en los meses de marzo y julio, con un retroceso del 3,9% en ambos casos.

Respecto a la demanda de consumidores industriales, el mayor repunte tuvo lugar en noviembre, mes en el que se incrementó la demanda de estos consumidores un 5%, a diferencia del descenso de 2,8% de enero, cuando sufrió un mayor retroceso.

En cuanto al consumo de los servicios, se registraron caídas todos los meses del año, siendo julio el mes de mayor retroceso, con un 6,8% menos, y diciembre el mes de menor merma, con un 0,2% menos.

El IRE es el índice de consumo eléctrico de grandes consumidores que, según REE, son el conjunto de empresas que tienen un consumo eléctrico medio/alto, con una potencia contratada superior a 450 kilovatios (kW), lo que supone alrededor del 40 % de la demanda total.

Estos datos se recabaron mediante 21.500 puntos de 13.200 empresas, así como su desglose por sectores de actividad (actividades industriales y de servicios). Red Eléctrica explicó también que recibe estos datos de los distribuidores, pero «no son definitivos hasta transcurridos diez meses desde su publicación».

El operador eléctrico OMIP eleva un 23% las transacciones en 2013 y alcanza un nuevo récord

Este incremento viene acompañado por otro del 42% en el número de transacciones realizadas. Todas las actividades relacionadas con el intercambio continuo de electricidad alcanzaron volúmenes récord.

El operador indicó que tanto sus resultados como los de su filial de derivados, OMIClear, demuestran el «fuerte y determinante rendimiento en todos sus segmentos de actividad, a pesar de los cambios en el entorno regulatorio».

En el caso de la filial de derivados, la actividad equivalió a 86 TWh, un 29% más que en el ejercicio anterior. De esta cifra, 38 TWh correspondieron a las operaciones «over the counter» (OTC), esto es, a las realizadas al margen de los mercados organizados.

El déficit de tarifa alcanza los 3.454 millones de euros hasta noviembre, un 15,19% menos que hace un año

Así consta en la undécima de las catorce liquidaciones provisionales de costes del sector eléctrico publicada este lunes por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que corresponde al periodo de facturación que va desde el 1 de enero al 30 de noviembre de 2013.

Este desfase es 1.027 millones de euros inferior a los 4.480 millones de euros contabilizados hasta octubre, gracias a los ingresos externos de los peajes de acceso. El regulador precisó que «no es probable que se mantenga» este recorte en el déficit eléctrico en posteriores liquidaciones.

De hecho, la CNMC advirtió de que la cifra hasta noviembre no incluye la totalidad de los costes del sistema eléctrico extrapeninsular, cuyo importe pasará de los 900 millones de euros inicialmente previstos a unos 1.800 millones de euros, tras la decisión del Gobierno de suspender las partidas de dinero público destinadas a la tarifa eléctrica.

Por otro lado, los ingresos externos a los peajes de acceso que contribuyen a financiar las actividades reguladas, derivados de la Ley 15/2012, aumentaron en 1.278 millones de euros respecto al mes anterior.

Junto a esto, la energía declarada fue un 0,3% superior a lo previsto en la orden de revisión de peajes de agosto. Sin embargo, los ingresos disminuyeron un 4,2%, o en 559 millones de euros, porque se redujo la demanda en los consumidores que pagan un precio medio mayor.

Por otro lado, la cantidad destinada al pago de la prima del régimen especial en los once primeros meses ascendió a 8.700 millones de euros, un 4,3% inferior a lo previsto. Esto supone una disminución de 394 millones de euros, después de que una parte sustancial de las instalaciones fotovoltaicas alcanzaran el número máximo de horas de producción con derecho a prima.

La CNMC informó en paralelo de que los ingresos netos en el sector del gas natural ascendieron a 2.313 millones de euros en los once primeros meses del año, mientras que los costes acreditados son de 2.965 millones de euros.

De esta forma, el déficit de tarifa del gas natural ascendió hasta noviembre a 652 millones de euros, lo que supone un aumento del 6,5% respecto a la liquidación del ejercicio anterior.

El Congreso aprobará este martes la subida de la luz del 2,3% prevista para el primer trimestre de 2014

A la espera de que el Ejecutivo defina un nuevo mecanismo estable para el establecimiento de los precios de la electricidad, el Ministerio de Industria aprobó un procedimiento transitorio que permitió esquivar el «tarifazo» eléctrico, derivado de una subasta Cesur que habría causado un incremento de casi el 11% en la factura de los consumidores.

Con el decreto ley, el Gobierno pretende eludir la «laguna legal» existente en la normativa vigente sobre la fijación del precio de la luz en caso de anulación de la subasta. Lo hace además a la espera de la definición del mecanismo definitivo, en el que trabajan tanto el Ministerio de Industria como la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Para el precio provisional, se utilizó como referencia el precio de cotización a plazo del Operador del Mercado Ibérico a Plazo (OMIP) para el primer trimestre de 2014 marcado durante los últimos seis meses de negociación disponibles. Así, se fijó un precio para el primer trimestre del año de 48,48 euros por megavatio hora (MWh) para el producto base y de 56,27 euros por MWh para el punta, cantidades que serán de aplicación para el cálculo del precio voluntario para el pequeño consumidor.

En definitiva, estos precios suponen un incremento del 1,4% para el coste de la energía, a lo que se debe sumar el incremento del 0,9% correspondiente a la parte regulada, conocida como peajes. En total, un 2,3% de subida para los tres primeros meses del año.

Bruselas propondrá el próximo miércoles un recorte de hasta el 40% de emisiones de CO2 para 2030

El Ejecutivo comunitario ha renunciado también a presentar una directiva para regular la extracción de gas no convencional mediante fracturación hidráulica (fracking), y se limitará de momento a dirigir una recomendación a los Estados miembros sobre la evaluación de impacto y las consultas públicas que deben hacer antes de autorizar estos proyectos, según fuentes comunitarias.

Con este paquete de medidas sobre energía y cambio climático que presentará la semana que viene, el Ejecutivo comunitario pretende dar seguimiento al triple objetivo obligatorio que la UE se fijó para 2020: un 20% de recorte de emisiones, un 20% de cuota de renovables y un 20% de ahorro energético.

Sin embargo, la fuerte crisis económica que ha vivido la UE en los últimos años ha dejado en segundo plano la lucha contra el cambio climático y ha hecho que aumente la presión para relajar las metas de reducción de emisiones y de renovables, en particular de la industria, que alega que está perdiendo competitividad respecto a empresas de otras áreas del mundo con legislación medioambiental menos estricta.

Así, incluso dentro del propio Ejecutivo comunitario persiste una discusión «muy intensa» sobre cuál debe ser el objetivo de reducción de emisiones para 2030. La comisaria de Acción por el Clima, Connie Hedegaard, defiende un recorte del 40% y cuenta con el apoyo de España, Francia, Reino Unido, Italia, Alemania y Holanda -que firmaron una carta conjunta-; pero también de Irlanda, Dinamarca, Suecia, Eslovenia, Portugal o Finlandia.

Sin embargo, algunos comisarios reclaman rebajar el objetivo hasta el 35% alegando que debe preservarse la competitividad de la industria europea. Entre ellos se encuentran el de Industria, el italiano Antonio Tajani, o el de Energía, el alemán Günther Oettinger. Pero también otros procedentes de los países del este -más dependientes del carbón- como el de Presupuestos, el polaco Janusz Lewandowski; el de Administración, el eslovaco Maros Sefcovic; o el de Agricultura, Dacian Ciolos, según las fuentes consultadas. El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, todavía no ha zanjado el debate y es probable que prosiga hasta el mismo 22 de enero.

La patronal europea, BusinessEurope, ya ha dicho que un recorte del 40% sería excesivo porque el resto de socios internacionales de la UE no están haciendo esfuerzos comparables. En contraste, las organizaciones ecologistas creen que el objetivo del 40% no es suficientemente ambicioso para frenar el calentamiento global.

En la última semana, el Ejecutivo comunitario ha cambiado de posición sobre una nueva cuota obligatoria para las renovables, que hace unos días parecía descartada. La opción que se está imponiendo en el colegio de comisarios, según las fuentes consultadas, consistiría en fijar un objetivo jurídicamente vinculante para la UE en 2030, que sería del 25% si el recorte de emisiones es del 35% o del 27% si es del 40%.

Sin embargo, no habría metas individuales para cada Estado miembro, como ocurre en la actualidad, algo que Bruselas justifica por la necesidad de respetar las importantes diferencias en la cesta energética de cada país. Mientras Alemania y Francia han firmado una carta con otros seis países – Austria, Bélgica, Dinamarca, Irlanda, Italia y Portugal- en la que piden a la Comisión un nuevo objetivo de renovables para 2030 que incentive las inversiones en el sector, otros países con Reino Unido rechazan un objetivo obligatorio porque su apuesta se dirige más a la energía nuclear o al gas pizarra.

Tampoco España -donde las primas a las renovables son uno de los factores que ha disparado el déficit de tarifa eléctrica- quiere que la UE fije un nuevo objetivo para 2030, según las fuentes consultadas.

De acuerdo con la propuesta que prepara la Comisión, los Estados miembros deberán elaborar planes de acción obligatorios, en los que expliquen qué pretenden hacer en materia de renovables. El Ejecutivo comunitario evaluará si los planes son suficientes para alcanzar el objetivo europeo y, en caso contrario, podría pedir medidas adicionales o incluso legislar.

Lo que sí está claro es que el Ejecutivo comunitario renuncia a fijar ningún nuevo objetivo para 2030 en materia de eficiencia energética, aunque dejará la puerta abierta para hacerlo en el futuro cuando se revise la directiva que se ocupa de esta cuestión. La Eurocámara había reclamado una cuota de ahorro energético del 40%.

Los nuevos objetivos deberán ser refrendados por los jefes de Estado y de Gobierno de los 28 en la cumbre que celebrarán a finales de marzo.

Además de los nuevos objetivos en materia de energía y cambio climático, y las recomendaciones sobre fracking, la Comisión presentará un estudio comparativo sobre los precios de la energía en los Estados miembros y una propuesta para reformar el mercado de emisiones de CO2.

El estudio sitúa a España como el país de la Unión Europea con mayores costes en la actividad de distribución de electricidad por kilovatio hora (kWh). Pero las eléctricas aseguran que las conclusiones de este informe son «erróneas y alejadas de la realidad». Según Bruselas, estos costes ascienden a 6 céntimos, muy superiores a los países más baratos, Reino Unido y Bulgaria, con apenas 0,5 céntimos, y lideran la clasificación de la UE, por delante de Eslovaquia, Bélgica o Suecia, donde el coste ronda los 5 céntimos.

En cuanto al sistema de comercio de emisiones, la Comisión plantea que en momentos de crisis económica puedan retirarse del mercado permisos de CO2 para evitar un exceso de oferta y que los precios se desplomen. Estos permisos, que quedarían en una especie de reserva, volverían al mercado cuando la economía vaya bien y aumente el consumo energético.

Bruselas propone que los criterios para determinar cuándo deben retirarse permisos de CO2 del mercado estén predefinidos -teniendo en cuenta las previsiones económicas de la Comisión o los índices de producción industrial- y se apliquen de forma automática, sin una autoridad central de regulación.